Pérgamo: Manteniéndose Firmes en Cristo

POR JOHN F. MACARTHUR

¹²Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto:

¹³Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás. ¹⁴Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. ¹⁵Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. ¹⁶Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. ¹⁷El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe. (Apocalipsis 2:12-17)

Esta es una carta poderosa, y hay mucho que decir. Permítanme comenzar con un poco de antecedentes.

Debido a su enorme biblioteca, Pérgamo era un importante centro de cultura y aprendizaje. De hecho, el médico Galeno, segundo en importancia después de Hipócrates, nació y estudió en Pérgamo. La ciudad se consideraba defensora de la cultura griega en Asia Menor.

Había un enorme altar a Zeus que conmemoraba la victoria de los pergaminenses sobre los invasores bárbaros galos. Era un importante centro de culto. Había una serie de deidades del mundo greco-romano. Había templos dedicados a Atenea, Asclepio, Dioniso y Zeus. Pero por encima de todos ellos había un enorme edificio dedicado al culto del emperador. Al parecer, Pérgamo construyó el primer templo dedicado al culto del emperador en Asia en el año 29 a.C. en honor del emperador Augusto. Era todo un lugar.

Los cristianos allí estaban en grave peligro. La ciudad estaba llena de idolatría, llena de inmoralidad, y los cristianos eran el blanco porque un día al año, todos los años, la gente estaba obligada a ofrecer un sacrificio al emperador; y si no lo hacían, morirían. Si los cristianos decían: «Jesús es el Señor. No ofreceré ningún sacrificio al César», podría haberles costado la vida. Es probable que Antipas, en el versículo 13, fuera martirizado por negarse a adorar al emperador.

Este es un lugar vil, idólatra, pagano, grosero, inmoral, pero altamente educado y satisfecho de sí mismo. Para los creyentes, levantarse y salir de todo eso era algo muy dramático. Estaban viviendo en esta fuerza masiva de paganismo y luchando constantemente contra las seducciones de pecados muy familiares.

Esta es una carta de juicio sobre una iglesia mundana – una iglesia que no se separaba de esa cultura de la que había sido redimida.

Pero primero, hay un elogio:

Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.

Todos sabemos que Satanás es el archienemigo de la Iglesia. Él asalta implacablemente a la iglesia con hipócritas, falsos maestros, tentación, e incluso persecución. Esta iglesia, este pequeño cuerpo de creyentes, está literalmente luchando contra el león en su propia guarida. Están haciendo la guerra en el cuartel general de Satanás.

A pesar de todo el poder y la influencia satánica, la iglesia recibe un maravilloso elogio: «Retienes Mi nombre». Se aferraron al Señor Jesucristo. Nunca vacilaron.

Eso no es subjetivo, es objetivo. Eran fieles a Cristo y a la sana doctrina. Eran amantes de Cristo, y eran amantes de la verdad. De hecho, eran fieles a Cristo y fieles a la sana doctrina, al evangelio, «aun en los días de Antipas». Deben haber sido días en los que los cristianos eran asesinados, incluyendo a Antipas.

El reinado de terror de Domiciano se extendió desde el año 81 al 96 aproximadamente, justo durante este período de tiempo. La tradición dice que Antipas fue quemado hasta la muerte dentro de un toro de bronce. Incluso entonces, la iglesia de Pérgamo permaneció fiel a Cristo.

Este es un maravilloso elogio. Quiero decir, este es un lugar difícil para vivir. ¿Crees que es difícil en Estados Unidos? No sabemos nada de lo que estaban pasando.