7 Lecciones que Aprendí de John Macarthur

JOSIAS GRAUMAN

El pastor John MacArthur partió con el Señor recientemente. Fue un hombre que amó profundamente a Cristo, su Palabra y su iglesia, dejando un legado inquebrantable de fidelidad, integridad y predicación expositiva.

Lecciones clave de su vida personal y ministerio

Vida Íntegra
- Vivió de forma irreprensible.
- Fue un esposo ejemplar, amando a Patricia con ternura y paciencia, especialmente durante su demencia.
- Fue un padre presente y un abuelo tierno que enseñaba, bendecía y se gozaba con su familia.
- Mantuvo integridad hasta el final de su carrera, demostrando que es posible terminar fiel en el ministerio pastoral.
Confianza en la Suficiencia de la Escritura
- Tenía fe absoluta en que la Biblia es suficiente para todo consejo, enseñanza y edificación.
- Enseñaba a pastores y seminaristas a ser meseros fieles de la Palabra, no chefs que modifiquen su contenido.
Valentía para Defender la Verdad
- Fue un león en el púlpito contra los lobos y herejías, sin temor de confrontar errores doctrinales, culturales o políticos.
- Su convicción en la verdad de Dios lo hacía firme y sin titubeos, mostrando que la valentía nace de convicciones bíblicas profundas.
Amor Tierno hacia las Ovejas
- Aunque firme con los falsos maestros, era compasivo, amoroso y paciente con los hermanos.
- Siempre buscaba restauración en disciplina, visitaba enfermos y oraba por los necesitados, recordando que el propósito de la instrucción es el amor.
Enfoque en la Iglesia Local
- Creía que el Espíritu Santo edifica a la iglesia mediante los dones de sus miembros.
- Su visión ministerial siempre fue exaltar la iglesia local y entrenar hombres para plantar iglesias en todo el mundo.
Amor por Cristo
- Su pasión era Cristo: predicarlo, enseñarlo, estudiarlo y adorarlo.
- Enseñaba que nuestra prioridad es crecer en amor por Cristo y que la anchura del ministerio es responsabilidad de Dios.
Humildad Notable
- Nunca se creyó indispensable; decía que la iglesia seguiría avanzando cuando él partiera.
- Rehusaba defenderse de acusaciones, confiando en que el tiempo y la verdad van de la mano.
- Siempre votaba como un anciano más, valorando la unanimidad y escuchando a los demás con genuina humildad.