Tiatira: Una Severa Advertencia
Tiatira: Una Severa Advertencia
POR JOHN F. MACARTHUR
18 Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto:
19 Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. 20 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. 21 Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. 22 He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. 23 Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras. 24 Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; 25 pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. 26 Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, 27 y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; 28 y le daré la estrella de la mañana. 29 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. (Apocalipsis 2:18-29)
Si la iglesia es algo en el mundo, es el pueblo santo de Dios. Las iglesias deben ser conocidas por cómo exaltan la justicia y cómo condenan la injusticia. Las iglesias deben ser conocidas por confrontar el pecado e ir en pos de la santidad. Pero en nuestro tiempo, como en cualquier otro tiempo, ese no es necesariamente el caso; y no era el caso en la iglesia de Tiatira a la que nuestro Señor escribió esta carta.
Hay innumerables iglesias como la de Tiatira, iglesias que toleran el pecado. Y tolerar el pecado a cualquier grado es un asunto serio con nuestro Santo Señor.
Esta carta muestra a lo que conduce el compromiso con el mundo. Conduce a la idolatría e inmoralidad a gran escala. Esta no es solo una iglesia infiltrada por el mundo, como lo fue Pérgamo. Esta es una iglesia que ha absorbido el pecado y el error y ha vivido felizmente con ellos.
Esta carta necesita ser leída una y otra vez en cada época, y especialmente hoy, ya que tolerar el pecado es común. Tolerar la falsa enseñanza es común.
Pero primero, reciben un maravilloso elogio en el versículo 19: «Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras «.
El amor no era su problema; tenían amor. La fe no era su problema. El ministerio no era su problema. La perseverancia no era su problema. Su problema era que estaban tolerando el pecado.
Eran una iglesia activa, floreciente, ocupada, creciente, pero estaban en grave peligro, y ese peligro provenía del pecado.
Las iglesias deben ser intolerantes a la falsa enseñanza y a la inmoralidad. La iglesia toleraba a esta mujer – una idólatra, una metida en las cosas profundas de Satanás.
Jezabel es el nombre de un personaje del Antiguo Testamento, la notoria esposa de Acab que estableció la adoración a Baal en Israel.
¿Era este en realidad el nombre de la mujer en la iglesia de Tiatira? Probablemente no. Pero ella era una adoradora de ídolos. Era como Jezabel. Ella introdujo la inmoralidad y la idolatría en la iglesia. Ella es simbólicamente llamada Jezabel en la forma en que Jerusalén sería simbólicamente llamada Sodoma y Egipto en su tiempo de iniquidad. Ella era Jezabel para la iglesia en Tiatira en la forma en que Jezabel trajo iniquidad y maldad a Israel.
¿Cómo puede alguien entrar en una iglesia en el primer siglo y convencer a la gente a vivir una vida inmoral y seguir adorando ídolos? Es posible. Sigue siendo posible incluso hoy en día.
De alguna manera convenció a la iglesia de que el paganismo y sus expresiones, incluso hasta el punto de la inmoralidad, estaban bien. “Todos somos pecadores. No podemos hacerlo mejor. Esto es lo que somos. Estamos en la carne, así será.”
La siguiente declaración es bastante impactante: “He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras” (Apocalipsis 2:22-23).
Cristo quiere que Su iglesia sea pura, y puede matar a personas para lograrlo. El mensaje de los antinomianos, de que no importa lo que hagas en la carne, es un mensaje inexacto. Y puede traer la muerte.
¿Por qué haría esto el Señor? Versículo 23: “y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras”
Había un montón de otras iglesias como Tiatira, y había un montón de iglesias moviéndose en esa dirección. Matar a la gente de esta iglesia seria una advertencia a otras iglesias de lo que podría pasar. El Señor dice, “Arrepentíos, estáis en peligro de ser ejecutados. Arrepentíos.”
No entiendo cómo las iglesias pueden ser tan indiferentes al pecado. El Señor dice: «Voy a poner una exhibición pública de advertencia acerca de tolerar la falsa enseñanza y la inmoralidad que la acompaña. Voy a matar a la gente en Tiatira como un ejemplo para otras iglesias que piensan que necesitan ir por ese camino. Y yo soy el que escudriña las mentes y los corazones.”
Hablamos de la necesidad de un avivamiento en la iglesia. ¿Cómo sería? ¿Qué cambiaría?
La iglesia se tomaría muy en serio la santidad y el pecado. Esa es la reforma que pide nuestro Señor. La reforma incluiría un nuevo amor por Cristo. Incluiría la exclusión del compromiso y una confrontación del pecado.
Si la iglesia va a tener una nueva reforma – y la necesita desesperadamente – va a tener que refrescar su primer amor por Cristo, dejar los compromisos con el mundo, y confrontar el pecado.