Andy Farmer
Aprendiendo a leer … Una vez más
Aprendiendo a leer … Una vez más
Por Andy Farmer
Vine a Cristo como un estudiante universitario. Una de las primeras cosas que noté mientras me aventuré en el nuevo mundo de la comunidad cristiana en el campus era la cantidad de lectura que se lleva a cabo. Y esto no era sólo lectura de la Biblia. En contra de mis propias tendencias, las cuales eran leer lo menos posible más allá de lo que se requería de mí, mis nuevos hermanos y hermanas parecían amar la lectura para el crecimiento espiritual. Pronto tomé la práctica y ha permanecido conmigo desde entonces.
Me sigue pareciendo que los cristianos son inusualmente comprometidos con la lectura para el crecimiento espiritual. Pero en mi papel de consejería pastoral, he visto algunas tendencias de lectura entre los creyentes en los últimos años que me dan un poco de preocupación. No es difícil ver las tendencias culturales que están dando forma a nuestros hábitos de lectura. Somos personas inundadas, con opciones de información de consumo inmediato que se agolpan en nuestras ocupadas vidas a través de las redes sociales, blogs, publicaciones electrónicas y servicios de noticias y opinión de 24 horas. En estos días, si le pregunto a mis aconsejados lo que están leyendo me inclino a obtener respuestas como: “Estoy siguiendo esto y lo otro del blog y mi feed de Twitter me mantiene al día sobre todo lo demás.” O, me darán una lista de seis libros que actualmente tienen en su mesa de noche que han empezado, pero parece que no pueden terminar.