¿Quién Ama A Quién Aquí?
¿Quién Ama A Quién Aquí?
POR DON GREEN
Algunos críticos de hoy acusan a John MacArthur de no preocuparse por su congregación, porque insiste en tener servicios de adoración en persona en la Iglesia Grace Community en medio de la «crisis» de Covid en California.
Esa falsa acusación es fácilmente refutada.
Publiqué esta historia por primera vez hace más de tres años:
Aquellos que conocen a John sólo a distancia lo conocen como un maestro de la Biblia, ya sea a través de sermones o de sus libros. Sin duda, será el legado por el que la historia lo reconocerá en las próximas décadas.
Pero esa imagen de él, aunque precisa, será incompleta. John MacArthur es un pastor ejemplar de una manera que no se adivinaría a la distancia. Es notablemente fiel a su rebaño. Su prominencia mundial no lo ha hecho distante. Al contrario. Hace visitas al hospital. Oficia funerales. Da consejos privados. Hace llamadas a los que están en peligro. Comparte financieramente con los necesitados.
Testifico como testigo directo de todo esto.
De hecho, la rutina mientras estuve en el GCC por casi 20 años fue invariablemente esta.
John fue el primero en llegar a la escena en un momento de necesidad. A menudo había ido y venido antes de que otro anciano o pastor llegara para su tiempo de ministerio.
Una de esas ocasiones fue el 17 de noviembre de 2008. Bill Merrill, de 49 años, vicepresidente de desarrollo y consejero general de The Master’s College, tuvo un ataque masivo al corazón y fue declarado muerto en el Hospital Henry Mayo Newhall poco tiempo después.
Bill era un amigo cercano. Todavía le echo de menos. Cuando llegué al hospital, John ya estaba allí con la esposa de Bill y otros. Salía con ellos. Se podría pensar que John se dirigía a casa, habiendo cumplido con su deber. Se equivoca.
John pasó *varias* horas hasta altas horas de la noche con la conmocionada y afligida familia de Bill en su casa. Mi esposa y yo estábamos allí. Lo vi de primera mano. John fue una presencia reconfortante pero no dominante durante ese tiempo. Les habló amablemente a los desconcertados hijos de Bill. Interactuaba con calma y simpatía con todos los invitados.
John no estaba posando para la publicidad esa noche. No había medios de comunicación ni cámaras. Es sólo quién es John.
Unos días después, John dirigió el funeral. Uno pensaría que había terminado y siguió adelante. Se equivoca, porque no conoce a John MacArthur el pastor. Mi oficina estaba al lado de la de John en Grace to You. También vi esto de primera mano:
En los días siguientes, a menudo se puso en contacto con la familia de Bill. En medio de todas sus otras responsabilidades, John ministró fielmente a esas ovejas desgarradas durante meses antes de que finalmente se trasladaran del sur de California para seguir adelante con sus vidas.
Esa historia es sólo una muestra de su cuidado pastoral general. Si haces las cuentas, hay al menos otras 500.000 historias pastorales que no se han contado en esta vida. Reflejan la modesta interacción de un pastor con su gran rebaño de más de 50 años. Entonces, ¿quién ama a quién aquí?
Amigos, sigamos adelante al día de hoy.
John MacArthur ha sido el pastor de GCC durante más tiempo del que la mayoría de sus críticos (y muchos de sus compañeros ancianos) han vivido. Nadie en la tierra ama a esas personas más que él.
La mayoría de los críticos de John nunca han estado en el GCC, y mucho menos han compartido el ministerio por un solo día. Mientras que otros se mantienen al margen de John, John se mantiene firme en su rebaño como su pastor.
¿Quién ama a quién aquí?
Después de su resurrección, Jesucristo le dijo a Pedro que «apacienta mis corderos» (Juan 21:15).
John MacArthur ha estado haciendo exactamente eso, en una iglesia, en un lugar, por más de 51 años.
¿Quién ama a quién aquí?
No es de extrañar que su congregación en el GCC quiera estar con él en persona cada vez que puedan. Se ha olvidado más del amor pastoral de lo que muchos pastores menores practican en su vida.
Los críticos de hoy en día sólo se avergüenzan de sugerir lo contrario.
Que Dios tenga misericordia y no se lo eche en cara.
evangelio.blog 
28 agosto 2020 en 5:04 pm
Respeto mucho al pastor MacArthur y no dudo de su capacidad pastoral. Pero es un ser humano imperfecto y puede equivocarse. Siento que en esta ocasión así fue. Pero esto no debe ser motivo para criticar sino para orar por sabiduría para los lideres de la iglesia en momentos como este a los cuales no estamos acostumbrados. Que la iglesia sea luz y glorifique únicamente el nombre de Nuestro Glorioso Salvador Jesucristo.