Día: 31 octubre 2013
La Gloria de la Reforma: Una Conciencia Limpia
La Gloria de la Reforma: Una Conciencia Limpia
Por Kevin DeYoung
El Día de la Reforma conmemora la acción de Martin Lutero en clavar las noventa y cinco tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg el 31 de octubre 1517.
Como consecuencia vinieron los eventos que ocurrieron poco más de tres años después.
En enero de 1521, el Papa León X excomulgó a Lutero y lo exhortó a defender sus creencias ante el emperador del Sacro Imperio Romano en una dieta imperial de Worms. Cuando la dieta se llevó a cabo ese abril Lutero, no se paseó como un hombre seguro en Worms. El primer día estaba tan intimidado que sus declaraciones apenas podían entenderse. Lutero tenía razón para tener miedo, porque había planes para desterrar a Lutero del imperio (o peor) si el no retractaba de sus libros.
El interrogatorio no fue de pocas palabras, pero al final Lutero resumido con valor, concluyendo con estas famosas palabras: “Mi conciencia está cautiva a la Palabra de Dios. Por lo tanto no puedo y no voy a retractarme, porque ir en contra de mi conciencia no es seguro ni saludable. No puedo hacer otra cosa, aquí estoy, que Dios me ayude. Amen.”
Celebrando el Día de la Reforma
Celebrando el Día de la Reforma
Por Nathan Busenitz
Hoy es una de mis fiestas favoritas.
No, no me refiero a Halloween.
Estoy hablando de Día de la Reforma – que se celebra el 31 de octubre, y que conmemora el día en que Martín Lutero clavó sus 95 tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg en 1517.
Día de la Reforma no sólo se celebra aquí en los Estados Unidos por una serie de denominaciones evangélicas, también es un día festivo oficial en algunas partes de Alemania y un par de otros países de todo el mundo.
En el post de hoy, me gustaría centrarme en un tema que se refiere en particular a la Reforma protestante. Ese tema es capturado por la frase latina, sola Scriptura. Se expresa en las conocidas palabras de Hebreos 4:12.
Hebreos 4:12 – "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos, y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón ".