Respondiendo a las 95 Tesis Contra el Dispensacionalismo – Tesis 68-70
Respondiendo a las 95 Tesis Contra el Dispensacionalismo – Tesis 68-70
Por Paul Henebury
Tesis 68.
Contrariamente a la visión de los dispensacionalistas sobre la marca de la bestia, la mayoría de ellos ven en el número de la bestia una serie de tres seises, la Biblia lo presenta no como tres números (6-6-6) sino un número singular (666) con el valor numérico total de “seiscientos sesenta y seis” (Apocalipsis 13:18b).
Respuesta:
Nuestros amigos han vuelto a leer a los entusiastas y han metido en el mismo saco a todos los dispensacionalistas. ¿Cómo se sentirían si citáramos a Harold Camping y lo usáramos como nuestro ejemplo para criticar la teología reformada? Pero se aconseja al lector que compruebe por sí mismo las obras de Ryrie, Walvoord, Pentecost, Fruchtenbaum, Couch, Ice y otros, y vea si cometen este error. La mayoría de los dispensacionalistas son cautelosos de decir mucho acerca de este número (singular), pero se contentan con decir que su significado será evidente para aquellos lo suficientemente sabios como para reconocerlo en ese día.
Como parece que muchos no tomarán la marca asociada a este número no debe pensarse que será particularmente difícil «contar» el número de la Bestia cuando se presente. De hecho, dado que la condenación es el castigo por tomar la marca (Apocalipsis 14:9-11) probablemente no es suponer demasiado creer que hay un grado de voluntariedad en muchos que realmente toman la marca.
Tesis 69
Contrariamente a la expectativa de muchos dispensacionalistas de que la marca de la bestia será algún tipo de «implante de microchip» (Timothy Demy), Apocalipsis 13 afirma que es una marca, no un instrumento de algún tipo.
Respuesta:
Muchos dispensacionalistas se aventuran a decir que la marca podría ser una señal de obediencia al Anticristo y el microchip el medio de rastrear a los que son «buenos ciudadanos». Fruchtenbaum señala que, dado que todos reciben el mismo número, no debe suponerse que tenga nada que ver con el crédito o la banca. Simplemente impide que alguien compre o venda y, por tanto, se gane la vida. (Véase Arnold G. Fruchtenbaum, The Footsteps of the Messiah, 2ª ed., 254-55).
Todos los dispensacionalistas son conscientes de que la marca de la bestia es una marca.
Tesis 70
En contra de la creencia de los dispensacionalistas en un reino geopolítico aún futuro que se impondrá catastróficamente al mundo mediante una guerra en la batalla de Armagedón, las Escrituras enseñan que el reino de Cristo es un reino espiritual que no viene con señales, y que ya estaba presente en el primer siglo, como cuando Jesús declaró: «El reino de Dios no viene con señales visibles, ni dirán: «¡Mirad, aquí está!» o: «¡Allí está!» Porque he aquí, el reino de Dios entre vosotros está.» (Lucas 17:20-21).
Respuesta:
Puede ser una buena idea leer unos cuantos versículos: «Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo[a] del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación ‘…» Esto parece una señal bastante clara.
Ahora hay que notar que el Concilio de Nicea está de acuerdo en tomar Lc. 17:20-21 literalmente, pero su uso como texto de prueba para un «reino espiritual» significa que tendrán que espiritualizar los versículos 22-37 (cf. Mt. 24:27ss.) Por otro lado ,los dispensacionalistas toman ambos textos al pie de la letra y buscan explicar las palabras de Jesús en su contexto. Al tratar de hacer esto, diferentes expositores han llegado a varias conclusiones de Lc. 17:20-21, sean o no dispensacionalistas. Algunos piensan que Jesús se está refiriendo a sí mismo en el pasaje; otros piensan que el pasaje se refiere al hecho de que la venida de Cristo inaugura la era del reino que se consumará en su segunda venida; otros creen que es proléptico. La cuestión es que se trata de un texto difícil y, como tal, no debe convertirse en un locus para demostrar la doctrina.
Además, debemos señalar que hablar de un reino «espiritual» en contraposición a un reino geopolítico físico huele más al platonismo griego que a la Biblia. Uno no obvia al otro. Los textos que hablan de la venida de Cristo en venganza y de la instauración del suyo incluyen los ya mencionados anteriormente, además de Apocalipsis 19:11-22:5 leído como una simple cronología de los acontecimientos del Fin de los Tiempos (véase también Zacarías 12-14 leído sin asumir una interpretación alegórica).