Gary E Gilley
El Crecimiento de la Iglesia y la Disciplina de la Iglesia
El Crecimiento de la Iglesia y la Disciplina de la Iglesia
Por Gary E Gilley
Indudablemente la actividad más descuidada e incomprendida que cualquier iglesia puede emprender es la de disciplinar a sus miembros. Nuestra sociedad iguala el amor con la tolerancia. “Vive y deja vivir” es su mantra; “¿Qué derecho tienes de juzgarme?” Es nuestro reto. Estas actitudes, claro está, se han infiltrado en las mentes de los cristianos. Únalo al hecho de que la mayoría de los cristianos nunca han presenciado una disciplina de la iglesia bíblicamente basada y nosotros fácilmente lo podemos comprender por qué aun los creyentes sólidos se ponen nerviosos en la simple mención de la letra “D”. Tampoco estoy al tanto de algún seminario sobre crecimiento de la iglesia adoptando la disciplina como una medio para sacar a las masas. De hecho, la disciplina de la iglesia es incompatible al movimiento sensible al buscador puesto que una meta de la disciplina de la iglesia es la pureza, la cual no es una característica atractiva para la mayoría de los incrédulos y aun para muchos cristianos. Esto, por consiguiente, nos debería dar razón seria para la reflexión cuando nos damos cuenta de que las generaciones pasadas consideraron la disciplina de la iglesia una de las marcas de la iglesia verdadera. Ciertamente la disciplina ha sido objeto de abuso en el pasado y las instrucciones bíblicas a menudo ignoradas, pero la disciplina siempre ha sido una característica de la iglesia. Es nuestra generación la que está fuera de ritmo tanto con la iglesia histórica y como con las enseñanzas de la Escritura. ¿Qué ha provocado este cambio en la iglesia moderna? Hay dos culpables, por lo que veo: La falta de instrucción bíblica en relación con la disciplina de la iglesia y una perspectiva modificada del pecado. Leer el resto de esta entrada »
El Secreto (Una Crítica) – Parte 2
El Secreto (Una Crítica) – Parte 2
(Agosto del 2007 – Volumen 13, Tema 8)
Las Conexiones de El Secreto con el cristianismo
El Nuevo Pensamiento
En mi investigación para este artículo me sorprendí de encontrarme con que hemos estado abajo este camino en el pasado. De hecho, virtualmente todo el “secreto” fue revelado en la mitad de los 1800 a partir de Phineas Quimby quien enseñó que: “las enfermedades físicas son causadas por un pensamiento erróneo ó por falsas creencias. La enfermedad es simplemente un ‘error’ creado no por Dios, sino por el hombre.’ Elimine las creencias falsas, enseñó Quimby, y el culpable principal de la enfermedad por lo tanto será removido, produciendo un cuerpo sano”. [1]
El movimiento del Nuevo Pensamiento desarrollado de las ideas de Quimbly a finales de los 1860. “Según el Nuevo Pensamiento, los seres humanos pueden experimentar salud, éxito, y vida abundante usando sus pensamientos para definir las condiciones de sus vidas. Los proponentes del Nuevo Pensamiento se inclinaron a la ‘ley de la atracción’ (la misma ley detrás de El Secreto) la cual es la idea de que nuestros pensamientos atraen las cosas que desean o se esperan”.[2]
En el Nuevo Pensamiento, Dios es una fuerza universal. Dios es panteísta y el hombre es visto como un ser divino, por consiguiente el hombre tiene un potencial ilimitado.[3] Y la muerte es inexistente, siendo una entrada a la cuarta dimensión de la vida.
Tres movimientos religiosos principales fueron engendrados del Nuevo Pensamiento: La Ciencia Cristiana, la Iglesia Unida de Ciencia Religiosa y la Escuela Unidad del Cristianismo. Estas son colectivamente conocidas como las “ciencias de la mente”.[4]
Sabemos por consiguiente desde la historia lo que la ley de atracción atrae la atención; atrae sistemas religiosos falsos, el sistema que Pablo llamó “doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1).
El Movimiento de Palabra de Fe
El Secreto enseña que nosotros “podemos crear nuestra propia felicidad a través de la ley de la atracción”. Ya sea dinero, salud, prosperidad o felicidad, todo puede ser nuestro si solamente aprendemos a usar El Secreto. Se nos dice que: “la Enfermedad no puede vivir en un cuerpo humano que está en un estado emocionalmente sano”. Pero cuidado: “Si usted tiene una enfermedad y usted están enfocando la atención en eso y hablando con personas acerca de eso, usted va a crear más células de enfermedad”.
Tal retórica debería sonar familiar para alguien débilmente consciente del Movimiento de Palabra de Fe, a menudo llamado, “el Evangelio de Prosperidad”. Este grupo ha estado infiltrándose al Cristianismo bíblico por años y es ahora el segmento más rápido de crecimiento del Cristianismo en el mundo. Algunos han estimado que hasta un 90 por ciento de aquellos que afirman ser cristianos en África son de una variedad del Evangelio de Prosperidad.
Personalidades conocidas dentro del movimiento incluyen a Kenneth Hagin (ya fallecido), Kenneth Copeland, Robert Tilton, Paul Yonggi Cho, Benny Hinn, Marilyn Hickey, Frederick Price, John Avanzini, Charles Capps, Jerry Savelle, Morris Cerullo y por supuesto, Paul y Jan Crouch.
Como se sobreentiende por el título “Palabra de Fe,” los defensores de este movimiento creen que la fe funciona como una fuerza o poder poderoso. A través de la fe podemos obtener cualquier cosa que queremos – la salud, la riqueza, el éxito, cualquier cosa. Sin embargo, esta fuerza es liberada sólo a través de la palabra hablada. Al hablar palabras de fe, el poder es descargado para cumplir con nuestros deseos.
En Cristianismo en Crisis, Hank Hanegraaff resume el tema de Hagin tal y como se halla en su folleto Cómo Escribir Su Boleto con Dios:
En el capítulo inicial, titulado “Jesús Se me Apareció,” Hagin afirma que mientras él estaba “en el Espíritu,” Jesús le dijo a Hagin que consiguiera un lápiz y una hoja de papel. Él entonces le dijo: “escribe: 1, 2, 3, 4”. Jesús entonces supuestamente le dijo a Hagin que “si alguien, donde sea, tome estos cuatro pasos y ponga estos cuatro principios en funcionamiento, él siempre recibirá cualquier cosa que él quiera de Mí o de Dios Padre”. Eso incluye cualquier cosa que usted quiera financieramente. La fórmula es simple: “Dígalo, Hágalo, Recíbalo, y Cuéntelo”.
1. El paso número uno es: “Dígalo”. “Positivo o negativo, es decisión del individuo. Según lo que el individuo diga, recibirá eso”.
2. El paso número dos es: “Hágalo”. “Su acción le derrota o le levanta. Según su acción, usted recibe o usted deja de recibir”.
3. El paso número tres es: “Recíbalo”. Debemos conectarnos a la “central eléctrica del cielo”. “¡La fe es el contacto, alabe a Dios! Simplemente conéctese”.
4. El paso número cuatro es: “Cuéntelo para que otros puedan creer”. Este paso final podría ser considerado el programa de alcance del movimiento de Fe.[5]
Kenneth Copeland indica la fórmula de fe así: “Todo lo que conlleva es 1) ver o visualizar cualquier cosa que usted necesite, ya sea físico o financiero; 2) apueste su afirmación en la Escritura; y 3) llámelo a la existencia”. [6]
Paul Yonggi Cho, tomando prestado de lo oculto, ha desarrollado lo qué él llama la “Ley de Incubación”. He aquí cómo surte efecto: “Primero haga una meta bien definida, luego trace una imagen mental, vívida y gráfica, para visualizar el éxito. Luego incúbelo a la realidad, y finalmente llámelo a la existencia a través del poder creativo de la palabra hablada”.[7]
Si una confesión positiva de fe libera cosas buenas, una confesión negativa puede salir en un tiro por la culata. Capps dice que la lengua “lo puede matar, o puede liberar la vida de Dios dentro de usted”. Esto es así porque, “la Fe es una semilla. . . Usted la planta hablándola”. Hay poder en “la cuarta dimensión maligna” dice Cho.
Hagin nos dice que si usted confiesa enfermedad usted obtiene enfermedad, si usted confiesa salud usted obtiene salud, cualquier cosa que usted diga la obtendrá. La palabra hablada libera poder – poder para bien o poder para mal, es la perspectiva comúnmente sostenida del movimiento. Es fácil de ver por qué el título “Confesión Positiva” es a menudo aplicado a este grupo.
Como usted podría adivinar las enseñanzas del movimiento de “Palabra de Fe” son muy atractivas para algunos. Si podemos producir cualquier cosa que nuestros corazones deseen simplemente demandando lo que queremos por fe; si podemos manipular el universo y quizá aun a Dios, entonces tenemos a nuestro genio personal simplemente esperando a cumplir con nuestros deseos. Las similitudes entre las enseñanza de la Palabra de Fe y El Secreto son inconfundibles.
Una Respuesta Bíblica
Satanás a menudo tomará alguna verdad, una enseñanza sana o practica y mezclará su veneno en ella (2 Corintios 11:3,14,15). Por esta razón no se nos permite nunca el lujo de ser ingenuos. Debemos ser precavidos de no ser engañados con mentiras e imitaciones huecas que están en nuestro sistema mundano (Colosenses 2:8).
Más en concreto, Dios condena todas las formas de adivinación, brujería y hechicería que son intentos de manipular el mundo de los espíritus, incluyendo a Dios mismo (Levítico 19:31; Deuteronomio 18:9-14; 1 Samuel 28:3,9; 2 Reyes 23:24; Isaías 8:19-20; Hechos 19:18-19; Jeremías 27:8-9). El Secreto definitivamente entra dentro de esta prohibición ya que trata de enseñar métodos para controlar el universo lo cual está prohibido por Dios.
Aun aquellos que han perdido la conexión de la brujería con El Secreto no deberían haber perdido el egoísmo y los factores de avaricia, puesto que la Escritura claramente condena ambas cosas (Mateo 6:19; 1 Timoteo 6:7-10; Hebreos 13:5). Al observar el DVD uno es claramente herido con lo egocentrismo y la avaricia de El Secreto. En ningún momento nadie visualiza ayudar a los pobres o a los enfermos o a los necesitados. Las cosas que son atractivas son la salud personal, la riqueza y la felicidad. En El Secreto “Usted” está en el centro del universo, aun el universo mismo. Más en concreto – usted es Dios. Por si acaso alguien se perdió esto, lea cuidadosamente las palabras de Rhonda Byrne:
“Usted es Dios en un cuerpo físico. Usted es Espíritu en carne. Usted es Vida Eterna expresándose como Usted. Usted es un ser cósmico. Usted es todo poder. Usted es toda sabiduría. Usted es toda inteligencia. Usted es perfección. Usted es magnificencia. Usted es creador, y usted esta creando la creación de Usted en este planeta.”[8]
Byrne concluye su libro con esta declaración:
“La tierra enciende su órbita para Usted. Los océanos decaen y fluyen para Usted. Las aves cantan para Usted. El sol se levanta y eso se pone para Usted. Las estrellas salen al encuentro de Usted. Cada cosa bella que usted ve, cada cosa maravillosa que usted experimenta, está todo allí para Usted. Eche un vistazo alrededor. Nada de eso puede existir, sin Usted. No importa lo que piense que usted era, ahora usted sabe la Verdad de Quién Es Usted en Realidad. Usted es el amo del Universo. Usted es el heredero al reino. Usted es la perfección de la vida. Y ahora usted sabe El Secreto.”[9]
Pero, algunos podrían preguntar, ¿qué daño hace? Alguien ha sugerido lo siguiente,
El peligro para la sociedad no es simplemente que debería creer cosas equivocadas, aunque eso es muy suficiente, sino que debería volverse crédulo, y perder la costumbre de probar cosas e indagar acerca de ellas, para luego hundirse de nuevo al salvajismo….Eso puede tener poca importancia para mí, en mi castillo de nube de ilusiones dulces y mentiras piadosas; pero importa demasiado que para el Hombre que yo haya hecho a mis vecinos preparados para engañar. El hombre crédulo es padre del mentiroso y del tramposo.[10]
Más importante aún, las enseñanzas de El Secreto no son bíblicas. Vivir en la esfera de tales mentiras es vivir falsamente y, a pesar de la cláusula de exención de responsabilidad de El Secreto, hay un Juez de este universo y lo que hacemos y lo que vivimos le interesa a El.
El propósito de la vida es glorificar Dios, no al ego. El gran problema del género humano es el pecado y no el pensamiento negativo. Junto con Isaías clamamos: “Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos? !!A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.” (Isaías 8:19-20).
[1] Ron Rhodes, The Challenge of the Cults and New Religions ( Grand Rapids: Zondervan, 2001), pp. 104-105
[2] Ibid., p. 105.
[3] Ibid., p. 106.
[4] Ibid., p. 107.
[5] Hank Hanegraaff, Christianity in Crisis (Eugene, Oregon: Harvest House Publishers, 1993), p. 74, 75.
[6] Ibid., p. 80.
[7] Ibid., pp. 83,84.
[8] Rhonda Byrne, The Secret ( New York, NY: Atria Books, 2006), p. 164.
[9] Ibid. p. 83.
[10] W. K. Clifford, “The Ethics of Belief” lo puede ver en www.skeptic.com/eskeptic/07-03-07.html
El Secreto (Una Crítica) – Parte I
El Secreto (Una Crítica) – Parte 1
Gary E. Gilley
¿Ha escuchado usted El Secreto? Está muy de moda a lo largo de nuestra sociedad y aun se ha infiltrado en la iglesia. Desde programas informales de entrevistas diarios hasta el mundo comercial, El Secreto (detallado tanto en libro como en DVD) ha hecho impacto. La inspiración detrás del Secreto vino en 2004 cuando un libro antiguo llamado La Ciencia de Enriquecerse llegó a las manos de una mujer llamada Rhonda Byrne. Byrne experimentaba un período difícil en su vida y el mensaje de este libro rejuveneció su imaginación. Durante el curso de los siguientes dos meses, Byrne leyó centenares de libros y estudió las vidas de grandes líderes en la historia. Ella descubrió y afirma, que muchos grandes del pasado (e.g. Churchill, Einstein, Emerson), así como del presente (e.g. Jack Canfield, autor y co-creador de la serie best-seller Caldo de Pollo para el Alma), se dio cuenta de la información encontrada en El Secreto. En el pasado, aquellos mantuvieron en privado esta información. Byrne, sin embargo, quiso diseminar lo que ella había aprendido para las masas. Así empezó su nueva misión en la vida – para propagar el conocimiento que ella había descubierto para los confines del mundo. Y así empezó el viaje de El Secreto.
El Secreto, escrito por la Sra. Byrne, es uno de los libros más rápidos vendidos de la historia. A partir del 8 de mayo de 2007, había vendido 5.3 millones de copias y su editor publicista, Simon y Schuster, dijo que vende 150,000 a la semana. Además hay un video sobre demanda versión Web, (también disponible en DVD). Las series se estrenaron en marzo del 2006 y el DVD ha vendido 1.5 millones de copias. (Usted puede observar los primeros 24 minutos del DVD en línea gratis en You Tube). Por supuesto, no perjudicó la causa de Byrne cuándo Oprah dedicó unas dos horas del programa para el proyecto, y anunció que ella había estado utilizando El Secreto toda su vida y simplemente no lo sabía.
¿Qué es esto?
En el corazón de El Secreto está la “ley de la atracción” que es, simplemente, que nuestros pensamientos controlan el universo. A través de la ley de atracción obtenemos nuestros deseos. Cuando sabemos lo que queremos, creyéndolo ocurrirá y nos veremos en abundancia, lo atraeremos. “Funciona todo el tiempo, con toda persona”.[1]
Los “expertos” en el DVD y el libro nos aseguran que “la ley de atracción es realmente obediente”. De hecho es como “tener el universo como su catálogo y usted lo hojea y escoge, ‘Pues Bien me gustaría tener esta experiencia y a mí me gustaría aquel producto y a mí me gustaría tener a una persona como esa’…usted simplemente coloca su orden con el universo. Es realmente tan fácil”.
¿Cómo es que la ley de atracción surte efecto? Todo ello se remonta a su mente. “Lo que usted piense acerca de usted lo atraerá. Su vida es una manifestación física de los pensamientos que pasan en su cabeza”. La teoría es que lo semejante atrae a lo semejante, por consiguiente todo lo que hay en su vida es lo que usted atrae, bueno o malo.
Puesto que tenemos miles de pensamientos todos los días (hasta 60,000 se nos dice), ¿cómo sabemos lo que estamos atrayendo? Después de todo, es imposible atraer cada cosa que atraviesa nuestras mentes. La clave recae no sólo sobre nuestras mentes sino en nuestros sentimientos. Son nuestros sentimientos los que nos hacen saber lo que atraemos a nuestras vidas. “Si usted se siente bien que su futuro está en camino con lo que usted desea. Cuando usted se encuentra mal usted está creando un futuro que se está saliendo del camino de sus deseos”.
Es altamente importante, entonces, estar en contacto con sus sentimientos porque “cualquier cosa que usted esté pensando y sintiendo hoy estará creando su futuro. Y usted obtiene exactamente lo que usted está sintiendo, no tanto lo que usted está pensando”.
Éste sería un buen punto para distinguir entre el optimismo general y el pensamiento positivo del mensaje de El Secreto. La mayoría de la gente estaría de acuerdo que nuestro punto de vista sobre la vida tendrá un impacto profundo sobre cómo vivimos. Aquellos que tienen mucho entusiasmo por la vida, altamente motivados y excitados acerca de los prospectos por delante de ellos probablemente lograrán mucho más, y harán aquello con mucha más alegría, que aquellos que simplemente resisten o aun temen su existencia. Creo que podría generalmente estar de acuerdo que nuestros pensamientos puedan tener un efecto real en nuestra salud. Si bien el jurado aún está deliberando, algunos estudios han concluido que la tensión, el temor, el dolor, la depresión y la ansiedad son factores principales en ciertas enfermedades. Pero eso no es lo mismo que decir que nuestros pensamientos “crean” el futuro. Nuestros pensamientos, en gran medida, contribuirán a cómo no sentimos y juntos pueden afectar el futuro pero ellos no producen “exactamente” lo que pensamos y sentimos.
La Escritura también coloca una gran importancia a la mente – el cómo pensamos y lo que pensamos es crucial. Como cristianos sabemos que es a través de “la renovación de nuestras mentes” que nuestras vidas son transformadas (Romanos 12:2). Recibimos instrucciones de llevar “cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo”, queriendo decir que cada filosofía y cada creencia que está en contra de la verdad de la Palabra de Dios deben ser desafiadas y derrotadas no sea que ellas conformen nuestro pensamiento y nuestras vidas al del mundo. Es por estas razones que Pablo nos reconviene a pensar o hacer hincapié en las cosas que son verdaderas, honestas, justas, puras, amables, de buen nombre; si hay virtud, si algo digno de alabanza (Filipenses 4:8). Esto no es una llamada aun “pensamiento positivo” sino a un pensamiento bíblico. Así es que la Escritura no niega el papel de la mente para forjar nuestras vidas – eleva el papel de la mente. Pero también lo limita. Nuestros pensamientos tienen poder pero no todo poder. Afectan pero ellos no crean o determinan. El poder, la creación y el destino final recaen en las manos de Dios no en las mentes de las personas. El pensamiento positivo tiene nublado estas líneas por años, pero El Secreto borra las líneas y con ellos toda duda. Con El Secreto nosotros somos el árbitro y el juez final. Nuestros futuros están en nuestras manos – Dios es eliminado enteramente.
Cómo usarlo
El Secreto le ofrece un plan de tres pasos a manejar el universo.
Paso #1 – Pregunte. Haga una orden del universo…El universo responde a sus pensamientos. “Está algo así como colocar su pedido con el universo. Es realmente tan fácil”.
Paso #2 – Crea. Crea que es ya suyo, “y el universo comenzará a reacomodarse a sí mismo haciéndolo posible para usted”.
Paso #3 – Reciba. “Comience a sentirse maravilloso acerca de eso, sienta la forma en que usted sentirá una vez llegue; siéntalo ahora”.
El problema con implementar estos pasos simples, nos dice Byrne, es que no hemos pensado de esta manera en el pasado. Así que ¿cómo cambiamos nuestro pensamiento a fin de que podamos comenzar a atraer las cosas que queremos? Hay dos componentes importantes. Primero debemos ser “agradecidos”. Cuando usted es agradecido usted comenzará a atraer más de las cosas buenas que usted desea. Sin lugar a dudas el agradecimiento es una característica que es correcta y bíblica. Sin embargo, el agradecimiento en el sistema de El Secreto es meramente una herramienta manipuladora para ejercer presión sobre el universo para darnos más – más de lo que queremos.
El segundo componente es visualizar, “cuando usted visualiza usted materializa”. En el DVD se da un ejemplo de visualizar un coche completamente nuevo. Usted debe verse ya sentado en el coche, disfrutando de un paseo, emocionándose por la experiencia. Es este poder de visualizar que da como resultado el materializar el coche.
¿Cómo ocurre esto? Por lo que no es nuestro trabajo preocuparse cómo ocurre; es nuestro trabajo ajustar nuestros deseos al universo para “los comos son el dominio del universo; siempre sabe la forma más breve, más rápida, más acelerada, más armoniosa entre usted y su sueño”. “Si usted lo voltea hacia el universo usted será asombrado y deslumbrado por lo que se le entregue. Aquí es donde la magia y los milagros ocurren”. Es en este punto en El Secreto que encontramos el universo impersonal tomando sobre las cualidades personales (y Divinas). “El universo conoce, efectúa la entrega, produce magia y milagros. Es de nosotros pedir, creer, recibir y visualizar; es del universo traer nuestros deseos a nosotros”.
Pero tenga cuidado. Si usted ve y visualiza cosas negativas usted las recibirá igualmente. De hecho usted debe tener el cuidado ni de aun utilizar palabras negativas como “no lo haga, ó no”. Por ejemplo, “si usted piensa deuda, aun si usted piensa salir de deudas, usted atrae la deuda”. Byrne llega inclusive a indicar: “los pensamientos imperfectos son la causa de los males de toda la humanidad, incluyendo la enfermedad, la pobreza, y la infelicidad”. De hecho “cualquier cosa en la que enfocamos la atención nosotros creamos, así que si estamos realmente enojados por una guerra que está ocurriendo o una contienda o sufriendo, le añadimos la energía a ello…y todo esto solo agrega resistencia”. Por consiguiente, los movimientos opuestos a la guerra crean más guerra. El movimiento antidroga crea más drogas, porque nos enfocamos en lo que no queremos.
Además, Byrne aconseja que debiéramos eludir a aquellos que están en estas condiciones no sea que seamos infectados por sus pensamientos negativos.
Las Enseñanzas Espirituales de El Secreto
Mientras que El Secreto afirma poco ser una religión, ciertamente tiene alusiones religiosas. De hecho El Secreto es claramente panteísta tal como es evidente de las siguientes citas:
“Todo en el universo es energía” [y] “todo en el universo está conectado; es simplemente un campo de energía, y la energía es Dios; es la misma descripción simplemente con terminología diferente”.
“[nuestro ser físico] justamente sujeta nuestro espíritu, y su espíritu es tan grande, llena el cuarto; usted es vida eterna, usted es fuente de energía, usted es Dios manifestado en forma humana, hecho a la perfección”.
“Bíblicamente, podríamos decir que somos la imagen y semejanza de Dios. Podríamos decir que somos otra manera en que el universo se hace consciente de sí mismo”.
Note la frase: Todo en el universo es energía; la energía es Dios; usted es Dios; usted es el universo. Esto es teología de panteísmo puro (Dios es todo) y monismo (todo es uno). Tal teología encaja bien con las religiones del este (como el budismo o el hinduismo) y su contraparte de la novela del Occidental en lo que solió ser llamado el Movimiento de la Nueva Era. Pero esta perspectiva de Dios y del universo no es cristiana y ciertamente no bíblica.
Extraído directamente de sus raíces panteístas El Secreto da a las personas los mismos atributos de Dios. Mientras que la Escritura nos dice que Dios es el creador, El Secreto dice que tenemos voz igual: “Usted tiene el potencial y el poder de Dios para crear su mundo, y usted lo es”. “Somos creadores de nuestro universo, y cada deseo de lo que queremos crear pasará en nuestras vidas”.
Y somos omnipotentes: “Usted es el diseñador de su destino; usted es el autor; usted escribe la historia; la pluma está en sus manos, y el resultado es cualquier cosa que usted escoja”. “¿Hay límites para esto? Absolutamente no; somos seres ilimitados, no tenemos cielo raso, las capacidades y los talentos y los dones, el poder que está en cada individuo en este planeta es ilimitado”. Un contribuyente para el DVD aun hace la afirmación oscura de que “usted tiene bastante poder en su cuerpo humano para iluminar una ciudad entera por casi una semana”.
Adicionalmente somos nuestro juez final: “Su propósito es lo que usted dice que es; su misión es la misión que usted se da; su vida será la que usted cree y nadie nos juzgará, ni ahora ni nunca”.
Los atributos que Dios afirma para sí en la Escritura son adscritos a seres humanos en El Secreto, por consiguiente Dios no es necesitado y no es deseado en el sistema. ¿Quién necesita a un Dios cuando somos Dios? Quien necesita a un Dios omnipotente, infinitamente sabio, justo y creador cuándo nosotros, a través de la ley de la atracción, tenemos todo poder, podemos conectarnos con un universo infinitamente sabio para crear nuestro mundo y nadie puede juzgarnos sobre lo que hacemos.
Los enlaces de El Secreto con otras religiones.
Mientras que El Secreto es claramente antitético al Cristianismo, tiene muchos puntos en común con otras religiones. A continuación se presentan algunas referencias rápidas.
El paganismo
Algunos años atrás muchos hablaron del Movimiento de la Nueva Era. Usted no escucha mucho acerca de esto hoy porque el Movimiento de la Nueva Era se ha vuelto representativo de la mayoría; es decir, sus ideas se han infiltrado a nuestra sociedad. El Movimiento de la Nueva Era es básicamente paganismo siendo introducido en el mundo del mundo occidental. Era una creencia en el mundo espiritual como los paganos siempre han creído. Hoy escuchamos que el mundo occidental es más espiritual en cualquier otro momento en la historia reciente, pero esta espiritualidad es mayormente una comprensión pagana de conexión con los espíritus.
Podemos ver lo que el paganismo es observando su forma cruda en el mundo hoy. Un ejemplo excelente es lo que el africano erudito evangélico de religiones tradicionales Africanas Yusufu Turaki nos dice.[2]
1) Las religiones africanas son pragmáticas. Las personas quieren una religión que pueden usar para encontrar sus necesidades y les provean sus deseos.[3]
2) Las religiones africanas no son sistemas cognitivamente orientados con doctrinas esotéricas y reglas o regulaciones estrictas. Más bien son existenciales y experimentales – más sentimiento que entendimiento.[4]
3) Hay cinco creencias fundamentales de las religiones africanas. Una creencia en:[5]
þ Los poderes místicos impersonales.[6]
þ Los seres espirituales.[7]
þ Muchas divinidades (esto es por qué los africanos pueden creer en Jesús sin negar a sus otros dioses).
þ Un Ser Supremo (Dios).
þ Una jerarquía de poderes y seres espirituales.
4) Los africanos desean una religión de poder.[8]
5) Incluso cuando los africanos se convierten en cristianos, hay una tendencia a que el cristianismo se vea tan sólo como un primer paso a misterios más grandes y a poder.[9]
6) En las religiones africanas Dios es manipulado, en el cristianismo El es alabado.[10]
7) Los africanos creen que las palabras tienen un poder innato.[11]
8) Los africanos usan la magia para manipular el mundo y a los espíritus alrededor de ellos.[12]
De esta idea breve de las creencias paganas modernas del día de hoy es fácil reconocer que El Secreto tiene muchas características coincidentes.
Hinduismo
La ley de la atracción tiene creencias similares como el hinduismo, especialmente como es relacionado al karma. El karma enseña que finalmente recibimos lo que merecemos, lo que atraemos – bueno o malo. Cuando las cosas horribles o grandes cosas ocurren, según el karma, ocurren porque nuestras acciones pasadas les dan permiso. Finalmente obtenemos exactamente lo que merecemos o atraemos.
Mientras que el karma está más preocupado con la moralidad, eventualmente todos nosotros atraemos exactamente lo que merecemos aunque puede tomar muchas vidas (reencarnaciones). Con la ley de atracción atraemos no tanto lo que merecemos como lo que queremos (El Secreto no tiene nada que ver con lo bueno y lo malo) y nosotros hacemos eso en nuestras vidas….Eso resulta ser un sistema conveniente para los occidentales que quieren todo para ayer y están entusiasmados con el pensamiento y práctica oriental.
Wicca
Al igual que El Secreto, Wicca ve a Dios como una fuerza impersonal. Wicca es una religión animista que enseña que todo está imbuido de una fuerza vital o una energía. Para los practicantes de Wicca la magia es esencialmente la idea de que las fuerzas o los espíritus pueden ser manipulados para lograr objetivos personales. La magia es “el arte o la ciencia de provocar un cambio para que suceda de conformidad con la voluntad”.[13] La similitud a El Secreto es obvia.
Muchos creen que los adherentes del Wicca son adoradores a Satanás, pero ese no es el caso. Realmente niegan la realidad de Satanás por la misma razón que El Secreto rechaza la negativa: “creemos que darle un nombre al mal es darle poder al mal”. [14]
Gnosticismo
El Gnosticismo antiguo, así como también su contraparte moderna, el neo-gnosticismo, prolifera en secretos y misterios. El Gnosticismo fue una versión falsificada del cristianismo comenzando en el segundo siglo el cual estaba lleno de secretos esotéricos disponibles sólo para un grupo de elite de líderes que estaban al corriente. El Secreto favorece simplemente una atmósfera completa de secretos conocidos por algunos. La minoría sin embargo están dispuestos a compartir lo que saben – por un precio.
Trataremos los vínculos de El Secreto con el Cristianismo en nuestro siguiente artícilo.
[1] A Menos que se indique, todas las citas son tomadas del DVD de El Secreto.
[2] Yusufu Turaki, Foundations of African Traditional Religion and Worldview ( Nairobi, Kenya : WorldAlive Publishers Limited, 2006).
[4] Ibid., pp 19,33.
[5] Ibid., pp. 23-29.
[6] Ibid., p. 24.
[7] Ibid., pp. 68-70; 81-87.
[8] Ibid., pp. 35-36; 47-48; 56-57; 89-96.
[9] Ibid., p. 96.
[10] Ibid., p. 78.
[11] Ibid., pp. 97-98.
[12] Ibid., pp. 99-104.
[13] Areopagus Journal; July-August 2006, p. 24.
[14] Ibid, p. 23
Una Mirada a la Depresión a Través de los Lentes de la Escritura
Una Mirada a la Depresión a Través de los Lentes de la Escritura
Por Gary E. Gilley
El hombre sentado ante mí no respondí a mis preguntas. Se sentó, inmóvil, mirando fijamente al piso. Era un hecho conocido por muchos que lo querían que él estaba bajo mucho estrés, pero que él estaba cerca del «borde» nos sorprendió a todos nosotros. Pronto él se encontraba en la sala de psiquiatría de un hospital local, medicado y experimentando consejería tanto individual como de grupo. Desafortunadamente su vida nunca sería la misma. Él había venido a ese estado de depresión profunda (lo que algunos llamarían “clínico”) por las decisiones no bíblicas y pecaminosas que él había estado haciendo en su vida. Si bien él superaría su depresión, la consejería que él recibió reforzó y validó estas decisiones. Él finalmente dejó a su esposa y a su hijo, dejó la iglesia y siguió su estilo de vida impío.
Los problemas maritales son la razón de número uno por la que las personas buscan consejería en los Estados Unidos. La depresión es la segunda. Las dificultades financieras son el principal motivo que dan las personas como la fuente de su depresión. Podemos comprender el por qué esto es así, con la cantidad de deuda que muchos tienen hoy, pero a menudo esto es sólo la punta del iceberg. De hecho, nuestros problemas financieros pueden ser un buen indicador de que muchos otros aspectos de nuestras vidas están descontrolados – los cuales todos nos pueden conducir a la depresión.
Todos nosotros tenemos días cuando nos sentimos tristes, deprimidos, aburridos o derrumbados. Le podemos llamar a este sentimiento una forma suave de depresión, pero el desánimo es quizá un mejor término. Esperar vivir en este mundo sin desánimo y tristeza ocasional es completamente poco realista. Virtualmente cada personaje principal de la Escritura estuvo bajo momentos desafortunados o amargos, incluyendo a Jesucristo. Simplemente una lectura rápida de los Salmos, Jeremías o Eclesiastés nos dice que mucho acerca de la vida, aun la vida del piadoso, ese deprimente hasta al punto de las lágrimas, del pesar y la confusión. Pero, Dios nunca se disculpa por esto. Más bien, él nos informa que El usa estas mismas cosas para hacernos madurar a la imagen de Su Hijo (Santiago 1:2-4; Rom. 8:28,29 y Rom. 5:3-5). Una vida perfecta de felicidad y plenitud consistente – libre de todos los efectos del pecado – nos espera en la eternidad. El vacío, la aflicción y las tristezas de esta vida son resultados directos del principio del pecado en este mundo. Aun así, Dios usa estas pruebas como una manera de prevenirnos de volvernos demasiado cómodos en nuestra condición actual. El resultado es que, como Abraham, también esperamos con anticipación una ciudad “con fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios” (Heb. 11:10). Entonces, mientras tenemos una gran paz en Cristo – y muchas cosas maravillosas y bellas en esta vida para disfrutar – es ciertamente anti-bíblico esperar serlo (como la canción dice).
Sin embargo, mientras podemos esperar ser ocasionalmente desalentados, muchas personas luchan contra una profunda depresión. Podemos definirla depresión como: “Ese estado de ánimo debilitante, sentimiento o aire de desesperanza que da como resultado un cese del manejo de la vida”. Tal persona al menos a medias se apagará; es decir, dejará de funcionar en muchas áreas. Una persona deprimida puede querer dormir todo el tiempo (o al menos recaer todo el día en el sofá); él puede llorar fácilmente; él puede dejar de acudir al trabajo o hacer tareas necesarias en su casa; él puede dejar de comer o puede comer constantemente; él considerará que la vida no tiene esperanza, etc. Es el propósito de este estudio ocuparse de las causas de la depresión, los resultados de la depresión y finalmente, cómo tratar con de a la manera de Dios!
Las Causas de la Depresión
Es importante para reconocer que la depresión no es el problema por o en sí mismo; es una respuesta o una reacción hacia otra cosa. Por esa razón, la Escritura casi no dice nada acerca de la depresión de por sí. Sin embargo, tiene mucho que decir acerca de las causas de fondo de la depresión.
La Biblia enseña que a la depresión no es causada por las circunstancias de nuestras vidas, sino más bien por nuestras reacciones anti-bíblicas hacia esas circunstancias (con excepción de ciertos problemas físicos y ciertos desórdenes del cerebro de los que nos ocuparemos en un momento). Esto puede ser probado tanto bíblicamente como por observación. Ejemplos, como la diferencia entre la forma en que Judas y Pedro manejaron sus pecados, abundan en la Escritura. En la vida diaria vemos a personas volverse amargadas y constantemente deprimidas sobre un accidente atroz; luego vemos que personas comos Joni Erickson Tada que finalmente pueden usar tal situación como un punto de apoyo para crecimiento – la diferencia está en las reacciones.
Desafortunadamente, la persona deprimida normalmente no ha dado una sola respuesta antibíblica a sus problemas, en lugar de eso él usualmente ha hecho toda una serie de ellas, complicando de esta manera el proceso de recuperación. El pensamiento inadecuado da como resultado un comportamiento inconsciente, lo cual aumenta la depresión, lo cual a su vez estimula más pensamiento inadecuado. . . (“Prenderán al impío sus propias iniquidades, Y retenido será con las cuerdas de su pecado.” Prov. 5:22).
En otras palabras, la depresión a menudo resulta de un ciclo descendente en el cual comenzamos con un problema, reaccionamos a él en una forma pecaminosa, causando una complicación del problema que se cumple por una respuesta pecaminosa adicional, etc. Como veremos más adelante, este ciclo debe ser detenido y un ciclo ascendente de respuestas bíblicas debe comenzar.
Algunas de las Causas Generales de la Depresión
Problemas Físicos
Algunos pueden padecer de depresión como resultado de daño cerebral o de algún otro tipo de enfermedad. Otros pudieron haber sido diagnosticados con un desequilibrio químico, y mientras que debemos dar lugar a esta posibilidad, no creemos que sea tan común como muchas personas piensan. La teoría del desequilibrio químico ha alcanzado proporciones de moda en la actualidad con el resultado de que el método principal de tratamiento para personas deprimidas son drogas. Cuando una persona es diagnosticada de que tiene un desequilibrio químico, él debería hacer esta pregunta (propuesta por Dr. Bob Smith, un médico cristiano que está también muy involucrado en la consejería bíblica): “¿Cuál químico y que tan fuera de balance está?” En la mayoría de los casos la respuesta será: “no sabemos”. Tal respuesta de la comunidad médica ciertamente le debería dar al creyente mucho a considerar.
En lugar de enseñarles a las personas cómo manejar sus problemas, demasiadas veces simplemente tapamos estos problemas con drogas. Para un artículo interesante sobre la depresión desde un punto de vista secular vea U.S. News and World Report, 5 de marzo, 1990, “Venciendo la Depresión,” pp48-56. Este artículo se aplica a “una generación nueva de drogas (que) permite una sofisticación y una flexibilidad en el tratamiento que no fue posible en el pasado”.
Mientras que el uso de drogas para tratar la depresión puede ser lo mejor que el mundo no-salvo le puede proponer, afortunadamente el cristiano tiene otros recursos. Con esto en mente, ciertamente sería sabio el consumir drogas como último recurso y no el primer recurso. Deberíamos comenzar a examinar cuidadosamente los pensamientos y las acciones en nuestras vidas que podrían ser la raíz de nuestro problema. E. Fuller Torrey (un psiquiatra de investigación, quien no estaría de acuerdo con nuestra posición sobre la psicología) no obstante, admite que cerca del 5 % de aquellos que vienen a un psiquiatra son personas con una enfermedad orgánica del cerebro o, cerca del 75 % son personas con problemas con la vida, y otro 20 % requerirá un examen más detallado para emitir un juicio conclusivo (How to Counsel from Scripture, p.4). Habiendo dicho todo esto, aun recomendaríamos un reconocimiento médico a fondo para una persona que lucha contra una depresión profunda.
El reconocimiento médico físico y/o emocional así como también los pobres hábitos alimenticios también puede ser un factor. En 1 Reyes 19 la causa primaria de la depresión de Elías parece haber estado por la fatiga, etc. La terapia inicial de Dios para Elías fue comida y sueño (versículos 5-8). Mas tarde Dios ayudó a Elías a alejar su mirada de sí mismo y a ponerla en Dios (quien le reveló Su soberanía, versículos 11 y 13). Luego, El hizo a Elías tomar una mirada realista sobra la vida (versículo 18), y finalmente El obligó a Su profeta a otra vez involucrarse en el ministerio (versículo 15-19). El proceso entero tomó varias semanas.
El ejemplo de Elías es el que una persona deprimida debería estudiar, pues – al igual que este gran hombre de Dios – las personas deprimidas a menudo enfocan la atención en ellos mismos en lugar de Dios y en los demás. Este enfoque se distorsiona a menudo más por la fatiga y por una dieta pobre. El remedio es a menudo un re-enfoque de nuestra atención, así como también el descanso y los hábitos correctos de alimentación.
Culpabilidad
Los Salmos 32, 38 y 51 todos describen las depresiones de un hombre culpable. (Note Salmo 32:3-5: “Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; sequedades de verano. Selah Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah”.) Algunos creen que la causa número uno de la depresión es la culpabilidad no resuelta. A menudo esta culpabilidad puede ser resultado de pecados de años atrás en los cuales el perdón de Dios nunca ha sido buscado o aceptado. Si la culpabilidad no se resuelve por la confesión de pecado (1 Juan 1:9), la depresión es el resultado natural. Los cristianos no deberían esperar de propia voluntad practicar el pecado sin afrontar las consecuencias, de las cuales puede ser depresión.
Un Perspectiva Antibíblica sobre la Vida
En el Salmo 73 Asaf estaba deprimido sobre la prosperidad del malvado. Él consideró que él había vivido justificadamente en vano mientras los impíos tenían una vida de abundancia. (Sal. 73:12,13: “He aquí estos impíos, Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas. Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, Y lavado mis manos en inocencia”.) No fue hasta que él vio el mundo desde el punto de vista de Dios (la perspectiva bíblica) que él pudo salir de su depresión. (Sal. 73:16,17: “Cuando pensé para saber esto, Fue duro trabajo para mí, Hasta que entrando en el santuario de Dios, Comprendí el fin de ellos.”.) En un mundo de confusión una perspectiva no bíblica sobre la vida tiene que ser una de las causas principales de la depresión.
Viviendo de acuerdo con las Prioridades Equivocadas
Pregunte casi a cualquier cristiano cuales son las prioridades de su vida y le dirá: Dios, la familia y el trabajo (y en ese orden). Aún en muchos casos nuestras prioridades son controladas por la “tiranía de lo urgente” – cualquier cosa que haga más ruido en nuestras vidas obtiene la mayor atención.
Como consecuencia, podemos encontrar nuestro tiempo dominado por el trabajo, los niños corriendo por ahí, sosteniendo la casa, fomentando nuestra educación o desarrollando nuestros pasatiempos, etc. Mientras éstas son todas cosas buenas y necesarias a menudo nos deja muy poco tiempo para pasar con Dios o la familia. El día inevitablemente vendrá cuando nuestras cisternas dejarán de fluir (Jer. 2:13, “Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.”), y nos enfrentaremos a “agotamiento”, “crisis de mediana edad”, “siete años de picazón”, o lo que sea. Por desgracia, probablemente ni siquiera sabremos el verdadero núcleo del problema.
Sin embargo, el problema real es claro y simple: Una vida anti-bíblica. Es posible que no hayamos cometido un pecado grave, pero hemos ignorado de la “primavera del agua viva” durante tanto tiempo que estamos pagando el precio finalmente.
Estándares Antibíblicos
Puede ser legalismo, misticismo o perfeccionismo – cualquier cosa que sea – estamos examinando nuestras vidas por el estándar equivocado. El estándar de Dios es que debemos ser un creyente en crecimiento (Heb. 5:11; 2 Pedro 1:5-8 y 2 Pedro 3:18). No somos perfectos, y Dios sabe eso; debería ser nuestra meta crecer en El.
El Egocentrismo
Somos llamados a ser a centrarnos en los demás (Fil. 2:3,4 y Hechos 20:35) y a ser centrado en Dios (Mat. 6:33). Todo en nuestra sociedad contradice esto diciéndonos que necesitamos ser egocéntricos. Se nos esta diciendo que debemos estar preocupados por nuestra imagen propia, debemos amarnos a nosotros mismos, debemos ser seguros de sí mismo y acometedores, debemos cuidar de nosotros mismos – y etc. etc.
Pero, Jesús nos dice que nos neguemos a nosotros mismos, es decir, a perder nuestras vidas por Su causa (Lucas 9:23,24); recibimos instrucciones de no poner nuestra confianza en la carne (Fil. 3:3); se nos dice que es una señal de nuestros malos tiempos que los hombres son amadores de sí mismos (2 Tim 3:2). ¿No es de extrañar que las personas que están haciendo exactamente lo opuesto de lo que dicen las Escrituras estén teniendo problemas para hacer frente a la vida?
Los Resultados de Depresión
Hay, sin duda, otras causas para la depresión, pero la mayor parte de ellos calzarían debajo de una de las categorías generales previamente citadas. Ahora queremos mencionar algunos de los resultados de depresión – las experiencias que usted es propenso a tener cuando usted está deprimido.
Antes de que nos introduzcamos en esto, sería de ayuda señalar que si bien podemos estar deprimidos, somos todavía responsabilizados por nuestras acciones. Por ejemplo, Pablo tuvo un problema físico legítimo en 2 Corintios 12 que no era su culpa. Puesto que él se sintió enfermo y quizá sufrió grandemente por su enfermedad, sin duda alguna él tenía derecho de estar un poco irritable y deprimido – ¡pero eso no fue el caso en absoluto! (2 Cor. 12:9,10: “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”) ¡Obviamente los problemas y el dolor no nos dan el derecho para comportarnos pecaminosamente!
Entonces, aunque una persona no puede mantenerse propensa por el problema inicial, él es responsable de manejar su vida a la manera de Dios. Cuando él falla en reaccionar bíblicamente, sino que en lugar de eso se vuelve resentido, lleno de lástima de sí mismo, o enojado, la consecuencia puede ser la depresión.
La Escritura da algunas descripciones vívidas de personas deprimidas:
· Tristeza y pesimismo (Sal. 32:3)
· Apatía y fatiga (Sal. 32:4)
· Desesperación (Sal. 38:2-4 y 10)
· Problemas físicos – Dolores de espalda, dolores de cabeza, etc. (Sal. 38:5-8)
· Retiro – a menudo culpando otros (Sal. 38:11; 55:6-8)
· Sentimientos y pensamientos de culpabilidad (Sal. 51:3).
· Desvelo – o sueño inquieto (Sal. 42:2, 3)
· Pérdida de productividad (1 Reyes 19:3-5)
· Pensamientos de muerte o suicidio (1 Reyes 19:4).
Cómo Ocuparse de la Depresión
Nosotros ahora miraremos a algunas acciones bíblicas y prácticas que podemos tomar para ayudarnos a superar depresión, dependiendo de la causa.
Recibir a Cristo
Cristo no será manipulado; Él nunca debe ser buscado por alguna otra razón que por El mismo. Sin embargo, uno de los beneficios preciosos de convertirse en un hijo de Dios es el perdón de pecados (Rom. 5:1-11). Como vimos antes, a menudo la depresión es resultado de una culpabilidad no resuelta; la salvación remueve esa culpabilidad.
Reprogramar nuestro pensamiento
En un grado grande, nuestros sentimientos siguen a nuestro pensamiento. Una persona deprimida sería sabia en mantener un diario de sus pensamientos cuando él está deprimido. Esos pensamientos que conducen a la depresión deberían ser afrontados honestamente y deberían reemplazarse por una mentalidad bíblica de la vida (Fil. 4:8 y Rom. 12:2). Por ejemplo, una persona deprimida como resultado de una autocompasión debe ser lo suficientemente sincero para reconocer a esta actitud como pecaminosa. Los pensamientos de autocompasión deben ser confesados y reemplazados con pensamientos que honren a Dios y deben estar de acuerdo con la Escritura (e.g. Rom. 8:28 y Santiago 1:2-4).
Ocúpese del comportamiento pecaminoso
Deberíamos revisar todos los factores (los incidentes, etc.) Y/o los patrones de vida que han conducido a nuestras reacciones a los problemas iniciales. Luego deberíamos encontrar la acción bíblica y por la fortaleza de Dios comenzar a reemplazar esas reacciones pecaminosas con reacciones bíblicas mediante la aplicación del principio de despojarse-vestirse de Efesios. 4:22-24.
Establezca contacto con otros
Las personas deprimidas tienden a encerrarse en sí mismas; a su vez, la depresión se intensifica. Por consiguiente, uno de las mejores cosas que una persona deprimida puede hacer es preocuparse por otros (Fil. 2:4).
No malinterprete; no enseñamos una técnica para superar la depresión tanto como estamos alentando a individuos a regresar a una perspectiva bíblica sobre la vida. Cuando nos olvidamos de nosotros mismos y enfocamos la atención en otros, complacemos a Dios. Como un beneficio secundario una persona deprimida puede muy bien puede encontrar su espíritu levantado.
Enfoque la atención sobre el comportamiento y no en los sentimientos
Usted no hace lo que usted hace porque usted se siente de cierta forma; más bien, usted se siente en esa forma por lo que usted hace y piensa (Fil. 4:6-9). Note el ejemplo de Caín (Gen. 4:5-8).
Enfoque la atención en un plan de acción específico
Desarrolle un plan de ataque en contra de las tendencias pecaminosas del corazón humano que se rinde a los sentimientos en vez de seguir el camino de la responsabilidad cristiana. Haga una lista de las opciones y los pasos que pueden ser tomados para resolver la situación.
Crezca en el compañerismo
Retirarse y estar solo es una de las peores cosas que los individuos deprimidos pueden hacer, porque el retiro refuerza la depresión y la absorción de identidad. Deberíamos tratar de estar con aquellos que nos pueden levantar y nos pueden alentar cuando tratemos de hacer lo mismo con ellos (Gal. 6;1ff y Heb. 10:24,25). No estamos aconsejando que la manipulación de las personas para satisfacer nuestras necesidades, sino que somos sabios por tener por entendido que Dios nos ha dado a los demás creyentes para alentarnos, cuando le extendemos la mano.
Tenga cuidado con la introspección
Aunque el entendimiento profundo es esencial para superar la depresión, el entendimiento profundo puede volverse poco saludable cuando va más allá de la evaluación y el entendimiento profundo sano en la introspección morbosa (1 Cor. 4:3-5).
Deje de intentar desquitarse
La venganza y otras formas de ira pueden causar depresión (Rom. 12:14-21 y Efes. 4:26,27).
Acepte responsabilidad por la depresión
Intercambiar la culpa a otros nunca ayudará. Aún cuando hemos estado ofendidos por otros, la depresión no será causada por la injusticia hecha, sino por nuestras reacciones pecaminosas.
Me doy cuenta de que hay esperanza
Cuando decimos que la mayoría de la depresión es un resultado de las reacciones anti-bíblicas y pecaminosas hacia los problemas, suena desagradable y rudo. Realmente lo opuesto es cierto. Cuando nos damos cuenta de que son nuestras reacciones las que causan la depresión, entonces podemos ocuparnos de esas reacciones a la manera de Dios. Esta comprensión nos da esperanza de que, con la ayuda de Dios, una solución es posible (Fil. 4:13).
Ocúpese de la culpabilidad
Aun en la vida del creyente puede haber culpabilidad no resuelta. Si es así, necesitamos buscar y aceptar el perdón de Dios (1 Juan 1:9). Por cierto, en ninguna parte de la Escritura se nos dice que tenemos que perdonarnos a nosotros mismos; no tenemos autoridad para hacer eso. Más bien, sólo Dios puede perdonar pecados; por consiguiente, es nuestra responsabilidad llevarlo a Su Palabra y reconocer Su perdón cuando hayamos confesado nuestros pecados.
Cuidemos de nuestros cuerpos humanos
No somos criaturas puramente espirituales no importa cuán cerca estemos de Dios. Por consiguiente, debemos cuidar nuestros cuerpos. Dormir correctamente, la comida, el descanso, la relajación y el ejercicio son todos útiles para combatir la depresión (De nuevo, note el ejemplo de Elías en 1 Reyes 19.)
Guía Bíblica en Práctica
Guía Bíblica en Práctica
Gary E. Gilley
Algunos meses atrás escribí una serie de artículos sobre la voluntad de Dios ocupándose de asuntos sobre como encontrar Su voluntad y si El nos habla hoy o no aparte de las Escrituras. La posición que he tomado es la que llamaría un entendimiento total de sola Scriptura de la vida cristiana. Esto quiere decir que Dios habla hoy exclusivamente a través de la autoritativa e inspirada Palabra la cual no necesita ningún suplemento adicional de alguna otra fuente. Esto no es negar la “revelación general” de la creación de Dios que nos dice algo sobre el poder y la gloria del Creador (Salmo 19:1-6; Romanos 1:20). Pero en lo que se refiere a “la revelación específica” no esperamos que nuestro Señor nos hable aparte de las Escrituras. Su guía no debe ser buscada en visiones, sueños, ángeles u otras manifestaciones sobrenaturales. Ni debemos nosotros buscar internamente corazonadas, impulsos, “pequeñas voces,” o la paz de Dios. Aun las circunstancias, las oportunidades, las “puertas abiertas”, y el buen consejo, aunque de gran ayuda en nuestra toma de decisiones, no son autoritativas. Somos sabios para considerar cuidadosamente estos asuntos externos pero estos no llevan el peso de la Escritura ni constituyen un mandato de Dios.
Si nosotros aceptamos esta tesis de sola Scriptura, ¿cómo le hacemos para “encontrar” la voluntad específica de Dios para nuestras vidas? Lo hacemos examinando las enseñanzas de las mismas Escrituras. Podemos comenzar por notar en que hay un número de ejemplos en el Nuevo Testamento en los cuales el Señor específicamente indica Su voluntad para nosotros:
· Es la voluntad de Dios que seamos llenos del Espíritu Santo – “Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. 18No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu (Efesios 5:17-18). En el momento de la conversión cada hijo de Dios es inmediatamente habitado (1 Corintios 6:19), bautizado (1 Corintios 12:13), regenerado (Tito 3:5-6) y sellado por el Espíritu Santo (Efesios 1:13; 4:30). Estos ministerios del Espíritu Santo traen al creyente a la presencia única de Dios, nos unen con Cristo y Su cuerpo, crean dentro de nosotros una naturaleza nueva y aseguran nuestra posición en Cristo. Ninguno de estos es un equipo opcional para el cristiano. El ministerio del llenar del Espíritu, por otra parte, no es automático, es condicional. Llenarse del Espíritu tiene la intención de ser controlado por El. Cuando el creyente vive en obediencia humilde para con el Señor él es lleno, o se controla, por el poder del Espíritu Santo. Es la voluntad expresa de Dios que seamos llenos del Espíritu.
· Es la voluntad de Dios que seamos santificados – “pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación” (1 Tesalonicenses 4:3). El término “santificación” quiere decir “ser apartado” y, cuando se usa en un trasfondo cristiano, lleva la connotación de ser apartado para un propósito santo. En el contexto inmediato del texto Primera Tesalonicenses el Señor está llamando a la pureza moral. Es la voluntad expresa de Dios que Su pueblo viva moralmente vidas puras.
· Es la voluntad de Dios que seamos agradecidos – “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” (1 Tes. 5.18). El agradecimiento parece ser contrario a nuestra carne y así también no es una cualidad natural, pero Dios quiere que Sus hijos sean agradecidos. Es más instructivo esto en Efesios 5:20 Pablo menciona agradecimiento como resultado de la llenura del Espíritu Santo y Colosenses 3:16 habla de “cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” como producto de ser habitados por la palabra de Cristo. El agradecimiento no es ser humanamente confeccionado; es un subproducto del control del Espíritu y de la Palabra en nuestras vidas. Es la voluntad expresa de Dios que Su pueblo sea agradecido.
· Algunas veces es la voluntad de Dios que suframos – “Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal” (1 Pedro 3:17). No está siempre en el plan de Dios que suframos por Su causa pero cuando es así, debemos sufrir por nuestro testimonio piadoso, no por el comportamiento pecaminoso. Es algunas veces la voluntad expresa de Dios que suframos por El.
Estas son, claro es, las declaraciones generales que son ciertas para todos los cristianos de todos los tiempos – y no es una lista exhaustiva. A estos mandamientos de la “voluntad de Dios” podríamos agregar todos los requisitos revelados, las demandas y los mandatos encontrados en la Palabra que es aplicable para el creyente del Nuevo Testamento. En conclusión – encontramos la voluntad de Dios a través del estudio cuidadoso de la Palabra de Dios. Esto incluiría todo desde un marido amando a su esposa como Cristo amó la iglesia (Efesios 5:25) hasta cristianos no demandándose el uno al otro (1 Corintios 6:1-8) hasta la restauración de un creyente caído (Gálatas 6:1-2).
¿Encontrando la Voluntad de Dios?
Lo que descubrimos es que Dios no ha encubierto Su voluntad a nosotros necesitando de una fórmula secreta para desenredar Sus misterios. Su voluntad para nosotros es encontrada justo en las páginas de la Escritura lista para ser extraída hasta para el deleite de todos los hijos de Dios habitados por el Espíritu dispuestos a leer y aplicar la revelación Divina. La meta, como es expresada en el Nuevo Testamento, no es encontrar la voluntad de Dios sino hacer la voluntad de Dios. Puesto que Dios quiere que usted haga Su voluntad, asegúrese de que El no la haya escondido y luego enviarlo hacia alguna clase de caza de tesoro cósmico para encontrarlo. Él no nos desafía a que descubramos las pistas que conducirán a Su plan para nuestras vidas. Más bien, Su voluntad es claramente impresa en las páginas de la Escritura. Fue con este fin que Pablo le dijo a Timoteo procurara “con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15). Muchos tienen simplemente pocos deseos de hacer la obra “diligente” y necesaria para correctamente manejar la palabra de verdad y andan buscando atajos. El Señor no nos llama por atajos; en lugar de eso se requiere “la diligencia”.
¿Qué es que funciona el entendimiento de sola Scriptura de la voluntad de Dios y a la toma decisiones en la práctica? Tal vez la mejor forma para acercarse esto es usar un ejemplo real. Demos marcha atrás hacia mi decisión de enseñar en Brasil como he mencionado en un artículo anterior. Como usted recordará recibí instrucciones de ir a Brasil por 17 días para ministrar a pastores brasileños en un retiro, presentando una serie de seminarios prácticos enfocados a las tendencias contemporáneas mirando que hoy enfrenta la iglesia y a predicar en varias iglesias. Además, tenía oportunidad de observar los ministerios de tanto de brasileños y misioneros y ofrecer consejo.
Obviamente, éstas son todas cosas buenas – ciertamente parecería ser la voluntad de Señor ir allá. Pero contrarrestar lo positivo fue un número de negativas. Se requeriría centenares de horas para preparar los materiales necesitados para el viaje, en parte porque mis presentaciones PowerPoint y notas todas tendrían que ser traducidas al portugués – una tarea enorme que personalmente no podría hacer. Tendría que llevar a un ejército pequeño de ayudantes para lograr una tarea tan enorme. Por otra parte estoy en una posición única en que un número de personas en mi iglesia habla y escribe portugués (ciertamente inusual para una iglesia en los campos de maíz de Illinois). Los voluntarios se pusieron en fila para producir los materiales y hacer el trabajo de traducción – parecería que Dios se agradara del trabajo, pero hubo otros obstáculos.
En primer lugar, tenía que irme de mi iglesia dos semanas y media y perder tres domingos, algo que ni yo ni los ancianos de la iglesia encontraron deseable. ¿Y qué acerca de todos los demás proyectos en los que estoy involucrado como el escribir, aconsejar, prepararme enseñando materiales y cosas por el estilo? Mientras otros miembros de la administración y otros ancianos podrían llenar el púlpito y ministrar para las necesidades inmediatas de la gente mientras me ausentaba, ninguno de ellos podría manejar estos otros proyectos para mí. Me convencía de una carga de trabajo casi infranqueable – y volvería a casa exhausto. También habría una buena probabilidad de que adquiriría alguna clase de “insecto” exótico mientras estaba en Brasil, algo que a menudo consigo al viajar al extranjero (en esto resulté exitoso otra vez). Luego estaba la situación financiera. Éste era un viaje costoso y, al igual que con la mayoría de los ministerios de esta naturaleza, el gasto sería toda mío.
Entonces, mientras se que un ministerio en Brasil presentaba una oportunidad maravillosa a la vez ofrecía muchas dificultades – la decisión no estaba arreglada de antemano. Ciertamente habría sido agradable si el Señor audiblemente me dijese qué hacer. Excepto eso, pude haber utilizado algún presentimiento o corazonada fidedigna. Habría sido feliz con simplemente un poco de “paz de Dios” guiándome, pero como siempre estaba simultáneamente en paz y ansioso sobre cualquier decisión. El examen de las circunstancias y las “puertas abiertas” guiaba en ambas formas y, como mencioné antes, el consejo piadoso fue de poca ayuda. Así que ¿Qué debía hacer?
Al final, elegí hacer el viaje, ¿pero sobre qué base? Dios no me había hablado tampoco audiblemente o místicamente. La paz fue elusiva como lo fue el buen consejo. Las puertas estaban abiertas en todas las direcciones. Los obstáculos fueron igualmente evidentes a cada paso. Aun la Escritura no contenía versículos diciendo: “usted debe (ó, no debes) ir a Brasil”. ¿Cómo podía tomarse la decisión correcta – una que traería mas honra a Dios?
La Toma De Decisiones Bíblica
De hecho esa última pregunta es engañosa. Yo pregunté, “¿Cómo podía tomarse la decisión correcta – una que traería mas honra a Dios?” Eso presupone que sólo hay una decisión correcta que pudo haber sido hecha para traer honra a Dios. ¿Pero es cierto eso? El haber elegido yo quedarme en casa, asistir a mi congregación local, predicar y enseñar la Palabra en los Estados, enfocar la atención en mi ministerio extendido de escritura y pasar tiempo de calidad con mi familia, ¿no haría una decisión que glorificase a Dios? ¿Desobedecería al Señor y así estar viviendo en rebelión (sombras de Jonás) si había tomado esta ruta? Muchos dirían sí, pero creo que la Biblia dice no.
Busque un ejemplo en cómo fueron las decisiones hechas en el Nuevo Testamento:
· La donación financiera debía hacerse con base en la elección del corazón (2 Corintios 9:7).
· El viajar a otro país o pueblo (excepto en pocas ocasiones cuando Dios audiblemente entró) fue dejado al individuo (1 Corintios 16:5-7; Hechos 20:16).
· El consumo de comidas diversas fue determinado por la convicción del que comía (Romanos 14:2-4; 1 Corintios 8).
· La observancia, o el incumplimiento, de días santos especiales era una decisión personal – que no siempre era compartido con otras personas piadosas (Romanos 14:5-9).
· El matrimonio, después de que una obediencia correcta a los mandatos bíblicos y principios, fue dejado a los deseos del individuo (1 Corintios 7:39-40).
· Aquellos en el liderazgo de la iglesia deberían aspirar al cargo (1 Timoteo 3:1).
· Aquellos en los negocios, mientras dejándole lugar a la voluntad soberana de Dios por el contrario, eran libres de ejercer su actividad ya que la habían considerado oportuna (Santiago 4:13-17).
En ninguno de estos ejemplos, y muchos más que podríamos listar, pudimos encontrar al creyente buscando la voluntad específica de Dios. Nada de corazonadas e impulsos o experiencias de paz interior entran en juego. Estos individuos se ocuparon de sus asuntos obedeciendo la voluntad revelada de Dios, haciendo lo que estimaron ser lo más sabio y mejor para una situación dada, siempre conocedores y abiertos al hecho de que Dios podría cambiar sus planes. El cristiano del Nuevo Testamento no siempre operó desde una posición de certeza absoluta, ni parecieron tener necesidad de hacer eso. No fue raro para Pablo, por ejemplo, tomar un curso de acción porque a él le “…pareció bien” (1 Tesalonicenses 3:1 RVA), o porque “…creí necesario” (Filipenses 2:25 RVA), o “si conviene” (1 Corintios 16:4 RVA).
Éste fue el proceso de toma de decisiones típico en el Nuevo Testamento por personas piadosas. Al vivir en obediencia a la voluntad revelada de Dios, hicieron decisiones basadas en la mejor información que tuvieron al ver que podían honrar a Dios. Al final hicieron elecciones sabias, informadas según sus deseos, mientras vivieron de conformidad con la Palabra de Dios y siempre mantuvieron como su meta la gloria de su Señor. En ese momento no hay evidencia de que se atormentaron sobre la posibilidad de estar fuera de la voluntad de Dios. Estaban en la voluntad de Dios en virtud de sus vidas obedientes. Ellos, por consiguiente, tuvieron la libertad de hacer elecciones sabias y piadosas según la mejor información que tuvieron a su disposición. En cualquier situación dada un número de decisiones pudieron haber sido tomadas, las cuales todas igualmente honraban el Señor.
Conclusión:
Encerremos todo de esto en mi elección sobre el viaje para Brasil. Según mi leal saber y entender vivía en la voluntad de Dios en virtud del hecho de que me esforzaba por vivir en obediencia a la Escritura. La pasión de mi vida es traer gloria a nuestro Señor. Si me quedé en casa o me encaminé a Brasil no cambiaría tampoco estas cosas – me creí estar en la voluntad de Dios como es descrita en la Palabra. Así es que no me atormenté sobre mi estatus ante Dios. Cualquier decisión, creí, podía y debía traer honra a El Salvador. Pero saqué en conclusión que he gastado virtualmente mi vida entera en los Estados Unidos. América ha sido el foco de la mayor parte de mis esfuerzos en el ministerio – a pesar de de existen grandes necesidades en otros lugares – necesidades que el Señor me ha puesto para suplir. No pretendía que mi ministerio en Brasil sería muy impactante; aún supe que el Señor usa muchos instrumentos diferentes, tan débiles como personalmente podría ser, para cumplir con nuestros propósitos. Creí que tenía algo que contribuir para los cristianos en Brasil. Además, la iglesia que pastoreo es sana con un número de buenos líderes para manejar excelentemente el ministerio en el frente doméstico sin mí presencia por algunas semanas (de hecho mucho más tiempo que eso pero odio admitirlo). Las finanzas estaban en orden y mi carga de trabajo podría ser manejada si haría buen uso de mi tiempo al viajar.
Al fin decidí ir a Brasil porque quise ir y porque creí sería el mejor uso de mi tiempo para la gloria de Dios. Viendo atrás todavía creo fue la mejor opción. Sin embargo, si hubiese escogido rechazar el viaje, pude haber hecho eso para la gloria de Dios igualmente. Cualquier elección era buena. Cualquier elección le agradaba a Dios (2 Corintios 5:9). Ninguna elección me colocaría fuera de Su voluntad.
Al intentar tomar las decisiones que honren a Dios debemos libremente examinar las circunstancias, los sentimientos, la lógica, etcétera, pero nunca podemos concluir que de cosas el Señor definitivamente nos guía en una forma particular. El cuadro bíblico es del pueblo de Dios tomando decisiones sabias basadas en los principios y mandatos evidentes de las Escrituras. Al mismo tiempo siempre estuvieron dispuestos a inclinarse ante la voluntad de un Dios soberana que en cualquier momento podía cambiar su dirección. Tales cristianos no se preocuparon de perderse de la voluntad de Dios porque vivían en la voluntad revelada de Dios y confiaban en el Señor para tomar la iniciativa para asegurarse de que ellos estaban donde El quería que ellos estuvieran. En el Nuevo Testamento no se nos da instrucciones de buscar la voluntad de Dios sino de tomar decisiones sensatas basadas en los principios y mandatos bíblicos. La comprensión de estos principios le da al hijo de Dios la libertad maravillosa y la gran confianza en su búsqueda de vidas que agraden a su Señor.
Traducción: Armando valdez
La Voluntad de Dios, Perdida o Encontrada – Parte 5
La Voluntad de Dios, Perdida o Encontrada – Parte 5
Gary E. Gilley
Recibí recientemente el catálogo de otoño para 2005 de Quaker Books. El promo encontrado en el catálogo para el libro Creeds and Quakers (Credos y los Cuáqueros) se lee como sigue:
La autoridad espiritual Cuáquera no recae sobre sistemas de creencia – en credos – sino sobre la comunicación directa entre Amigos individuales y el Espíritu Divino. Todos las demás formas de autoridad, “sean palabras escritas [incluyendo la Escritura, supongo] casa-pináculo o una jerarquía clerical,” no pueden reemplazar esta comunión directa.
Ésta es la teología Cuáquera histórica en la cual la “luz interna” emanando del Espíritu Divino conlleva una autoridad final, aun sobre la Escritura. Mientras apasionadamente negado por la mayoría, creo que sobre una base objetiva gran parte del evangelicalismo no está sólo esta siendo dirigido hacia la misma dirección, sino que ya está allí ahora. Pocos si acaso evangélicos, o aun carismáticos respecto a esto, serían tan obvios como los Amigos (Cuáqueros). Casi todos colocarían la autoridad final en la Escritura al llenar sus declaraciones doctrinales, pero cuando la goma cubre el camino, la autoridad final para muchos, al igual que con los Cuáqueros, no descansa sobre el registro de la Palabra de Dios, sino sobre voces internas y corazonadas subjetivas. Esto está bien ilustrado en los escritos de Henry Blackaby que ha hecho mucho para promover la vida subjetiva y mística del cristiano (no clásica) que cualquier otro líder no-carismático moderno. En un libro co-escrito con su hijo Richard, él escribe: “Cada vez que Dios habla, su Palabra se convierte en una estrella norte para su vida. No cambia. Es segura. Al cumular usted un registro de Dios hablándole por años, usted tendrá un cuadro claro de dónde Dios lo está guiando. Esto le dará una seguridad poderosa al continuar Dios guiándole en el futuro”.1 Esta es una declaración atemorizante cuando usted se percata de que los Blackaby no hablan de las Escrituras sino de una supuesta comunicación privada, no-verbal de Dios que se le da estatus similar a las Escrituras. Note la capitalización de “Palabra” en referencia a estos mensajes extrabíblicos de Dios. También note que estos mensajes toman características de la Escritura al convertirse en palabra de Dios que nos guía, nos da seguridad del futuro, y es aun puesta por escrita para una posterior referencia.2
Los Blackaby está siendo coherentes en reconocer hacia donde su punto de vista los guía. En realidad, han adoptado y han popularizado una teología que permite adiciones a la Palabra de Dios. Si uno toma la posición de Blackaby, esto tiene sentido perfecto y es, de hecho, inevitable. Si Dios habla específicamente a cada uno de nosotros, dando instrucciones en cada asunto importante, tenemos que preguntarnos ¿qué papel juega la Escritura? Para algunos, la Biblia se vuelve un libro muerto de historias antiguas y de la teología formal. Una vez que dominan con maestría esas cosas, están listos para seguir adelante hacia la palabra de Dios “fresca” recibida hoy a través de voces internas directas dentro de sus almas. Bajo este panorama, la Escritura se vuelve secundaria a lo mucho y muy probablemente innecesaria (excepto por la doctrina básica). Pronto caemos en la cuenta para descubrir que hemos aceptado la perspectiva del Cuáquero de la revelación y la autoridad.
Algunos preguntarán, “¿No es cierto que la mayor parte de los hijos de Dios en la Escritura escucharon de Dios directamente? ¿Fue esta la norma en la Biblia, no deberíamos esperar lo mismo hoy?” ¿Dios no se ha vuelto mudo?
Primero, el hecho de que algo haya sucedido en la Biblia no necesariamente quiere decir que se vuelva normativo para todos los tiempos. Dios a menudo hizo cosas específicas para personas específicas en tiempos específicos que no se repetirán, aun en la Escritura. Sólo con una persona (Moisés) habló “cara a cara” como si hablar a un amigo (Éxodo 33:11: Deuteronomio 34:10). Sólo en las manos de Moisés, Elías y Eliseo hizo Dios realizar grandes milagros en el Antiguo Testamento; sólo en una ocasión entregó Dios Sus Leyes; y así sucesivamente.
En lo que se refiere al asunto de que Dios habla a casi todo el mundo en las Escrituras, eso simplemente no es cierto. El creyente común en cualquier Testamento nunca oyó una palabra personal de Dios, y aun la mayor parte de los personajes clave nunca oyeron la voz de Dios personalmente. Cuando Dios habló en la Escritura casi siempre trató con el concepto general de lo que Dios estaba desempeñando en Su programa de redención o la vida de Su pueblo en general. Usted buscará en vano al tratar de encontrar a Dios hablando a personas qué trabajo hacer, cuántos burros ha de comprar, o qué tierra a comprar – exceptúe en lo que estuviese relacionado con el asunto principal de los tratos de Dios con Su pueblo.
La afirmación es hecha por algunos de que los creyentes durante los tiempos bíblicos oyeron la voz de Dios de forma regular. La implicación es que Dios personalmente habló y dirigió a casi a todo el mundo que vivió durante los días en que la Escritura fue escrita – y lo hizo todo el tiempo. Y, si eso es cierto, ¿por qué no deberíamos nosotros esperar lo mismo hoy? En respuesta necesitamos tomar un panorama objetivo de la Escritura para ver si esta aseveración puede ser confirmada. En esta visión general descartaremos el escuchar la Palabra de Dios a través de los profetas – los portavoces señalados de Dios antes del cierre de la Escritura. Andamos buscando aquellos que personalmente oyeron la voz de Dios (o de ángeles enviados por El) ya sea audiblemente o en palabras internas directas de impulsos o corazonadas.
La primera cosa que encontramos es literalmente miles de personalidades menos conocidas de las cuales no sabemos nada de este aspecto de sus vidas. Ni Matusalén, ni Jabez, ni Josué el sacerdote, ni demás innumerables, escucharon la voz de Dios para nuestro conocimiento. Mientras éste es un argumento en silencio (para aquellos en ambos lados del debate) deberíamos esperar que el registro bíblico nos transmita fielmente la vida normal del creyente de entonces. Si la norma fuese para que la persona común escuchara a Dios hablar regularmente y personalmente esperaríamos a un testimonio de esto en la Escritura. Pero tal registro no es encontrado. Así es que debemos regresar de nuestra búsqueda de personajes principales en tiempos bíblicos.
Abajo vemos una cierta cantidad de personajes importantes encontrados en el Antiguo Testamento que nunca escucharon directamente de Dios según lo que sabemos:
Caleb, Ester, Mordecai, Rut, Joab, Ezequías, Josías, Josafat, Jonatán, la mayoría de los jueces, Esdrás, Nehemías, Sadrac, Mesac y Abed-Nego (aunque pudieron haber sido confortados por el Hijo de Dios en medio del fuego). Además todas las categorías de líderes clave nunca escucharon de Dios personalmente, incluyendo a ninguno de los hijos de Jacob excepto José, ninguno de los reyes de Judá después de Salomón, ninguno de los jueces excepto por Gedeón, ninguno de los exiliados restituidores y ninguno de los grandes hombres o líderes militares de David. Éste es simplemente un ejemplo; muchos más podrían ser citados.
Por supuesto hubo varios individuos usualmente importantes, que si escucharon de Dios directamente, o de una representación angélica. Además de los profetas que podríamos listar:
· Noé y sus hijos (Génesis 6:13; 7:1; 8:15; 9:1,8,18)
· Job (Job 38-42)
· Abrahám (16 Veces)
· Abimelec (1 vez) (Génesis 20:3)
· Isaac (2 Veces) (Génesis 26:2, 24)
· Rebeca (1 vez) (Génesis 25:23)
· Jacob (8 Veces) (Génesis 28:12,13; 31:11,13,14; 32:1, 24-32; 35:1; 35:10; 46:2-4)
· Agar (1 vez) (Génesis 16:13)
· Sara (1 vez) (Génesis 18:10-15) (Ella oyó a Dios hablando con Abraham)
· El Faraón (1 vez) (Génesis 41:25)
· Labán (1 vez) (Génesis 31:24)
· Moisés (en menos 85 veces)
· Aarón (Éxodo 4:27; 6:13; 12:1; Levítico 10:8; 11:1; 13:1; 15:1; Números 2:1; 4:1,17; 12:4; 18:1; 19:1; 20:12)
· Miriam (1 vez) (Números 12:4)
· Josué (Deuteronomio 31:23; Josué 1:2-9; 3:7; 4:1, 15; 5:2,9,15; 6:2; 7:10-15; 8:1, 18; 11:6; 20:1)
· Gedeón (Jueces 6:14-36; 7:2-9)
· Manoa y su esposa (1 vez) (Jueces 13)
· Samuel (1 vez antes del comienzo de su ministerio profético) (1 Samuel 3:10-14)
· David (1 Samuel 23:2, 10-12; 30:8; 2 Samuel 21; 5:19-25; 21:1)
· Salomón (3 Veces) (1 Reyes 3:5-14; 9:2-9; 11:11-13)
· Simeón (Lucas 2:25)
· María (Lucas 1:30)
· José (Mateo 1:20; 2:13)
· Zacarías (Lucas 1:13)
· Los Magos (Mateo 2:12)
· Los Pastores (Lucas 2:10)
· Las mujeres en la Tumba (Marcos 16:6)
Más allá de estos pocos individuos, encontrar a un individuo no-profético en la Escritura que escuchó directamente de Dios se convierte en una tarea difícil. Algunas observaciones adicionales deberían ser hechas. Primero, con algunas excepciones, aquellos citados arriba jugaron papeles sumamente importantes en el desarrollo del programa de Dios. En segundo lugar, cuando Dios habló, El lo hizo en una voz audible o, en ocasiones, a través de una visión o un sueño. No hay registro en el cual el Señor habló a través de una voz interna e inaudible en alguna parte del corazón o la mente del individuo. En segundo lugar, estas revelaciones de Dios son inevitablemente de significado profundo, no sólo para el individuo, sino a menudo a muchos más igualmente.
La argumentación de que Dios habló a casi todo el mundo todo el tiempo, guiando y dirigiendo, simplemente no pasa la prueba de un estudio cuidadoso de las Escrituras. Aun con aquellos a quienes Dios habló, sólo con Noé, Abraham, Moisés, Jacob, Aarón, Josué, David y Salomón Dios habló más de dos veces en todas sus vidas. Adicionalmente, la noción de que la revelación de Dios a menudo vino en una “pequeña voz interna” no es garantizada. Aun en una sola ocasión en la cual Dios habló en una “pequeña voz” a Elías es a menudo malentendida. En 1 Reyes 19:12-13 nos encontramos con que Elías escuchó un “silvo apacible y delicado” del viento. Fuera de esa brisa suave vino la “voz” de Dios. El texto realmente no dice que fuese una “pequeña voz”. No dice absolutamente nada acerca de la intensidad del sonido de la voz. Pero aun si fuese una voz tranquila, fue todavía una voz audible. ¿Cuántos cristianos, en base a este mal entendimiento de este pasaje, han afirmado que también han escuchado la voz de Dios? Mantienen haber escuchado una voz interna, poco audible – algo así como Elías. Pero Elías no oyó nada de eso. Fue la voz de Dios – clara y bien definida.
Pero ¿qué acerca del Nuevo Testamento y especialmente el libro de Hechos? ¿No es evidencia abrumadora la guía directa de Dios en las vidas de los santos de la época de iglesia? Realmente, no. Un estudio detallado de las Escrituras del Nuevo Testamento no revela lo que muchos afirman.
Virtualmente todos los relatos del Nuevo Testamento de Dios hablando y dando instrucción directa son encontrados en el libro de Hechos. Esto en sí es significativo, pero lo reservaré hasta después. Si le damos nuestra atención al libro de Hechos encontramos trece ocasiones bien definidas en las cuales Dios habló directamente a individuos (dos de estos a través de ángeles): 8:26-29; 9:4, 10; 10:3, 11-16; 12:7-8; 13:2-4; 16:6,9-10; 18:9; 21:4, 11; 22:17-21; 23:11. El Señor usó métodos variados para comunicarse en estas ocasiones incluyendo visiones, ángeles, profecía, y palabras directas de Jesús o del Espíritu Santo. De estas trece revelaciones, ocho de ellas fueron a dos apóstoles (Pablo y Pedro). Las otras tres se esparcieron entre Felipe, Ananias, Agabo, Cornelio y la iglesia en Antioquía.
Un número de cosas sobresale acerca de estas palabras especiales del Señor. Primero, Dios toma la iniciativa en cada una. Los recipientes no buscaban revelaciones del Señor, y en dos ocasiones (Saulo y Cornelio) incrédulos al final estaban recibieron el mensaje. Segundo, debería ser notable que ninguno de estos individuos necesitara aprender un método para escuchar a Dios y, en cada caso, los oyentes no habían tenido duda de que fue el Señor quien hablaba. Esto es especialmente interesante en el caso del incrédulo Saulo que inmediatamente trata a Jesús como “Lord”. También, en cada caso que podemos percibir, el mensaje fue dado en una voz audible. No hay terminología como “sentí al Señor guiándome” o “tuve paz acerca de lo que debía hacer”. Lo que Dios tuvo que decir fue claro y más allá de mal entenderlo o de mal interpretarlo.
Usando simplemente el libro de Hechos, inmediatamente deberíamos reconocer un contraste fuerte entre lo que tenía lugar allí y lo que está siendo afirmado hoy. En Hechos no encontramos a cada creyente escuchando del Señor todo el tiempo acerca de todo. Realmente, encontramos a seis personas y una congregación que escuchó de un miembro de la Trinidad o un ángel (dos mientras aun eran no salvos), y las cosas que oyeron fueron de gran significado espiritual en el plan de Dios. En Hechos, nadie tuvo que aprender a escuchar la voz de Dios ni alguien fue guiado por medio de corazonadas o impulsos. La voz de Dios fue inconfundible y Su mensaje fue más claro que el agua. En Hechos nadie es alentado o adiestrado a buscar la voz de Dios; más bien solo se ocupaban de sus asuntos cuando Dios intervino.
Hechos es un libro de sucesos. Nos dice lo que hizo Dios; no siempre explica por qué hizo Dios lo que hizo ni lo hace ser necesariamente una norma para nosotros hoy. Este hecho se pone aun más interesante cuando dejamos Hechos y comenzamos a estudiar las epístolas. Las epístolas, a diferencia de Hechos, no se especializan en relatos históricos, pero en lugar de eso enfocan la atención en instruir al creyente con respecto a cómo vivir en la era del Nuevo Testamento. El silencio con respecto a acontecimientos milagrosos y de escuchar la voz de Dios es casi ensordecedor en las epístolas. Nadie es designado, adiestrado o impulsado a buscar la voz de Dios. En lugar de eso, ellos (y nosotros) reciben instrucciones de poner atención a la Escritura (cp. 2 Timoteo 3:15-4:4). La doctrina, la verdad y la instrucción, como es encontrada en el Antiguo Testamento y la enseñanza de los apóstoles, son el pan de cada día de las epístolas. Me parece que si el Señor tuvo algo mejor que ofrecer (ó más) más allá de las Escrituras, él habría tenido por regla decirlo en las epístolas. En lugar de eso, él inspiró a Pablo a escribir, “predica la Palabra”.
Fowler White representa mi sentir:
La Biblia no nos da razón para pretender que Dios hablará a Sus hijos hoy aparte de las Escrituras. Aquellos que enseñan de otra manera necesitan explicar a los hijos de Dios cómo pueden ser estas palabras “frescamente habladas del cielo” tan necesarias y estratégicas para los propósitos más elevados de Dios para sus vidas cuando su Padre no hace nada para asegurar de que alguna vez realmente escucharán esas palabras. Ciertamente, deben explicar por qué esto no es apagar el Espíritu. Además, la promesa de tal guía inevitablemente distrae la atención de las Escrituras, en particular sobre las preocupaciones prácticas y apremiantes de la vida. En la Biblia la iglesia oye la voz real de Dios; en las Escrituras, sabemos que El nos dice Sus mismas palabras. Los defensores de palabras “frescamente habladas del cielo” deberían tener cuidado: De distraer la atención de las Escrituras, ellos apagan al Espíritu que habla en ellas.3
Creo que nuestro mandato hoy es éste: En vez de buscar comunicación extrabíblica de Dios, necesitamos diligentemente aprender a manejar la Palabra de Verdad – para que podamos ser aprobados por “Dios como obreros que tienen de que avergonzarse” (2 Timoteo 2:15). Me gusta la forma en que el Puritano inglés, Thomas Watson, lo dijo: “aquellos que dejan a la luz de la Palabra y siguen la luz dentro de ellas, como algunos dicen, prefiere lo brillante de la luciérnaga antes del astro rey”.4
[1] Henry and Richard Blackaby, Hearing God’s Voice (Broadman & Holman: Nashville, 2002), p. 230.
[2] Ibid., pp. 227, 229, 230, 241.
[3] Fowler White, “Does God Speak Today Apart from the Bible?”, in The Coming Evangelical Crisis, ed. John H. Armstrong (Chicago: Moody Press, 1996), p. 87.
[4] Don Kistler, ed., The Puritan Pulpit: Thomas Watson (Soli Deo Gloria Publications, 2004), p. 141.
La Voluntad de Dios, Perdida o Encontrada – Parte 4
La Voluntad de Dios, Perdida o Encontrada – Parte 4
Gary E. Gilley
Los anteriores artículos explicaron que la comprensión subjetiva, mística de la dirección del Señor a través de revelaciones internas, en lugar de la Escritura, no están bíblicamente fundamentados. Este artículo se ocupa de algunas de las preguntas que a menudo surgen sobre el tema.
P. Muchos en el movimiento carismático creen que Dios habla hoy a través de profecías y palabras de conocimiento. Insisten en que tal revelación no está en contradicción con la Palabra escrita y que no debería recibir un estatus igual o adición a la Sagrada Escritura. ¿Cómo difiere esta perspectiva carismática de revelación de la perspectiva no-carismática de que Dios habla y da dirección a través las corazonadas y voces internas?
R. No mucho si acaso. En esencia, una teología carismática de revelación ha sido adoptada casi completamente por la mayoría de la comunidad evangélica. Lo que hace falta por ambos grupos es que la revelación de Dios, no importa qué formato o escenario, es aun la revelación de Dios. No es posible para Dios dar revelación que no sea autoritativa y que demande obediencia. Toda revelación de Dios conlleva la autoridad de la Escritura. Ahora, es verdad que Dios no ha elegido intercalar toda Su revelación encima de las páginas de la Biblia. Es posible, por ejemplo, durante los tiempos bíblicos que el Señor le habló a Sus siervos pero no eligió incluir esa conversación en las Escrituras. No obstante, cualquier cosa que él dijo en esos momentos llevó la autoridad y todo el peso de la Palabra escrita. Hoy muchos afirman escuchar de Dios, pero lo que escuchan no tiene el estatus y el significado de Escritura. Esto es lógicamente imposible. Ya sea que Dios ha hablado o no lo haya hecho. Si El ha hablado, ese mensaje es tan autoritativo como la Escritura. Estoy de acuerdo con John MacArthur que escribió: “Dios reservó la revelación divina para tiempos especiales, la cual fue incluida en la Palabra escrita, y desde ese tiempo la revelación ha cesado”.1
P. Creo que Dios da revelación extrabíblica hoy. Mi único problema es cómo discernir la voz de Dios de la mía u de otra fuente. ¿Cómo puedo hacer eso?
R. El libro Hearing God’s Voice (Esuchando la Voz de Dios) de Henry y Richard Blackaby, fue escrito mayormente para ocuparse de esta pregunta, pero aun estos expertos en la materia fallaron pobremente en una solución. Ellos sugieren que, para escuchar la voz de Dios, se requiere de fe,2 así como la convicción de que Dios habla aparte de la Escritura.3 Podemos esperar de cristianos nuevos,4 que le escriben, y aquellos que no están en el hábito de escuchar de Dios, estar un poco desorientados por algún rato,5 pero esperanzadamente todo eso cambiará y gradualmente vendremos a reconocer cuándo habla Dios nos habla.6 Y “mientras más cercano usted este de Dios, más fácilmente usted reconocerá Su voz”.7
Nada de esto es de ayuda. El problema es que toda esta conversación está fuera de lugar con lo que encontramos en la Escritura. Primero, virtualmente cada vez que Dios habló en la historia bíblica el recipiente no tuvo ninguna duda de que él escuchaba la voz de Dios – no importando cual haya sido su condición espiritual o nivel de fe. Con excepción del niño Samuel, virtualmente todo el mundo, incluyendo a los incrédulos (e.g. Faraón, Balaam y Saúl), inmediatamente supieron que Dios hablaba. Adicionalmente, ninguna fórmula o ninguna instrucción son encontradas en la Palabra para enseñarnos a cómo percibir la voz de Dios. Aprender a escuchar la voz de Dios simplemente no es enseñado como una habilidad que debamos desarrollar. El no-carismático y no-cesacionista moderno (aquellos que creen que la revelación aun se sigue dando hoy, principalmente a través de formas inaudibles directas) ha creado una categoría de revelación no encontrada en la Escritura. Ellos ahora deben tratar de defender su perspectiva a través de la experiencia porque ninguna defensa bíblica es posible.
Debe reconocerse que casi todo el mundo es un cesacionista de algún tipo. Nadie dice: “todo es válido”. Pero si no establecemos la línea limítrofe en la Escritura no existen criterios por los cuales decidir dónde trazar la línea. Si Dios hubiera pretendido una revelación más allá de las páginas del Nuevo Testamento El nos hubiese provisto una manera por la cual percibir Su voz. Si Dios hubiera determinado cambiar Su modo de revelación de comunicación verbal a sentimientos internos y voces, habríamos esperado alguna notificación de este cambio. Nosotros también habríamos esperado algunas instrucciones por las cuales pudiésemos descifrar Su mensaje. Él no hizo nada de esto. Por consiguiente debemos concluir que Dios no eligió lanzar una forma única de comunicación después del cierre del canon de la Escritura. Los problemas que encontramos hoy con respecto a la dirección de Dios se remontan a este asunto fundamental.
P. Se nos ha dicho que Dios habla hoy, ya sea a través de voces internas directas o de palabras de profecía, pero que estos mensajes pueden ser parcialmente de Dios y parcialmente de nuestros pensamientos. ¿De qué el valor son estos tipos de comunicaciones cuando no podemos estar seguros qué parte de ellos son realmente las Palabras de Dios?
R. Tales supuestos mensajes de Dios no son de ningún valor en absoluto y pueden ser un verdadero peligro. Si no sabemos qué porción o parte de un pensamiento, sueño o profecía es de Dios o de alguna otra fuente, ¿cómo debemos nosotros percibir lo que Dios está tratando de decir? Si creemos que Dios nos dice a nosotros que nos casemos con Suzy, mudarnos para Virginia, comprar un edificio comercial ó iniciar un negocio nuevo, pero también sabemos que al menos la mitad de ese mensaje podría ser buenos deseos de nosotros, ¿cómo saber que parte de ellos obedecer (recuerde: ¿Cuándo Dios manda debemos obedecer)? Una vez más, un problema verdadero en este punto es que nada en la Escritura contesta esta pregunta. Cuando Dios habló en el registro bíblico fue un mensaje completo y comprensible. Nadie cuestionó qué tanto de lo que precisamente oyeron fue su imaginación y que tanto fue de Dios. Ni hay alguna fórmula dada para discernir la diferencia. Los No-cesacionistas han entrado en un tierra de sombras de la cual no hay ayuda bíblicamente. Son abandonados a su suerte.
P. Primera de Corintios 14:29 menciona profetas del Nuevo Testamento que hablan y luego tienen a otros en el cuerpo de la iglesia que interprete lo que tenían que decir. ¿Qué quiere decir esto?
R. Primero debe darse por entendido que la profecía de palabra tenga un significado dual. Puede querer decir predicción, como cuando las profecías revelaron algún acontecimiento futuro, o predicación, como cuando un mensaje de Dios con respecto al vivir para El es comunicado. Este pasaje parece referirse con predicación, lo cuál por sí mismo viene en dos variedades. Por un lado, allí está la predicación o proclamación de las Escrituras, tal como se hace hoy. Hubo también predicación divinamente inspirada en la cual Dios dio un mensaje de verdad a través de ciertos individuos. Esta mayoría este pasaje probablemente establece referencias para ambos tipos de predicación. Debería ser recordado que la iglesia es edificada sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas (Efesios 2:20), pues fueron estos dos tipos de personas dotadas que nos dieron la Palabra de Dios inspirada. Hebreos 1:1,2 se lee: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas es estos postreros días nos ha hablado por el Hijo…” Luego en el capítulo dos, los versículos tres y cuatro, el autor de Hebreos continúan éste pensamiento escribiendo: “¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, m nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad”. Lo que es interesante es que este pasaje habla de aquellos que comunicaron la Palabra de Dios en el Nuevo Testamento como un grupo de personas selectas que escucharon estas palabras del Señor y fue autentificado por señales milagrosas. En 2 Pedro 3:2 recibimos instrucciones: “para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles”. Pedro señala a los profetas del Antiguo Testamento que nos dieron el cuerpo inspirado del Antiguo Testamento y a los apóstoles que nos dieron el texto inspirado del Nuevo Testamento. Cada indicación es que la revelación del Nuevo Testamento fue proporcionada a través de los apóstoles y algunos otros cercanamente relacionados con ellos (Marcos, Lucas, Santiago, Judas y posiblemente el escritor de Hebreos). Juan advierte en la misma conclusión del Nuevo Testamento que no debemos agregar a las profecías del libro de Apocalipsis (22:18, 19). Puesto que Apocalipsis es el último libro en el canon es difícil de imaginar cómo cualquier profecía adicional hoy no violara esta advertencia.
Cuando Pablo da la exhortación encontrada en 1 Corintios 14:29 él pudo estarse refiriendo a tanto a los que están predicando las Escrituras ya reveladas y a aquellos que afirmaban una palabra inspirada del Señor. Debería ser recordado en ese punto el canon del Nuevo Testamento aun no se cerraba y que Dios aún estaba dando Su Palabra inspirada y autoritativa. Uno de los problemas que los primeros creyentes de siglo tuvieron que afrontar fue el asunto de los falsos profetas y apóstoles que afirmaban una autoridad divina. Por esta razón Pablo habló de falsos apóstoles (2 Corintios 11:13) y señales apóstol verdaderos (2 Corintios 12:12). En Corinto hubo aquellos que se presumían como portavoces divinos para Dios, aun apóstoles. ¿Cómo debían los cristianos probar estas afirmaciones? Pablo dijo que “juzgaran” en lo que estos hombres afirmaban haber recibido de Dios. ¿Cómo debían ellos hacer eso? Primero, determinando si estos individuos si tenían las señales de un apóstol verdadero. Luego, debían discernir su mensaje para ver si era sano. ¿Cómo debían de ocuparse de hacer esto? ¿Debían ellos ir en busca de algún sentimiento subjetivo de afirmación del Espíritu Santo? Nada indica que ese fuera el caso. Más bien, como siempre: “…escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.” (Hechos 17:11). En otras palabras, aun cuando la revelación estaba todavía siendo dada, lo que las personas afirmaban haber escuchado de parte de Dios tenían que pasar por alto el escrutinio de la Escritura. Ahora que “la fe que ha sido una vez dada a los santos.” (Judas 3) y la profecía inspirada ha sido declarada completa (Apocalipsis 22:18-19), ya no hay una necesidad de una revelación más para el pueblo de Dios.
P. A menudo me siento motivado a testificar o a darle una cantidad de dinero específica a alguien. Si Dios no me dijera que haga estas cosas entonces ¿de dónde se originan estos impulsos?
R. impulsos son impulsos. Sin duda alguna nos damos cuenta de que los incrédulos tienen impulsos también; ¿De dónde vienen? Intentar determinar que la fuente de los impulsos no tiene sentido, pero la mayoría de los impulsos simplemente provienen de nuestros pensamientos. Vemos a una persona que necesita Cristo; sabemos el poder y la gloria del evangelio; deseamos contarles a otros acerca de la verdad. ¿Qué tan extraño sería sentir un deseo de contarle a las personas sobre el Señor? El hecho de que seamos motivados a compartir el evangelio o cualquier otra cosa no quiere decir hemos recibido comunicación extrabíblica de Dios.
P. ¿Cuál es el punto de orar si el Señor no va a hablarnos durante nuestro tiempo de oración? ¿Por qué preocuparnos?
R. Hasta hace poco la mayoría de los cristianos reconocían la oración como nuestra comunicación para con Dios y las Escrituras como la comunicación de Dios para con nosotros. Pero debido a la influencia de Henry Blackaby y muchos otros, cada vez más los creyentes esperan que Dios les hable durante su tiempo de oración. Blackaby escribe: “En las Escrituras, la oración se replantea a menudo como una conversación de dos vías en donde las personas oyen a Dios responder a sus oraciones… La clave para que Dios nos transforme no es encontrada en lo que decimos cuando oramos sino cuándo escuchamos. Al hablarnos Dios, no podemos permanecer sin cambio”.8 El apoyo bíblico para este tipo de comprensión de la oración es pobre. El texto más ampliamente usado del Nuevo Testamento en su defensa es Romanos 8:26-27 acerca del cual Blackaby dice: “[la voluntad del Espíritu Santo] revela los pensamientos del Padre y ayuda a los creyentes de para saber cómo orar”.9 Pero una lectura cuidadosa de estos versículos en contexto no da la interpretación de Blackaby. No se nos promete que el Espíritu Santo nos revelará a nosotros la mente de Dios cuando vayamos a la oración. Más bien, la promesa es que el Espíritu Santo intercederá con el Padre en nuestro beneficio a fin de que nuestras oraciones sean presentadas al Padre de tal manera que estén en conformidad con la voluntad de Dios. Esto es necesario porque a menudo “no sabemos orar como deberíamos» y el Espíritu debe conformar nuestras oraciones a la voluntad de Dios.
Sería más útil en este asunto estudiar las oraciones del Nuevo Testamento (e.g. Efesios 1:15-23, 3:14-21; Colosenses 1:9-14; Filipenses 1:9-11). En estas oraciones no hay mención de orar unas cuantas palabras y luego sentarse a escuchar la voz de Dios. Las oraciones del Nuevo Testamento son la comunicación del corazón y la mente del creyente hacia el Señor. No es una comunicación de dos vías. Este concepto es completamente extraño en el Nuevo Testamento. No estoy negando que en la Bible Dios en ocasiones, habló a individuos cuando oraban. Pero éste no es el patrón normal dado y, hacerle la norma es distorsionar el propósito expresado de la oración, la cual es para que nosotros hablemos a Dios.
P. A menudo escucho acerca de alguien entrando en o estando en la presencia del Señor. ¿Qué quiere decir eso y cómo puedo saber cuándo estoy en la presencia de Dios?
R. El Nuevo Testamento enseña que los cristianos tienen la morada de Espíritu Santo (1 Corintios 6:19) y por consiguiente están todo el tiempo en la presencia del Señor. No hay nada que podamos hacer para estar más en la presencia de Dios de la que estamos justo ahora. Cuando un líder de adoración invita a la audiencia a entrar en la presencia del Señor o alguien le pide al Señor venir a Su presencia, está errando. En Hebreos 4:16, sobre la base en la obra terminada de Cristo, el hijo de Dios es invitado a acercarse al trono de la gracia. Es decir, nosotros ahora tenemos acceso directo a Dios y nosotros somos alentados a tomar ventaja de ese acceso en oración. Esto no quiere decir que estemos más cercanos a la presencia de Dios durante la oración; quiere decir que debido a que Cristo es nuestro Sumo Sacerdote tenemos el privilegio de la presencia de Dios todo el tiempo y nosotros seguramente podemos acercarnos a El en la oración.
Aquellos que hablan de haber experimentado la presencia de Dios usualmente se refieren a un sentimiento subjetivo que tienen en el cuál ellos creen que han encontrado a Dios en alguna forma única. Algunas preguntas muy importantes deberían ser dirigidas a tales experiencias. Primero, ¿como qué siente la presencia de Dios? Mientras que alguien podría decir que sintieron paz o santidad o se abrumaron, nada en el Nuevo Testamento nos dice como se puede sentir a Dios. Aquellos que encontraron a Dios en una manera especial en las Escrituras no describen sentimientos de Dios sino reuniones tangibles directas con El. Tales experiencias con Dios fueron raras aun en tiempos bíblicos, aun involucrando a los personajes más importantes en la Escritura. El pueblo de Dios no vivió para estos encuentros ni los esperaron. ¿Quiere decir esto que vivieron vidas vacías, huecas, emotivamente deprimidas? De ningún modo. Soy recordado de los hombres en camino a Emmaus que no reconocieron que habían estado hablando con Jesús hasta después de que Jesús desapareció. Inmediatamente se volvieron el uno al otro y dijeron: “¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?” (Lucas 24:32). Tales experiencias, en el cual nuestro corazón “ardía…en nosotros” cuando es expuesto a la verdad absoluta, deberían ser comunes en la vida del creyente. Esto no quiere decir que hayamos entrado en la presencia de Dios (estamos ya en la presencia de Dios) pero que nuestros corazones han estado tocados por Su verdad. Estos momentos deberían generar pasión verdadera para con Dios, no porque la presencia de Dios está más cercana a nosotros, sino porque nuestros corazones han sido atraídos más de cerca de El en amor.
P. Si la evidencia de la presencia del Espíritu Santo no es una experiencia emocional en particular entonces ¿cuál es la evidencia del Espíritu Santo en mi vida?
R. Bíblicamente, la evidencia del Espíritu Santo en nuestras vidas no son sentimientos sino una transformación espiritual. Dos pasajes importantes, ambos a menudo usados fuera de contexto, nos ayudan aquí. Romanos 8:14-16 habla del Espíritu Santo conduciendo en nuestras vidas, pero la conducción aquí es hacia la santificación. Es a través del poder del Espíritu que ganamos la victoria sobre las acciones del cuerpo (vv. 12-13). En Gálatas 5:16-25 reconocemos la presencia del Espíritu Santo por el fruto espiritual que El produce en nuestras vidas. La semejanza a Cristo es la marca del Espíritu Santo, no un tipo particular de encuentro emocional.
P. ¿Esta usted diciendo que Dios no tiene una voluntad o plan para mi vida? ¿No sería tal punto de vista un deísmo práctico en el cual Dios nos creó, puso en movimiento ciertas cosas, dictó algunos preceptos morales y luego se aleja y no dejó a nuestra suerte?
R. De nuevo, debemos distinguir entre la voluntad soberana de Dios, La revelada (voluntad moral) y Su voluntad individual. Dios soberanamente predomina sobre todas las cosas. En Su providencia y su omnisciencia el Señor tiene todas las cosas planificadas a detalle según Su propósito y para Su gloria – y eso incluye Su voluntad para nuestras vidas. La voluntad soberana de Dios son las cosas secretas que le pertenecen, según Deuteronomio 29:29a, y no pueden ser conocidas por nosotros hasta que son reveladas con el tiempo. La voluntad revelada o moral de Dios es Su voluntad común para todas las personas como se registra en la Escritura. Es la voluntad revelada de Dios que nos pertenece y debe ser observada (Deuteronomio 29:29b). Cuándo se habla de la voluntad individual de Dios será correcto preguntar si Dios le tiene un plan soberano conocido sólo para El de nuestras vidas. La respuesta para esa pregunta es sí. La pregunta real que las personas están haciendo en lo que se refiere a la voluntad individual es: “¿cómo puedo saber la voluntad soberana de Dios para mi vida?” Quieren saber si Dios les ha dado un medio en el que puedan asaltar las puertas del cielo y pueden desatar los consejos secretos de Dios. Si es así, ¿cuáles son esos medios? Lo que he intentado mostrar es que la Escritura no da tal fórmula; más bien el Señor diseña para nosotros los principios y las instrucciones por medio de lo que podemos tomar decisiones sabias que están en conformidad con la voluntad (revelada) de Dios. Como alguien ha dicho: “la insistencia de Jesús y la Escritura no es en la importancia de descubrir la voluntad de Dios, sino siempre en la necesidad de hacerla.”
El cuadro bíblico es que Dios está sumamente involucrado en nuestras vidas en formas que no podemos imaginar, y en muchos casos nunca se sabrá durante esta vida (Romanos 8:28). En este tiempo andamos “por fe, no por vista” (2 Corintios 5:7).
En nuestro artículo final sobre este tema, examinaremos la noción descaminada de que los personajes de la Escritura vivieron en constante comunicación directa con Dios.
1 John MacArthur, www.biblebb.com/files/MAC/NEWREV.HTM
2 Blackaby, pp. 52-53.
3 Ibid., p. 213.
4 Ibid., p. 257.
5 Ibid., p. 214.
6 Ibid., p. 235.
7 Ibid., p. 210.
8 Ibid., pp. 34, 122.
9 Ibid., p. 37 (vea también las pp. 116, 124, 137).
La voluntad de Dios, Perdida o Encontrada – Parte 3
La voluntad de Dios, Perdida o Encontrada – Parte 3
Por Gary E. Gilley
En nuestro tratado sobre la voluntad de Dios, el asunto no es si Dios tiene un plan específico para nuestras vidas. Deuteronomio 29:29 nos dice, “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.” Este versículo resume una buena cantidad de entendimiento profundo sobre cómo quiere Dios que nosotros vivamos. Las “cosas reveladas,” las Escrituras, nos han sido dadas para que podamos vivir según la voluntad revelada de Dios (algunas veces llamada moral). Pero ¿qué acerca de las cosas secretas – las cosas escondidas, las cosas que no se nos dan a conocer en la Palabra? Esas cosas le pertenecen a Dios – son el plan de Dios, oculto a nosotros. El punto es, en vez de tratar de penetrar en los cielos para buscar a fondo los misterios ocultos de Dios, deberíamos concentrarnos en lo que Dios nos ha revelado. Son las cosas reveladas las que nos permiten vivir en conformidad a los caminos de Dios.
Pero ¿qué acerca de las cosas escondidas? Hay cosas que no se hallan en las páginas de la Escritura, cosas que a menudo queremos saber. La Biblia no me dice si debería casarme y ciertamente no me dice con quién me case. ¿No necesitamos información adicional de Dios aparte de la Escritura? Y si es así, ¿no necesitamos alguna metodología ó alguna técnica para descubrir esta información? En respuesta, podríamos explorar un par de asuntos:
¿Nos ha dado a Dios instrucciones de ir en busca de Su voluntad específica? Creo que la respuesta es “no”. No existen enseñanzas, órdenes o ejemplos para, o del, Espíritu Santo morando en nosotros y de cristianos del Nuevo Testamento de buscar la voluntad individual de Dios acerca de alguna cosa. Ni donde vivir o con quién a casarse, ni aun si alguien debería estar en el ministerio cristiano “de tiempo completo”. En el Nuevo Testamento, encontramos creyentes ocupados sirviendo y viviendo para el Señor cualquiera sean las circunstancias. No los encontramos apurándose en buscar una instrucción de Dios antes de tomar decisiones. Por otra parte, si Dios eligiese reencauzar a alguien, él lo hizo y no hubo nunca alguna ambigüedad acerca de lo que él decía. Por ejemplo, al comenzar Pablo su segundo viaje misionero, no lo encontramos a él y a Bernabé buscando la voluntad del Señor. En lugar de eso Pablo dijo a Bernabé, “regresemos y visitemos a los hermanos” (Hechos 15:36). En medio del viaje, Dios eligió intervenir y envió a Pablo a Macedonia (Hechos 16:6-10). Lo importante a notar es que este cambio de planes fue iniciado por Dios. Pablo no buscaba la voluntad de Dios en el asunto; él estaba ocupado ministrando. Fue Dios quien decidió intervenir y, claro está, Pablo fue obediente inmediatamente. Creo que éste es el mismo tipo de cosa que encontramos en Santiago 4:13-17. Santiago no condenaba a aquellos hombres de negocios cristianos de hacer planes o querer ganar dinero. Él les advirtió de su actitud impertinente que sacaban a Dios del asunto. En el versículo quince Santiago instruye: “En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.” Que ocasión perfecta para Santiago escribir: “Antes de que ustedes planeen negocios primero deberían buscar la voluntad del Señor”. Pero él no lo hace. Él quiere que ellos sólo sean conscientes y abiertos a la mano soberana de Dios que puede alterar sus planes. Creo que éste es el patrón bíblico para la época de la iglesia cristiana.
Si mi tesis está en lo correcto, deberíamos esperar encontrar en el Nuevo Testamento numerosos ejemplos y amonestaciones para que los creyentes tomen decisiones que estén en conformidad con la voluntad revelada de Dios. Y eso es exactamente lo que nosotros encontramos. Para probar con un texto este hecho debería servir de prueba todo el texto del Nuevo Testamento, pero aprovecharemos esta oportunidad para fijar la atención en algunos pasajes.
Libertad para Escoger
Estrechemos nuestra búsqueda para aquellas decisiones en la vida para las cuales los cristianos comúnmente buscan una palabra extrabíblica del Señor.
Las Preferencias Personales
Al igual que hoy, los cristianos antiguos tuvieron problemas en aceptar el concepto de que otros cristianos podrían ver las cosas de manera diferente. Estamos más cómodos cuando todo el mundo está de acuerdo con nosotros – después de todo, nuestras preferencias se basan esperanzadamente en principios sacados de la Escritura. Así pues, ¿qué sucede cuando los demás no aceptan nuestra lógica y eligen rechazar nuestras preferencias? En pocas palabras: conflicto. Pablo escribe Romanos 14 para tratar de esta misma situación. El consejo inspirado del apóstol no es buscar la paz de Dios ni recomendar un método para discernir que es lo correcto, sino el aceptar el uno al otro (v. 2) y dejar a Dios ser el juez (v. 4). Enmarquemos esto con un ejemplo de hoy en día. Primero la iglesia necesita un nuevo edificio – acerca de esto todos estamos de acuerdo, pero allí la unanimidad llega al final. El hermano Joe quiere mudarse a la Tercera Calle, pero el Hermano Bill cree que Dios los esta dirigiendo a mudarse hacia el campo. La hermana Suzy, tesorera y profesional proyectista financiero, cree que la iglesia fácilmente puede maniobrar una hipoteca de $500,000, pero la hermana Jane no tiene paz acerca de una deuda. ¿Cómo se puede decidir todo de esto? El pastor Jim está orando por una palabra del Señor que traiga de nuevo a su pueblo, pero en la época en que él piensa que Dios le ha hablado a él, el diácono principal George afirma una palabra contraria de Dios. La discusión tiene lugar. ¿Nos ha dejado el Señor a tal medio subjetivo para determinar lo mejor en tal situación? Creo que no. Romanos 14 establece los principios eternos para manejar diferencias de opinión. El pasaje no nos va a decir si la Primera Iglesia deba construir, donde, con o sin deuda, pero le dirá a la congregación cómo el cuerpo de Cristo debe manejar el desacuerdo y las diversas preferencias.
Ofrendar
¿Cuánto deberíamos dar para la obra del Señor? ¿Deberíamos diezmar simplemente y sería todo? Si es así, ¿debemos diezmamos del neto o del bruto (si usted viene de mi trasfondo usted sabe a que me refiero con eso)? ¿Debe ir todo nuestro diezmo a nuestra iglesia local (algunos lo llaman “la bodega del diezmo”) o lo podemos distribuir? Si nosotros no aceptamos el sistema de diezmo, ¿a dónde nos dirigimos? ¿Qué pastor no ha dicho: “queremos que usted Dé como el Señor le ponga en su corazón?” ¿Es esto un principio bíblico? ¿Debemos nosotros esperar que el Señor coloque una cierta cantidad sobre nuestros corazones y, mientras El está en eso, que nos diga a quién dárselo también? Para encontrar respuestas a todas estas preguntas haríamos bien en recurrir a 2 Corintios 8-9, la sección más extensa en la Escritura sobre el dar. Allí no encontramos ninguna de las sugerencias de arriba sino un paquete diferente de instrucciones. Muchas instrucciones y motivaciones son dadas pero el meollo del asunto es: “cada uno de cómo propuso en su corazón” (9:7). Ninguna oración es hecha para que Dios coloque una carga sobre nuestros corazones. No se da ninguna demanda para diezmar – simplemente “como propuso en su corazón”. Por supuesto que Dios ama a un dador alegre (9:7), la ofrenda es un gran privilegio (8:2-6), la ofrenda debe ser liberal (8:2), dar debe estar motivado por el don indescriptible de Cristo (8:9, 9:15) y la ofrenda dar debe ser proporcionada a nuestra bendición financiera (1 Corintios 16:2). Aun así damos como propuso en nuestro corazón.
El matrimonio
Pocas decisiones en la vida pueden compararse a la decisión que tomamos concerniente a un conyugue. Si acaso alguna vez podemos necesitar una palabra del Señor, sería con relación a quién casarse. Recuerdo, durante mi año de novato en la universidad Bíblica, cuando uno de los ancianos, un “gigante” espiritual en el cuerpo estudiantil, tomó a una estudiante de primer año joven y atractiva en una cita y prontamente le informó a ella que Dios le había dicho que ella sería su esposa. Ella estaba en estado de choque pero este joven, después de todo, era un gigante espiritual, muy respetado por los estudiantes y por la facultad igualmente; ¿Quién era ella para interponerse en el camino del Señor? Si fuese la voluntad de Señor entonces ella debía aceptar. Pero presumiblemente el Señor cambió de idea a alguna parte en el futuro, pues el gigante espiritual se casó con otra persona, mucho alivio, podría agregar, del joven estudiante de primer año.
¿Si el Señor tiene un compañero(a) ideal escogido para nosotros cómo debemos nosotros saberlo? Si hay un área en la cual no queremos perder la voluntad perfecta de Dios esta tiene que serla. Sin embargo, en ninguna parte del Nuevo Testamento se nos enseña algo sobre el encontrar a nuestra “media naranja” de la mano de Dios. En 1 Corintios capítulo siete, en el cual el Señor discute numerosas preocupaciones y problemas relatados en el matrimonio, recibimos realmente instrucciones diferentes. Pablo escribe en el versículo treinta y nueve: “La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor.” (Énfasis mío). De nuevo, si hubiese un lugar para diseñar los pasos para encontrar la pareja perfecta sería justo aquí. Pero Pablo dice que ella tiene libertad de casarse con quienquiera que ella desee, con tal de que él sea un creyente. Eso no quiere decir que no haya criterios bíblicos para escoger a una pareja, pero el punto es que la elección es dejada al creyente. No hay mención en la Escritura de que Dios tenga “uno” seleccionado para usted y, que si usted se casa con alguien más, usted estará extraviado en el plan perfecto de Dios para su vida.
La Toma De Decisiones en General
Este patrón es normativo en el Nuevo Testamento. Pablo le dijo a Tito: “Cuando envíe a ti a Artemas o a Tíquico, apresúrate a venir a mí en Nicópolis, porque allí he determinado pasar el invierno” (Titus 3:12), no “el Señor me ha conducido a hacer eso”. Pablo permaneció en Atenas por sí mismo al enviar Timoteo a Tesalónica porque “nos pareció bien” (1 Tesalonicenses 3:1-2 RVA), no porque el Señor le había dado paz acerca de eso. Cuando Pablo devolvió a Epafrodito a los filipenses él hizo eso porque él tuvo “por necesario” (Filipenses 2:25), no porque el Señor se lo había puesto en su corazón. Los corintios eligieron a “a quienes hubiereis designado por carta” para acompañara a Pablo con su donativo financiero porque él lo vio como “si fuere propio que yo también vaya” (1 Corintios 16:3-4). Ninguna mención es hecha acerca de buscar la voluntad de Señor en esto. ¿Y cómo es acerca del ministerio cristiano? Seguramente si uno debe entrar en el ministerio uno primero debe recibir una llamado del Señor. Pero no sólo nunca es utilizada la palabra “llamado” en esta forma en el Nuevo Testamento sino, en 1 Timoteo, cuando el Señor nos dice la clase de hombre que debería ser un anciano, El hace a Pablo escribir: “Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea.” (1 Timoteo 3:1) (Énfasis mío). Los ancianos deberían ser hombres que deseen el oficio (así como el cumplir los otros requisitos). Ninguna mención se hace del ser llamado se encuentra en ningún lugar.
La Toma De Decisiones
Cuando nosotros nos acercamos al Nuevo Testamento buscando cómo Dios nos hace tomar decisiones, ¿qué categorías encontramos? En vez de instrucciones en relación a la forma de discernir la voluntad de Dios individual para nosotros se nos dan principios de toma de decisiones. En vez de señalarnos corazonadas, voces internas y pensamientos, se nos señalan líneas directivas bíblicas que nos permiten hacer elecciones sabias para la gloria de Dios. El Nuevo Testamento ilustra un cuadro de un creyente que sabe y obedece la Escritura, con la morada y capacitado por el Espíritu Santo, y quien ha recibido una mente por medio de la cual puede pensar, razonar, percibir y escoger. Él es un individuo que es realmente capaz de (debido a la regeneración, las Sagradas y la renovación de su mente) hacer decisiones sabias que agraden a Dios. Es por estas razones que Dios no llama a cristianos a tomar elecciones subjetivas basadas en lo que “sienten” que Dios les este diciendo. Mas bien debemos ser estudiantes de la Palabra, conocer cómo quiere Dios que nosotros razonemos y escojamos basados en los principios él nos ha dado. Sería mucho más fácil, y para algunos parecería ser más espiritual, tener a Dios diciéndonos todo nuestros movimientos. ¿Por qué estudiar la Biblia para percibir la senda más prudente cuando podemos simplemente cerrar el Libro, nuestros ojos y escuchar la voz interna de Dios? Por supuesto, si el Nuevo Testamento nos informase que esto es así como nos guía Dios hoy, entonces lo haríamos. Pero usted irá en vano en busca de tal enseñanza.
Entonces, ¿qué dice el Nuevo Testamento acerca de la toma de decisiones?
Siempre comience con la Escritura. Una plétora de problemas, los errores, los errores y la vida falsa podrían ser evitados si justamente comenzaríamos con Sagrada Escritura. Éste es un principio simple que es muy a menudo es ignorado. El hábito de muchos, aun de muchos líderes cristianos, comienza con una idea, una filosofía, una preferencia personal, manía u observación, y luego van a la Escritura para encontrar algunos versículos para apoyar su teoría. Si hacemos eso, podríamos poder convencernos de casi cualquier cosa. Pero si todo lo que hacemos y creemos emerge de la misma Palabra, podremos discernir el valor, o la falta de ello, de todas los demás ideas. Si pudiese resumir mi filosofía de ministerio en una frase sería: “comience con la Escritura.”
Cuando usted comienza con la Escritura, en el área de toma de decisiones, usted podrá hacer sus decisiones con base a los preceptos bíblicos bien fundados, órdenes y principios. La Biblia no le dirá qué casa usted debe comprar, pero a ella encerrará esa decisión con líneas directivas financieras, ministeriales y familiares. No le puede decir que se mude a la calle Sur 334 Grant, pero presentará asuntos tales como: ¿Son sus prioridades financieras bíblicas o usted solo esta pensando en su comodidad? ¿Cuánto puede permitirse usted verdaderamente? ¿Es para su prestigio o para cubrir las necesidades de su familia y servir mejor al Señor? ¿Será esta maniobra la mejor para su cónyuge?, etc. Son conceptos bíblicos como éstos los que nos permiten tomar las decisiones que honran a Cristo.
Ore por sabiduría (Santiago 1:5-8). Este pasaje en Santiago está principalmente en el contexto de las pruebas; muchas de las decisiones que hacemos son durante solo tales ocasiones. Santiago nos dice que Dios contestará nuestra oración por sabiduría, cuando se le es pedida en verdad, pero él no dice cómo. Si la sabiduría es definida como la aplicación del conocimiento de la Palabra de Dios, entonces quizá el Señor abra nuestras mentes para la comprensión de Su verdad en una forma única cuando oramos. No podemos estar seguros de la metodología pero nosotros podemos tener la seguridad de que Dios contestará. De nuevo, no se nos ha dicho que el Señor específicamente tomará la decisión por nosotros a través de alguna forma de corazonada, sólo que él proveerá sabiduría para tomar una decisión sensata.
El consejo sabio. Las Escrituras están repletas con aliento para que nosotros busquemos el consejo de personas sabias y piadosas (Proverbios 12:15; 13:10; 15:22; 20:18). Adicionalmente, Pablo le dice a los creyentes que deberían involucrarse en aconsejar el uno al otro (Romanos 15:14). El consejo de personas sabias, piadosas y con conocimiento bíblico es una fuente importante para tomar decisiones sabias, pero debemos recordar que tal consejo no es infalible. Es una parte pero eso no soluciona el acertijo.
Las circunstancias y la oportunidad. Lo mismo puede decirse concerniente a estas dos cosas. Las circunstancias y las oportunidades nos ofrecen opciones – opciones que deberían ser cuidadosamente examinadas. Pero estas opciones no son mandatos obligatorios de Dios. Puesto que se nos ofrece un trabajo en Indiana no quiere decir que lo debamos tomar. Porque Dios nos ha “abierto la puerta” a enseñar en la escuela intermedia a los niños no quiere decir que tenemos que hacer eso.
El deseo. Dios a menudo obra a través de nuestros deseos. ¿Qué es lo que queremos hacer? Es una buena pregunta para considerar cuidadosamente. En 1 Timoteo 3:1 Pablo escribe que aquellos que deseen ser ancianos desean una cosa buena. Pero note cuidadosamente, Pablo no le dijo a Timoteo que tome a todo aquel que desee el oficio de anciano y lo establezca. Más bien, él establece a Timoteo los requisitos que un anciano debe cumplir (3:2-7; Vea también a Tito 1:5-9).
Esto sería un buen momento para decirle un poco más acerca del “llamada” al ministerio. Sólo tres veces en el Nuevo Testamento alguien es llamado al ministerio: Pablo es llamado a ser apóstol (Romanos 1:1; 1 Corintios 1:1); Bernabé y Saulo para ir a su primer viaje misionero (Hechos 13:2) y Pablo para llevar el evangelio a Macedonia (Hechos 16:9-10). Estos tres llamados únicos no establecen una norma. ¿Qué hay acerca de todos los demás ministros en el Nuevo Testamento que no recibieron tal llamado – cómo supieron que debían ser ancianos (pastores) o misioneros o a donde debían ir? No encontramos alguna enseñanza definitiva sobre un llamado para el ministerio en el Nuevo Testamento. Así que, ¿cómo una persona tomaría la decisión al respecto con respecto a si debía estar o no en el ministerio? Pienso que John Newton (el autor de “Sublime Gracia”) dio en el punto cuando él ofreció estas tres pruebas: 1) El Deseo – tiene usted “un deseo candente y fervoroso para ser empleado en este servicio?” 2) Los dones – “Debe a su debido tiempo aparecer una cierta suficiencia, dones, conocimiento y expresión. Seguramente, si el Señor envía a un hombre a enseñarle a otros, El le proveerá con los medios”. 3) Oportunidad1 – He escuchado que si usted se siente llamado a predicar pero nadie parece ser “llamado” a escucharle usted tiene un problema. Para los comentarios de Newton, agregaría los requisitos espirituales necesarios descritos en 1 Timoteo 3 y Tito 1. Aquellas listas contienen en su mayor parte características espirituales pero también incluyen la habilidad para “que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.” (Tito 1:9). En otras palabras, deben poder enseñar la Palabra así como también oponerse y corregir a aquellos que no lo hacen.
Libertad. Rodeados por estos principios, y otros encontrados dentro del Nuevo Testamento, recibimos libertad para hacer decisiones que creemos glorificarán a Dios (1 Corintios 10:31). Muchos cristianos están incómodos con tal libertad, habiendo sido enseñados que la voluntad perfecta de Dios podría ser encontrada a través de algún medio extrabíblico. Pero las buenas noticias son que Dios, dentro de los parámetros bíblicos, nos ha dado a nosotros la libertad y la capacidad para tomar decisiones sabias que le honren.
[1] Leadership Vol. VI #3, “How Do I Know I Am Called”; Pp. 55-56.
La Voluntad de Dios, Perdida o Encontrada – Parte 2
La Voluntad de Dios, Perdida o Encontrada – Parte 2
Gary E. Gilley
En el práctico libro de Dave Swavely, Decisions Decisions escribe:
Muchos cristianos, que dirían que no creen en una revelación nueva, esencialmente buscan revelación nueva en su toma de decisiones. Pueden tener una teología de “cesacionismo” en su perspectiva de la revelación, pero en su práctica diaria contradicen esa teología intentando escuchar a Dios decir algo que no está en la Biblia. Y sugeriría que su teología es correcta, así es que le deberían permitir que esta forjara su vida práctica. Dios habla hoy, pero él habla a través de su Palabra.1
¿Pero no podemos contar con ambas alternativas? ¿No podemos tener la revelación completa de Dios en la Biblia y revelaciones extrabíblicas, que no se acerquen totalmente a la revelación y a la par? O. Palmer Robinson sugiere que:
¿Y por qué no ambos? ¿Por qué no la iluminación de la Escritura combinada con revelaciones nuevas del Espíritu? Simplemente porque si usted dice necesitar para ambos, usted ha dado a entender la insuficiencia de la misma. Usted se ha posicionado en la estructura del antiguo pacto, en un tiempo donde nuevas revelaciones se requerían debido a lo incompleto del antiguo. Pero Cristo es la última palabra.2
Por el otro lado de la cerca están aquellos que dicen que tal teología es un Deísmo práctico, despojándonos de un Dios personal que está obrando en nosotros individualmente. La Escritura, dirían, es incuestionablemente la Palabra inspirada de Dios – pero es la Palabra de Dios para todo el mundo igualmente. Cuando leo que el “Señor es mi pastor” o que Cristo murió por nuestros pecados, éstas son declaraciones verdaderas, pero son ciertas para cada creyente no sólo para mí. Preguntan ¿Qué le parece a usted si su esposa dijese que ella le ama pero ella ama igualmente a todos los que ella conoce? ¿Le haría eso sentirse especial o justo? Así los es Dios y nosotros. Él sostiene que ama al mundo y El ha hablado en general a todos (a través de la Biblia), pero también necesitamos palabras personales – las palabras solo para nosotros, para afirmar nuestra relación personal. Y la parte de esa palabra personal incluye la dirección. Si el Señor realmente me ama y El es infinitamente sabio, entonces necesito Sus instrucciones íntimas. No es suficiente, de nuevo, que él le haya dado instrucciones amplias, principios y la orientación a todo el mundo. Necesito algo más, algo solamente para mí, algo privado. Las Escrituras me dicen que Dios me guía en los caminos de rectitud – y eso es bueno. Pero necesito de Su dirección en asuntos más específicos como la selección de un trabajo, con que persona se casaré, qué casa he de comprar y docenas de otras preocupaciones. No necesito Su ayuda para escoger qué ropa he de llevar puesta o que ruta he debería tomar hacia la iglesia (aparentemente hay un umbral debajo del cual soy capaz de hacer mis propias elecciones), pero para las decisiones grandes de la vida necesito un mensaje personal.
Lo que estas personas están diciendo parece tener sentido pero ¿están en lo correcto? Parecería que un número de pasajes de la Escritura señalan que no lo son. Lo que si, como Garry Friesen dice, las impresiones no son autoritativas pero ¿son realmente son solo impresiones?3 ¿Qué si no son mensajes de Dios del todo?, es decir, los incrédulos tienen impresiones, ¿no es así? ¿Cuál es la fuente de sus impresiones? Veamos lo que la Biblia dice.
Pero ¿Qué Acerca de Aquellos Textos Bíblicos?
El salmo 19 nos enseña hay dos fuentes de revelación: de naturaleza (vv. 1-6) y de la Escritura (vv. 7-14). La “revelación general” de la naturaleza, hablando a rostro firme de la gloria de Dios, aun tiene serias limitaciones. Romanos 1:20 confirma que la naturaleza es capaz de revelar al género humano el poder eterno y la naturaleza divina de Dios; por consiguiente aun aquellos que no saben nada de Jesucristo están sin excusa cuando rechazan a Dios. Pero la revelación general es incapaz de exponer una multitud de cosas incluyendo a Jesucristo, la cruz, la gracia, la vida eterna, etc. Para cosas así necesitamos la “revelación específica” de la Escritura. Estas dos revelaciones generales y específicas, han sido reconocidas por el pueblo de Dios a todo lo largo de las épocas como los medios normales en los cuales Dios se comunica con nosotros. Ocasionalmente, el Señor se abre paso en otras formas, ya sea por ángeles, visiones, sueños y aun burros, pero éstas son excepciones raras como hemos explorado en artículos previos. Pero estos han estado agregados en otra forma de comunicación, uno que no es encontrada en la Palabra – eso de la voz interna de Dios en una forma u otra. Mientras que ya hemos encontrado que esta voz interior está ausente en la Escritura (la “voz aun pequeña” que Elías escuchó en 1 Reyes 19:12-13 a menudo es presentada como evidencia de la voz interior de Dios, pero aun una mirada rápida al pasaje demuestra que ésta fue una voz “externa” literal, no una impresión interna), aun hay un número de textos que parecerían señalar que Dios guía en esta época del Nuevo Testamento aparte de la Escritura. Es decir, para ser claro, Dios parece en estos pasajes comunicar instrucciones específicas acerca de nuestras vidas individuales a través de fuentes extrabíblicas, la mayoría a través de las circunstancias, impresiones y consejo divino. Que en la toma de decisiones debería ser sabio el cristiano en poner atención cuidadosa a estos asuntos no está en debate. La pregunta es si Dios realmente comunica Su voluntad autoritativa particular a un individuo en particular a través de esta manera en particular. Creo que la respuesta es un claro “no”.
Pero ¿qué acerca de los textos que parecen implicar que Dios tiene una voluntad específica y que El nos guiará en ella si encontramos ciertas condiciones? Estos textos bíblicos incluyen: Proverbios 3:5, 6; Colosenses 1:9-10; 3:15; Filipenses 4:6, 7; Romanos 8:14, 16; Salmo 32:8; Juan 16:12-14; Efesios 5:17. Echemos una ojeada rápida a lo que predomina en estos para ver lo que realmente enseñan en contexto.
Romanos 8:14 – “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.” Una interpretación común de este versículo es que una de las formas en que sabemos que somos hijos de Dios es a través de la guía interior del Espíritu Santo en nuestras vidas. Si hemos nacido de nuevo deberíamos esperar que el Espíritu Santo confirme nuestra condición espiritual por la constante recepción de la guía extrabíblica y sobrenatural del Espíritu Santo acerca de las decisiones personales. Pero el contexto del pasaje no tiene nada que ver con la toma de decisiones y todo lo que tiene que ver con la vida piadosa. La prueba de nuestra conversión, dice Pablo, es la guía del Espíritu Santo en nuestras vidas – pero esa guía está hacia la vida justa y no hacia la toma de decisiones (vv. 9-13).
Romanos 8:16 – “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.” Pero ¿no habla este versículo de un testimonio interno del Espíritu Santo? Aun si nosotros reconocemos que el contexto tiene que ver con la evidencia de una vida espiritual y no a la toma de decisiones, ¿no estará diciendo Pablo que un cristiano sabrá que él es salvo porque el Espíritu Santo en cierta forma le habla a su corazón? Bueno en primer lugar, aun si eso fuera cierto, no es nos dice cómo es que el Espíritu Santo nos “da testimonio a nuestro espíritu”. Muchos llegan a la conclusión de que este testimonio es una impresión o voz interna por la cual sentimos la presencia de Dios a través del Espíritu Santo y así sabemos que somos salvos. Pero no creo que la interpretación pueda ser confirmada de este versículo. Para empezar, el versículo no dice que el Espíritu Santo testifica a nuestro espíritu sino “con” nuestro espíritu (nota: en inglés es “con” en lugar de “a”, en la versión Actualizada [RVA] dice: “El Espíritu mismo da testimonio juntamente con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios”). En otras palabras, cuando el Espíritu Santo y nuestro espíritu están de acuerdo, sabemos que nos salvamos. Cuando el testimonio del espíritu del creyente, en lo que se refiere a por qué cree él que es un hijo de Dios, está de acuerdo con el testimonio del Espíritu Santo (el evangelio inspirado en espíritu como es registrado en la Biblia), entonces él sabe que él es un hijo de Dios. Estoy de acuerdo con Don Matzat en este versículo:
Los maestros de la Biblia generalmente están de acuerdo que cuando el apóstol Pablo nos dice que seamos guiados por el Espíritu, él no está hablando de alguna invasión externa momentánea del Espíritu Santo en nuestra conciencia, diciéndonos qué hacer y cómo hacerlo. Ni se esta refiriendo a nuestro esfuerzo de llamar por medios mágicos el Espíritu en algún encuentro místico. Pablo simplemente nos dice que vivamos según nuestra vida nueva en Cristo, la cual es Cristo morando en nosotros por Su Espíritu Santo, o ser “guiados por el Espíritu” en oposición a el vivir según nuestra antigua naturaleza pecaminosa, o sea “guiado por la carne”.4
Salmo 37:4 – Con Base en este versículo, “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón,” algunos concluyen que los creyentes viviendo en conformidad con el Señor pueden confiar en sus deseos para guiarlos. Se registra que Calvino dice: “ama a Dios y actúa como te plazca”. Pero esta interpretación presiona el versículo demasiado lejos y está en contra de otros textos bíblicos. La comprensión normal de este versículo es que, cuando nos deleitamos en el Señor, dará como resultado un cambio de nuestros deseos a fin de que estén en armonía con los deseos de Dios para con nosotros. Pero el Salmo no sigue diciendo que nuestros deseos son ahora completamente confiables. Nuestra carne está en guerra con el Espíritu mientras estemos en estos cuerpos humanos (Gálatas 5:16-18), haciendo siempre difícil saber que los deseos de nuestro corazón son puros. Pablo pareció luchar contra estar en deseos conflictivos en una base normal (Romanos 7:14-25) y él quiso ir a España, pero nunca lo hizo (Romanos 15:24, 28). Aun Jesús quiso evitar la Cruz pero eligió someterse por sí mismo a la voluntad del Padre (Mateo 26:36-46). Los deseos del cristiano comprometido pueden ser un buen punto de partida en nuestro proceso de toma de decisiones, pero bíblicamente no podemos afirmar que nuestros deseos hayan sido implantados por el Espíritu, o que son guías infalibles.
Filipenses 4:6-7 comparado con Colosenses 3:15 son versículos que han sido usados por multitudes de creyentes que buscan la “paz de Dios” en su toma de decisiones. El argumento va como sigue: El juez final (gobernante) para conocer la voluntad de Dios es la paz de Dios. Si el Señor quiere que nosotros tomáramos acción él indicará Su aprobación dándonos Su paz. Por otra parte, si no estamos en la voluntad de Dios, el Señor hará evidente esto a través de una intranquilidad en nuestros corazones.
Como joven intentando aplicar la teoría de la “paz de Dios” a mi vida, me encontré con algunos problemas muy prácticos. Por ejemplo, nunca podría obtener la paz de Dios cuando hacía compras grandes. “Deseaba” un coche nuevo (¿era esto un deseo de Dios o no?) pero era demasiado para un avariento tener “paz” en gastar grandes cantidades de dinero. Estaba paralizado. No tuve paz acerca en comprar el coche pero ninguna paz en no comprándolo también. En cierta forma la teoría de paz (y aun la teoría del deseo respecto a esto) no funcionaba para mí. Asumí que era demasiado estúpido y demasiado pecaminoso también discernir la paz de Dios. Entonces observé personas clamando la paz de Dios sobre lo más estúpida de las decisiones – las decisiones que regresarían a obsesionarlos. No fue sino hasta años más tarde que fui aliviado al regresar a estos pasajes y descubrir que no estaban en el contexto de la toma de decisiones en absoluto. Ambos pasajes hablaban de paz (o la falta de conflicto) entre el creyente y otras personas y/o Dios, no alguna paz interna que indicaría cuándo hemos hecho las decisiones correctas. La armonía con nuestro prójimo y con Dios viviendo Su voluntad revelada es el contexto y no la toma de decisiones.
2 Corintios 2:12-13 – ¿Y qué acerca de aquellas puertas abiertas? En este pasaje se lee: “Cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo, aunque se me abrió puerta en el Señor, no tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado a mi hermano Tito; así, despidiéndome de ellos, partí para Macedonia.” Los versículos que hablan de puertas abiertas (vea también, Hechos 14:27; 1 Corintios 16:8, 9; Colosenses 4:3) nos “abren la puerta” para examinar el papel que jugaban las circunstancias en la voluntad específica de Dios. ¿Son las circunstancias la manera de Dios de comunicarnos Su voluntad? La Escritura no señala que lo sean. Uno de los problemas con las circunstancias es su naturaleza subjetiva; es decir, podemos leer en ellas simplemente acerca de alguna cosa que deseamos. Si no podemos encontrar un buen trabajo en nuestra ciudad natal, es esta una manera de Dios de decirnos que nos mudemos o Su manera de sacar el materialismo de nuestras almas? ¿Si interpretamos que es la voluntad de Dios que nosotros debamos movernos, simplemente donde me está dirigiendo El? Ciertamente el Señor fue directo con llamar a Pablo para Macedonia, pero esa fue una maniobra única por parte del Señor de incluir una visión, no simplemente un cambio en las circunstancias. Por supuesto, si el Señor abre una puerta, o cierra una (algo nunca mencionado en la Biblia), necesitamos fijarnos bien. Pero aun estas puertas abiertas no son autoritativas. Pablo oró por puertas abiertas para el evangelio, pidiendo oportunidad para propagar las buenas noticias, pero en 2 Corintios 2:12-13 Dios le había dado una puerta abierta que él decidió ignorar porque él tenía otras cosas en mente. En el mejor de los casos, las circunstancias representan oportunidades (o la falta de ellas) que nos pueden ayudar a en nuestras decisiones pero no son mandatos de Dios. Si yo creo que he sido “llamado” a predicar pero nadie parece ser llamado (o dispuesto) para escuchar, el examen de esa circunstancia puede resultar ser más útil. Pero eso ni confirma ni invalida si debo ser un pastor, aunque podría suministrar datos útiles en mis elecciones vocacionales.
Proverbios 3:5-6 – “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas.”
Esto es seguramente uno de los pasajes más amados en la Palabra y con razón. Durante los grandes momentos de estrés y duda ¿que creyente no ha leído o citado estas palabras con gran consuelo? Pero ¿simplemente qué se les ofrece a aquellos que confían y reconocen el Señor? La comprensión del pasaje es torcida por la KJV (Versión Rey Jaime) traduciendo la frase final, la cual dice: “y él guiará tus caminos”. La implicación, al menos para muchos, es que el Señor nos dirigirá en Su voluntad perfecta y específica para nuestras vidas si nosotros confiamos en El. El problema con esta comprensión del pasaje es que la palabra “caminos” no se refiere no a la voluntad específica en el uso del Antiguo Testamento, pero habla del camino general de la vida. En Proverbios 4:18 se nos habla de la “senda de los justos”. Y en Proverbios 15:19 se nos dice que “Mas la vereda de los rectos, como una calzada.” Proverbios 11:5 da una promesa similar 3:6 cuando dice: “La justicia del perfecto enderezará su camino.” Lo que tenemos entonces no es una promesa de una dirección individual a través del confiar en Dios, sino una descripción del tipo de vida que conduce el confiar. Es una vida en conformidad a la voluntad moral o revelada de Dios. Aquellos que se apoyan en El van en dirección correcta en el camino de la vida. Viven como Dios quiere que el justo viva. Friesen dice esto bien: “el punto de Proverbios 3:5-6, entonces, es que aquellos que confían en Dios, y confían en Su sabiduría en vez de su propio entendimiento mundano, y reconocen a Dios en cada parte de su vida, cosecharán una vida que tiene éxito mediante los estándares de Dios.5
Juan 14:26 – “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”
John 16:12-14 – “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.”
Muchos toman estos versículos como teniendo aplicación universal. Pero ¿debemos nosotros leer estos pasajes como una promesa para todos los creyentes en todo momento, o son estas promesas peculiares para los apóstoles e indicadores de que la revelación del Nuevo Testamento pronto la recibirían a través del Espíritu Santo? Juan 14:12 especialmente ha sido usado por muchos para dar apoyo ya sea a una revelación permanente o a una iluminación única, pero tal interpretación es dificultosa por la frase final que promete: “él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” Jesús claramente hablaba de instrucciones dadas a los apóstoles mientras él andaba entre ellos. Mucho de lo que él les enseñó trascendía su comprensión. Este discurso encontrado en Juan 14-16 contiene cierta teología de la más profunda alguna vez dada por nuestro Señor y trascendió fácilmente la comprensión de los apóstoles. Él por consiguiente les promete que en el futuro un Ayudante vendría: el Espíritu Santo, quien traerá estas cosas de vuelta a su memoria y aun los guiaría a una revelación nueva (16:13-14). No creo que Jesús esté estableciendo referencias para la toma de decisión individual con respecto a las áreas de rutina de la vida. Sino mas bien, creo que él habla del método por el cual el Señor transmitiría la verdad del Nuevo Testamento para la iglesia (vea a 1 Corintios 2:9-10).
Una Aplicación Personal
Al escribir este artículo estoy sentado sobre una terraza en Brasil. Algunos meses atrás fui invitado por algunos pastores brasileños a venir a su país y ministrar en una conferencia de pastores, predicar en varias iglesias y enseñar temas teológicos contemporáneos en un seminario. Cuando se me invitó, tuve que tomar una decisión. Las oportunidades para presentar la Palabra, enseñar y animar el liderazgo brasileño de la iglesia y a otros creyentes fueron enormes. Pero por otra parte el viaje era costoso y tendría que apartarme de mi iglesia y de mi familia por 17 días. ¿Cómo debía yo decidir “la voluntad del Señor” sobre este punto? Una puerta de oportunidad estaba abierta, pero perdería el derecho a otras oportunidades. Podría buscar la paz del Señor pero yo estaba entre la espada y la pared de mi dilema usual – cualquier cara de la moneda de la paz era difícil de encontrar. Busqué el consejo de mis ancianos de la iglesia y ellos dijeron: “haga cualquier cosa que usted desee” – de gran ayuda fueron. Si sólo el Señor me dijera qué hacer, o mínimo me diera algunas corazonadas fuertes, entonces podría saber qué hacer, pero ninguna de las corazonadas aparecía. Al fin tomé la decisión de venir a Brasil, una decisión que creo que fue una que honró al Señor. Pero si el Señor no me estaba “guiando” a venir a Brasil, ¿cómo sabría yo si estaba en Su voluntad? Sin presentimientos, sin corazonadas, sin la paz de Señor, o circunstancias definitivas, ¿cómo sé que hice la decisión correcta? O ¿podía haber permanecido en casa y aun estar en Su voluntad? Hasta la próxima.
[1] Dave Swavely, Decisions, Decisions, (Phillipsburg, New Jersey: P&R Publishing, 2003), p. 65.
[2] As quoted in Swavely, pp. 30-31.
[3] Garry Friesen, Decision Making and the Will of God (Portland, Oregon: Multnomah Press, 1983), p. 131.
[4] Don Matzat, The Lord Told Me, I Think, (Eugene, Oregon: Harvest House, 1996), p. 64.
[5] Garry Friesen, p. 98.
La Voluntad de Dios, Perdida o Encontrada – Parte 1
La Voluntad de Dios, Perdida o Encontrada – Parte 1
Por Gary E. Gilley
Una escuela universitaria de graduados evangélica prestigiosa le pidió al Profesor X que aceptara una posición como decano. Al tratar de determinar la voluntad de Dios al respecto, el Profesor X escribe: “Al leer Hechos 10 en El Mensaje de Peterson, leí las palabras, ‘Si Dios dijo que está bien, entonces está bien.’ Sentí al Señor aplicando esta Escritura a mi situación; supe entonces que estaba autorizado para ir”. Un autor cristiano muy respetado escribe: “cuándo sentimos la mano del Maestro y oímos Su voz en nuestras habitaciones, le deberíamos seguir” (énfasis mío). Un escritor de devocionales clásicos en uno de sus libros, acopió una historia sobre la historia del Señor llevando la delantera a través de impresiones internas y de voces audibles. Él escribe: “es positivamente estimulante, y al mismo tiempo humillante, estar en la compañía de hombres tan íntimamente familiarizados con Dios que esperan en El y aun dirigirlos hasta en que casa han de visitar, qué corriente tomar, o a qué desconocido hablarle en la calle”.
Este concepto de cómo guía el Señor es muy común hoy de que los ejemplos anteriores citados probablemente no conmocionen a ninguno de mis lectores. Y éste no es simplemente un fenómeno moderno – tales puntos de vista pueden ser rastreados a todo lo largo de la historia de la iglesia. Por ejemplo tome al pastor Puritano Cotton Mather (1663-1728), una de las figuras religiosas más influyentes en la historia americana. Mientras doctrinalmente sano en su mayoría, Mather tuvo una creencia extraña en lo que él llamó “fe particulares”. Él quiso decir por el término: “un grado pequeño de Espíritu de Profecía concedida por Dios para la elite devocional para abundar en la oración secreta” (el énfasis es de él).1 Mather creía que los ángeles administraban estas “fes particulares” las cuales garantizarían respuestas a la oración y a proveer una dirección divina infalible. Por largos años él tuvo una fe absoluta en “las direcciones divinas,” hasta que un gran número de mensajes supuestamente de Dios probaron ser falsos. Esto incluyó la muerte de su esposa y la condición espiritual de su hijo. Debido a la desilusión con las “fe particulares” la propia fe de Mather casi desmayó. Él supuso por un tiempo que el problema realmente recaía en los ángeles (quiénes él creía que transmitían estos mensajes de Dios). Quizá, él meditaba, que ellos mismos realmente pueden desconocer el futuro. Por supuesto, esto no solucionó el problema. Si Dios lo dirigía mediante ángeles y aun esa dirección era falible, ¿de quien era la dirección? Finalmente él se dio cuenta que él había interpretado mal estas impresiones, se volvió cuidadoso y las abandonó como si no tuviesen valor.2
Somos confrontados con el mismo dilema. ¿Dirige Dios a sus hijos por medios extrabíblicos o no? ¿Hasta qué punto sería tal dirección fidedigna? ¿Pudieron ser las direcciones extrabíblicas (si existiesen) ser completamente, parcialmente o de ningún modo confiables? ¿Cómo lo sabríamos? Nuestra única esperanza para una respuesta comprensiva, como siempre, no está en los testimonios y en las experiencias de las personas sino en un examen de la suficiente Palabra de Dios.
La Voluntad de Dios para Mi Vida
Constantemente oímos sin intención en círculos cristianos que alguien está buscando la voluntad de Dios para su vida. Es más probable hablar de las decisiones importantes – con quién casarse, a que escuela asistir, qué vocación a de seguir, etc. Otros buscan la voluntad de Dios para preocupaciones menores: Qué coche o casa han de comprar, a cual iglesia asistir, tomar vacaciones. Hemos sido enseñados que la voluntad de Dios puede ser comprobada a través sentimientos divinos directos, corazonadas, impresiones o sueños. Si estos fallan podemos volvernos hacia los ayunos, lanzar moneda al aire o abrir la Biblia al azar y seguir el primer versículo que nos de sentido. Para estar seguro, estos métodos están usualmente acoplados con un análisis de circunstancias, un consejo sabio, y la paz de Dios. Pero, he aquí surge una pregunta seria – ¿formula la Biblia tales métodos? ¿Es así cómo dice Dios que debemos discernir Su voluntad?
El primer paso en contestar estas preguntas es descubrir lo que las Escrituras tienen que decir acerca de la voluntad de Dios. La mayoría de los cristianos usan el término “la voluntad de Dios” en tres maneras bien definidas. Primero, está la voluntad soberana de Dios en el cual nuestro Señor se reconoce como quien está en control de todas las cosas en el universo. Efesios 1:11 dice: “…habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad”. Mientras ciertos aspectos de la soberanía de Dios nos son revelados en la Escritura, otras partes no se nos dan revelado en este tiempo (Deuteronomio 29:29). No obstante, la Palabra es clara en que Dios gobierna sobre todas las cosas y Sus planes nunca pueden ser frustrados. Descansar en esta verdad trae una paz duradera a los corazones de los hijos de Dios no obstante las circunstancias.
En segundo lugar, la Escritura habla de la voluntad revelada de Dios que se nos da a conocer a nosotros sobre cómo espera Dios que nosotros vivamos. Pablo escribe: “Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más. Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús; pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación” (1 Tesalonicenses 4:1-3). Éste es simplemente un ejemplo de la voluntad revelada de Dios para las vidas. Es la voluntad revelada de Dios que seamos santificados o, en este contexto, vivir en pureza. Es Su voluntad revelada que le amemos y que amemos nuestro prójimo. Es la voluntad revelada de Dios que le adoremos y le obedezcamos, y así sucesivamente. La Biblia claramente enseña tanto la voluntad soberana y la voluntad revelada de Dios.
Es en la tercera comprensión de la voluntad de Dios, la específica o individual, en la cual exige nuestra atención. Esto está definido por Garry Friesen como “el plan ideal, detallado de la vida de Dios excepcionalmente diseñado para cada creyente”.3 El va más allá en este asunto escribiendo: “Este plan de vida abarca cada decisión que hacemos y es la base de la guía diaria de Dios. Esta guía es dada a través del Espíritu Santo residiendo en el interior quien progresivamente le revela el plan de vida de Dios al corazón del creyente en particular. El Espíritu usa muchas medios para revelar este plan de vida como veremos, pero él siempre da confirmación al punto de cada decisión”.4 La mayoría de los que adoptan este punto de vista están contentas en suponer que Dios revela Su voluntad sólo para las decisiones principales, pero otros llevan esto hasta el extremo de creer de que Dios tiene una voluntad, la cuál debemos encontrar, para incluso la cosa mas diminuta, como cuáles zapatos debemos ponernos hasta qué ruta tomar para llegar al trabajo.
La pregunta sobre la mesa es que si la “teoría de la voluntad individual de Dios” puede ser apoyada por la Escritura. Que Dios está obrando detrás de las escenas, llevando la delantera y dirigiendo nuestras vidas, no es la pregunta. La pregunta es si la Biblia enseña que Dios tiene voluntades específicas para cada uno de nosotros – las elecciones específicas que él quiere que nosotros tomemos en toda clase de cosas – y ya sea que si ésta voluntad(es) deberán ser percibidas de diversos medios extrabíblicos. Creo, en contra de la mayoría de los cristianos, que la respuesta a esta pregunta es un rotundo “No”.
La Evidencia Bíblica
Creo que el apoyo para mi posición puede ser encontrada primero desde el silencio de la Escritura. La Biblia en ninguna parte enseña que Dios tiene una voluntad específica para la vida de cada creyente que ha de ser encontrada a través de medios extrabíblicos. Sí, tenemos numerosos ejemplos en la Palabra en los cuales Dios específicamente dirigió a Su pueblo a tomar un curso de acción. Pero yo haría algunas de objeciones en este punto:
· El hecho de que algunos individuos recibieron una guía directa de Dios no quiere decir que dicha guía fuese normativa entonces, y ahora. Si ciertas cosas ocurriesen en la Santa Palabra ¿significaría que ellas sucederán en todo tiempo o que necesariamente nos ocurrirán? La burra de Ballam habló con él pero yo no espero que mi perro me hable. Pedro caminó sobre el agua por algún momento pero yo no lo intentaría. Elías anunció hizo llamar fuego del cielo, pero aun no puedo encender mi parrilla del gas a la mitad de tiempo. Aun si pudiese ser probado que fue usual para Dios revelar Su voluntad específica a las personas en tiempos bíblicos, necesariamente no prueba que algo semejante sea el plan de Dios par hoy. La evidencia por el ejemplo es una evidencia débil en el mejor de los casos.
· En segundo lugar, estos ejemplos son tan lejanos de lo que la mayoría de la gente piensa. Sí, Dios habló y se dirigió a Moisés en forma regular, David y Pedro en ocasiones, Salomón dos o tres veces y un montón de otros en una instancia singular. Pero no hay prueba, en cualquier Testamento, que el vasto número de creyentes alguna vez recibió tal guía. Con raras excepciones, sólo los personajes principales en la historia bíblica disfrutaron de la supervisión directa de Dios – las masas, aun los piadosos, vivieron sus vidas enteras sin una palabra personal del Señor.
· Aun la guía dada a los personajes cruciales de la Escritura fue rara y reservada a un puñado de decisiones. Dios habló más a menudo en tiempos bíblicos a través de los profetas, pero aun los principales profetas podrían andar por años sin una palabra de Dios. Muchos que caminaron poderosamente con Dios y lograron mucho para Su gloria nunca escucharon una sola vez a Dios, para nuestro conocimiento. Pienso acerca de Nehemías, Esdras, Ester, Rut, el gran hombre David y miles de otros – la lista parece casi no tener fin. De hecho, la inmensa mayoría de los santos encontrados en la Escritura nunca personalmente escucharon de Dios respecto a sus vidas individuales y decisiones. De los únicos que sabemos fueron las excepciones y no la regla.
· Aun las excepciones recibieron guía sólo para las asuntos más importantes – casi exclusivamente asuntos relacionados con el gran esquema del plan de Dios. Exceptuando lecciones y/o mensajes pretendidos para una audiencia más amplia, no escuchamos acerca de ningún ejemplo en las cuales a un personaje bíblico le fuere dicho específicamente qué decisiones tomar concerniente a las asuntos normales de la vida como el comprar casa, inversiones, o aun con quien casarse excepto por el caso de Isaac (y eso fue indirecto) y Oseas como una lección objetiva para Israel. No fue simplemente la norma en la Biblia para el pueblo de Dios que recibiera instrucción específica de forma regular del Señor. La mayoría nunca recibió tal instrucción una sola vez – y aparentemente nunca la esperó.
· Mientras que Dios eligió ocasionalmente dar especial dirección a unos cuantos líderes importantes del Nuevo Testamento, nunca encontramos a esos individuos buscando tal guía (o siéndoles ordenado a hacer eso). Pedro estaba durmiendo en el techo, Pablo fue llevado a un país diferente, Felipe estaba involucrado en una campaña de predicación. Todos ellos estaban ocupados sirviendo al Señor cuando el Señor eligió reencauzarlos. De hecho, la última vez que encontramos un ejemplo del pueblo de Dios buscando Su voluntad específica está en Hechos 1:24-26 con la elección de Matías para ser un apóstol. Y aquí no escucharon la voz de Dios, o aun sintieron impulso sino confiaron en un juego de azar. Es enteramente cuestionable para mí que la decisión correcta fue hecha a través de esta metodología. Posteriormente Cristo escogería con cuidado a Pablo como el reemplazo de Judas, dejándole poco lugar a que Matías fuese parte de los Doce.5
Dios Dando Dirección
Suponiendo por el momento que Dios, en esta era del Nuevo Testamento, hubiese cambiado de planes y hubiese hecho la dirección extrabíblica por medio del Espíritu Santo la norma, exactamente ¿cómo deberíamos esperar que esto tuviese? La mayoría de los evangélicos fuera de los círculos carismáticos no esperan que Dios se comunique con ellos a través de profetas, voces audibles, visiones, sorteos, visitas angélicas o del Urim y Thumim (Exodo 28:30), aún éstos fueron instrumentos usados en los tiempos bíblicos cuando Dios eligió dar dirección desde la Palabra escrita. Hoy la mayor parte de los evangélicos creen que Dios guía a través de otros medios, usualmente altamente subjetivos como las corazonadas, recordatorios, puertas abiertas o paz (o una falta de ella). En la Escritura, cuando Dios eligió comunicarse, la transmisión fue objetiva. Mientras hubo ocasiones cuando la interpretación de estos mensajes fue complicada, no hubo nunca ninguna duda de que Dios había hablado (a través de algún medio comprensible). No escuchamos acerca de Isaías, por ejemplo, diciendo: “Dios me habló anoche, me parece, y creo que él quiere que ustedes los israelitas hagan tal y tal cosa, pero de todas formas, no estoy absolutamente seguro de esto. Después de todo, es a menudo difícil de decir cuando la voz de Dios se aparta de mi y aparecen mis pensamientos. Y, claro está, hay siempre ese problema molesto de interpretación. Sé lo que oí, pero posiblemente puedo confundir el mensaje. Mi profecía entonces puede ser 50% de Dios y 50 % de mi imaginación, pero colocaré las líneas ante ustedes y les dejaré que disciernan si son de El y que tanto realmente ha dicho el Espíritu Santo a través de mí”.6
Nunca escuchamos acerca de Dios hablando de esta manera en la Biblia pero a nosotros se nos ha dicho que es común hoy, especialmente en círculos carismáticos y místicos. Y el problema se pone aun más complicado en trasfondos poco carismáticos, puesto que los no-carismáticos a menudo esperan a Dios guiarles y hablarles en formas que nunca son mencionadas en la Escritura. Iremos en vano en busca de ejemplos en las cuales Dios condujo a Su pueblo por corazonadas y señales. E igualmente, iremos en vano en busca de ocurrencias de creyentes del Nuevo Testamento preguntándole a Dios por Su voluntad individual o, respecto a eso, explicando sus decisiones como producto de la voluntad individual de Dios comunicada a ellos a través de los sentimientos. Tome el ejemplo de los individuos de Santiago 4:13-17 que arrogantemente anunciaron sus planes comerciales sin hacer caso de la voluntad de Dios. Santiago no reprende a estos creyentes por tener el descuido de no buscar primero la voluntad de Dios sobre el asunto; él simplemente dice que nuestros planes siempre deben estar sujetos a la voluntad soberana de Dios. El Señor está en libertad de ajustarle o cancelarle cualquiera de nuestros planes y el creyente debe vivir en reconocimiento de este hecho. La implicación es que, puesto que ninguno de nosotros puede saber la voluntad de Dios por adelantado, humildemente debemos aceptar Su voluntad cuando queda de manifiesto. Éste es el patrón encontrado en el Nuevo Testamento. En 1 Corintios 7, el apóstol Pablo se ocupa de una de las decisiones más importantes en la vida – el matrimonio. Qué oportunidad tan perfecta para diseñar los pasos para el discernimiento de la voluntad de Dios. En lugar de eso el apóstol inspirado por el Espíritu Santo, después de algún consejo relacionado con la situación actual, deja la decisión de con quien debería uno casarse ala creyente individual (vv. 8-9, 20-21). Entonces para completar las cosas, él aun deja la decisión en lo que se refiere a con quien él debe casarse al individuo, con tal de que él se case con otro creyente (v. 39). ¿Por qué el apóstol no aprovechó esta excelente oportunidad para dar los principios para encontrar la voluntad individual de Dios? Quiero decir, fuera de nuestra relación con el Señor, ¿qué podría ser más importante que el con quien (si alguien fuera) deberíamos casarnos? Pero encontramos esta decisión dejada al creyente dentro de los parámetros bíblicos.
Conclusión:
Buscar la voluntad individual del Señor está fuera del alcance de la enseñanza del Nuevo Testamento que el Professor Bruce K. Waltke escribió un libro sugiriendo que es básicamente una noción pagana en vez de una bíblica.7 El escribe:
Cuando tratamos de “encontrar” la voluntad de Dios, tratamos de descubrir un conocimiento oculto por actividad sobrenatural. Si vamos a encontrar Su voluntad en una elección específica, tendremos que penetrar la mente divina para obtener Su decisión. “El descubrimiento” en este sentido es realmente una forma de adivinación. La idea fue común en religiones paganas. De hecho, fue la preocupación de los reyes paganos. Pero esa clase de comportamiento pagano es de la que nos salvó Cristo.8
¿Está en lo correcto Waltke o ha exagerado su caso? Eso puede ser resuelto sólo por un examen de la Escritura. ¡Hasta la próxima!
Traducción: Armando Valdez
[1] Kenneth Silverman, The Life and Times of Cotton Mather (New York: Harper & Row, 1984) p. 173.
[2] Ibid., pp. 173-190.
[3] Garry Friesen, Decision Making and the Will of God (Portland, Oregon: Multnomah Press, 1983), p. 35.
[4] Ibid.
[5] Vea Apocalipsis 21:14 el cual fuertemente implica que el círculo íntimo de los apóstoles del Cordero fue limitado a doce. Los otros individuos mencionados en el Nuevo Testamento como apóstoles (e.g. Bernabé), creo que fueron apóstoles (o enviados) de la iglesia y no fueron al mismo nivel de los Doce.
[6] Vea el artículo previo de Think on These Things “The Lord Told Me, I Think,” tratando con esta forma de profecía moderna de hoy.
[7] Mientras que el libro de Waltke Encontrando la Voluntad de Dios,¿ una Noción Pagana? Tiene un número de comentarios penetrantes que no obstante lo encontré en conjunto decepcionante con Waltke a menudo apoyando las mismas cosas que él se dispuso a desmentir.
[8] Bruce K. Waltke, Encontrando la Voluntad de Dios,¿ una Noción Pagana? (Grand Rapids: William B. Eerdmans, 1995), p. 11.
El Señor Me Dijo – ¡Me parece!
El Señor Me Dijo – ¡Me Parece!
Por Gary E. Gilley
En un boletín de prensa publicado por una denominación bautista conservadora, es presentada una historia refiriéndose a uno de sus miembros. Destacado en Irak, este soldado de edad media reveló que a menudo, cuando él luchaba con problemas de diversos tipos, “Dios simplemente me revelaba la respuesta.” Un líder de su iglesia de regreso a casa también sostiene haber escuchado del Señor. “El Señor me dijo,” dice él, “que este joven va a ser conocido como un constructor y no un destructor en Irak”. Hasta ahora su profecía parece haberse hecho realidad porque, aunque el soldado ha estado involucrado en combate, su “trabajo diario” es reconstruir escuelas y plantas de tratamiento de agua. Simplemente esta semana recibí un correo electrónico de un caballero que escribió: “Jesús me ha ordenado a través del Espíritu Santo que le enseñe a las personas a cómo orar, enseñarles la verdad acerca de sus sueños, y guiarlos a la presencia de Dios (utilizando la Escritura en una metodología casi paso a paso para hacer eso)”.
Parece que el Señor ha estado realmente ocupado últimamente hablándoles a sus hijos. Algunos años atrás Alistair Begg citó una encuesta manifestando que uno de tres norteamericanos adultos dicen que Dios les habla directamente.1 Y escuchar la voz de Dios no es aislado a la persona común tampoco. Un montón de líderes evangélicos afirman escuchar al Señor, algunos de ellos muy regularmente. Henry Blackaby, un proponente ávido de la revelación extrabíblica de este tipo, cuando se le pregunta cómo supo él que él estaba escuchando a Dios y no a otra fuente, da esta respuesta: “Usted viene a conocer su voz como usted le experimenta en una relación de amor. Cuando le habla Dios y usted responde, usted llegará al punto en que usted reconoce Su voz cada vez más claro”.2
¿Está Hablando Dios Hoy?
Por supuesto, eso deja colgada la pregunta importante, “¿en primer luggar, cómo sabe uno que esta escuchando la voz del Señor?” ¿No será posible que la voz que muchos creen estar “escuchando” sea la voz de sus pensamientos, sus imaginaciones, sus deseos, o algo más por el estilo?
En la moda de mucho del evangelicalismo está la constante plegaria de cristianos que escuchan a Dios, experimentar a Dios y sentir a Dios. D. A. Carson citando la crítica penetrante de un libro titulado Listening to God (Escuchando a Dios) de un amigo, escribió: “Si alguien hubiese escrito un libro treinta años atrás con ese título, usted habría esperado que este tratara de un estudio de la Biblia, no acerca de la oración. Muchos [Christians] ahora confían mucho más en corazonadas que en su conocimiento de la Biblia para decidir lo que van a hacer en determinada situación”.3 Parece haber sucedido un cambio poderoso de pensamiento entre los cristianos conservadores durante los últimas pocas décadas.
¿Qué Enseña el Nuevo Testamento?
La corte final de apelación en determinar la identidad de la voz de Dios, si existe algo semejante, deben ser las instrucciones directas o al menos los ejemplos encontrados en la Escritura. Las Escrituras afirman ser la Palabra de Dios (2 Timoteo 3:16, 17; 2 Pedro 1:20, 21). Son inspiradas, de una vez por todas, por el Espíritu Santo, facultando a los profetas y a los apóstoles, usando sus personalidades, a escribir las palabras de Dios como él se propuso (Hebreos 1:1,2; 2:3,4; Hechos 5:12; 2 Corintios 12:12). Creo con el cierre de la Escritura, la revelación directa, infalible y autoritativa de Dios ha cesado para esta época (Apocalipsis 22:18, 19; Efesios 2:20; 3:5; Judas 3, 4; 2 Pedro 3:2). Es instructivo notar que cuándo escribió Pablo su última epístola para el pastor/amigo Timoteo acerca de guiar a la iglesia de Dios, él no alentó a Timoteo a enfocar la atención en nuevas revelaciones, impresiones, sentimientos o corazonadas. Más bien, él continuamente acudía a la Palabra de Dios y a las doctrinas contenidas en ella (2 Timoteo 2:2-14, 15; 3:15-17; 4:2-4).
Encuentro esto que es un énfasis del Nuevo Testamento. Como Donald S. Whitney nos recuerda:
El método evangelístico de Jesús y los apóstoles no nos hace instar a las personas a buscar experiencias directas con Dios; en lugar de eso se ocupa de predicar y enseñar las Escrituras (vea, por ejemplo, Marcos 1:14-15). Y Jesús no dijo que una vez que tenemos vida espiritual vivamos de acuerdo a una experiencia mística directa con Dios; más bien, “vivirá…de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16-17). Eso incluye la buena obra de crecer en el conocimiento de Dios y semejanza de Cristo. De esta manera en la Escritura el método normativo de conocer a Dios es a través de la Escritura.4
Otros Asuntos a Considerar
Aún, este tipo de encuentro Divino es considerado insípido por muchos creyentes hoy. Muchos insisten que si Dios quiere llevarse bien con nosotros en formas profundas, personales, íntimas, seguramente El nos debe hablar directa e individualmente, con la excepción de la Escritura. Si no tenemos tales experiencias, entonces no somos nada más que “deístas prácticos”. ¿Qué es lo que ha conducido a esta disposición mental que enseña que las Escrituras son inadecuadas para nuestras vidas – que alguna revelación adicional es necesaria? Permítame listar a tres competidores que ahora desafían las Escrituras como autoridad final en nuestras vidas.
La Experiencia Subjetiva
En relación a nuestro tema debemos luchar a fondo con la pregunta sobre cómo sabemos quién o lo que nos hemos encontrado en nuestras experiencias subjetivas. Toda la información que tenemos acerca de Dios y nuestra relación para con El se halla en la Biblia. Cualquier “encuentro” aparte de la Escritura debe verificarse por la Escritura. Si eso es así entonces, ¿qué nos dice la Palabra a nosotros que esperemos en un encuentro con Dios? Pienso que usted buscará en vano por información sobre como se puede “sentir” a Dios; en lugar de eso el registro bíblico habla de transformación. Cuando nos encontramos con Dios en el momento de la salvación somos nacidos de nuevo (Juan 3). Como cristianos encuentran a Dios, a través de la presencia internamente morando del Espíritu Santo, la marca es una vida transformada (2 Pedro 1).
D. Martin Lloyd Jones estaba al tanto de algo cuando él escribió:
Imaginemos que sigo la forma mística. Comienzo a tener experiencias; pienso que Dios me habla; ¿Cómo sé que es Dios quien me habla? ¿Cómo puedo saberla si no estoy hablando al hombre?; ¿Cómo puedo tener la seguridad de que no soy víctima de alucinaciones, puesto que esto le ha ocurrido muchos de los místicos? ¿Si yo creo en el misticismo como tal sin la Biblia, cómo sé que no estoy siendo engañado por Satanás como ángel de luz para alejarme del Dios vivo y verdadero? No tengo un estándar…. La doctrina evangélica me dice a mí que no mire a mí mismo sino a mirar a la Palabra de Dios; no examinarme a mí mismo, sino a mirar en la revelación que me ha sido dada. Me dice que Dios sólo puede ser conocido en Su propia manera, la manera en que ha sido revelado en las Escrituras mismas.5
Por supuesto, la corriente inclinada hacia lo subjetivo en vez de lo bíblico no es nada nuevo. En cada época parece que existen bolsas de pueblo de Dios (algunas veces bolsas más grande que otras) que quieren ir más allá de la Escritura para sus experiencias espirituales.
Sinclair Ferguson escribe, en el día de Calvino: “los Espirituales” fueron un aguijón en la carne para la reforma bíblica. ¡Calvino desesperándose de ayudar a las personas quiénes sentían la necesidad de mencionar el Espíritu en cada frase que hablaban! Para los Puritanos, el movimiento de la “luz interna” constituyó un peligro similar. En ambos casos “lo que el Espíritu decía” y “lo que el espíritu [humano] escuchaba” estaba divorciado y entonces exaltado sobre la Palabra. Poniéndolo más brutalmente, el sentimiento subjetivo y la emoción dominaron sobre la revelación objetiva de la Escritura. De modo semejante, hoy lo subjetivo, lo experimental, que se orienta solo, la mente secular “confianzuda” de los 1960s ha venido a hacer nido en el mundo evangélico.6
Udo W. Middelmann lamenta: “Nuestra época, grandmente ha reemplazado debates verdaderos de contenido teológico, filosófico, y cultural con testimonios ‘personales’, experiencias anecdóticas, y visiones privados”.7
Una Clase Nueva de Revelación – Profecía del Nuevo Testamento
En Colosenses 2:18,19 Pablo se dirige a personas confundidas por experiencias místicas. Los precursores de los gnósticos enseñaron que algunas elites habían recibido el regalo de la inspiración directa a través del Espíritu Santo. Estos momentos de inspiración tuvieron lugar a través de visiones, sueños y encuentros con ángeles.8 Esto había dividido la iglesia en dos clases, los ricos y los pobres (aquellos que se creían verdaderamente espirituales y que aquellos que no habían tenido estas experiencias).
Esta clase de problema no se ha desvanecido en el pasado y es casi idéntico a las enseñanzas encontradas dentro de los diversos elementos del movimiento carismático hoy. Por ejemplo, compare lo qué Jack Deere, un teólogo líder de la Viña escribe:
Dios puede da palabras personales de dirección a los creyentes hoy eso no pueden ser encontradas en la Biblia. No creo que él dé dirección que contradiga la Biblia, pero es una dirección que no se encuentra en la Biblia.9
Pero cómo sabe una persona si él realmente está escuchando a Dios, Wayne Grudem, otro teólogo de la Viña que es un creyente mayorista en revelaciones extrabíblicas de todas clases, responde:
La revelación tiene apariencia de ser algo del Espíritu Santo; parece ser similar a otras experiencias del Espíritu Santo que el dado a conocer previamente en la adoración. Más allá de esto es difícil de especificar aún más, salvo decir que con el tiempo una congregación probablemente será más hábil en hacer evaluaciones….y ser más experto en el reconocimiento de una revelación genuina del Espíritu Santo y distinguirla de sus pensamientos (énfasis mío).10
Grudem es discutiblemente el teólogo más cuidadoso y respetado carismático en el país. Él le enseñó Teología Bíblica y Sistemática en la Universidad Trinity International en Deerfield, Illinois, por veinte años (la cuál está afiliada a las Iglesias Libres Evangélicas de América). Pero, lo mejor que él puede idear en respuesta a nuestra preocupación es: “parece ser del Espíritu Santo” y, “una congregación probablemente” podría mejorar en el discernimiento con el paso del tiempo. Mientras andamos a tientas tratando de decidir si algo se parece que es del Espíritu Santo (nada en la Biblia nos ayuda aquí) y esperar que mejoraremos en discernir la voz de Dios, otros, como Henry Blackaby nos dicen que no nos atrevamos ni aun a dar un paso hasta que tengamos la seguridad de que lo hayamos escuchado de Dios. Lástima del pobre cristiano atrapado en esta confusión – él está irremediablemente echado un mar de subjetividad y misticismo.
En este punto, Blackaby, Deere y Grudem protestarían. Afirmarían que mientras ellos creen que Dios habla hoy a Su pueblo aparte de la Biblia, estas revelaciones no están a la altura de la Escritura. Es decir, Dios habla hoy pero no con la misma autoridad como él lo hizo en Su Palabra. Así que no nos acusen de agregar a la Escritura, dirían. Curiosamente, esto trae a colación otro asunto. ¿Ha hablado Dios alguna vez en una manera no autoritativa? En el registro bíblico nos encontramos con que Dios habló, ya sea oralmente (incluyendo a través de Sus profetas) o a través de la Palabra escrita. Pero siempre, Su Palabra fue autoritativa. ¡No fue nada menos que una palabra de Dios – una que podría ser comprendido y debía ser obedecida y debe ser acatada! Pero se nos dice hoy que Dios habla en una forma diferente, menos autoritaria, aun impura.
Esto es cómo le explica Wayne Grudem:
Hay casi un testimonio uniforme de todas las secciones del movimiento carismático que la profecía es imperfecta e impura, y contendrá algunos elementos que no deben ser obedecidos o confiables. Los líderes carismáticos anglicanos Dennis y Rita Bennett escriben: “no se espera que aceptemos cada palabra hablada a través de los dones de expresión…pero somos debemos aceptar lo que es viene rápidamente a nosotros por el Espíritu Santo y está de acuerdo con la Biblia… una manifestación puede ser 75% de Dios, pero 25 % del propio pensamiento de la persona. Debemos percibir entre los dos.11
Pero ¿cómo? ¿A dónde nos lleva Grudem? La argumentación de Grudem es que la profecía del Nuevo Testamento es diferente a la profecía del Antiguo Testamento. La verdadera profecía del Antiguo Testamento fue una revelación directa de Dios y de esta manera infalible, incluyendo que el profeta perdiera el derecho a vivir si él estuviese en un error (Deuteronomio 13:5; 18:20-22). Pero la profecía del Nuevo Testamento, incluyendo esfuerzos del día moderno, así dice Grudem, puede ser falible. Una profecía del Nuevo Testamento pudo ser parcialmente de Dios y parcialmente de nosotros mismos. Así, el cristiano debe tratar de discernir dónde termina Dios y donde comienza el hombre. Y debemos hacer esta determinación sin algún entendimiento profundo del Nuevo Testamento que guarda total silencio sobre el tema. Creo que Grudem está en serio error, dejando al creyente sin una “palabra segura de profecía”. No obstante, su punto de vista gana popularidad aun entre líderes y teólogos conservadores.
Una Clase Nueva de Revelación – la Voz “interna”
La Cristiandad evangélica No-carismática definitivamente ha tomado una inclinación mística en los días recientes también. Mientras que nunca niegan la autoridad de la Escritura como tal, muchos, desde personas en la banca de iglesia hasta líderes evangélicos claves, regularmente señalan experiencias místicas como la base para mucho de lo que hacen y creen. Debemos de preocuparnos de que esta perspectiva débil de las Escrituras finalmente causará un daño grande en el cuerpo de Cristo. Estamos de acuerdo con la valoración de David Wells: “Conceder el estatus de revelación a cualquier cosa aparte de la Palabra de Dios inevitablemente tiene como consecuencia remover ese estatus de la Palabra de Dios. Lo que puede comenzar como una autoridad adicional a lo largo de la Palabra de Dios eventualmente suplantará su autoridad totalmente”.12 John Armstrong concurre: “la comunicación directa de Dios, por definición, constituye alguna forma de revelación nueva. Tal revelación, al menos en principio, señalaría que las Escrituras no fueron suficientes o decisivas”.13
En el asunto está el tema de la revelación. Más pertinente, ¿Está Dios hablando hoy, directamente, infaliblemente, e independientemente de las Escrituras Sagradas? ¿Se revela El Mismo, Su voluntad, Su verdad, parte de la Biblia? Los críticos de la posición presentada en este artículo nos dirán que consideremos los ejemplos encontrados en la Escritura. Dios parece estar hablando todo el tiempo a toda clase de personas, parte de la Palabra escrita. Ésta es una exageración clara, aunque hay seguramente cierta verdad para ser encontrada. Hagamos algunas observaciones. Primero, Dios habló aparte de la Palabra escrito ocasionalmente. Cuando leemos la Biblia algunas veces se nos olvida que lo que leemos en cuestión de minutos pueden cubrir vastos períodos de tiempo originalmente. Abraham, por ejemplo, definitivamente escuchó la voz de Dios a veces. Dios le habló en Génesis 15 y de nuevo en Génesis 17. Pero hubo al menos un intervalo de 14 años entre las dos expresiones de Dios y posiblemente 20 años o más (compare 16:16 con 17:1). Nos parece que Dios hablaba con Abraham todo el tiempo pero la realidad es que muchos años pasaron sin comunicación de parte de Dios – aun para Abraham el amigo de Dios y el padre de la raza judía. Esto conduce a la siguiente observación: Cuando Dios habló fue casi siempre a los profetas y a los personajes claves en la historia bíblica, no para el hombre ó mujer común. Pudo haber habido algunas excepciones para esto, pero si es así, fue raro. Aún, muchos hoy hacen como que Dios habla a todo el mundo todo el tiempo, y tratan de sostener esta perspectiva a través de los relatos bíblicos. Pero las Escrituras simplemente no apoyan esta idea.
Hay una tercera observación que creo hace a menudo falta y es de gran importancia para este debate. Cuando Dios habló en la Escritura, ya sea directamente o a través de Sus profetas, él hizo eso con palabras audibles. Usted irá en vano en busca de alguna voz interna de Dios hablándole al corazón de Su pueblo. Ni encontrará usted a Dios comunicándose a través de pensamientos o corazonadas. Nadie dijo: “siento al Señor conduciéndome a hacer tal y tal cosa”. Nadie dijo: “tengo la paz de Dios en esta decisión”. En otras palabras, el pueblo de Dios ha creado medios de comunicación de Dios no se encuentran en la Biblia. Dios nunca habló en esta manera en la Escritura, pero nosotros ahora debemos creer que ésta es la norma hoy. En un capítulo por demás excelente sobre este mismo tema, R. Fowler White, quien toma una perspectiva cesacionista (con el cierre del canon de las Escrituras, Dios ya no da revelación para esta época) abre la puerta para esta forma de comunicación escribiendo: “Dios guía y dirige a Su pueblo por Su Espíritu en la aplicación de Su Palabra escrita a través de impulsos, impresiones, percepciones y cosas por el estilo”.[14] El teólogo de la Viña Jack Deere, en uno de sus pocos aciertos, ve claramente la debilidad en la declaración de White:
Primero, que él no ofrece un solo texto de la Escritura para apoyar su aseveración de que la dirección práctica de Dios es cuidadosamente distinguida de la obra de revelación del Espíritu… White simplemente afirma una distinción que no sólo no puede ser apoyada por la Escritura, sino que de hecho, contradice la Biblia…[Segundo], ¿cómo sabe White que Dios guía a través de impulsos, impresiones, percepciones, y cosas por el estilo? Él no puede usar la Biblia para probar esta aseveración… ¡White nos pide a nosotros que creamos en una forma de guía que aun no puede ser encontrada en la Biblia!15
Deere está en lo correcto. Muchos nos dicen que Dios habla en un tercera manera hoy, una manera nunca encontrada, descrita o sugerida en la Biblia: Dios habla hoy pero Su Palabra no es autoritaria, y lo que pensamos que oímos puede ser evaluada y examinada y aun descartada. No estamos incluso seguros si cuando él habla lo sea El. Y aquellos que sienten que de verdad escuchan a Dios todavía creen que la revelación puede en parte estar en un error.
Permanece un misterio para mí por qué las personas son atraídas por esta perspectiva de la Palabra de Dios. Sin duda alguna no es una mejora sobre: “así dice el Señor”. Seguramente la incertidumbre de este sistema decrece en importancia en contraste con la certeza de las Escrituras (2 Pedro 1:19-21).
Traducción: Armando Valdez
[1] Alistair Begg, What Angels Wish They Knew (Chicago: Moody Press, 1998), p. 13.
[2] Henry Blackaby, Experiencing God: How to Live the Full Adventure of Knowing and doing the Will of God (Tennessee: Broadman and Holman Publisher, 1994), p. 88.
[3] D. A. Carson, The Gagging of God (Grand Rapids: Zondervan, 1996), p. 506.
[4] Donald S. Whitney, “Unity of Doctrine and Devotion,” in The Compromised Church, ed. John H. Armstrong (Wheaton, IL.: Crossway Books, 1998), p. 246.
[5] D. Martyn Lloyd-Jones, Fellowship with God (Wheaton, IL: Crossway Books, 1993), p. 95.
[6] Sinclair B. Ferguson, “The Evangelical Ministry: the Puritan Contribution,” in The Compromised Church, ed. John H. Armstrong (Wheaton, IL.: Crossway Books, 1998), p. 272.
[7] Udo W. Middelmann, The Market Driven Church ( Wheaton, IL: Crossway Books, 2004), p. 61.
[8] Elaine Pagels, The Gnostic Gospels (New York: Vintage Books, 1981), pp. 49, 139-142, 163-166).
[9] Jack Deere, “Vineyard Position Paper #2,” p. 15.
[10] Wayne Grudem, The Gift of Prophecy in the New Testament and Today (Wheaton, IL.: Crossway Books, 1988), pp. 120-121.
[11] Ibid., p. 110.
[12] David Wells, God in the Wasteland (Grand Rapids: William B. Eerdmans, 1994), p. 109.
[13] John H. Armstrong, ed., The Compromised Church, “The Evangelical Ministry: a Tragic Loss,” (Wheaton, IL.: Crossway Books, 1998), p. 272.
[14] R. Fowler White, “Does God Speak Today Apart from the Bible?” in The Coming Evangelical Crisis, ed. John H. Armstrong (Wheaton, IL.: Crossway Books, 1996), p. 79.
[15] Jack Deere, Surprised by the Voice of God (Grand Rapids: Zondervan, 1996), pp. 283-384.
El Evangelio Según Warren
El Evangelio Según Warren
Por Gary E. Gilley
Nadie ha ejemplificado el enfoque dirigido por el mercado mejor que Rick Warren, pastor de la enorme iglesia Saddleback al Sur de California y autor de La Iglesia Con Propósito y La Vida Con Propósito. Mientras que Warren es abierto y franco acerca de su filosofía, estrategia y métodos, sin embargo, las cosas no siempre son como parecen ser. Por ejemplo, “con propósito” suena mejor que “dirigida por el mercado” pero es básicamente la misma cosa. En su libro La Vida con Propósito, su declaración inicial es: “No es acerca de usted”; Warren luego escribe todo un libro acerca de “usted”. El desprecia la psicología popular pero repetidamente la promueve a través del libro. Públicamente el rompe lazos con Robert Schuller, pero reitera algunas de las cosas detestables que Schuller ha estado enseñando por treinta años. El afirma un compromiso con las Escrituras pero las socava casi a cada momento. El les dice a sus seguidores que el no esta manipulándolos con el mensaje sino solo reorganizando los métodos, cuando de hecho el ha alterado el mensaje tanto que ya no es reconocible.
Esto nos lleva a su alteración más inquietante: el evangelio mismo. Acusar a Warren de modificar el evangelio es una acusación seria, uno no debería tomarlo a la ligera. ¿Cuál es la evidencia para tal acusación? Considere lo siguiente:
En el video que acompaña a los “40 Días de Propósito”, Warren guía a sus oyentes en oración al final de la primera sesión. La oración dice de esta forma:
Querido Dios, quiero conocer tu propósito para mi vida. No quiero basar el resto de mi vida en cosas equivocadas. Quiero tomar el primer paso en prepararme para la eternidad conociéndote. Jesucristo, no entiendo como, pero aunque sepa como, quiero abrir mi vida a ti. Hazte real a mí. Y usa estas series en mi vida para ayudarme a conocer para que me hiciste.
Warren continúa diciendo:
Ahora si usted ha hecho esta oración por primera vez quiero felicitarle. Usted se ha convertido parte de la familia de Dios.
Warren se vería en apuros en encontrar apoyo bíblico para esta presentación del evangelio. No encontramos nada aquí acerca del pecado, la gracia, el arrepentimiento, la persona de Cristo, el calvario, la fe, el juicio o la resurrección. Este es el peor mutilado evangelio del buscador sensible: el buscador viene a Cristo con el fin de encontrar su propósito en la vida, no para recibir perdón de pecados y la justicia de Dios. Entonces, declarar a alguien como miembro pleno de la familia de Dios debido a que ha hecho tal oración (basándose en un mínimo, si acaso, entendimiento de la persona y la obra de Cristo), es trágico.
¿Hará Warren algo mejor en su libro: La Vida Con Propósito? Un poco, pero no mucho. Con respecto ala eternidad el dice a sus lectores: “Si usted aprende a amar y confiar en el Hijo de Dios, Jesús, usted estará invitado a pasar el resto de la eternidad con El. Por el otro lado, si usted rechaza su vida, el perdón, y la salvación, usted pasará la eternidad separado para siempre” (p. 37). Hay suficiente verdad aquí para ser confundida, pero el Nuevo Testamento nunca nos dice que aprendamos a amar y confiar en Cristo con el propósito de ser salvos. Se nos dice que nos arrepintamos (Hechos 17:30) y pongamos nuestra fe en Cristo (Ef. 2:8-9), y no “aprender a amar y a confiar”. ¿Cómo es que el incrédulo va a aprender a amar y a confiar en Jesús? Estos son frutos de la regeneración, y no medios para la regeneración.
En la página 58, Warren nos da quizás su más completa presentación del evangelio encontrada en La Vida con Propósito. Allí dice a sus lectores que deben primero creer que Dios los ama y los ha escogido para tener una relación con Su Hijo quien murió en la cruz por ellos. Warren escribe: “la vida real comienza al someternos completamente a Jesucristo”. Yo no discutiría es, pero ¿Cómo podríamos someternos a Cristo? Warren declara: “Ahora mismo, Dios le esta invitando a vivir para su gloria al cumplir los propósitos para los cuales fue usted creado… todo lo que usted necesita es recibir y creer… ¿Aceptará la oferta de Dios?” Una vez más, el da un ejemplo de una oración: “Le invito a inclinar su cabeza y haga la oración en silencio que cambiara su eternidad, “Jesús, creo en Ti y te recibo.”” El promete: “Si usted ha hecho sinceramente esa oración, ¡felicidades! ¡Bienvenido a la familia de Dios! Usted está ahora esta listo para descubrir y comenzar a vivir el propósito de Dios en su vida”. Es digno de notar que esta presentación del evangelio es encontrada en el día 7 (de la jornada de los 40 días). Se nos hace asumir que el contenido de los días 1-6 nos ha llevado a esta invitación para recibir a Cristo. Lo que cree Warren que un pecador necesita es conocer que ser parte de la familia de Dios has sido supuestamente presentado en la primera semana de la jornada. Pero Warren no ha mencionado nada acerca de quien es Jesús, porque murió en la cruz, en que manera El es nuestro Salvador, el poder limpiador de la sangre de Cristo, el arrepentimiento la confesión de pecados, las consecuencias del pecado, o de nuevo, la resurrección de Cristo.
En una época pos-cristiana de analfabetismo bíblico, no puede ser asumido que un incrédulo tiene algún concepto de cualquiera de estas cosas. Esto es especialmente preocupante a la luz del mensaje central de Warren: encuentre a Dios y usted se hallará a sí mismo (propósito). Cuando esto es sin duda la tesis de La Vida Con Propósito, y la campaña de los “Cuarenta Días de Propósito”, el incrédulo naturalmente concluye que el esta haciendo una oración lo capacitará para resolver el problema de la falta de propósito en su vida. ¿Dónde encontramos en las Escrituras que el evangelio sea presentado como Warren lo presenta? Esperamos que Warren no niegue personalmente cualquiera de los elementos esenciales del evangelio, pero el ciertamente no esta proporcionándolos con el peso debido y deja a sus lectores con mucho a la imaginación.
John Macarthur escribe: “Escuchando a los predicadores del evangelio del buscador-sensible es posible pensar que es fácil ser cristiano. Tan solo diga unas cuantas palabras, eleve esta oracioncita y ¡zas! Ya esta en el club”[i]. Hay que reconocer, que la salvación es recibida por la fe solamente en Cristo solamente, pero no es recibida al repetir una pequeña oración con falta de contenido bíblico y entendimiento, con las esperanza de que usted encontrará el propósito en su vida. De hecho, un líder evangélico informa haber titulado un sermón en respuesta al evangelio del buscador-sensible: “Como Llenar su Iglesia con Cizaña”.
Macarthur advierte: “La gente está entrando a fácilmente por la puerta ancha, cómoda e invitadora, con todo su equipaje, sus propias necesidades, su autoestima y se deseo de realización y satisfacción. Lo más horrible de esto es que piensan que van a ir al cielo.”[ii]
Ladies Home Journal
La popularidad de Warren con las masas ha surgido a tales niveles que se la pedido escribir en una columna mensual para el Ladies Home Journal (Revista de la Dama de Hogar). Mientras que algunos puedan cuestionar porque una revista secular estaría interesada en que tiene que decir un pastor evangélico, ciertamente podemos regocijarnos de que Warren ha pasado a un foro de debate mundial (los lectores se estiman en 14.5 millones) en el cual proclamar la verdad de Dios, incluyendo el evangelio, a una audiencia extensa de incrédulos. Que privilegio. A el se le ha dado una plataforma en la cual puede anunciar las excelencias de Cristo. Pero, desafortunadamente, Warren no lo ha hecho. Mas que predicar el mensaje de Cristo, el mensaje de Warren, como se muestra en el título de su artículo es: “Aprender a Amarse uno Mismo”. En su artículo de Marzo 2005, el hombre que abrió su libro con las palabras: “No es acerca de usted”, muestra que el realmente piensa que sí. El dice a sus lectores: “Para verdaderamente amarse así mismo, usted necesita conocer las cinco verdades que forman la base de una sana auto-imagen” ¿Cuáles son? (Las siguientes son citas directas del artículo de Warren):
Acéptese a Sí Mismo
Dios lo acepta incondicionalmente, y en su perspectiva todos somos preciados y de un valor incalculable. Enfóquese en esto y usted no perderá tiempo en esforzarse tratando de ser alguien que usted no es.
Ámese a Usted Mismo
(Afirmaciones de la esposa de Warren), Dios realmente me ama sin compromiso. (Sobre esta base aparentemente se nos da la libertad de amarnos a nosotros mismos).
Sea Leal a Usted Mismo
Descubra, acepte y disfrute su “forma” única (la cual se refiere al programa de Warren llamado S.H.A.P.E.)… Este contento con ello (nuestra debilidad).
Perdónese a Sí Mismo
Dios no espera perfección pero El insiste en la honestidad. Cuando honestamente admito mis errores y pido perdón en fe, el no tiene rencor, ni tendrá más, y no lo sacará a colación de nuevo. Debemos practicar tal actitud de perdón con nosotros mismos.
Crea en Usted Mismo
¡Comience afirmando la verdad acerca de usted mismo! La verdad es que Dios lo ha creado con talentos, habilidades, personalidad y trasfondo con una combinación que es excepcionalmente usted. E su decisión. Usted puede creer lo que otros divagan acerca de usted, o usted puede creer en usted mismo como Dios lo hace, quien dice que usted es verdaderamente aceptable, adorable, valioso y capaz.
¡Que decepción! Warren no solo no comparte el evangelio, la gloria de Cristo o cualquier otra verdad teológica, el confunde el agua ofreciendo una psicología popular anémica, ninguna de la cual es apoyada con la Escritura. Brevemente, recuerde que Warren no esta escribiendo a creyentes sino a la gente en general, de la cual él esta asumiendo que no es salva. Con esto en mente considere:
Primero, a esta audiencia el les dice que Dios los acepta incondicionalmente. Nada puede ser más alejado de la verdad. Somos inaceptables para Dios en nuestro estado natural. Tuvo que tomar la muerte de el Hijo de Dios para proveer los medios por los cuales pudiésemos ser aceptados por Dios y solo aquellos que están en Cristo son aceptables al Padre (Efesios 1:3-14).
Segundo, en ningún lugar de la Escritura se nos dice que nos amemos a nosotros mismos. Se nos dice que amemos a Dios con todo nuestro corazón, alma y mente. Se nos dice también que amemos a los demás como nos amamos a nosotros mismos (Mat. 22:37-40). Algunos saltan en esta frase, “como a ti mismo”, como una prueba de que Dios nos manda amarnos a nosotros mismos. Esto no es cierto. Las Escrituras nos dicen que ya nos amamos a nosotros mismos (Efes. 5:28-29); no necesitamos que se nos anime a un amor propio desmedido que aumenta nuestro egocentrismo. De hecho, el único pasaje en el Nuevo Testamento que realmente habla de amor propio lo considera como una señal pecaminosa de los postreros tiempos (2 Tim. 3:2). Cristo nos llama a negarnos a nosotros mismos (Lucas 9:213) y no a amarnos a nosotros mismos.
Tercero, decirle a un incrédulo que se acepte y sea leal a sí mismo es condenarlo eternamente. ¿Debe decírsele a uno que esta muerto en sus delitos y pecados (Efes. 2:1) que esté contento con su debilidad? Warren puede estar intentando aliviar los corazones preocupados de sus lectores, pero él no esta señalándoles al Salvador.
Cuarto, ninguna palabra puede ser hallada en la Escritura acerca de perdonarse a sí mismos. Esta es una invención de la psicología moderna, y no un principio bíblico. Dios nos llama a confesar nuestros pecados a El y El entonces nos perdonará (1 Juan 1:9). Carecemos de la capacidad y autoridad de perdonarnos a nosotros mismos; esa es la prerrogativa de Dios.
Quinto, mas que creer en nosotros, se nos dice que “creamos en el Señor Jesús” (Hechos 16:31). Mas que creer en uno, Pablo confirma que somos incompetentes en nosotros mismos (2 Cor. 3:5), siendo simples vasijas de barro (2 Cor. 4:7). Mas que creer en nosotros se nos dice que cualquier cosa que logremos es por la fortaleza de Dios (Fil. 4:13). Mas que creer en nosotros, Pablo dice: “me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” (2 Cor. 12:9).
¿Como puede este pastor evangélico, quien ha surgido como el líder protestante más reconocido en el mundo, uno que es visto como alguien con perspicacia espiritual y guía de millones, perder la huella ampliamente? Quizá la clave está en su perspectiva de la doctrina. En La Vida Con Propósito, Warren quiere que no tengamos duda de que cuando nos pongamos delante del Señor “Dios no nos cuestione acerca de nuestro trasfondo religioso o nuestras opiniones doctrinales. La única cosa que importa es, ¿has aceptado lo que Jesús hizo por ti y aprendiste a amarlo y a confiar en el” (p. 34)? Por el contrario, lo que creamos es de gran importancia. ¿Inspiró el Espíritu Santo la Biblia para nosotros ignorando lo que ella enseña? ¿Son insignificantes las palabras de Jesús? ¿Son las verdades doctrinales de las epístolas del Nuevo Testamento nada más que un relleno? Con respecto a la salvación, si importa lo que usted crea acerca de Jesús, la cruz, la resurrección, el pecado, el juicio, el evangelio, etc. Warren esta realmente perjudicando a la iglesia de Dios. Al minimizar el contenido del evangelio, trivializando la Escritura, despreciando la doctrina y reemplazándola con psicología, misticismo y sabiduría del mundo, nos hace recordar la advertencia de Pablo en Colosenses 2:8: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”.
Una Alternativa a los Métodos y Mensaje de Warren
Mi esposa y yo recientemente asistimos a un servicios de adoración en una iglesia evangélica la cual había adoptado el modelo de la Vida con Propósito popularizada por Warren. El servicio era preocupante en varios puntos, incluyendo una adoración irreverente, selecciones musicales antibíblicas y una actitud general de apatía. Pero lo que fue más preocupante fue el sermón. El pastor, seguramente un siervo de Dios bien intencionado y sincero, no tenía pista de cómo hacer exégesis de las Escrituras. En su mensaje tópico el señaló a la congregación mediante presentaciones de PowerPoint, docenas de pasajes. Pero en un modo asombroso se las arregló en malinterpretar, espiritualizando, perdiendo el contexto, leyendo una pobre traducción, etc. Ni una sola vez proporcionó la interpretación correcta de algún verso de la Escritura, pero cuanto mas pude observar ninguno parecía darse cuenta o tener cuidado.
Esto me dio una mayor percepción dentro de lo que había estado sospechando y observando. La filosofía de ministerio de Warren, con mal uso de la Escritura, con un mensaje del evangelio débil, con infiltración de la psicología e indiferente a la teología esta siendo aceptada por el evangelicalismo debido a que mucho de eso ya esta residiendo en el evangelicalismo. Warren no es tanto un iniciador como un producto de su tiempo. Yo creo que el ha caído en la ola de lo que ya esta sucediendo en el evangelicalismo. Lo que el ha hecho es conectar los puntos –desarrollando métodos, programas y un mensaje que parece funcionar. El pragmatismo se ha convertido en el árbitro final en nuestra sociedad incrementándose en nuestras iglesias. “Si funciona debe ser de Dios”, así va la sabiduría convencional. Pero el pragmatismo es un pionero poco fiable. En nuestros momentos mas reflexivos algunos de nosotros estaríamos dispuestos a creer que el éxito puede siempre tener la ultima palabra. Por ejemplo, el mormonismo es la “iglesia” más exitosa del mundo hoy en día. Pero, ninguno de nosotros estaría dispuesto a creer que Dios esta bendiciendo a la Iglesia Mormona. Si el pragmatismo es nuestra guía, entonces seremos llevados desesperanzadamente a todo viento de doctrina (Efes. 4:14). Necesitamos algo más estable: un verdadero fundamento.
De Regreso a la Biblia
1 Timoteo 3:15 describe la misión de la iglesia como siendo el pilar y soporte de la verdad. Cualquier cosa que haga la iglesia, debe tomar seriamente esta comisión por parte de Dios. Nadie más que la iglesia de Dios esta interesada en tal proyecto –recae en el pueblo de Dios, la verdadera iglesia, ser el único lugar donde la verdad es creída, sostenida y proclamada gloriosamente. Claro, la verdad que la iglesia tiene que ofrecer tiene una fuente: la Palabra de Dios. Todo lo que la iglesia hace debe emerger de las Escrituras. Cada método, programa, esfuerzo evangelístico y mensaje que declare la iglesia debe hallar sus raíces firmemente plantadas en la verdad bíblica.
Esto nos guía al taló de Aquiles de Warren y sus imitadores: Warren no inicia con la Biblia. A primera vista, el mensaje y los programas “Dirigidos con Propósito” son muy atractivos. Parecen hablar el lenguaje de las personas; son exitosos; son saturados con la Escritura, mucha de su enseñanza dan en el blanco. Además, muchos de los que promueven La Vida Con Propósito son sinceros y bien intencionados. Pero en un examen más de cerca hallamos una mosca en la sopa. No es una mosca ordinaria es un monstruo inmenso, lleno de veneno mortal. Podemos intentar ignorar la mosca, esperando que todo esta bien, peor finalmente debemos enfrentar a la mosca o permitir que altere nuestra sopa a algo totalmente diferente.
¿Qué es la mosca? Es esto: Warren no inicia con la Escritura, el comienza con las personas. Su iglesia comenzó sobre la base de una encuesta preguntando a la gente que es lo que querían de una iglesia. El encuesta a la congregación sobre la clase de música secular les gusta y les proporciona esa clase de música. El comienza con las necesidades de la gente y luego crea un mensaje para satisfacer esas necesidades. El determina lo que el cree que las personas quieren escuchar y luego va a la Escritura para encontrar apoyo a su filosofía de ministerio.
Es justo aquí donde necesitamos retroceder y examinar cuidadosamente la filosofía guiada con propósito. He encontrado que si usted pasa por alto el fundamento que subyace en cualquier sistema para que la superestructura puede parecer bella –por un tiempo. Una vez más tome al mormonismo. Su énfasis externo sobre los valores familiares y morales es ciertamente cautivador. Es un fundamento que esta defectuoso. Por la misma moneda necesitamos examinar el fundamento de La Vida Con Propósito. ¿Ha sido colocado bajo un estudio cuidadoso de las Escrituras? O ¿Son sus ladrillos hechos con modas seculares, filosofías y pragmatismo, bombardeado junto con un descuido en el uso de la Escritura? Si la última es su conclusión, como lo es la mía, ¿Qué tenemos que hacer?
Créalo a no, hay una alternativa a LVP y a otros programas similares. Suena simplista y chapado a la antigua pero tiene la estampa de aprobación de Dios. Es regresar a la Biblia. Nuestros púlpitos necesitan regresar a la exposición imperturbable de la Escritura. Nuestras clases de escuela dominical y estudios bíblicos necesitan hojear los manuales y guía escritos acerca de la Biblia y abrir la Biblia misa. En nuestra iglesia local hemos desechado todos los programas de estudios comerciales de escuela dominical –los cuales han sido diluidos hasta el punto de ser inútiles –y simplemente enseñar la Biblia. Nuestros niños de 4 a 5 años están siendo enseñados con historias seleccionadas de la Biblia. Los de edades de 6 a 7 años van a través de la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis en esos dos años. Los de edad de 8 a 9 años van una vez más a través de toda la Biblia. Las edades de 10 a 11 están siendo enseñados acerca de la hermenéutica y métodos de estudio bíblico y aplicando esos métodos para estudiar las epístolas. A los de 12 a 13 años se les enseñan cursos bíblicos a nivel colegio en teología sistemática. A los estudiantes de secundaria se les enseña la Biblia con énfasis en el discernimiento bíblico. A este nivel muchos de ellos comienzan a enseñar a niños al ir ellos escudriñando. Todos los cursos de adultos están enfocados al estudio de la Escritura, junto con clases sobre historia de la iglesia, teología y vida cristiana. Todos los sermones son exposiciones versículo por versículo de la Palabra. Ciertamente nuestros maestros usan comentarios y ayudas de estudio de la Biblia pero son las Escrituras mismas las que son estudiadas.
He encontrado algo asombrosos –cuando las personas son alimentadas con una dieta firme de verdad bíblica tienen muy poco antojo del algodón de azúcar de las modas pasajeras. ¿Por qué cambiarían la fuente de la vida por cisternas rotas (Jer. 2:13)? Por supuesto muchos las tienen y lo hacen, pero la solución no es andar a gatas dentro de la cisterna, es exhibir la fuente.
Pero este enfoque de “regreso a la Biblia” tiene un problema fatal –estamos en medio de una crisis de confianza en la suficiencia y autoridad de la Escritura. Si no creemos que la Palabra de Dios es suficiente, entonces no las exhibiremos si no creemos en la autoridad final de la Palabra entonces buscaremos alternativas. Lo que el mundo y la iglesia necesitan hoy son hombres y mujeres de Dios que crean con todo su corazón en la suficiencia de Su Palabra. Necesitamos una iglesia que no se avergüence de Cristo y de Su Palabra (Lucas 9:26), una iglesia que audazmente proclame la verdad desde los tejados. Se registra que una vez Charles Spurgeon dijo: “Usted no necesita defender a un león cuando esta siendo atacado. Todo lo que usted necesita es abrir la puerta y dejarlo salir”. Junto con Spurgeon, yo creo que es tiempo de una vez más abrir la puerta y dejar a la Palabra hacer su obra.
Traducido por Armando Valdez
[i] John Macarthur, Jr. Difícil de Creer, (Nashville: Thomas Nelson Publishers, 2003), p.12.
[ii] Ibíd.., p.13.
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