3 Pasajes Bíblicos Para Estudiar Con Los Incrédulos

Por Jordan Standridge

A medida que pasa el tiempo, me convenzo cada vez más de que la fe viene del oír y el oír de la Palabra de Dios.

Ninguna prueba puede convencer a alguien de la verdad del Evangelio. Es la propia Palabra de Dios la que tiene el poder de salvar y transformar las almas.

Debido a esta convicción, me encanta recorrer las Escrituras con la gente siempre que me dejan tiempo. Y hay tres pasajes en particular que me suelen atraer, dependiendo del tipo de preguntas que recibo a lo largo de la conversación. Estos son mis tres pasajes favoritos para estudiar con no creyentes.

Mateo 5:21-30 , 48

Este pasaje es especialmente útil para las personas que no creen que su pecado sea tan grave. Este es un pasaje al que acudir por varias razones. Viene de la boca del Salvador mismo. Está diseñado para mostrar cuán profunda es la depravación del hombre. Y, en última instancia, coloca a Dios como la norma a la que debemos llegar y, al hacerlo, hace añicos la falsa religión.

Si crees que tienes más tiempo, caminar despacio por las bienaventuranzas ayuda a la gente a entender el tipo de persona a la que Dios bendice. Pero luego debes llegar a Mateo 5:21, porque Jesús eleva el listón de forma espectacular. Primero explica que el homicidio va más allá de tus acciones y se encuentra en lo más profundo de tu mente y de tu corazón. Y Dios, siendo capaz de ver tu corazón, puede juzgar incluso por las cosas que deseas hacer. Continúa diciendo en el versículo 27 que la lujuria es adulterio. Que la intención de acostarse con una mujer o con un hombre se desarrolla como una película ante Dios, y Él lo ve como si hubiera ocurrido. El destino de los que cometen estos pecados es el infierno.

Termina este capítulo con quizás el versículo más aterrador para los incrédulos. Que debes ser perfecto como tu Padre Celestial es perfecto. Ese es el estándar que Dios tiene para aquellos que desean ganar Su favor a través de obras. Es por eso que Jesús mismo proveería otra manera. Debido al hecho de que todo hombre ha pecado y por lo tanto se ha descalificado a sí mismo del requisito de perfección, Él hizo lo que ningún otro hombre podría hacer: vivió una vida perfecta, murió en la cruz y resucitó de entre los muertos. Y como es Dios, ahora puede representarnos ante el Padre y ser nuestro sustituto.

Efesios 2:1-10

Este pasaje lo utilizo especialmente para las personas que están atrapadas en falsas religiones. A todos nos encanta. Es el testimonio de todo creyente. Si tienes tiempo, puedes incluir tu propio testimonio personal. El objetivo aquí es mostrar a la gente que Dios merece toda la gloria en la salvación. Que si el hombre contribuye en algo a su salvación, que Dios estaría perdiendo la gloria. Por eso en el versículo 9 Pablo dice: «para que nadie se gloríe». Al recorrer los versículos 1-3, explica la depravación del hombre. Hablas de lo perdidos que están los seres humanos. Le preguntas a la persona si puede dejar de pecar. Le explicas cuan depravado estabas aparte de Cristo. Es entonces cuando entras con el versículo 4. El hombre estaba tan perdido, la situación era tan desesperada, que el hombre estaba realmente muerto. Pero Dios siendo rico en misericordia nos salvó. Nos revivió. Así es como Dios termina recibiendo toda la gloria en nuestra salvación. Si repasas esto despacio y con claridad, entonces los versículos 8 y 9 tienen sentido. Porque Pablo quiere que el lector entienda claramente que la obra de la regeneración debe ser completamente una obra de Dios-un milagro instantáneo-para que Él obtenga toda la gloria. Si tiene tiempo, el versículo 10 también es fascinante. Porque en la religión falsa, todo se centra en las buenas obras, ¡pero Pablo afirma que Dios también se lleva el crédito por ellas! Primero, eres salvo por la gracia de Dios, luego puedes empezar a hacer buenas obras, pero incluso esas son por la gracia de Dios. Literalmente no hay jactancia ni contribución de nuestra parte.

Juan 3:1-21

Este ha sido el pasaje de referencia para muchos creyentes durante muchos años, y por una buena razón. Nicodemo simboliza a toda persona atrapada en una religión falsa. Cree que puede contribuir a su propia salvación. Jesús le lanza una bola de nudillos, y Nicodemo se queda atascado. Aquí, Jesús compara la salvación con el nacimiento. Le muestra a Nicodemo que la salvación no es algo que te ganas, es algo que te sucede. No eliges nacer y no eliges renacer. Como un predicador dijo una vez, la implicación de este pasaje es que, «si naces una vez morirás dos veces, pero si naces dos veces, morirás una vez».

Juan 3:16 es un clásico, pero toda esa sección, que culmina en el versículo 21, está cargada de cosas útiles para hablar con un no creyente. En resumen, este es otro gran pasaje para recorrer lentamente con los incrédulos.

Pasajes adicionales para considerar que he usado antes: