La Perspectiva de Jesús Sobre el Padre, 1ª. Parte

Por John MacArthur

¿Sabemos realmente quién es Dios el Padre? Si tuviéramos que resumir todo lo que Él es, ¿cuál sería la suma? En Marcos 11:22, Jesús dijo: «Tened fe en Dios». En otras palabras, dijo: «Puedes confiar en Dios. Puedes poner tu vida en sus manos». Y que Jesús diga eso es algo muy especial, porque Jesús conocía a Dios mejor que nadie. Y si Jesús dijo que se le puede confiar la vida a Dios, es una muy buena recomendación.

Jesús conocía a Dios Padre mejor que nadie: mejor que los teólogos que no han escatimado tinta en escribir sobre Él a lo largo de los siglos, mejor que los filósofos y pensadores eruditos que tienen voluminosos esfuerzos de pensamiento respecto a la deidad, mejor que los profetas y apóstoles que recibieron su información por revelación, mejor que cualquier fuente humana cuya mente esté limitada por los confines de lo humano. Jesús conocía a Dios mejor que nadie. Y Jesús dijo: «Puedes confiar en Dios».

Verás, Jesús había pasado toda la eternidad pasada en la presencia de Dios. Nunca hubo un principio de Dios, y nunca hubo un principio de Jesús. Y así, siempre habían estado juntos. Y en Juan 1 dice que Jesús estaba cara a cara con Dios.

De hecho, en Su oración sumo sacerdotal en Juan 17, Él dice: «Padre, devuélveme la gloria que tenía contigo antes del comienzo del mundo». Si alguien sabe de Dios, es Él. Y dice: «Puedes confiar en Dios con tu vida».

Y así, empecé a pensar en eso. Si realmente quiero saber cómo es Dios, entonces debo escuchar lo que dice Jesús. ¿Y qué dice Jesús sobre Dios? En los Evangelios nos hace una gran presentación de Dios.

En Juan 4:24, nos habla de la naturaleza de Dios. Dice: «Dios es Espíritu». En Juan 17:11, nos habla de la santidad de Dios. Dice: «Padre Santo». Y en Juan 17:25, dice: «¡Padre justo!».

Y luego Jesús nos habla repetidamente de la justicia de Dios. En Mateo 21:33 y siguientes, nos habla del dueño de una viña que literalmente destruyó a los malvados labradores que habían maltratado a sus siervos y a su hijo; y ese dueño de la viña es Dios, y Él juzga el pecado. En Mateo 22 nos habla de un hombre que se negó a llevar el traje de bodas y fue arrojado a las tinieblas de afuera. En Mateo 25 nos habla de cinco vírgenes necias que llegaron demasiado tarde y fueron dejadas fuera. En Mateo 25, al final del capítulo, incluso nos dice, mientras muere en la cruz, que está muriendo, en efecto, bajo la devastación del juicio divino. Y así, Jesús nos habla de la justicia de Dios, de la santidad de Dios, de la naturaleza de Dios.

En Marcos 10:27, dice: «Con Dios todo es posible». Y así, nos habla del poder de Dios. En Mateo 23:22, Él habla de que el cielo es el lugar del trono de Dios, y así nos enseña sobre la soberanía de Dios. En Marcos 6:4, dice: «El Padre que ve en secreto», y así nos habla de la omnisciencia de Dios. Y en Mateo 6:32, dice: «Vuestro Padre sabe que tenéis necesidad». Y continúa diciendo que si Él viste la hierba del campo, también te vestirá a ti. Y así nos habla del cuidado de Dios. En Mateo 5:45, Él dice: «Él hace que la lluvia caiga sobre justos e injustos». Y así define la providencia de Dios.

Si quieres saberlo todo sobre Dios, escucha a Jesús. Él lo conoce desde siempre. Jesús nos enseñó las principales verdades sobre Dios: Su naturaleza, Su santidad, Su justicia, Su poder, Su soberanía, Su omnisciencia, Su cuidado y Su providencia. ¿Pero sabes algo? En todo eso -y hay más incluso de lo que he enumerado- todavía no hemos tocado la lección principal que Jesús nos enseñó sobre Dios. Hay una lección que supera a todas las demás lecciones que Él dio, y que debería conformar nuestra forma de adorar, meditar y disfrutar de Dios. De esto hablaremos la próxima vez.

Esta entrada está basada en un sermón que el Dr. MacArthur predicó en 1979, titulado «La Perspectiva de Jesús Sobre el Padre».