La Nueva Jerusalén Y El Estado Eterno

POR RON RHODES

Jesús informó a Sus seguidores que Él “prepararía un lugar” para ellos en la casa del Padre en el cielo (Juan 14:1-3). Este “lugar” es la Nueva Jerusalén.

La descripción de la Nueva Jerusalén en Apocalipsis 21:11-25 es asombrosa. Se presenta ante nuestra mirada asombrada una escena de un esplendor tan trascendente que la mente humana apenas puede asimilarla. Esta es una escena de gozo extático.

La voz de Aquel identificado como el Alfa y la Omega, el principio y el fin, pronuncia una declaración culminante: “He aquí, yo hago nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5). Las palabras contenidas en Apocalipsis 21 y 22 sin duda evidencian la limitada terminología humana disponible para describir lo absolutamente indescriptible. La Nueva Jerusalén será un lugar de un esplendor, grandeza, excelencia y belleza inimaginables. Será mucho más maravilloso de lo que podemos imaginar.

Es particularmente digno de notar que la ciudad está diseñada para reflejar y manifestar la increíble gloria de Dios. Se nos dice que “la ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera” (Apocalipsis 21:23). La Escritura revela que la ciudad es transparente, diseñada estratégicamente para transmitir la gloria de Dios en forma de luz sin impedimentos. La imaginación humana es simplemente incapaz de sondear la gloria inmensurablemente resplandeciente de Dios que se manifestará perpetuamente en la ciudad eterna. Esto es especialmente cierto si se considera que todo tipo de piedras preciosas estarán incorporadas en la ciudad eterna. La Nueva Jerusalén descansará sobre la nueva tierra. ¡Será un entorno perfecto en todos los sentidos!

DATOS RÁPIDOS SOBRE LA NUEVA JERUSALÉN

La Nueva Jerusalén será inmensa, midiendo aproximadamente 1,500 millas por 1,500 millas por 1,500 millas. La ciudad será lo suficientemente alta, en términos actuales, para alcanzar aproximadamente una vigésima parte del camino hacia la luna desde la superficie de la tierra. Si la ciudad tiene pisos de 12 pies de altura, la ciudad tendrá 600,000 pisos.

Algunos creen que la Nueva Jerusalén tendrá forma de pirámide. Esto explicaría cómo el río de agua de vida podría fluir por sus laderas como se representa en Apocalipsis 22:1-2. Otros la ven con forma de cubo, muy similar al Lugar Santísimo en el Templo de Salomón (1 Reyes 6:20).

La ciudad tendrá muros altos y puertas abiertas (Apocalipsis 21:12). Los muros tendrán 12 cimientos, y en cada cimiento estará escrito el nombre de uno de los 12 apóstoles (Apocalipsis 21:14). Esto servirá como un recordatorio eterno de que la iglesia fue edificada sobre estos hombres de Dios (Efesios 2:20).

Habrá ángeles en cada una de las 12 puertas, no solo como guardianes, sino también para funcionar como espíritus ministradores para los herederos de la salvación (Hebreos 1:14). Los nombres de las 12 tribus de Israel estarán escritos en las puertas, quizás para recordarnos que “la salvación viene de los judíos” (Juan 4:22). Las puertas de la ciudad nunca se cerrarán, y allí no habrá noche (Apocalipsis 21:25). Nunca más habrá ninguna amenaza externa.

Las características principales de esta ciudad eterna incluyen el río de la vida y el árbol de la vida con sus hojas sanadoras (Apocalipsis 22:1-2). Será una ciudad santa (Apocalipsis 21:1-2). No habrá pecado ni injusticia de ningún tipo aquí. Como he oído decir con un toque de humor: “No habrá necesidad de policías ni de abogados”.

DATOS RÁPIDOS SOBRE LA GRAN INVERSIÓN

Dios llevará a cabo una increíble gran inversión para nosotros. “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). En el estado eterno, nos esperan cielos nuevos y una tierra nueva (Apocalipsis 21:1-2).

En el principio, el sol y la luna fueron creados como “dos grandes lumbreras” (Génesis 1:16-17). El estado eterno implica una ciudad eterna donde ya no hay necesidad de tal luz, pues la gloria de Dios ilumina la ciudad eterna de los redimidos (Apocalipsis 21:23; 22:5).

En el principio, Dios creó la noche (Génesis 1:5). El estado eterno implica una eternidad sin noche (Apocalipsis 22:5). En el principio, Dios creó los mares (Génesis 1:10). La nueva tierra en el estado eterno ya no tendrá mar (Apocalipsis 21:1).

En el principio, los seres humanos sucumbieron a las tentaciones de Satanás (Génesis 3:1-4). En el estado eterno, Satanás estará eternamente en cuarentena del pueblo de Dios (Apocalipsis 20:10). En el principio, Dios pronunció una maldición tras la caída de la humanidad en el pecado (Génesis 3:17). En el estado eterno, no habrá más maldición (Apocalipsis 22:3).

En el principio, se perdió el paraíso (Génesis 3:23-24). En el estado eterno, el paraíso será gloriosamente restaurado para los humanos redimidos (Apocalipsis 2:7). En el principio, a Adán y Eva se les prohibió el acceso al árbol de la vida (Génesis 3:22-24). En el estado eterno, los humanos redimidos disfrutarán de la restauración del acceso al árbol de la vida (Apocalipsis 2:7; 22:2, 14, 19).

En el principio, las lágrimas, la muerte y el luto entraron en la existencia humana (Génesis 2:17; 29:11; 37:34). En el estado eterno, las lágrimas, la muerte y el luto estarán ausentes para siempre de los redimidos (Apocalipsis 21:4). ¡Qué maravilloso será todo!

PREGUNTAS FRECUENTES

¿Es el río de agua de vida en la Nueva Jerusalén un río literal?

En Apocalipsis 22:1-2, Juan dice: “Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad”. Algunos toman este río como meramente simbólico; otros lo toman literalmente. El mejor enfoque es tomarlo literal y simbólicamente. Es un río real que simboliza la rica abundancia de la vida espiritual de los redimidos en la ciudad eterna. Así como un río proporciona un flujo perpetuo de agua que sacia la sed en un día soleado, quizás el río de agua de vida simboliza la provisión perpetua de satisfacción y bendición espiritual para los redimidos, que ahora están disfrutando del cálido resplandor de la vida eterna.

¿De qué manera las hojas del árbol de la vida proveen para la “sanidad” de las naciones?

La palabra griega para “sanidad” en Apocalipsis 22:2 es therapeia, de la cual se deriva la palabra en inglés therapeutic. La palabra tiene el significado básico de “que da salud”. En el contexto actual, la palabra transmite la idea de que las hojas del árbol de la vida dan perpetuamente salud espiritual a los pueblos redimidos del mundo. Estas hojas no tienen nada que ver con corregir ningún mal, pues tales males no existirán.

¿En qué se diferenciará la Nueva Jerusalén de las ciudades terrenales?

La Nueva Jerusalén será mejor que las ciudades terrenales en todas las formas imaginables. Por ejemplo, las ciudades terrenales constantemente tienen que ser reconstruidas o reparadas, pero ninguna reparación de ese tipo será necesaria en la Nueva Jerusalén. Creyentes y no creyentes viven en las ciudades terrenales, pero solo los creyentes estarán presentes en la ciudad eterna.

Mucha gente pasa hambre y sed en las ciudades terrenales, pero nadie tendrá hambre ni sed en la Nueva Jerusalén. Las ciudades terrenales tienen delincuencia, pero habrá una justicia perfecta en la ciudad eterna. Las ciudades terrenales a menudo tienen brotes de rebelión, pero no habrá tal rebelión en la ciudad celestial. Todos estarán en sumisión al Rey divino, Jesucristo.

La gente en las ciudades terrenales tiene muchas relaciones rotas, pero todas las relaciones en la Nueva Jerusalén serán perfectas y amorosas. Las enfermedades generalizadas son comunes en las ciudades terrenales, pero la salud perfecta predominará en la Nueva Jerusalén. Las ciudades terrenales tienen cementerios, pero estos estarán ausentes en la ciudad eterna. (La muerte será completamente ajena a nuestra experiencia en el cielo). Las ciudades terrenales se oscurecen por la noche, pero la ciudad eterna siempre estará iluminada.

Nuestra existencia en el cielo será completamente diferente a nuestra experiencia en la tierra. La ciudad eterna, la Nueva Jerusalén, va a ser increíble, mucho más de lo que cualquier mente humana podría sondear o siquiera empezar a imaginar. Como dice 1 Corintios 2:9, experimentaremos “lo que ningún ojo ha visto, ni oído ha escuchado, ni el corazón del hombre ha imaginado”.

GRANDES PENSAMIENTOS PARA HOY

El hábitat eterno para los santos de todas las épocas será una ciudad eterna llamada la Nueva Jerusalén.
La Nueva Jerusalén será un lugar de un esplendor, grandeza, excelencia y belleza inimaginables.
Esta Nueva Jerusalén descansará sobre la nueva tierra. Sus características centrales incluyen el río de la vida y el árbol de la vida.
Dios y la humanidad morarán allí por toda la eternidad.

VERDADES TRANSFORMADORAS PARA HOY

La vida en la tierra es un simple punto en el tiempo. La vida en el cielo es una línea infinitamente larga. Vive para la línea, no para el punto (Mateo 6:19-21). Como dijo Charles Spurgeon: “El tiempo es corto. La eternidad es larga. Es razonable que esta corta vida se viva a la luz de la eternidad”.³⁴
Matthew Henry dijo: “Debería ser el quehacer de cada día prepararse para nuestro último día”.³⁵ Hay mucha sabiduría aquí.
Jonathan Edwards tomó varias resoluciones que he adoptado como propias. Aquí hay dos de ellas: (1) “Resuelto, que viviré de tal manera que desearé haberlo hecho cuando llegue a morir”. (2) “Resuelto, esforzarme al máximo por actuar como creo que debería hacerlo si ya hubiera visto la felicidad del cielo y los tormentos del infierno”.³⁶

34.Ron Rhodes, 1001 Unforgettable Quotes About God, Faith, and the Bible (Eugene: Harvest House, 2011), Kindle.

35.Rhodes, 1001 Unforgettable Quotes, Kindle.

36.Rhodes, 1001 Unforgettable Quotes, Kindle.