Un Misterio Revelado, pero Aún no Comprendido del Todo

POR ERIC KRESS

Isaías 48:12-16

¹²Óyeme, Jacob, y tú, Israel, a quien llamé: Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero. ¹³Mi mano fundó también la tierra, y mi mano derecha midió los cielos con el palmo; al llamarlos yo, comparecieron juntamente. ¹⁴Juntaos todos vosotros, y oíd. ¿Quién hay entre ellos que anuncie estas cosas? Aquel a quien Jehová amó ejecutará su voluntad en Babilonia, y su brazo estará sobre los caldeos. ¹⁵Yo, yo hablé, y le llamé y le traje; por tanto, será prosperado su camino. ¹⁶Acercaos a mí, oíd esto: desde el principio no hablé en secreto; desde que eso se hizo, allí estaba yo; y ahora me envió Jehová el Señor, y su Espíritu.

Las indicaciones de la pluralidad dentro de la Divinidad están dispersas por todo el Antiguo Testamento (p. ej., Gn. 1:1-2, 26-27; Ex. 23:20-21), pero rara vez hay referencias específicas a la triunidad del Único Dios verdadero fuera del Nuevo Testamento. Sin embargo, Isaías 48:12-16 es un pasaje del Antiguo Testamento que sí parece apuntar a una misteriosa unión entre tres Personas distintas (véase también Is. 11:1-5; 42:1; 59:19-21; 61:1; 63:7-14).

Los versículos 12-14a identifican claramente a la deidad en conversdación, llamando a Israel a escuchar. La segunda mitad del versículo 14 parece ser una referencia profética a Ciro, el rey persa que vendría a destruir el dominio babilónico (cf. 45:1). A continuación, los versículos 15-16ab vuelven a indicar claramente el discurso divino.

Las palabras “Yo, yo hablé, y le llamé y le traje; por tanto, será prosperado su camino” podrían referirse a la providencia de Dios al suscitar a Ciro, y al propio éxito decidido de Ciro al derrotar a Babilonia. Pero esto no concordaría con el tenor del pasaje: el poder soberano de Dios para llevar a cabo su plan.

Otra explicación podría ser ver “será prosperado su camino” como la simple inserción de la voz de un narrador en este punto. Tal vez, pero ¿podría ser, a la luz de la segunda mitad del versículo 16, que hay una persona distinta que hará que Ciro tenga éxito?

Observe en el v. 16c: “desde que eso se hizo, allí estaba yo.” El lenguaje recuerda a la personificación de la sabiduría de Dios que se encuentra en Proverbios 8:22-31. La frase final del versículo 16 dice: “y ahora me envió Jehová el Señor, y su Espíritu.”

Algunos explican esto como una inserción bastante abrupta de la voz del profeta Isaías. Pero es difícil encontrar a Isaías hablando de sí mismo en esta unidad literaria (cap. 42-53). Y es difícil verlo diciendo: «Desde el momento en que tuvo lugar, yo estaba allí». El orador insinúa, si no afirma, la preexistencia (quizá incluso la eternidad en el versículo 12 de la luz).

Además, parecería muy fuera de lugar que un Ciro aún no nacido hablara, indicando preexistencia, y como enviado por el Espíritu Santo. Es cierto que esto podría atribuirse al género profético (y casi poético), pero parece poco probable.

¿No sería más fácil explicar el misterioso cambio de oradores como un cambio de Dios, a Su Siervo (es decir, Dios Hijo)? Obsérvese el lenguaje similar que hace clara referencia al Hijo de Dios/Siervo en Isaías 61:1: “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado…” (cf. Lucas 4:18-19).

Además, la unidad literaria inmediata, los capítulos 42-53, está repleta de profecías sobre este glorioso, aunque misterioso, Siervo de Yahvé que, en última instancia, cumple los propósitos de Yahvé y redime al pueblo de Yahvé (p. ej., 42:1ss; 49:3-6; 52:12; 53:11).

En particular, este Siervo no sólo es misteriosamente preexistente y está conectado a Dios y a Su Espíritu, sino que Isaías 49 revelará que se le identifica como Israel, aunque es distinto de Israel (pero eso es para otro estudio).