Día: 19 octubre 2015
Círculos de Oración
Círculos de Oración
Por Gary E. Gilley
(Volumen 21, Número 05 de septiembre / octubre de 2015)
La oración es sin duda uno de los más benditos de todos los privilegios que se le ofrece al hijo de Dios. Sólo de pensar que los pecadores, incluso pecadores perdonados, se les invite a acercarse al trono de la gracia donde recibiremos misericordia y gracia en nuestro tiempo de necesidad (Hebreos 4: 14-16) es nada menos que asombroso. En la oración adoramos y alabamos a nuestro Señor (Salmo 34: 1-3); en la oración pedimos a Dios para cumplir Sus grandes propósitos (Mateo 6:10), pedimos por nuestras provisiones diarias (Mateo 6:11), pedimos perdón (Mateo 6:12), y pedimos protección de la tentación (Mateo 6:13 ). En la oración pedimos la liberación de la maldad de los demás (Salmo 31:1-2), hacemos nuestras peticiones conocidas (Filipenses 4:6), echamos toda nuestra ansiedad sobre el Señor (1 Pedro 5: 7), y mucho más. Cristianos aman la oración, incluso cuando tontamente no tienen tiempo para ello. Ningún creyente está en contra de la oración y todo lo que aliente y nos informe acerca de la oración es bienvenido. Cualquier cosa, es decir, que sea bíblica.
La Fricción de la Fe
La Fricción de la Fe
Juan 15:17-25
Por Jeremiah Johnson
En las horas antes de su arresto, juicio y ejecución, Cristo celebró la Pascua con sus más cercanos amigos-los discípulos. En la intimidad del aposento alto, les animó con la promesa del poderoso ministerio y capacitación de Espíritu que les esperaba, les señaló hacia su hogar eterno en el cielo, y habló tiernamente de Su amor por ellos.
Pero la conversación no fue toda buenas noticias. En Juan 15:17-25, Jesús emitió una advertencia sobria a los hombres que extenderían su ministerio hasta los confines de la tierra.
Los Cinco Frutos del Calvinismo
Los Cinco Frutos del Calvinismo
Por David Murray
Las doctrinas de la gracia no sólo están arraigadas en la gracia de Dios, y demuestran la gracia de Dios; también deben producir la gracia en los que creen estas verdades. Aquí hay cinco frutos que resultan de una plena aceptación de las doctrinas de la gracia.