Sesión General 3 – Shepherds Conference 2023

Expositor: Josiah Grauman

Tema: El Juicio de Yahvé

Pasaje: Sofonías 1-3

Resumen del mensaje:

El libro de Sofonías nos ayuda a entender la idea del juicio global. Revela la gloria del odio de Dios al pecado y la maravilla de su ira y justicia.

Dios ha juzgado antes al mundo entero con agua. Yahvé sigue siendo un guerrero, y aunque «colgó su arco en el cielo» después del diluvio, nunca renunció a su espada. Viene un día en que Yahweh traerá Su juicio sobre el mundo, y esta vez, lo hará de cerca.

Un remanente es un pequeño grupo que permanece. Noé permaneció después de la destrucción del diluvio, y un remanente será salvado del día del juicio de Yahweh. El remanente se compone de aquellos que permanezcan después del día en que Yahweh finalmente limpie Su creación.

La Necesidad de Salvación

La humanidad es tan malvada que Dios promete aniquilarla por completo. El pecado del hombre trae destrucción, y debido a este pecado, Dios promete borrar la creación-acabar con todo y con todos.

Las primeras personas a las que Yahvé se dirige en juicio son Su propio pueblo, aquellos que confiesan Su nombre. Los más responsables son los que tienen la verdad de la palabra de Dios. De todas las personas en la historia, nosotros somos los más responsables. Tenemos a Jesús, y tenemos la plenitud de la Palabra de Dios. Si lo rechazamos, nos enfrentaremos a la terrible realidad de caer en las manos del Dios vivo, que es un fuego consumidor.

Si su Dios es sólo amor, no es Yahvé. Si predica a un Dios que es todo amor y nada de ira, no está predicando al Dios de la Biblia. Yahweh es un Dios celoso y un día desatará toda la furia de Su ira. En ese día, nadie quedará en pie, el mundo entero tendrá que rendir cuentas. Necesitamos vivir nuestro día a la luz de ese día: Necesitamos odiar nuestro pecado. Necesitamos matar nuestro pecado por cualquier medio necesario. Tenemos que huir ante este juicio.

El Llamado a la Salvación

No puedes evitar que llegue este día de juicio, pero puedes hacer algo antes de que llegue. Huye de la ira de Yahvé. Pero, ¿a dónde podemos huir? ¿Quién puede proporcionarnos refugio de la ira omnipotente? Dios no nos ha dejado otra opción que Él mismo. Para huir de Yahvé, debemos huir a Yahvé. Sólo el poder omnipotente del hijo podría soportar la ira omnipotente del padre en nuestro favor.

No huyas de Dios, búscalo. Dale toda tu lealtad.

Si conoces el fin de cada incrédulo, responderás con compasión, no con ira, cuando te agravian. El saber que cada incrédulo que nos lastima enfrentará la ira del Señor Yahweh nos libera de la necesidad de venganza. Nos hace unirnos a Yahvé para llamar a los pecadores al arrepentimiento. Les suplicamos: «Reconciliaos con Dios».

La Promesa de Salvación

Dios promete regenerar a su remanente. Su ira viene para todos los pecadores, pero Su remanente ya no será pecador después de que Él los limpie y purifique. Los que permanecen y son salvos de la ira de Dios son los que El escogió para nacer de nuevo y ser hechos nuevos.

Yahweh promete salvar a la gente de los confines de la tierra. Esta es una regeneración futura de todas las cosas, cuando Jesús se siente en Su trono en la nueva creación. Nuestra regeneración actual nos está preparando para la gloriosa regeneración de todas las cosas en la era venidera. En aquel día, Dios nos mirará y no encontrará reproche. Estaremos delante del Padre y no tendremos nada que esconder. Esto es purificación total.

Usted es soberanamente parte del remanente porque Dios lo ha llamado a serlo. Somos un remanente escogido por gracia. Y no solo somos justificados y perdonados, somos totalmente glorificados. El pueblo de Dios llegará a ser como Dios, y en ese día, le adoraremos perfectamente.

Juntos, todo el remanente irradiará la gloria y hermosura de Cristo por todo el mundo. Ningún prisionero, ningún cojo, ningún soldado desterrado será dejado atrás-Yahweh traerá a todos Sus hijos a casa.

El Evangelio de Yahvé no es sólo ser un remanente librado de Su ira, es permanecer para ser el objeto de Su amor eterno. El Evangelio es que este juez perfecto y justo nos declara justos para poder adoptarnos en Su familia, darnos la misma herencia que a Su hijo eterno, celebrarnos, cantar sobre nosotros, obrar Sus perfecciones en nosotros y disfrutarnos por toda la eternidad. Tan cierto como que viene el día de la ira de Yahvé contra el pecado, viene el día de la canción de Yahvé para Su remanente. Vivamos hoy a la luz de ese día.