¿Qué sabía María? Quizá Más de lo que Tú Sabes

M. R. Conrad

Has oído la canción. Has sentido la angustia. ¿Qué sabía María cuando dio a luz a Jesucristo?

Pues bien, tenemos el canto de María, el Magnificat, en Lucas 1:46-55. En él revela lo que sabía. La profundidad de sus conocimientos como adolescente del siglo I supera todas las expectativas.

1. María conocía la Palabra de Dios

Sin duda, María creció sin un ejemplar personal del Antiguo Testamento. La gente rara vez poseía sus propios libros en los siglos anteriores a la imprenta. Si vivían en una aldea rural de Galilea, la probabilidad de poseer una Biblia disminuía aún más.

Sin embargo, María conocía el Antiguo Testamento. Probablemente lo había oído enseñar en la sinagoga (Hechos 17:4, 12). Es evidente que había memorizado bastantes versículos, ya que cita o alude a muchos pasajes, como el Salmo 103:17/Lucas1:50; el Salmo 107:9/Lucas1:53; Isaías 41:8-9; Salmo 98:3; y Miqueas 7:20/Lucas1:54-55. El canto de María es paralelo al himno de alabanza de Ana en 1 Samuel 2:1-10. Está claro que María conocía la Palabra de Dios.

2. María conocía el Pacto Abrahámico

María también conocía la importancia del Pacto Abrahámico. Termina su canto recordando las promesas de Dios al fundador del pueblo hebreo: «Como [Dios] dijo a nuestros padres: A Abrahán y a su descendencia para siempre» (Lc 1,55). Las promesas eternas e incondicionales de Dios a los descendientes de Abrahán constituyen la base de la esperanza de María en un Salvador. Dios prometió a Abrahán y a su descendencia un pueblo (la nación de Israel), una tierra (la Tierra Prometida en Oriente Medio) y una bendición (un Salvador que bendeciría a todas las familias de la tierra). Esa bendición de Abraham a todos los pueblos del mundo llegaría a través de Jesús, el hijo de María (Mateo 1:21).

3. María conocía el Pacto Davídico

Antes de su canto de alabanza, María escuchó cómo el ángel Gabriel le anunciaba el próximo nacimiento de su hijo: «Concebirás en tu seno y darás a luz un Hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre. Y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin» (Lucas 1, 31-33).

A María no le sorprendió que viniera Uno que reinaría en el trono de David. Lo que sorprendió a María fue que ella lo trajera al mundo. Su pregunta al ángel reveló que conocía la alianza con David (2 Samuel 7:12-16; Salmo 89). Sólo necesitaba saber cómo Dios lo haría realidad a través de ella (Lucas 1:34). Su respuesta demuestra su fe en las promesas de Dios a David y a ella: «He aquí la sierva del Señor. Hágase en mí según tu palabra» (Lucas 1:38, 45).

4. María conocía el carácter de Dios

María conocía el amor de Dios: era muy favorecida (Lucas 1:28). Conocía el poder de Dios: «Para Dios nada hay imposible» (Lucas 1:37). La piadosa adolescente conocía la fidelidad de Dios porque conocía Su Palabra (Lucas 1:33, 55). Sabía lo que Dios había hecho en el pasado y lo que había prometido hacer en el futuro. Puesto que Dios cumplió Sus promesas en el pasado (Lucas 1:54), María esperaba que las cumpliera en el futuro (Lucas 1:38). Ella actuó de acuerdo con lo que creía, dispuesta a servir y sufrir, si era necesario, porque conocía el carácter de Dios.

5. María sabía que necesitaba un Salvador

María conocía la condición de su propia alma. Como todo el mundo, María pecó (Romanos 3:23; Eclesiastés 7:20). Como todo el mundo, María necesitaba un Salvador. Lo dice en las primeras líneas de su himno: «Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador» (Lc 1,46-47). Como todo el mundo, María necesitaba creer en Jesús, y lo hizo (Lc 1,45; Hch 1,14). Dios es el Salvador de María, y la utilizó para traer al Salvador al mundo (1 Juan 4:14).

¿Sabía María más de lo que tú sabes?

¿Conoces la Palabra de Dios como la conocía María? ¿Está familiarizado con los diferentes pactos del Antiguo Testamento? Estos pactos bíblicos incluyen el Pacto Abrahámico (Génesis 12, 15, 17), el Pacto Mosaico (Éxodo 19:5-6; 20:1-20), el Pacto de la Tierra (Deuteronomio 29-30), el Pacto Davídico (2 Samuel 7:12-16) y el Nuevo Pacto (Jeremías 30-31). Estos pactos entre Dios y su pueblo son clave para entender lo que Dios hizo a lo largo de las Escrituras y lo que hará en el futuro. ¿Sabía María más de lo que tú sabes?

¿Conoces el carácter de Dios como lo conocía María? ¿Sabes lo que Él hizo en el pasado? ¿Esperas que Dios cumpla Su Palabra en el futuro basándote en Sus actos pasados y Sus promesas presentes? ¿Has experimentado el amor, el poder y la fidelidad de Dios?

¿Has admitido que necesitas un Salvador? Como María, eres un pecador. No puedes salvarte a ti mismo (Efesios 2:8-9). Nadie está a la altura de la norma de Dios (Romanos 3:23). Ni María. Ni tú. Al igual que María, sólo puedes salvarte mediante la fe en Jesús, que murió en tu lugar y resucitó para tu salvación.

¿Qué sabía María? Quizá más que la mayoría de nosotros. Pero no tiene por qué seguir siendo así. Deja que María te inspire a conocer mejor a Dios y Su Palabra.