El Espíritu y la Familia

POR JOHN F. MACARTHUR

Para entender lo que Dios dice acerca de la familia, lo mejor que podemos hacer es estudiar Efesios 5. La carta de Pablo a los Efesios nos ofrece un lugar donde se reúne todo el material pertinente. La carta de Pablo a los Efesios nos ofrece un lugar donde se reúne todo el material pertinente, y es un gran punto de partida para nosotros.

Y tengan en cuenta que no se trata de una opinión humana. Todo lo que quiero hacer es mostrarles lo que dice la Palabra de Dios y la sabiduría aplicable que proviene de ella. Esta es la última palabra sobre el tema. No necesitamos expertos y psiquiatras y psicologos y analistas y gente de matrimonio y familia. Podemos ir directamente a la Palabra de Dios. No buscamos trucos ni artimañas; buscamos la verdad que pueda formar parte de nuestras vidas.

Ahora, cuando Pablo empieza a abordar este tema, comienza con una premisa muy importante:

Y no os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, sino sed llenos del Espíritu. (Efesios 5:18)

Esa es la llave que abre todo lo demás. De ese gran principio fluye la instrucción a la esposa en el versículo 22, la instrucción al esposo en el versículo 25, la instrucción a los hijos en 6:1, y la instrucción a los padres en 6:2. Toda esa enseñanza sobre el matrimonio y la familia fluye de este principio.

De hecho, es el primero de varios prerrequisitos necesarios para cualquier matrimonio exitoso o cualquier relación exitosa. Y el contraste es bastante dramático y notable.

Entonces, ¿por qué contrastaría la embriaguez con estar lleno del Espíritu? ¿Qué sentido tiene esto? La respuesta se encuentra en el contexto histórico. Permítanme darles un poco de antecedentes.

El elemento clave en la antigua adoración pagana era la embriaguez. Así es como sacaban sus inhibiciones. Así lidiaban con sus restricciones normales. Así es como lidiaban con los sentimientos normales de culpa. Así embotaron sus sentidos lo suficiente como para acallar su conciencia. Creían que la embriaguez era la puerta al éxtasis y a la expresión religiosa. Creían que tal embriaguez elevaba al adorador a la comunión total con las deidades.

El versículo 18 adquiere un significado diferente a la luz de ese contexto. Pablo les está diciendo: «No os emborrachéis con vino. Todo lo que hace es producir disipación. Lo único que hace es hundiros. Si queréis estar en comunión con Dios, llenaos del Espíritu». Nuestra religión no se produce en su plenitud, su riqueza y su realidad por la embriaguez, sino por la llenura del Espíritu. No te llenes de alcohol, llénate del Espíritu Santo».

Si quieres verdadera religión, si quieres verdadera comunión con Dios, si quieres que la verdadera adoración tenga lugar, entonces debes estar lleno del Espíritu. No controlados por el alcohol, sino controlados por el Espíritu Santo.

No es algún tipo de experiencia mística. No es algo que se apodera de ti y te catapulta a un comportamiento inconsciente. No es lanzarte en un discurso extático. No es salir de ti mismo o estar fuera de control. Es simplemente estar continuamente controlado por el Espíritu, que lo hace a través de la Palabra. Y eso significa que estamos obedeciendo la verdad.

Cualquier cosa que vayamos a hacer en terminos de nuestra vida cristiana, ya sea nuestro matrimonio o nuestra familia, tiene que fluir de una vida controlada por el Espiritu Santo. Y es por eso que la sociedad realmente no tiene oportunidad, ni esperanza. No están regenerados. No conocen a Dios. No tienen más esperanza de hacerlo bien que la gente en las fiestas bacanales. No va a suceder.

Un tipo correcto de relación matrimonial y un tipo correcto de relación familiar se construye sobre una vida redimida e impulsada por el Espíritu Santo en obediencia a la Palabra de Dios.

Ahora, mira los versículos 19-20:

hablando entre vosotros con salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y alabando con vuestro corazón al Señor; dando siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre.

Donde hay una vida dedicada a la Palabra de Dios y obediencia a la Palabra de Dios, hay alabanza. Podríamos concluir que una vida de alabanza proviene de un corazón que está lleno de alegría.

Es así de simple: Dame una persona obediente a la Palabra de Dios, y te mostraré una persona positiva, feliz, alabadora, cuyo corazón está haciendo melodía al Señor. Y te mostrare una persona que puede llevarse bien con cualquiera, porque esta perdida en asombro, amor y alabanza.

Te dire que – es muy dificil discutir con alguien que esta agradecido por todo. Tu encuentras una persona que esta llena del Espiritu, y yo te mostrare una persona feliz. Te mostrare una persona agradecida. Una persona que obedece la Palabra de Dios. Una persona llena de gozo y alabanza y adoración.

Una persona que no tiene nada mas que agradecimiento por todo lo que Dios ha hecho va a ser maravilloso vivir con ella. Eso es lo esencial.

No estamos hablando de algún tipo de truco para hacer que tu matrimonio funcione. Sólo hay una manera de cultivar una relación correcta con alguien, y es estar lleno del Espíritu de Dios. Cuando una persona está llena de alabanza y gratitud a Dios, de modo que su corazón rebosa de alegría, eso es lo que la convierte en alguien con quien puedes vivir – alguien que es una bendición para ti.

Debería ser, francamente, casi imposible empezar una pelea contigo, porque eres demasiado bendecido. Demasiado lleno de alabanzas. Demasiado lleno de agradecimiento. Demasiado lleno de la gracia desbordante de Dios. Demasiado controlado por el Espíritu Santo. Usted está tan lleno de amor, gozo, paz, mansedumbre, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio que su cónyuge puede molestarse por su incapacidad de causar conflicto. Tiene que empezar por ahí.

Este post se basa en un sermón que el Dr. MacArthur predicó en 1996, titulado «Un Plan para su Familia: El de Dios vs. El del Mundo, 1ª Partes». Además de ser el pastor de Grace Community Church y la voz de Grace to You, el Dr. MacArthur es el rector de The Master’s University en Santa Clarita, California. Puede obtener más información sobre TMU en masters.edu.