Sustitutos de las Escrituras

POR JOHN F. MACARTHUR

Creo que se está desarrollando una estrategia fuerte, penetrante y algo sutil entre aquellos que se llaman a sí mismos cristianos evangélicos. Este movimiento está siendo planeado por el archienemigo Satanás y, tristemente, está siendo introducido en las iglesias evangélicas.

Ahora, como en todos los tiempos y épocas, la Palabra de Dios está siendo atacada. Y tenemos que ser algo cuidadosos y vigilantes para discernir cómo está siendo atacada en este momento. Creo que, actualmente, el ataque a la Escritura proviene principalmente de aquellos que niegan su suficiencia para todos los asuntos de fe y conducta – una de las grandes afirmaciones de la teología evangélica tradicional. Permítanme describir brevemente lo que quiero decir con algunos ejemplos.

En primer lugar, ha crecido una gran preocupación por lo que yo llamaría «técnica de gestión mundana». Con todos los libros que se están escribiendo sobre corporaciones exitosas y estilos exitosos de gestión y demás, la iglesia ha aguzado el oído y está aprendiendo ese tipo de métodos como si fueran las claves para construir el reino de Dios. Como si se dijera: “Conocer la Palabra de Dios y comprender sus principios relacionados con el crecimiento de la iglesia no es adecuado, y debemos acudir a las técnicas de gestión y a los sistemas de éxito que utiliza el mundo, y transferirlos a la iglesia.” Creo que se trata de un ataque sutil a la suficiencia de las Escrituras para impulsar el crecimiento y el desarrollo de la iglesia.

En segundo lugar, otro ángulo que me ha preocupado es que muchas personas parecen bastante aburridas de las cosas de Dios reveladas en las Escrituras y sienten que no es una dieta suficiente para los santos de la iglesia. Y las iglesias están gastando mucho dinero para entretener a la gente. Hemos desarrollado una especie de lista de celebridades cristianas. Le está costando a la iglesia billones y billones de dólares del dinero del Señor. En eso, creo, hay un ataque a la suficiencia de la Palabra de Dios para traer a la vida de los creyentes todo lo que se necesita para el gozo y la plenitud.

Otra área de gran angustia para mí es el área de lo que podríamos llamar misticismo, u ocultismo. Creo que, si observas de cerca el evangelicalismo, encontrarás a muchas personas preocupándose por el ocultismo. No creen que sea eso, pero sí que lo es. Están entrando en el mundo de los médiums y de los espíritus demoníacos y del mismo diablo, porque están buscando poder sobrenatural, experiencias extáticas, milagros.

Hay quienes abogan por mantras cristianos, una especie de cánticos. Hay quienes ofrecen fórmulas para enfrentarse a Satanás y tratar con demonios, técnicas de confesión positiva y visualización en las que visualizas algo como una realidad, ya sea tu curación, tu coche nuevo o la chica que quieres, o desarrollar un ministerio. Todas estas son formas de magia oculta. Se practican para obtener un supuesto poder divino, pero el poder que obtienen es el poder del enemigo.

Además, otra forma en que se ha abandonado la firme creencia en la suficiencia bíblica es en el asunto del matrimonio y la familia. Hubo un tiempo en que creíamos que si estudiábamos la Palabra de Dios, seríamos capaces de vivir la vida en familia en plenitud, que el matrimonio podía ser todo lo que Dios pretendía si se vivía según los principios bíblicos.

Pero ahora proliferan los trucos, los ardides, las técnicas sexuales y las cosas que se añaden a las Escrituras para tratar de solucionar los problemas familiares. Y de una manera sutil, están haciendo el comentario de que la Biblia es en un grado u otro insuficiente o inadecuada. Antes podíamos aceptar lo que decía la Biblia en ámbitos sociológicos, ya fuera la homosexualidad o el papel de la mujer. Ahora oímos que la Biblia es poco sofisticada y no puede comentar estas cuestiones sociológicas contemporáneas. Esto está llegando a un nivel general en la iglesia, con la homosexualidad, con la redefinición del papel de la mujer lejos de la enseñanza bíblica tradicional.

Pero tal vez tan dominante o más que cualquiera de estos temas es esta área de la psicología, que está haciendo incursiones aterradoras en la iglesia. Se está produciendo rápidamente un éxodo masivo de la tierra tradicional de la teología bíblica a la nueva tierra prometida de la psicología y la psicoterapia. Las iglesias que antes siempre contrataban pastores, evangelistas y maestros, ahora contratan psicólogos. Los pastores que antes iban al seminario o al instituto bíblico para aprender la Palabra de Dios, ahora van a las escuelas de psicología para estudiar la sabiduría humana. Los seminarios están contratando psicólogos y psiquiatras para enseñar. Están añadiendo más cursos de psicología en muchos lugares, disminuyendo el contenido bíblico de su currículo. Las universidades están haciendo lo mismo.

Una vez más, esto es una forma de decir: “Al abordar estas ansiedades emocionales profundamente arraigadas en el hombre, no podemos esperar que la Biblia hable de forma sofisticada.” El mundo ha estado diciendo que la Biblia no puede ayudar, y ahora, es triste decirlo, la Iglesia está de acuerdo.

De hecho, me atrevería a decir que hay muchos que abogan hoy por una salvación psicológica en lugar del nuevo nacimiento. Esto no es más que un humanismo pseudoevangélico. Esta preocupación por la autoestima, el amor propio y la autorrealización que la psicología ha introducido en la Iglesia no tiene contrapartida bíblica. Y la iglesia inevitablemente compra estas cosas.

Estoy absolutamente asombrado por las incursiones del misticismo, la ciencia de la mente, el ocultismo, la psicología, y estas otras cosas en la iglesia, la universidad, el ambiente del seminario, junto con el desprecio de la teología bíblica y la suficiencia bíblica. Todo esto no es un problema pequeño. Creo que es una visión seria y pecaminosa de la Palabra de Dios.

J.I. Packer, en su libro sobre la Palabra de Dios, pone el dedo en la llaga. “A diferencia de los cristianos del primer siglo, que en tres siglos ganaron el mundo romano, y de aquellos cristianos posteriores que fueron pioneros de la Reforma y el despertar puritano y el avivamiento evangélico y el gran movimiento misionero del siglo pasado, nosotros carecemos de certeza.”

Y la razón por la que nos falta certeza es porque parece que ya no creemos que la Biblia sea suficiente para la vida y la conducta de la iglesia. Ese es un pecado de proporciones monstruosas.

Este post se basa en un sermón que el Dr. MacArthur predicó en 1985, titulado “La suficiencia de las Escrituras, Parte 1.” Además de ser el pastor de Grace Community Church y la voz de Grace to You, el Dr. MacArthur es el rector de The Master’s University en Santa Clarita, California. Puede obtener más información sobre la TMU en http://www.masters.edu.