La Palabra es de lo Alto
La Palabra es de lo Alto
POR JOHN F MACARTHUR
¿Podemos ir a la Biblia y encontrar en ella lo que es suficiente para toda la vida y la conducta?
Creo que la respuesta es un rotundo sí. Y la prueba es el testimonio de la mayor autoridad del universo, nada menos que Dios mismo. Al continuar con esta serie en las próximas semanas, vamos a centrar nuestra atención en un solo pasaje: el Salmo 19, que creo que es el pasaje más importante sobre la suficiencia de las Escrituras en toda la Biblia.
Pero primero, quiero que veamos una miríada de pasajes que fortalecerán nuestra comprensión de esta verdad vital. Un buen punto de partida sería la segunda carta de Pablo a los Corintios. Y quiero mencionarles un versículo, 2 Corintios 3:5. Escuchen lo que dice. «Nuestra suficiencia proviene de Dios». ¿Escucharon eso? «Nuestra suficiencia viene de Dios». Ahora podríamos predicar sobre esa declaración largamente.
Nuestra suficiencia no proviene de los hombres, de la sabiduría humana, de los recursos humanos. Eso significa que nuestra capacidad para vivir la vida en el plan de Dios al máximo es de Él. En otras palabras, porque somos cristianos, vivimos en un ambiente en el que los recursos para la vida son divinos. Vivimos en una esfera, en un estrato, que la sabiduría humana no alimenta.
Ahora quiero que entiendas que no estoy diciendo que no haya nada fuera de la Biblia que tenga algún valor. Hay muchas cosas en el mundo que tienen valor, que son útiles por la gracia común de Dios. Pero cuando se trata de los asuntos de la vida espiritual, todo lo que necesitamos saber está revelado en la Palabra del Dios viviente y ministrado a nosotros por el Espíritu a través de esa Palabra. Y no tenemos que buscar una suficiencia que no esté provista en las Escrituras.
Entonces no decimos, “Bueno, este es un problema que no podemos manejar. Chico, tienes un problema espiritual que la Biblia no trata. Mejor métete en actualización o visualización o psicoterapia o psicoanálisis.” Si se trata de un problema espiritual, si tiene que ver con la vida de un creyente, la vida de la iglesia, el alma del hombre, las luchas del hombre, la Biblia puede ocuparse de esas cosas y lo hace. Es suficiente.
Otro versículo en 2 Corintios está en el capítulo 9. 2 Corintios 9:8 dice: “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia” -no sólo alguna gracia, o la mayor parte de la gracia, sino toda la gracia- “a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente.” Es una declaración absolutamente asombrosa.
Y cualquiera que anda diciendo, “El simple evangelio, la Palabra de Dios, no es suficiente. Tengo que tener esta filosofía y esta sabiduría humana y este enfoque,” no entiende que eso es un pecado contra la afirmación de Dios mismo de poder hacer que toda la gracia abunde para con ustedes para que siempre tengan toda suficiencia en todas las cosas.
Los superlativos aquí son asombrosos, absolutamente asombrosos. Ahora cuando alguien viene y dice, “La Biblia no es suficiente. Este es un asunto que las Escrituras no pueden tratar. Simplemente no tenemos las respuestas en el cristianismo para ese tipo de problemas más profundos,” eso va en contra del testimonio de Dios en este mismo pasaje. Nuestro Dios es capaz de proveer los recursos para todas nuestras necesidades. Nuestra suficiencia comienza con Dios.
Ahora ampliemos nuestra comprensión de esa idea básica. Creo que los recursos que Dios nos da vienen a través del Espíritu de Dios y de la Palabra de Dios. Escuchemos algunos de los testimonios de las Escrituras mientras consideramos este pensamiento. En primer lugar, cuando Jesús habló de la santificación total de un creyente, le dijo esto a Su Padre en Juan 17:17: “Santifícalos en tu verdad.”
Ahora bien, la palabra “santificar” significa “apartado del pecado, santo, separado para Dios.” Tiene la idea de perfección espiritual, terminación espiritual, lo que debemos ser en Cristo. Y El dice, “Dios, hazlos puros, hazlos santos, apártalos del pecado para Ti y hazlo por Tu verdad.” Luego dice en el mismo versículo: “Tu Palabra es verdad.” Concluimos entonces, muy obviamente, que la plena santidad del creyente es obra de la Palabra de Dios.
No es la Palabra de Dios más algo más – eso es lo que las sectas han estado diciendo por años. Se necesita la Palabra de Dios más las visiones de José Smith y los escritos de Brigham Young. Necesitas la Palabra de Dios más los edictos de la iglesia. Necesitas la Biblia más la sabiduría humana y la filosofía. Es una cosa antigua, atacar la suficiencia de las Escrituras.
Pero Jesús dijo: “Hazlos perfectos y puros en Tu verdad. Tu Palabra es verdad.” La plena santidad del creyente es obra de la Palabra de Dios. Escuche el testimonio del profeta Miqueas. Él dice esta declaración muy, muy importante en 2:7. ¿No hacen mis palabras bien al que camina rectamente?” Dios, hablando a través del profeta, dice: “¿No es cierto que cuando vives una vida obediente, Mi Palabra produce bien en tu vida?.”
El punto es que la Palabra de Dios es la fuente de la bondad de la vida, del beneficio para un creyente obediente que camina rectamente. Nos trae todo el bien que Dios puede dispensar mientras caminamos en obediencia a esa Palabra.
Este post se basa en un sermón que el Dr. MacArthur predicó en 1985, titulado “La Suficiencia de las Escrituras, Parte 1.” Además de ser el pastor de Grace Community Church y la voz de Grace to You, el Dr. MacArthur es el rector de The Master’s University en Santa Clarita, California. Puede obtener más información sobre la TMU en http://www.masters.edu.