Día: 23 agosto 2011
Carta Abierta a Mi Hija
Carta Abierta a Mi Hija
por Byron Yawn
(Y una exhortación a los Padres cristianos y a los jóvenes cristianos adultos en todas partes)
Querida LY,
En una caja en algún lugar en el garaje hay fotografías de los dos. A pesar de que están perdidas en almacén, resuenan en mi memoria. Te estoy sosteniendo. Tu encajas perfectamente en mis dos manos. Mi corazón se ajusta perfectamente alrededor de tu dedo meñique – pequeño como lo era. Esto fue hace mucho tiempo. Es la encarnación de esa metáfora gastada para llegar a describir a padres e hijas. “Atada alrededor de los dedos” o algo por el estilo. Evidentemente, estoy entrelazado. Yo siempre lo he estado. En silencio, me agacho y susurro algo. Es difícil entender lo que estoy diciendo en esta cinta antigua. Sin embargo, sé exactamente lo que dije. Lo he estado diciendo desde hace catorce años. Ustedes me han escuchado decirlo en palabras y hechos todos los días desde entonces. “Tú siempre serás esta niña aquí en mis manos. Nunca te dejaré ni te abandonaré. Te amo.” Eso fue hace catorce años, pero es fácil hoy en día.
Presión Pastoral y Ansiedad Apostólica
Presión Pastoral y Ansiedad Apostólica
Por Kevin DeYoung
2 Corintios 11:28 Siempre me pareció un verso extraño para mí, hasta que me convertí en un pastor.
Aquí está Pablo recitando de todas las maneras que ha sido golpeado por Jesús-cárceles, azotes, varas, apedreado, náufragos, a la deriva en el mar, noches sin dormir, hambre y sed, frío y desnudez, el peligro de todos en todas partes (v. 23-27) -y luego como la cereza en el pastel, Pablo menciona una prueba más: “Además de tales cosas externas, está sobre mí la presión cotidiana de la preocupación por todas las iglesias.” (v. 28). Este es el poderoso apóstol Pablo, el que contaba una alegría para “gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré” por su pueblo (12:15), como entristecidos, mas siempre gozosos (6:10). Este es el Pablo que se enfrentó a toda oposición imaginable y aún así aprendió a estar contento (Fil. 4:11) y ansioso por nada (4:6). Y aquí está admitiendo que incluso con todo lo demás que está soportando todavía siente la presión cotidiana y la preocupación por todas las iglesias.