Día: 20 agosto 2014
El Futuro de Israel, 1ª. Parte
El Futuro de Israel, 1ª. Parte
Por John Macarthur
Daniel 9:20-24
INTRODUCCIÓN
A. Una Asombrosa Profecía
Algunos estudiosos consideran a Daniel 9:20-27 la principal defensa de la inspiración divina de la Biblia, ya que afirma precisamente que el Mesías vendría a la tierra. Sir Isaac Newton, que escribió un discurso sobre el tema, dijo que podíamos jugarnos la verdad del cristianismo en esa profecía solamente, hecha cinco siglos antes de Cristo.
El Evangelio de la Gracia Soberana
El Evangelio de la Gracia Soberana
Por Joel Beeke
Un libro del Nuevo Testamento, que hace especial hincapié en la gracia soberana de Dios es la asombrosa carta de Pablo a los Romanos. Según Pablo, la gracia hace tanto judíos y gentiles coherederos del reino de Dios con el creyente Abraham ( Rom 4:16). Se establece la paz entre Dios y los pecadores que son Sus enemigos (Rom 5:2). Dado que sólo esta gracia es más fuerte que las fuerzas del pecado, produce una libertad genuina y duradera del dominio del pecado (Romanos 5: 20-21; 6:14.). La gracia divina prepara a hombres y mujeres cristianos con variados dones para servir en la iglesia de Dios (Rm 12: 6). Esta gracia en última instancia, vencerá a la muerte y es el presagio seguro de la vida eterna para todos los que la reciben (Rm 5:20-21.), porque es una gracia que se remonta a tiempos inmemorables antes de la creación del tiempo y, sin respeto al mérito humano, elige a hombres y mujeres para la salvación (Romanos 11: 5-6.).
El Lugar y Propósito de la Disciplina de la Iglesia
El Lugar y Propósito de la Disciplina de la Iglesia
Por John MacArthur
¿Está desanimado por el pecado ignorado en su iglesia? ¿Los líderes se niegan a reconocer o responder a las denuncias de pecado flagrante dentro de la iglesia?. No estás solo.
Muchos feligreses fieles se sienten frustrados e indefensos a medida que experimentan el daño continuo causado por los pecadores no arrepentidos y sin restricciones en sus congregaciones. La pasividad de muchos líderes se debe a su deseo de ser visto como amorosos y para evitar posibles conflictos. Esta renuencia (o negativa) para hacer frente a la maldad no sólo es devastador para la salud de una iglesia local, también es desobediente a los mandamientos claros de Cristo.
Jesús dio instrucciones explícitas sobre cómo debe ser tratado el pecado en la iglesia: