¿Apoyan las Parábolas del Reino de Jesús el Postmilenialismo?

Los postmilenialistas a menudo apelan a las parábolas de Jesús en Mateo 13 como clara evidencia de que el reino crecerá desde un pequeño contingente hasta apoderarse del mundo entero, de modo que la mayor parte del mundo se convierta en genuinos creyentes en Cristo. Las dos parábolas más comunes a las que apelan los postmilenialistas son la parábola de la semilla de mostaza que se convierte en árbol, y la de la levadura que leuda toda la masa.

31 Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; 32 el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas. 33 Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado..” (Mateo 13:31-33)

No cabe duda de que estas parábolas enseñan un reino expansivo que comienza siendo muy pequeño y se expande más allá de lo que cualquiera podría esperar razonablemente. Sin embargo, extraer la idea de que estas parábolas enseñan un reino que conquista el mundo entero es bastante problemático por diversas razones.

El árbol Como Metáfora Común del Reino

El uso de un árbol como metáfora de un reino es bastante común en las Escrituras. En Daniel 4:20-25, Dios le da a Nabucodonosor un sueño sobre un gran árbol que se describe en los mismos términos que Mateo 13. Del mismo modo, Asiria es representada como un árbol en Ezequiel 31:3-9. Ambos ejemplos de «árboles del reino» se describen como un árbol expansivo donde las aves del cielo vienen y hacen su hogar en las ramas y las bestias del campo pueden descansar a la sombra del árbol. Esto se parece bastante a lo que leemos en Mateo 13.

Esta similitud en la descripción es intencionada. Tanto Babilonia como Asiria fueron reinos importantes (aunque en ningún momento dominaron el mundo entero). Los profetas solían utilizar el árbol como metáfora del reino, y Jesús sigue esa pauta en Mateo 13. La parábola no pretendía ser una metáfora del reino. La parábola no pretendía interpretarse como una toma de posesión del mundo entero, de modo que la mayoría del mundo sería cristiano. En realidad, la principal diferencia en Mateo 13 es que ¡no hay tala del árbol! El punto es que el reino de Cristo no puede ser destruido. Siempre continuará.

Las parábolas del reino como árbol o del reino como levadura pretenden indicar el crecimiento a partir de pequeños comienzos. Pero inferir una conquista mundial a través de estas parábolas es sin duda perder el punto. Además, la presuposición postmilenial de la salvación mundial es problemática por una variedad de razones de las otras parábolas en la enseñanza de Jesús.

Problemas Postmileniales en las Parábolas de Jesús

Además de la información anterior, hay una serie de observaciones de las parábolas circundantes que van en contra de la posición postmilenial.

Jesús Enseñó que el Evangelio Será Rechazado Regularmente

La primera parábola registrada en Mateo 13 es la Parábola del Sembrador. En esta parábola, Jesús es claro en que a medida que el evangelio avanza, habrá tres tipos de terrenos donde el evangelio no encontrará verdadera raíz (aunque a veces lo parezca). Sin embargo, habrá una verdadera recepción del evangelio donde nacerá una variedad de frutos.

Sería incorrecto decir, basándonos en la parábola, que el 75% de las personas que escuchan el evangelio lo rechazarán. Sin embargo, tampoco podemos decir que esta parábola nos deje con la impresión de que el mensaje del evangelio recibirá aceptación mundial en cualquier etapa. Más bien, parece que el rechazo será común, y quizás incluso más común que la aceptación. Además, Jesús parece decir que esta parábola es la clave para interpretar las otras parábolas. Reprende a sus discípulos: «¿No entendéis esta parábola? ¿Cómo entenderéis entonces todas las parábolas?». (Marcos 4:13). Así que, según Cristo, comprender esta parábola parece ser el fundamento básico para entender la proclamación del mensaje del reino.

Jesús Enseñó que Satanás actúa para que la Gente Rechace el Evangelio

Una de las observaciones clave en la Parábola del Sembrador es que Satanás está activo y operativo en prohibir la recepción del mensaje del evangelio. Mateo se refiere al «maligno» que «viene y arrebata lo que se ha sembrado en el corazón» (Mt 13:19). Marcos se refiere a éste como «Satanás» (Marcos 4:15), y Lucas lo llama «el diablo» (Lucas 8:12). En cualquier caso, queda claro en cada uno de los pasajes de esta parábola que Satanás está activo y no tiene límites en su capacidad de engañar a las personas.

Esto contrasta con muchas posturas escatológicas que creen que Satanás está actualmente atado (cf. Ap 20:3). Cuando se les presiona, los defensores postmileniales dicen que Satanás sólo está atado en su capacidad de engañar a las naciones, no a los individuos. Sin embargo, es difícil ver la diferencia de significado, ya que una nación se compone de individuos. Además, ¿realmente se supone que debemos decir que el mandato de Jesús de discipular y bautizar a las naciones (la misma palabra) no se refiere a los individuos allí (Mateo 28:19-20)? Es un argumento difícil de sostener lógicamente y parece basado en presuposiciones y no en la exégesis.

Jesús Enseñó que Habrá Hijos del Maligno Hasta que Él Regrese

En Mateo 13:36-43, recibimos la propia explicación de Jesús para Su Parábola del Trigo y la Cizaña. El punto de Jesús es que la buena semilla son «los hijos del reino», pero la cizaña son «los hijos del maligno» (v. 38). Jesús dice que debemos esperar que ambos coexistan hasta el fin de los tiempos. Muchos postmilenialistas creen que esto será así, pero en porcentajes minoritarios. En otras palabras, desde su punto de vista, habrá un pequeño contingente de incrédulos, pero la mayoría serán creyentes. Sin embargo, ese pensamiento teológico no está presente en ninguna parte de esta parábola (ni en ninguna otra parte de las parábolas).

De hecho, en la agricultura, ¡las malas hierbas tienden a superar a la cosecha real! Esto se debe a que las malas hierbas suelen estar bien adaptadas a su entorno para aprovechar eficazmente los recursos disponibles, como el agua, la luz solar y los nutrientes. Pueden germinar y establecerse rápidamente, extendiéndose a menudo mediante una prolífica producción de semillas o propagación vegetativa. Además, muchas malas hierbas tienen mecanismos que les permiten tolerar condiciones adversas y competir agresivamente con los cultivos por el espacio, la luz y los nutrientes. Aunque quizás sea apropiado aplicar todo esto a la parábola, mínimamente debemos estar de acuerdo en que Jesús está enseñando la existencia numerosa de malhechores hasta el final de esta era.

Reflexiones Finales sobre la Enseñanza de Jesús

Las parábolas de Jesús son una sorprendente sección didáctica de la Escritura sobre el reino de Dios. Sin embargo, algunos han intentado interpretar las parábolas como una enseñanza de que los cristianos acabarán apoderándose de todo el mundo, de modo que la mayoría del mundo se convertirá en auténticos creyentes en Cristo antes de que Cristo regrese. Sin embargo, una mirada a los detalles de las parábolas de Jesús desafía esa creencia.

Además, tenemos la clara enseñanza de Jesús en Mateo 7:13-14, de que muchos seguirán el camino fácil que lleva a la destrucción, pero pocos encontrarán el camino que lleva a la vida. Juntando las parábolas sobre el reino así como la enseñanza de Jesús del Sermón del Monte, uno no debería esperar que la mayoría del mundo abrace a Cristo. Uno puede ser todo lo optimista que quiera, pero eso no cambiará el significado de la enseñanza de Jesús.