¿Qué es la Prudencia?

Posted on 1 junio 2023

¿Qué es la Prudencia?

Por Emily Van Dixhoorn

Es una triste realidad: a veces todos somos tontos. Un ejemplo: ¿Cuándo fue la última vez que caíste en una estafa? ¿Compraste una «ganga» que resultó ser basura? Todos lo hemos hecho alguna vez, y cuando yo lo hago, lo odio.

Como Padre protector, Dios nos llama a la prudencia, a pensar antes de actuar. Esto puede parecer sencillo, pero incluso la prudencia tiene sus impostores. Podemos pensar que estamos siendo prudentes mientras seguimos haciendo el tonto. ¿Cómo? De dos maneras: podemos ser «prudentes» sobre cosas equivocadas o ser «prudentes» por medios equivocados. Para ser verdaderamente prudentes, necesitamos distinguir la prudencia bíblica de estos impostores.

Prudencia Sobre Las Cosas Equivocadas

La parábola de los talentos (Mateo 25:14-30) ofrece un claro ejemplo de ser «prudente» con las cosas equivocadas, utilizando el ejemplo del trabajo. En esta parábola, tres siervos reciben talentos. Dos siervos invierten los suyos, y el tercero entierra el suyo, explicando: «Tuve miedo, fui y escondí tu talento en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo» (Mateo 25:25). Este siervo es «prudente» ante el riesgo: trata de evitarlo por completo. Enterrar su talento parece prudente, pero su estrategia resulta contraproducente: es reprendido como «siervo malo y perezoso» (Mateo 25:26). Su prioridad de evitar el riesgo a toda costa no agrada a su señor, como tampoco agrada a nuestro Señor en el cielo el que nosotros evitemos todo riesgo. Jesús enseña a sus discípulos a «contar el coste» (Lucas 14:28), no a evitarlo todo.

En lugar de intentar evitar todo riesgo, la prudencia bíblica evalúa el riesgo y actúa de acuerdo con los deseos revelados de Dios. El error clave del siervo insensato es juzgar mal el carácter de su señor, considerándolo severo cuando en realidad es generoso, recompensa a los siervos fieles e incluso los invita a su alegría. Si queremos ser siervos fieles, debemos basar nuestras decisiones en un conocimiento exacto de Dios, tanto de quién es como de lo que hace. Cuando protegemos lo que Dios valora y actuamos a la luz de una visión precisa de Sus promesas y provisión, ejercemos la prudencia bíblica.

Este segundo impostor nos engaña uniendo dos verdades y convirtiéndolas en una mentira. La primera verdad es que Dios es soberano; la segunda es que el poder de Cristo se perfecciona en la debilidad (2 Cor. 12:9). Ambas son verdades importantes que merece la pena celebrar y que nos dan motivos para adorar a Dios. Pero el enemigo sabe retorcer estas verdades para engañarnos, tejiéndolas en una mentira: que el trabajo duro está reñido con la obra de Dios.

La verdadera prudencia sirve a las prioridades de Dios a través de los medios de Dios.

¿Cómo puede el trabajo duro disfrazarse de peligroso? El acusador puede decir que tu trabajo duro refleja preocupación, y por lo tanto una falta de confianza en Dios, incluso desobediencia a Su mandato de no estar ansioso por nada. Según Satanás, tu trabajo te condena; estás ansioso porque trabajas para tu propio orgullo y no para la gloria de Dios. Mientras usted revisa su currículum -revisando la gramática, el contenido y el estilo- el acusador le dice que Dios es soberano y que es Él, y no su currículum, quien decidirá si usted consigue el trabajo. Este falso argumento dice: «Es ‘prudente’ detener tu duro trabajo, no sea que hagas de tu currículum un ídolo y te des gloria a ti mismo en lugar de a Dios».

Si el enemigo no te engaña para que te quedes inactivo con este enfoque, puede intentar otro, diciendo que tu trabajo duro refleja tu visión estrecha, buscando sólo hacer lo que puedes hacer con tus propias fuerzas en lugar de lo que Dios puede hacer con las Suyas. «Seguramente tu trabajo en red y tus entrevistas pueden conseguirte algún trabajo, pero puede que no sea el trabajo que Dios quiere para ti. La manera ‘prudente’ de saber que tu trabajo es escogido por Dios es dejar de trabajar tan duro para ser un candidato fuerte y en su lugar, esperar y ver qué trabajo te da Dios.» Esto erróneamente pretende quitarnos nuestra responsabilidad y mayordomía en la toma de decisiones.

Prudencia Bíblica

Una visión mundana tanto de la providencia como de la «prudencia» tontamente falla en entender que Dios cumple Su perfecta voluntad a través de medios, incluyendo tu arduo trabajo (CFW 3.1). Filipenses 2:13 dice: «Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad». Tu trabajo no está inherentemente en conflicto con el trabajo de Dios. Los dos pueden, y por diseño regularmente lo hacen, trabajar en concierto. Proverbios 10:5 dice: » El que recoge en el verano es hombre entendido; El que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza.». Dios se siente honrado cuando trabajamos duro cuando somos llamados. Él no nos llama a quitarnos del camino para que Él pueda hacer el trabajo por nosotros; Él nos dice que nos pongamos en el camino para que Él pueda hacer el trabajo a través de nosotros.

La verdadera prudencia sirve a las prioridades de Dios a través de los medios de Dios. Como señala Jerry Bridges, «La prudencia utiliza todos los medios legítimos y bíblicos a nuestra disposición para evitar el daño a nosotros mismos y a los demás y para lograr lo que creemos que es el curso correcto de los acontecimientos».1 La prudencia bíblica incluye tanto la oración como el trabajo duro; cualquier otra cosa es una impostura.

[1] Jerry Bridges, Trusting God, (Colorado Springs, NavPress, 1988), 114.