Día: 19 agosto 2014
Sexo y Dinero (Sex and Money) de Paul David Tripp
Sexo y Dinero (Sex and Money) de Paul David Tripp
Sin duda dos de los ídolos que existen en nuestra cultura son el sexo y el dinero. Los medios de comunicación reflejan la búsqueda insaciable de satisfacción a través de estos ídolos. Paul Tripp explora este tema necesario en este libro Sex and Money (Sexo y Dinero). Diariamente vemos al desastre que existe en estas áreas. Vemos matrimonios destruidos por la búsqueda insaciable del sexo y el dinero. Jóvenes en perdición por la falsa promesa del dinero fácil. Es común ver que muchos de los problemas que vivimos a diario como sociedad contienen este engaño producto una distorsión de estos temas y sobre todo del vacío del corazón humano. Sin mencionar el hecho de como muchas iglesias y ministerios han sido afectados por un pastor que cae en adulterio, o abusa de una iglesia con el fin de obtener dinero. Tripp tiene razón en que “Ni el sexo ni el dinero pueden dar las promesas que creemos que están haciendo, y cada área es más peligrosa de lo que tendemos a pensar.” El sexo y el dinero seducen a una gran cantidad de personas prometiéndoles placer momentáneo o fácil sin considerar las consecuencias que vienen al utilizarlos fuera de la sabiduría de Dios. “Ambos le ofrecen un sentido interior de bienestar aunque no tiene capacidad alguna para satisfacer su corazón.” El mundo ofrece la felicidad a través de estos medios. Y haremos bien en poner a atención en estas áreas al criar a nuestros hijos, e instruir a la iglesia.
4 Pasos Fáciles para Hacer Del Matrimonio una Prioridad
4 Pasos Fáciles para Hacer Del Matrimonio una Prioridad
Por Jolene Engle
A veces la vida simplemente se vuelve muy ocupada, ¿no es así? Y con ese ajetreo es tan fácil perder el sitio de nuestra relación matrimonial. Por supuesto, cuando yo estaba saliendo y recién casada con mi esposo, hacer de nuestra relación una prioridad era mucho esfuerzo. Pero a veces la vida matrimonial puede llegar a ser un poco abrumadora con listas de tareas, responsabilidades, y por no hablar de las áreas de nuestra vida que son simplemente difíciles de tratar.
¿Estaba Jesús Pidiendo Que Comiésemos Literalmente Su Carne?
¿Estaba Jesús Pidiendo Que Comiésemos Literalmente Su Carne?
Por Mike Gendron
Jesús dijo: “En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.” ¿Deben estas palabras de Juan 6:53 ser tomadas literalmente o en sentido figurado? La Iglesia Católica Romana enseña que Jesús estaba hablando literalmente. Esta interpretación literal es la base de la doctrina de Roma de la transubstanciación – el cambio milagroso del pan y del vino en el Cristo físico, su cuerpo y sangre, alma y divinidad. Cada sacerdote católico se dice que tiene el poder de llamar a Jesús del cielo cuando él tiene la ostia y susurra las palabras "Hoc est corpus meus." Por tanto, cuando los católicos consumen la ostia, creen que realmente están comiendo y bebiendo el cuerpo y la sangre de Jesucristo. Este es un requisito vital para su salvación y una doctrina que deben creer para seguir siendo católicos.
La Sabiduría es un “Quién” Más que Un “qué”
La Sabiduría es un “Quién” Más que Un “qué”
Por JA Medders
“Cristo es poder de Dios y sabiduría de Dios.” (1 Cor. 1:24 )
La sabiduría es un quién más que un qué.
Jesús es Sabiduría. Él es los Proverbios encarnados. Son animados y cumplidos en Jesús de Nazaret.
Jesús vivió los Proverbios Por Nosotros.
Cuando Otros Te Hacen Mal
Cuando Otros Te Hacen Mal
Por Nathan Busenitz
Cuando otras personas nos tratan mal, o nos traiciona, o habla mal de nosotros, ¿cómo vamos a responder?
Jeremías Burroughs, en La Joya Rara Del Contentamiento, responde a esa pregunta al recordarnos que, aun cuando otros nos maltraten, no es ninguna excusa cultivar ansiedad, enojo, o descontento.
Él dice esto:
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“Creo que podría estar contento con la mano de Dios", dice uno, "Mientras yo vea la mano de Dios en una cosa, puedo estar contento. Pero cuando los hombres tratan de manera irrazonable e injusta conmigo, no sé cómo soportarlo. Puedo soportar eso estando en manos de Dios, pero no en las manos de los hombres. Cuando mis amigos o conocidos me tratan tan injustamente, oh, esto es muy duro para mi, y no sé cómo soportarlo.”
Para eliminar este razonamiento, considere: