Empezar Con El Espejo

por Dr. Dave Doran

³¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ⁴¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ⁵¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.» (Mateo 7:3-5).

Estos versículos se refieren principalmente a la hipocresía de señalar los pecados de otras personas mientras se ignoran los propios. Si no te preocupa tu propio pecado, entonces no estás sinceramente preocupado por el pecado. Sólo quieres sentarte a juzgar a la otra persona. La preocupación sincera por el pecado se mira primero en el espejo (5a), y luego trata de ayudar a otra persona (5b).

Esto significa que estos versículos también proporcionan una visión útil para la resolución de conflictos. Gran parte (¿la mayoría?) de los conflictos interpersonales y organizativos se intensifican porque una o ambas partes están más preocupadas por los fallos de la otra parte que por los suyos propios. En otras palabras, se fijan en «la paja que hay en el ojo de tu hermano» y descuidan la «viga» que hay en el suyo. Mientras una o ambas partes estén preocupadas por la otra, se avanzará muy poco en la resolución del conflicto*.

¿Cómo pueden avanzar? Ambas partes deberían mirarse al espejo primero. ¿De qué manera he contribuido/contribuimos a este conflicto? ¿De qué manera puedo/debemos haber fallado en mi/nuestra parte de este problema? No te pierdas el punto del Señor en estos versos – si eres realmente serio acerca de corregir las cosas, entonces comienza con tu propio ojo. Enfocarse exclusivamente en la(s) falla(s) de otros significa que usted no es realmente serio acerca de tratar con el pecado. En realidad sólo estás interesado en salirte con la tuya.

A veces, entonces, es necesario adoptar una postura que pida humildemente a la otra parte que le ayude a ver en qué ha fallado. En lugar de dar por hecho que te han engañado o que mienten, parte de la base de que las cosas pueden parecer diferentes desde su lado, así que intenta escuchar y aprender. Para aplicar una paráfrasis de la sabiduría salomónica, asegúrate de entender a la otra parte antes de responderle (cf. Pro 18:13, 17). Muchos problemas solucionables se convierten en conflictos profundos porque las partes hacen suposiciones y sacan conclusiones falsas sobre el otro.

¿Resolverá esto todos los conflictos? No. Pero hará algo aún más importante: proteger tu corazón contra la hipocresía y permitirte caminar en obediencia al Señor Jesucristo. Eso es más importante que ganar una pelea.

*Mi definición de conflicto aquí excluye situaciones criminales. Es decir, si alguien ha cometido un crimen contra otra persona, la víctima no está obligada a tratar la paja en su propio ojo.