Día: 11 diciembre 2012
Creyendo lo Peor de los que Me Aman Más
Creyendo lo Peor de los que Me Aman Más
Por Tim Challies
Hay una terquedad a pecar, que sorprende y decepciona. La vida cristiana es de creciente triunfo sobre el pecado, y sin embargo, a pesar de la alegría hay tanta decepción, a pesar de la victoria hay tantos fracasos, incluso mientras haya mucho mortificado, aún queda mucho.
Una de las áreas de pecado que continúa desconcertando y decepcionando es mi incapacidad para pensar consistentemente y constantemente acerca de los motivos de otras personas. Tal vez no esté pensando en sus motivos tanto, ya que los está asumiendo. Estoy sorprendido de mi propia tendencia a suponer lo peor de los demás, y especialmente a los que más han hecho por mí.
El Catolicismo Romano y el Cristianismo: ¿Iguales?
El Catolicismo Romano y el Cristianismo: ¿Iguales?
No. El catolicismo romano y el cristianismo no son iguales. El cristianismo se define en forma apropiada por ciertas doctrinas reveladas en la Biblia. No se define por decir simplemente que porque Ud. cree en Jesús, ya es un cristiano. Los mormones creen en un jesús, pero el jesús de ellos preexistía como hermano del diablo. El jesús de los Testigos de Jehová es el mismo arcángel Miguel. Por lo tanto, sólo por decir que una persona cree en Jesús no lo hace cristiano. Esta es la razón por la que la Biblia nos dice quién es verdaderamente Jesús: Dios en carne, creador del universo. De igual forma, existen doctrinas fundamentales, y si alguna de estas es violada, entonces, una iglesia suspuestamente cristiana o un grupo seudo cristiano daría sólo la impresión de que son cristianos, cuando verdaderamente no lo son. ¿Cuáles son estas doctrinas? La Biblia nos las enseña. Vamos a echar un vistazo.
Personas que Se Perdieron la Navidad: Herodes
Personas que Se Perdieron la Navidad: Herodes
Por John MacArthur
Conozca a otro hombre que se perdió la primera Navidad: Herodes. Mateo 2 cuenta su historia. Él era muy diferente del posadero. No era ignorante, estaba muy bien informado:
“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel. Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.” (Mateo 2:1-8)