Día: 23 enero 2015

¿Por qué la iglesia?

Posted on

Man with black mask in studio¿Por qué la iglesia?

Por Lyndon Unger

Yo no soy tan viejo, pero recuerdo hace unas décadas, cuando la cultura canadiense era muy diferente. Recuerdo que cuando la mayoría de las personas describen a sí mismos como "cristiano", a pesar de que eso significaba "teísta confuso" en el mejor los casos. Recuerdo cuando casi todos los negocios estaban cerrados el domingo porque era "el día del Señor". También recuerdo cuando la mayoría de la gente estaba al menos afiliada a una iglesia. Ninguna de esas cosas son verdad hoy pero en su mayor parte, eso no es porque también ha cambiado mucho en realidad. Las personas que pretendían ser cristianos ya no están fingiendo, en múltiples frentes.

Leer el resto de esta entrada »

Una Trinidad de Cambio

Posted on

clip_image001Una Trinidad de Cambio

 

¿Tienes miedo de ti? Algunas mañanas me miro en el espejo y me asusto a mí mismo, pero hay algo mucho menos cómico y mucho más destructivo que debería tener miedo. Es la condición oscura de mi corazón.

En el Salmo 51, nos encontramos con un hombre aterrorizado de sí mismo. David, después de ser confrontado por el profeta Natán, escribe esta frase: "Lávame más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. "(Salmo 51: 2-3, NVI) David no utiliza explícitamente las palabras:" Tengo miedo de mí ", pero se emplea un" vocabulario trinitario "para expresar su miedo.

Leer el resto de esta entrada »

Adictos a la Gloria (2a. Parte)

Posted on Actualizado enn

clip_image001

Adictos a la Gloria (2a. Parte)

Por Paul David Tripp

La semana pasada escribí un artículo argumentando que todos los seres humanos son adictos a la gloria. En otras palabras, somos adictos a buscar, y tomando el sol en nuestra propia gloria. Le di tres señales que revelan esta adicción: desfilamos nuestra justicia, hablamos demasiado, y tenemos un sentido de importancia propia.

Hoy quiero extender la lista de diagnóstico para presionar el punto de que eres adicto a tu propia gloria, no de una manera que desalienta, sino de una manera que te anima a buscar el recate de gracia del Señor Jesucristo.

Leer el resto de esta entrada »