Escatología
Evidencias Bíblicas para un Rapto Pretribulacional
Evidencias Bíblicas para un Rapto Pretribulacional
Por
Michael Vlach
Puntos introductorios con respecto al rapto
El Interés en el Rapto, una encuesta de 1994 por el U.S. News and World Report encontraron que el 61 por ciento de los estadounidenses creen que Jesucristo regresará a la tierra, y un 44 por ciento cree en el rapto de la iglesia. (Jeffery L. Sheler, “The Christmas Covenant” U.S. News and World Report, 19 de Diciembre, 1994, pp. 62, 64)
¿De dónde obtenemos el término “rapto”? El término “rapto” no es encontrado en la Biblia, entonces ¿de donde proviene la palabra? El término “rapto” viene de la traducción latina de la palabra griega y traducida “arrebatados” en 1 Tesalonicenses 4:17. Charles Ryrie explica, “la palabra griega de la cual tomamos el término ‘rapto’ aparece en 1 Tesalonicenses 4:17, traducida ‘arrebatados.’ La traducción latina de este versículo utilizó la palabra rapturo. La palabra griega que traduce es harpazo, lo cual quiere decir arrebatar o tomar. En otro lugar se utiliza para describir cómo arrebató El Espíritu a Felipe cerca de Gaza y lo trajo a hasta Cesarea (Hechos 8:39) y para describir la experiencia de Pablo de ser arrebatado hasta el tercer cielo (2 Cor. 12:2-4). De esta manera no puede haber duda de que la palabra es usada en 1 Tesalonicenses 4:17 para indicar la remoción real de las personas de la tierra hacia el cielo”. (Charles Ryrie, Teología Básica, p. 462)
Definiendo el Supersesionismo
Definiendo El Supersesionismo
Por Michael J. Vlach, Ph.D.
Tomado de www.theologicalstudies.org
Esta sección intentaremos una definición precisa del supersesionismo. Diversos títulos han sido usados para identificar la perspectiva de que la iglesia ha sustituido definitivamente a Israel en el plan de Dios. Como Marten H. Woudstra observa: “la cuestión de que si es más correcto hablar de una sustitución de los judíos por la iglesia cristiana o de una extensión (continuación) del pueblo de Dios del Antiguo Testamento en la iglesia del NT es diversamente respondida”.[i] La designación más común utilizada en los últimos documentos académicos para identificar esta posición es “supersesionismo”. Comentando sobre este término, Clark M. Williamson escribe: “el ‘Supersessionism’ viene de dos palabras latinas: Super (adelante o en) y sedere (sentarse), como cuando una persona están sentada en la silla de otro, desplazando a este último”.[ii] Además, el título “teología del reemplazo” es a menudo visto como un sinónimo para “supersessionism”.[iii]
12 Razones de porque el Supersesionismo No es una Doctrina Bíblica
12 Razones de por qué el Supersesionismo / La Teología del Reemplazo No Es Una Doctrina Bíblica
Tomado de www.theologicalstudies.org
Por Michael J. Vlach, Ph.D.
“Creo que no atribuimos suficiente importancia a la restauración de los judíos. No pensamos mucho en eso. Pero ciertamente, si hay algo prometido en la Biblia es esto”.
– Charles H. Spurgeon
“Sostener la opinión de que Dios reemplazó a Israel con la iglesia es apartarse de un enorme cuerpo de evidencia bíblica”.
– Walter C. Kaiser, Jr.
El Supersesionismo es la perspectiva de que la Iglesia Neotestamentaria suplanta, reemplaza, o cumple el papel y el lugar de la nación de Israel en el plan de Dios. Estoy convencido de que la teología del reemplazo/supersesionismo es una doctrina no bíblica que viola las claras afirmaciones tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento que enseñan y afirman una salvación nacional y una restauración de Israel. A continuación hay doce razones de por qué el supersesionismo viola el testimonio bíblico:
LA MUERTE Y LA VIDA DEL MAS ALLA
LA MUERTE Y LA VIDA DEL MAS ALLA
Thomas Montgomery
El hablar acerca de la muerte es de suma importancia para poder entender el destino final del hombre y la vida del más allá. Sin un entendimiento correcto de la naturaleza del hombre y una comprensión de la definición que la Biblia da a la muerte, no es posible investigar en forma debida el asunto de la vida después de la muerte, sea en el cielo o en el infierno.
En este folleto trataremos especialmente con la enseñanza bíblica acerca del alma, el seol, el hades y el infierno.
Con frecuencia escuchamos las estadísticas acerca de la muerte en el mundo: Que 3 personas mueren por segundo, 180 personas cada minuto, 11,000 personas cada hora, 260,000 personas cada día y 95’000,000 cada año. Todos nosotros tendremos que llegar a esta cita final.
Una encuesta en el estado de Iowa en los E.U.A., realizada en 1977 mostró que 65% de los encuestados pensaban que irían al cielo. Aunque la gran mayoría de los encuestados se consideraban como “fuera de peligro”, sin embargo, el 31% decían estar seguros de conocer a otros que sí irían al infierno. Un año después, una encuesta en el estado de Minnesota reveló que solamente 4% consideraban que irían al infierno. Pero, como en el caso anterior, más del 20% de los habitantes del estado también pensaban que otros seguramente irían allá. En 1988 otra encuesta realizada por la revista Newsweek indicó que el 76% de los norteamericanos pensaban que tenían una gran posibilidad de ir al cielo, y sólo el 6% pensaban que probablemente estarían en el infierno. Una encuesta similar en Australia en el año de 1988 indicó que sólo un 39% de la población creía en el infierno. Otro estudio estadístico semejante realizado en Gran Bretaña en 1989, manifestó que sólo un 24% de la población creía en el infierno. Estas estadísticas son sólo un pequeño reflejo de la confusión y la incredulidad que existe respecto a estos temas.
En la actualidad muchas sectas se dedican con regocijo a anunciar y publicar en su literatura, que el infierno no existe. Un ejemplo de esto son los testigos de Jehová y algunas otras sectas, quienes niegan la enseñanza bíblica sobre el alma y por lo tanto terminan rechazando también la doctrina del infierno. Según los testigos de Jehová, el hombre es un “alma” tal como los animales son “almas”. Por lo tanto, al morir un hombre, su “alma” también muere; es decir, deja de existir o vuelve a la nada. En su libro titulado Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra, los testigos afirman lo siguiente:
El hombre es un alma. Por eso, como esperaríamos, cuando el hombre muere, su alma muere. (pág. 78)
En la muerte, el espíritu del hombre, su fuerza vital, o de vida que se sostiene por la respiración “sale”. Ya no existe. …Tanto el hombre como la bestia regresan al polvo del cual están hechos. (pág. 77)
Puesto que el alma humana es el hombre mismo, entonces no puede ser ninguna cosa parecida a una sombra que viva dentro del cuerpo, o que pueda salir del cuerpo. (pág. 73)
Cuando alguien se ha sumido en un sueño muy profundo, entonces no recuerda nada. Algo similar sucede en el caso de los muertos. No sienten nada. Ya no existen. (pág. 80)
Según la Biblia, los muertos entran a un estado de inconsciencia completa. (pág. 77)
Toda esta confusión tiene que ver con la cuestión de la naturaleza del hombre y con la definición de la palabra muerte. La única fuente veraz de información sobre estos asuntos es la Palabra de Dios. Si los hombres consideran que el infierno es un hecho o una fantasía, es lo de menos; lo que importa es lo que Dios dice. Nuestro propósito en este folleto es examinar lo que Dios dice en su Palabra sobre estos asuntos. Primero vamos a tratar con la naturaleza del hombre.
LA NATURALEZA DEL HOMBRE
Génesis 1:26 dice: “Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra.” El versículo 27 añade “y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó…”. Estos versículos enseñan que el hombre no es igual a los animales. “Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fué el hombre en alma viviente.” (Génesis 2:7) El hombre es distinto de los animales por la determinación especial que Dios tomó antes de formarlo. La diferencia entre los hombres y los animales es evidente por la “imagen de Dios” que el hombre porta.
Hablando de la naturaleza nueva que se imparte al hombre que es regenerado, Efesios 4:24 dice: “Y vestir el nuevo hombre que es creado conforme á Dios en justicia y en santidad de verdad”. Se encuentra la misma idea en Col.3:10; “Y revestídoos del nuevo, el cual por el conocimiento es renovado conforme á la imagen del que lo creó”. En estos textos se puede notar la gran diferencia que existe entre el hombre y los animales. El hombre es un ser racional y moral que posee mente, emociones y voluntad. La imagen de Dios significa simplemente que el hombre refleja a su creador en las capacidades y habilidades, las cuales le distinguen del resto de la creación. La nobleza, la dignidad, el significado y el valor del hombre descansan en el hecho de que es portador de la imagen de Dios. Los versículos anteriormente citados se refieren al hecho de que la imagen que fue parcialmente perdida en la caída, es restaurada en principio por la regeneración.
La Biblia habla del hombre como alma, cuerpo y espíritu. 1 Tes.5:23 dice así: “Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo”. (Más adelante examinaremos el uso de estas tres palabras.) Cabe señalar aquí que estas palabras son usadas aquí con el propósito de distinguir entre la parte “material” y la parte “inmaterial” del hombre. La Biblia habla del hombre como compuesto tanto de lo material como de lo inmaterial, de lo visible y lo invisible, de lo físico y lo espiritual. Si la Biblia no enseñara que el hombre posee su “lado” inmaterial, no usaría las palabras alma y espíritu en la forma que lo hace. El argumento que dice que el espíritu es la “fuerza de vida” y nada mas, es una simplificación y un error que no corresponde al uso bíblico de la palabra espíritu. Aquellos que afirman que el alma no puede salir del cuerpo, están negando la clara enseñanza de la Biblia.
La Biblia enseña en muchos textos la naturaleza “dualista” (material e inmaterial) del hombre. Lea por favor los siguientes textos:
“Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios: Mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi espíritu, y que me lleva cautivo á la ley del pecado que está en mis miembros.” (Romanos 7:22-23) Note aquí que el apóstol hace una clara distinción entre el “hombre interior” y sus miembros o cuerpo físico.
“Que os dé, conforme á las riquezas de su gloria, el ser corroborados con potencia en el hombre interior por su Espíritu.” (Efesios 3:16) Note otra vez la referencia al “hombre interior” como distinto del cuerpo.
“Por tanto, no desmayamos: antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior empero se renueva de día en día.” (2 Corintios 4:16) Note el contraste entre el “hombre exterior” como deteriorándose y desgastándose, y el “hombre interior” como siendo renovado continuamente.
“Conozco á un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe) fué arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco tal hombre, (si en el cuerpo, ó fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe,) Que fué arrebatado al paraíso, donde oyó palabras secretas que el hombre no puede decir.” (2 Corintios 12:2-4) Este texto refuta la idea de los testigos quienes sostienen que el alma no puede salir del cuerpo. Note aquí que tenemos expresada claramente la idea de que el hombre mismo puede salir del cuerpo, que puede estar dentro y fuera del cuerpo y permanecer consciente. Además, note que una persona fuera de su cuerpo puede ser arrebatada al tercer cielo, es decir al “paraíso” o la presencia de Dios.
“Porque sabemos, que si la casa terrestre de nuestra habitación se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos.” (2 Corintios 5:1) Note que aquí el apóstol habla del cuerpo humano como “una habitación terrestre”, es decir, una “tienda” o “tabernáculo” donde mora el hombre, pero el cuerpo físico se distingue del hombre mismo.
Vea también el versículo cuatro donde el apóstol vuelve a hacer referencia al cuerpo, como un tabernáculo en donde mora el hombre: “Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo, gemimos agra-vados; porque no quisiéramos ser desnudados; sino sobrevestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.” (2 Corintios 5:4) Note que cuando Pablo habla de “ser desnudados” se refiere a la existencia misma del alma sin el cuerpo, es decir “desnuda”.
“Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo, que entre tanto que estamos en el cuerpo, peregrinamos ausentes del Señor; (Porque por fe andamos, no por vista;) Mas confiamos, y más quisiéramos partir del cuerpo, y estar presentes al Señor. Por tanto procuramos también, ó ausentes, ó presentes, serle agradables.” (2 Corintios 5:6-9) En este pasaje volvemos a observar que existe tal cosa como “salir del cuerpo”, lo cual implica claramente que el hombre mismo es más que el cuerpo físico, y que sobrevive aún después de que éste se deshace. Note también que Pablo dice que, cuando un creyente “parte (sale) del cuerpo”, de inmediato se encuentra ante la presencia del Señor.
“Conforme á mi mira y esperanza, que en nada seré confundido; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será engrandecido Cristo en mi cuerpo, ó por vida, ó por muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas si el vivir en la carne (cuerpo), esto me será para fruto de la obra, no sé entonces qué escoger; Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de ser desatado, y estar con Cristo, lo cual es mucho mejor: Empero quedar en la carne (cuerpo) es más necesario por causa de vosotros.” (Filipenses 1:20-24) Note que en el contexto, Pablo está escribiendo desde la cárcel en Roma ante la posibilidad de morir martirizado, el apóstol expresa aquí un fuerte deseo de morir y ser desatado del cuerpo y estar con Cristo. Si la muerte significara el cese de la existencia como dicen algunas sectas, entonces ¿Porqué dijo Pablo que quería morir y estar con Cristo? Tales declaraciones serían ridículas si al morir terminara nuestra existencia. Además, ¿Porqué diría que la muerte es “ganancia”?
“Porque tengo por justo, en tanto que estoy en este tabernáculo (cuerpo), de incitaros con amonestación: Sabiendo que brevemente tengo de dejar mi tabernáculo (cuerpo), como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado. También yo procuraré con diligencia, que después de mi fallecimiento, vosotros podáis siempre tener memoria de estas cosas.” (2 Pedro 1:13-15) Note aquí que la muerte “mí fallecimiento” es descrito claramente como dejar este tabernáculo o cuerpo.
EL ALMA
Ahora examinaremos el uso de la palabra alma en la Biblia. Esta palabra tiene más de un solo sentido y se usa en varias maneras en la Biblia. Todo intento de limitar su uso a un solo significado fracasa y carece del apoyo bíblico. Todas las sectas usan este “método” de interpretación. Es decir, se fijan en algunos textos que en forma superficial parecen apoyar sus ideas falsas, e ignoran y pasan por alto todos los demás textos que contradicen su doctrina. Por ejemplo, algunas sectas tratan de limitar el sentido de la palabra “alma” diciendo que siempre es “el principio de vida” o “la vida física”.
1 La palabra hebrea “nephesh” traducida como “alma” se refiere al principio “invisible” de vida que anima tanto los cuerpos de los animales como los cuerpos de los hombres. Vea Génesis 1:20-21, 24, 30, etc. donde la palabra hebrea “nephesh” es traducida como “ánima viviente”, “cosa viviente”, “seres vivientes”, etc.. En Géne-sis 2:7 dice refiriéndose a Adán “y fue el hombre en alma viviente”.
2 La palabra nephesh no sólo es usada para referirse al principio de vida; también es usada para describir la parte invisible del hombre y va más allá de la “fuerza de vida”. En este sentido la palabra se refiere a la parte del hombre que porta la imagen de Dios y que le distingue de los animales:
En Amós 6:8 la Biblia dice: “El Señor Jehová juró por su alma.” (Amós 6:8) (Aquí, el significado de la palabra nephesh o “alma” no puede ser el principio de vida física, porque Dios no tiene un cuerpo físico.) “ Empero si él se determina en una cosa, ¿quién lo apartará? Su alma deseó, é hizo.” (Job 23:13) El Salmo 11:5 dice:“Jehová prueba al justo; Empero al malo y al que ama la violencia, su alma aborrece.” (Salmo 11:5) Estos versículos claramente implican que el alma corresponde a los elementos de mente, emociones y voluntad, y por lo tanto su significado no puede ser limitado sólo al principio de vida física.
La imagen de Dios que existe en el hombre incluye los elementos de mente, emociones y voluntad; estos elementos están relacionados con la palabra alma. Por ejemplo, en Levítico 16:29 Jehová dijo a los israelitas: “Y esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo…afligiréis vuestras almas…” Esto no puede significar afligiréis vuestro “principio de vida”. El Salmo 42:2 dice: “Mi alma tiene sed de Dios…” Deuteronomio 10:12 dice que el hombre sirve y ama a Dios “con toda su alma”. El segundo libro de Samuel 11:11 distingue claramente entre la vida del alma y la vida del cuerpo cuando dice: “…por vida tuya y por vida de tu alma, que yo no haré tal cosa”. Si tratamos de poner la frase “principio de vida” o “vida física” en muchos textos que usan la palabra “nephesh”, resulta obvio que esta palabra tiene más de un sólo significado.
3. La Biblia habla en varios textos de que en la muerte el alma sale del cuerpo. “Y acaeció que al salírsele el alma, (pues murió) llamó su nombre Benoni.” (Génesis 35:18) “Y midióse sobre el niño tres veces, y clamó á Jehová, y dijo: Jehová Dios mío, ruégote que vuelva el alma de este niño á sus entrañas. Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió á sus entrañas, y revivió.” (1 Reyes 17:21-22) Note la forma en que la muerte y la resurrección de este niño son explicadas. Al morir su alma salió y en su resurrección, su alma regresó al cuer-po.
4. En el Nuevo Testamento la palabra griega “psuche” (alma) es usada en la misma forma. Por ejemplo en Apo.6:9-11 el apóstol Juan vio en una visión celestial almas, las almas de personas muertas que estaban bajo el trono. “Y cuando él abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos por la palabra de Dios y por el testimonio que ellos tenían. Y clamaban en alta voz diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre de los que moran en la tierra? Y les fueron dadas sendas ropas blancas, y fuéles dicho que reposasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completaran sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos”. Note que aquí se refieren a las almas de personas cuyos cuerpos están muertos, pero estas almas: Claman, hablan y están vestidas de ropas blancas, es decir, sus almas están conscientes después de la muerte, y están en el cielo.
“Y no temáis á los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar: temed antes á aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.” (Mateo 10:28) Note el lector que cuando el cuerpo físico muere, el alma no muere. Si al morir el alma ya no existiera o volviera a la nada, esta declaración de la boca de nuestro Señor Jesucristo no tendría significado alguno. Cabe señalar que la palabra traducida como “destruir” no significa “aniquilar”. La palabra griega “apollumi” no significa el cese de la existencia. El diccionario griego de Thayer da el significado de esta palabra como: “entregar a la miseria eterna”. Según los testigos de Jehová, en la muerte el cuerpo y el alma se vuelven nada, pero Cristo dice que tanto el cuerpo como el alma pueden sufrir algo peor que el sepulcro, es decir el castigo en el infierno.
EL ESPIRITU
Ahora examinaremos brevemente el uso de la palabra espíritu en la Biblia:
1. La palabra hebrea “ruach” es usada para hablar acerca del viento en Gén.8:1
2. La misma palabra “ruach” es usada para hablar de Dios tanto en el Nuevo como en el Antiguo Testamento. Juan 4:24 dice: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.” La palabra griega usada aquí es “pneuma”. En este pasaje la palabra se refiere a la naturaleza inmaterial e invisible de Dios.
3. Los ángeles de Dios como seres inmateriales e invisibles son llamados “espíritus” en Heb.1:14, “¿No son todos espíritus administradores, enviados para servicio á favor de los que serán herederos de salud?”
4. La fuerza de vida que anima tanto a los hombres como a los animales, es llamada “espíritu” en Gén.7:22 “aliento de espíritu de vida”. Sin embargo, el lado invisible o inmaterial del hombre no puede ser limitado sola-mente a una “fuerza de vida”, porque hay muchos textos que atribuyen cualidades que van más allá de esta limitación.
5. La palabra griega “pneuma” (espíritu) es usada para describir el “hombre interior”, en la misma forma que la palabra alma. Vea por favor los siguientes ejemplos:
“Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.” (1 Corintios 2:11) Note aquí que el espíritu no puede ser simplemente la fuerza de vida porque “sabe” las cosas del hombre, o en otras palabras, se refiere a su facultad de entendimiento.
Marcos 8:12 se refiere a Cristo como “gimiendo en su espíritu…” “Y conociendo luego Jesús en su espíritu que pensaban así..” (Marcos 2:8).
Mateo 26:41 dice: “…el espíritu a la verdad está presto más la carne débil.” (Note que en estos ver-sículos la palabra espíritu se refiere a las facultades de la mente: “conociendo en su espíritu”; de las emociones: “gimiendo en su espíritu”; y de la voluntad: “el espíritu está presto”. Esto es igual a lo que antes hemos visto en cuanto al alma.
“ El tal sea entregado á Satanás para muerte de la carne (cuerpo), porque el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.” (1 Corintios 5:5) Aquí tenemos el caso de una persona cuyo cuerpo es entregado a muerte para que su espíritu sea salvo. Si el espíritu es nada más que una “fuerza de vida”, ¿porqué dice aquí que el espíritu puede ser salvo? Si la palabra “espíritu” no se refiere al hombre como distinto del cuerpo, entonces la distinción en este pasaje entre la destrucción de la carne [cuerpo] y la salvación del espíritu no tiene sentido).
“ …la doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en el cuerpo como en el espíritu…” (1 Corintios 7:34) Los testigos de Jehová dicen en el libro citado anteriormente, lo siguiente: “El espíritu es algo diferente de nuestra alma . El espíritu es nuestra fuerza de vida. Esta fuerza de vida se halla en cada una de las células corporales de los humanos y los animales”. Si esto fuera verdadero, entonces ¿Cómo es que el espíritu puede ser mantenido santo, cómo dice el texto que acabamos de citar?
“ Así que, amados, pues tenemos tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de carne y de espíritu, perfeccionando la santificación en temor de Dios.” (2 Corintios 7:1) Si la definición de los testi-gos fuera verdad, ¿cómo podríamos santificar y limpiar nuestra “fuerza de vida”? Por otra parte, si el “espíritu” en estos versículos es el “alma” o el “hombre interior” o el centro de su mente, emociones y voluntad; la santificación viene a ser algo factible.
6. La palabra espíritu es usada para hablar del hombre después de la muerte del cuerpo. Lucas 24:37 y 39 dice: “Entonces ellos espantados y asombrados, pensaban que veían espíritu.… Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy: palpad, y ved; que el espíritu ni tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.” Aquí Cristo enseña claramente que el espíritu del hombre puede existir sin el cuerpo, lo cual contradice la idea de que al morir el alma entre en un estado de inconsciencia.
Otro texto en Hebreos 12:22-23 dice: “Mas os habéis llegado al monte de Sión, y á la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, y á la compañía de muchos millares de ángeles, Y á la congregación de los primogénitos que están alistados en los cielos, y á Dios el Juez de todos, y á los espíritus de los justos (salvos) hechos perfectos.” Note aquí que se refiere a los espíritus como perfeccionados y viviendo ahora en la Jerusalén celestial, es decir el cielo.
“En el cual también fué y predicó á los espíritus encarcelados; Los cuales en otro tiempo fueron desobe-dientes, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé…” (1 Pedro 3:19-20) Nuevamente tenemos que cuestionar que, si el espíritu es nada más que la “fuerza de vida”, ¿Cómo puede ser encarcelado, como la Biblia dice que sucedió a estos hombres que vivieron en el tiempos de Noé?
EL ALMA-ESPIRITU
Podemos resumir la enseñanza bíblica sobre el alma y el espíritu con los siguientes puntos:
1. Las palabras “alma” y “espíritu” deberían ser entendidas como sinónimas, es decir, no se refieren a enti-dades distintas sino a diferentes funciones o relaciones que el hombre posee en su parte inmaterial. Esto resulta obvio por el uso intercambiable de las palabras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. (Vea por ejemplo Lucas 1:46 y 47.) Entonces podemos concluir que el alma y el espíritu no son distintos en su esencia sino en su función.
2. El alma-espíritu del hombre es el asiento de la mente y el intelecto. (Vea 1 Cor.2:11 y Mar.2:8.)
3. El alma-espíritu del hombre es también el asiento de sus emociones. (Vea 2 Cor.2:13, Mat.26:38, Mar.8:12, Luc.1:47, Hech.17:16 y 2 Pe.2:8.)
4. El alma-espíritu del hombre es también el asiento de su voluntad. (Vea Mat.26:41, Exodo 35:21.)
5. El alma-espíritu del hombre es el asiento de la adoración interna. (Vea Juan 4:24, Rom.1:9, Fil.3:3.)
6. En la hora de la muerte el alma y el espíritu salen del cuerpo. En este sentido, la muerte significa la separación del “hombre interior” y el “hombre exterior”. Los siguientes textos afirman este punto:
“ Y apedrearon á Esteban, invocando él y diciendo: Señor Jesús, recibe mi espíritu.” (Hech.7:59)
“Y el polvo se torne á la tierra, como era, y el espíritu se vuelva á Dios que lo dió.” (Eclesiastés 12:7) Note aquí que el alma-espíritu regresa a Dios para ser juzgado.
“¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres suba arriba, y que el espíritu del animal descienda debajo de la tierra?” (Eclesiastés 3:21).
“Y como Jesús tomó el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, dió el espíritu.” (Juan 19:30) “Entonces Jesús, clamando á gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, espiró.” (Lucas 23:46)
LA MUERTE
Ahora estamos listos para entender que la definición que muchas sectas dan a la idea de la muerte es falsa. Por lo general las sectas definen la muerte como el cese de la existencia, como un estado de completa inconsciencia o algo parecido. Pero la definición bíblica es de una “separación”. Esta definición de separación es válida tanto cuando tratamos con la muerte física, como con la muerte espiritual y con la muerte eterna como comprobaremos con los siguientes textos:
1. Respecto a la muerte física Santiago 2:26 dice: “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras es muerta.” Aquí podemos ver que la muerte física sucede cuando hay una separación del espíritu-alma y el cuerpo.
2. La muerte espiritual consiste de la separación de la persona y Dios. En Efesios 2:1 el hombre no perdona-do es descrito como “muerto en delitos y pecados”. Está separado de la gracia, el perdón y el conocimiento de Dios, es decir; no ha sido aceptado, reconciliado y colocado en una relación personal con Dios a través de Cristo. Esta separación espiritual es la muerte que sufrieron Adán y Eva en el jardín de Edén como consecuencia de su pecado. (Vea Gén.2:17, 3:3, 8 y 23.) Note que el primer uso de la palabra muerte en Génesis, no significó el cese de la existencia y mucho menos la aniquilación, sino la separación de Dios. En la parábola del hijo pródigo, el padre describió la condición de su hijo en al siguiente manera: “Este mi hijo muerto era y ha revivido; se había perdido y es hallado..” (Luc.15:24) En otras palabras estuvo separado (muerto) de su padre y regresó (revivió), pero sería absurdo decir que mientras estuvo fuera, el hijo haya dejado de existir. En Lucas 9:60 Cristo dijo lo siguiente respecto a los que están muertos espiritualmente: “Deja que los muertos entierren a sus muertos.” Esto lo dijo respecto a los parientes incrédulos de un hombre que quería ser su discípulo.
3. La muerte eterna es la separación final y definitiva de Dios, de todos aquellos que mueren separados de Cristo y es llamada también la “muerte segunda” en el libro de Apocalipsis 20:12-14: “Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos: y otro libro fué abierto, el cual es de la vida: y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar dió los muertos que estaban en él; y la muerte y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos; y fué hecho juicio de cada uno según sus obras. Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda.” Esta muerte también consiste de una separación, pero en este caso es una separación eterna entre Dios y el hombre, lo cual es enseñado también en los siguientes textos:
“Y entonces les protestaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad.” (Mateo 7:23) Aquí se describe una separación eterna que ocurrirá en el día del juicio.
“Y entró el rey para ver los convidados, y vió allí un hombre no vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí no teniendo vestido de boda? Mas él cerró la boca. Entonces el rey dijo á los que servían: Atado de pies y de manos tomadle, y echadle en las tinieblas de afuera: allí será el lloro y el crujir de dientes. Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.” (Mateo 22:11-14) En este pasaje vemos la misma idea de separación cuando los impíos son echados fuera.
“En llama de fuego, para dar el pago á los que no conocieron á Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; Los cuales serán castigados de eterna perdición (excluidos) de la presencia del Señor, y por la gloria de su potencia.” (2 Tesalonicenses 1:8-9) Aquí la perdición significa la separación eterna de Dios y su gloria.
“Entonces dirá también á los que estarán á la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles: E irán éstos al tormento eterno, y los justos á la vida eterna.” (Mateo 25:41 y 46) En este pasaje la muerte eterna es el apartamiento o separación de Cristo, lo cual resulta en el tormento eterno.
4. Es obvio que la palabra muerte no es usada para referirse al cese de la existencia, porque en la Biblia los incrédulos son descritos como “muertos” mientras que están vivos en este mundo. Al mismo tiempo, los creyentes son descritos como recibiendo vida en el momento de la regeneración y por supuesto, esto no quiere decir que no existían antes de ser regenerados. Los siguientes versículos demuestran más allá de cualquier duda este punto:
“El que tiene al Hijo, tiene al vida: el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.” (1 Juan 5:12) “Pero la que vive en delicias, viviendo está muerta.” (1 Timoteo 5:6) Muchas sectas dicen que la muerte equivale a la no existencia, pero este texto comprueba que no es así.
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna; y no vendrá á condenación, mas pasó de muerte á vida.” (Juan 5:24) Es evidente en este texto que, aquellos que pasaron de muerte a vida ya existían y no estaban aniquilados. Cualquier definición de la muerte que no sea “separación”, resulta en que estos versículos enseñan tonterías. Si el lector hace una sustitución de la frase “cese de existencia” o “aniquilación” en cada uso de la palabra muerte, puede distinguir el error.
“Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dió vida juntamente con Cristo; por gracia sois sal-vos.” (Efesios 2:5, vea también los vers.1 al 3.)
Ya hemos aclarado el significado bíblico de la naturaleza del hombre y el hecho de que su alma-espíritu sobreviven a la muerte física. Ahora se hace necesario hablar sobre lo que ocurre al alma-espíritu y al cuerpo, después de la muerte. Esto nos conduce a considerar el uso bíblico de las palabras “seol”, “hades” y “gehenna”.
“SEOL”
1. Los diccionarios hebreos dan la siguiente definición a la palabra “seol”:
a. “El mundo de abajo donde el hombre desciende en la muerte.” (El diccionario hebreo de Brown, Driver and Briggs, pág. 982)
b. El mundo del más allá, la esfera o dimensión en que se mueven los muertos, el hades. (Diccionario Hebreo-Inglés del Antiguo Testamento, pág. 337)
c. El lugar en donde se reúnen las almas que han partido después de la muerte. ((Comentario de Keil and Delitzsch pág. 33)
d. En el Antiguo Testamento, el hombre no deja de existir en la muerte sino que su alma desciende al seol. (El Nuevo Diccionario de la Biblia, pág. 380, George Eldon Ladd)
2. Los testigos de Jehová dicen que la palabra hebrea “seol” y su correspondiente griego “hades”, no significan más que la tumba o el sepulcro, y por consiguiente, cuando el hombre muere deja totalmente de existir. Ya hemos visto que la muerte no significa el cese de la existencia. Una parte del problema deriva de que la palabra “seol” no ha sido traducida en forma consistente provocando mucha confusión. Ha sido traducida en varias maneras en el español: 11 veces como infierno, 4 veces como profundo, 3 veces como abismo, 2 veces como fosa, 2 veces como osario, 31 veces como sepulcro y 12 veces como sepultura.
Por otro lado, la versión KJV en inglés traduce la palabra “seol” 31 veces como infierno, 31 veces como sepulcro y 3 veces como fosa. Es a causa de esta confusión en la traducción de la palabra que los testigos de Jehová y otras sectas han tratado de decir que significa tumba o sepulcro.
¿Cómo es eso? ¿Porqué tan distinta y variada versión de una misma palabra? Esto se debe a la dificultad de los occidentales en captar la mentalidad hebrea y su dinamismo idiomático; la expresión de dicha lengua no es estática en modo alguno en estos vocablos y conceptos claves.
3. Ahora procederemos a mostrar que “seol” no significa sepulcro o tumba: El primer motivo para no identificar “seol” con la tumba o el sepulcro es que, cuando los autores de la Biblia querían referirse a la tumba o el sepulcro, usaron la palabra “queber”. No usaron las palabras “queber” y “seol” como sinónimas. En la versión griega del Antiguo Testamento (La Septuaginta), “seol” nunca es traducida como “mneema” (que es la palabra griega para sepulcro), siempre es traducida como “hades”. Si el sentido de tumba o sepultura fuese tan obvio como parecen sostener los testigos, ¿Cómo se explica que judíos que hablaban griego en Alejandría, varios siglos antes de Cristo, no acertaran a traducir la palabra como sepulcro? ¿No será simple-mente porque ese no es su significado?
Segundo, enseguida enlistaremos diecisiete diferencias entre las palabras hebreas “queber” y “seol” que comprueban este punto.
1) La palabra griega sepultar o enterrar nunca es usada en relación con el “seol”, sino con “queber”. (Gén.23:4, 6, 9, 19-20; 49:30-31)
2) La palabra “queber” se encuentra en sentido plural en la Biblia, (vea Ex.14:11 “sepulcros”), pero la palabra “seol” nunca se encuentra en la forma plural.
3) Mientras que el sepulcro o “queber” está ubicado en un lugar específico (Ex.14:11), “seol” no tiene una ubicación específica, aunque “seol” está localizado en las partes más bajas de la tierra (como comprobaremos más adelante). Aún así, uno puede llegar al “seol” desde cualquier punto de la tierra. No es necesario tener un sepulcro para ir al “seol”.
4) Podemos comprar un sepulcro “queber” (vea Gén.23:4-20), pero la Escritura nunca habla de alguien comprando o vendiendo el “seol”.
5) Podemos escoger nuestra sepultura “queber” (vea Gén.23:6), pero en las Escrituras no vemos a nadie es-coger un mejor “seol” que otro.
6) Mientras que podemos echar un cuerpo en el sepulcro (queber), no podemos echar a nadie en el “seol” (Gén.50:13).
7) Podemos edificar un monumento encima del sepulcro (queber), pero no hay monumentos en el “seol” (Gén.35:20).
8) Podemos abrir y cerrar un sepulcro (queber), pero el “seol” no puede ser ni abierto, ni cerrado por los hombres (2Rey.23:16).
9) Podemos tocar un sepulcro (queber), pero en las Escrituras no se dice que alguien pueda tocar el “seol” (Num.19:16,18).
10) Podemos quitar o descubrir cuerpos y huesos en el sepulcro (queber), pero las Escrituras no hablan de que los hombres puedan quitar o descubrir algo en el “seol” (2 Reyes 23:16).
11) Los sepulcros (queber) pueden ser robados, pero el “seol” no puede ser robado por ningún hombre (Jer. 8:1).
12) Podemos adornar un sepulcro (queber), pero el “seol” no puede ser adornado por los hombres (Gén.35:20).
13) Podemos hablar de llenar un sepulcro donde ya no pueda entrar nadie, pero no podemos llenar el “seol” (Prov.27:20).
14) Podemos ver un sepulcro (queber) pero el “seol” siempre es invisible.
15) Podemos visitar el sepulcro de nuestros seres queridos, pero las Escrituras nunca hablan de que uno pueda visitar el “seol”.
16) El “seol” es ubicado siempre como bajo la tierra, o en el bajo mundo; mientras que los sepulcros están o en cuevas o en hoyos o en la superficie de la tierra:
“Caerán en los sitios bajos de la tierra.” (Sal.63:9)
“Has librado mi alma del hoyo profundo (seol).” (Sal.86:13)
“Del estruendo de su caída hice temblar las gentes, cuando les hice descender á la fosa (seol)… toma-ron consolación en la tierra baja (en lo profundo de la tierra” v. 1960). (Ez.31:16)
“También ellos descendieron con él á la fosa (seol)…” (Ez. 31:17)
“Serán entregados a la muerte, a la tierra baja (a lo profundo de la tierra).” (Ez.31:14)
“Todos ellos cayeron muertos a cuchillo, los cuales descendieron incircuncisos a los más profundos lugares de la tierra.” (Ez.32:24)
“De en medio del infierno (seol) hablarán á él los fuertes de los fuertes, con los que le ayudaron, que descendieron …, y yacen con los incircuncisos muertos á cuchillo.” (Ezequiel 32:21)
Para llegar al “seol” uno tiene que descender, en Gén.37:35 se refiere a descender hasta la sepultura, pero la palabra traducida como “sepultura” es la palabra hebrea “seol”.
17) Mientras que los cuerpos están inconscientes en el sepulcro “queber”, las almas que están en el “seol” están conscientes. (Vea Ez.32:21, Isa.14:9-20.)
EL SEOL Y SUS HABITANTES
Las siguientes declaraciones son hechas con respecto al “seol”:
1. Como ya hemos visto, el “seol’ es hacia abajo o en las “partes más bajas de la tierra”. Por ejemplo Job 11:8 habla en sentido figurativo de algo más profundo que el “seol”. (Vea también Amós 9:2.)
2. Según Isaías 38:10 el seol tiene puertas, vea también Mateo 16:18 donde se dice que el “hades” (la palabra griega correspondiente al vocablo hebreo “seol”) tiene puertas. Apocalipsis 1:18 declara que Cristo tiene las llaves del hades.
3. Es un lugar donde uno puede reunirse con sus antepasados, su pueblo o su tribu. Así lo indican los siguientes versículos:
“Y exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de días y fué unido á su pueblo.” (Génesis 25:8)
“Y exhaló Isaac el espíritu, y murió, y fué recogido á sus pueblos, viejo y harto de días; y sepultároslo Esaú y Jacob sus hijos.” (Génesis 35:29)
“Y levantáronse todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas él no quiso tomar consolación,
y dijo: Porque yo tengo de descender á mi hijo enlutado hasta la sepultura (seol). Y llorólo su padre.” (Génesis 37:35)
“Y como acabó Jacob de dar órdenes á sus hijos, encogió sus pies en la cama, y espiró: y fué reunido con sus padres.” (Génesis 49:33)
“Y muere en el monte al cual subes, y sé reunido á tus pueblos; al modo que murió Aarón tu hermano en el monte de Hor, y fué reunido á sus pueblos.” (Deuteronomio 32:50)
“Mas ahora que ya es muerto, ¿para qué tengo de ayunar? ¿podré yo hacerle volver? Yo voy á él, mas él no volverá á mí.” (2 Samuel 12:23)
Según estos versículos y otros semejantes, en el Antiguo Testamento la muerte significaba la separación de los vivos, pero el reunirse con los parientes que ya habían partido (muerto).
4. Al momento de la muerte el hombre se convierte en un “rephaim”. Esta palabra hebrea significa fantasma, un espíritu descarnado o sombra. Job 26:5 se refiere a “las sombras” que tiemblan en lo profundo.
La prohibición del Antiguo Testamento en Deuteronomio 18:9-14 respecto a los hechiceros, sortílegos y agoreros que consultan a los muertos, resultaría absurda si los muertos estuvieran inconscientes. La “necromancia” es un intento de comunicarse con las almas que ya han partido al “seol”. El intento por parte de Saúl de comunicarse con Samuel cuando éste ya había muerto (vea 1 Sam.28:7-25), demuestra que Saúl creía que Samuel esta-ba consciente y vivo en el “seol”. Además, el Diccionario Hebreo-Inglés define la palabra “rephaim” como los espíritus que han partido (pág.324). El diccionario hebreo de Brown Driver y Briggs definen la palabra “rephaim” como “sombras o fantasmas y el nombre usado para hablar de las personas descarnadas que habitan el seol”.
El significado de esta palabra deja claro que cuando el cuerpo muere, el alma-espíritu pasa a un nuevo tipo de existencia y experiencia. Su existencia ahora es como una criatura espiritual, ahora experimenta lo que los ángeles y demás espíritus descarnados experimentan. Este concepto aparece también en el Nuevo Testamento en textos como Luc.24:37-39: “Entonces ellos espantados y asombrados, pensaban que veían espíritu. Mas él les dice: ¿Por qué estáis turbados, y suben pensamientos á vuestros corazones? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy: palpad, y ved; que el espíritu ni tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo”. La creencia en la existencia de fantasmas o espíritus, implica inevitablemente la convicción de que el hombre sobrevive a la muerte del cuerpo.
5 Los habitantes del “seol” pueden comunicarse los unos con los otros y hacer comentarios acerca de aquellos que van llegando allí. (Vea Ezequiel 32:21, Isa.14:9-11.)
6 En el “seol” todas las experiencias relacionadas con la vida en este mundo ya no son posibles. En el “seol” ya no tienen conocimiento ni noticias de lo que está pasando en la tierra de los vivos. Han entrado en una nueva dimensión de existencia muy distinta de la que experimentaron cuando vivían en sus cuerpos físicos. (Vea Salmo 6:5, Ecle. 9:5 y 10.)
El libro de Eclesiastés es uno de los favoritos de aquellos que quieren enseñar que los muertos están inconscientes o dormidos. Una lectura del libro de Eclesiastés manifestará de inmediato, que el tema del libro es la vanidad de la vida sin Dios (vea Ecle.1:1-3). La perspectiva de Salomón reflejada en este libro es la de este mundo sin Dios, por lo tanto es la perspectiva humanista, carnal o atea. La palabra vanidad es usada 36 veces en el libro para expresar la realidad de lo que es una vida sin Dios. La frase “bajo el sol”, es usada repetidas veces para enfatizar la realidad de la naturaleza temporal y momentánea de la vida sin Dios. El argumento del predicador en Eclesiastés 9 es que, si no hay una vida más allá del presente entonces, tanto la vida como la muerte no significan nada. De hecho, en el mismo capítulo Salomón compara la muerte de los seres humanos con la de los animales, como si no existiera ninguna diferencia entre ellos. Esto lo hace porque desde la perspectiva humanista (ilustrada por la frase “debajo del sol”), todo lo que el hombre hace a fin de cuentas es “vanidad”. El argumento del libro es que sin Dios esta vida es transitoria e incierta, es vana y vacía porque no satisface ni aprovecha; todo el trabajo del hombre es fatigoso y aburrido. Si Dios no existe, entonces todo está destinado a ser olvidado, incluso nosotros mismos. Entonces, es desde esta perspectiva materialista que debemos considerar las declaraciones del libro de Eclesiastés sobre el estado de los muertos.
7. El juicio de Dios no termina cuando los impíos mueren en sus pecados. Deuteronomio 32:22 dice: “Por-que fuego se ha encendido en mi ira, Y arderá hasta las profundidades del seol…” (Deuteronomio 32:22, Versión 1960). El Salmo 116:3 se refiere a que algunos habitantes del seol padecen angustia y dolor. El libro de Job dice en cuanto a los impíos:
“La sequía y el calor arrebatan las aguas de la nieve; Y el seol á los pecadores.” (Job 24:19 Versión 1960) David dice en Salmo 9:17, “Los malos serán trasladados al seol (infierno), todas las gentes que se olvidan de Dios.” (Salmos 9:17 Versión 1960) El libro de proverbios dice respecto a la mujer adúltera que “sus pasos conducen al seol” (Prov. 5:5 Versión 1960)) y que “sus convidados están en lo profundo del seol” (Prov. 9:18 Versión 1960). Sería muy difícil limitar el significado de estas advertencias simplemente al sepulcro, si así fuera, entonces ¿Porqué son dirigidas estas advertencias solamente a los malos y no a los justos?
Queda claro que cualquier intento de definir la palabra “seol” como “sepulcro” es un grave error.
“HADES”
En el Nuevo Testamento la palabra “hades” es usada como sinónimo de la palabra hebrea “seol”. Ya comen-tamos acerca de la versión griega del Antiguo Testamento (La Septuaginta) en donde la palabra “hades” es usada 71 veces, de las cuales en 64 ocasiones es una traducción de la palabra hebrea “seol”. Entonces, podemos obser-var que la enseñanza neotestamentaria acerca del “hades” es muy parecida a lo que el Antiguo Testamento enseña sobre el “seol”, la única diferencia es que el Nuevo Testamento aclara algunos detalles que no están tan manifiestos en el Antiguo Testamento.
En primer lugar es necesario aclarar lo que el “hades” no significa:
1 El “hades” no significa la muerte. La palabra griega para la muerte es “thanatos”. También el “hades” y la “muerte” se encuentran en textos tales como Apo.1:18 donde resulta evidente que no son sinónimos.
2 El “hades” tampoco es el sepulcro. La palabra griega para sepulcro es “mneema”. Todos los argumentos que demuestran que el seol no es el sepulcro se aplican de igual manera a la palabra “hades”.
3 El “hades” no es el infierno, es decir no es el lugar final del castigo eterno. La palabra griega “gehenna” es la que se usa para hablar del lugar del tormento eterno. [No queremos negar que exista tormento en el hades, sino sólo queremos distinguir entre el lugar de tormento eterno del cuerpo y el alma (la gehenna), y el lugar de tormento temporal donde están las almas descarnadas (hades)].
4 El “hades” no es el cielo, porque la palabra griega para decir cielo en el Nuevo Testamento es “ouranos”. Además, el cielo es el lugar donde van las almas de los justos después de la muerte para esperar hasta el día de la resurrección.
5 El “hades” no es la aniquilación, el cese de la existencia o el sueño del alma. En el momento de la muerte el alma va al “hades” y el cuerpo es sepultado. Entonces, la descripción de los muertos como personas dormidas, es una descripción figurativa para referirse al cuerpo, más no al alma. La Biblia no habla en ningún lugar de que el alma entre en un estado de inconsciencia como si estuviera dormida. El cuerpo en el sepulcro está inconsciente, pero el alma en el “hades” sigue consciente. Los textos que ya hemos visto, y los que citaremos más adelante en este folleto acerca de la sobrevivencia del alma después de la muerte, comprueban este punto.
La descripción en las Escrituras del cuerpo muerto como “dormido” es usado debido a que en un tiempo futuro (en el día del juicio) será resucitado para que la persona íntegra sea juzgada. En el tiempo antiguo no sólo los hebreos sino también los griegos y los egipcios usaban la metáfora de “dormirse” para referirse figurativamente a la muerte; de igual manera como en el lenguaje en español algunas personas se refieren a los muertos como “descansando”, “reposando”, etc. ya que la persona fallecida parece estar solamente dormida.
Habiendo dicho lo que no es el Hades, veamos ahora su significado en sentido positivo:
1. El Nuevo Testamento toma el concepto del Antiguo Testamento respecto al “seol” y lo amplifica. Esto no debe sorprendernos, puesto que vemos algo semejante en el Nuevo Testamento con relación a otras doctrinas y enseñanzas del Antiguo. El Nuevo Testamento es una revelación más clara y amplia que la del Antiguo. Durante el período intertestamentario los judíos creían que el “seol” estaba dividido en dos secciones. Una parte en don-de los impíos eran castigados por sus pecados y la otra (llamada “el seno de Abraham” o el “paraíso”) donde los justos experimentaban gozo y paz.
Tomando en cuenta el principio de la revelación progresiva, es de esperarse que el “hades” tuviera un signi-ficado más amplio en el Nuevo Testamento que en el Antiguo. Tampoco debe sorprendernos que las epístolas expliquen más ampliamente lo que sucede con el alma después de la muerte, llevando el concepto aún más allá de lo revelado en los cuatro evangelios. Antes de la ascensión de Cristo, tanto los creyentes como los incrédulos fueron al “seol” o al “hades”. Después de la resurrección de Cristo, el Nuevo Testamento enseña que los creyentes después de morir entran inmediatamente al cielo para estar con El ( vea Fil.1:23). Están presentes con el Señor en su habitación celestial (2 Cor.5:1-8), adorando con las huestes angélicas del cielo (Heb.12:22-23), ante el altar de Dios (Apo.6:9-11).
Si vemos Hech.2:31 resulta claro que Cristo fue al “hades” antes de su resurrección, mientras que estuvo en el “hades”, el apóstol Pedro dice que Cristo proclamó su victoria y la redención consumada a “los espíritus encarcelados” [en el “hades”] (1 Pe.3:18-19). En Lucas 23:43 “el paraíso” está ubicado todavía, en la sección del “hades” reservada para los justos, pero en el tiempo cuando el apóstol Pablo escribió 2 Cor.12:2-4, es dado por un hecho que el paraíso ha sido quitado del “hades” y ahora está ubicado en el tercer cielo (es decir, en la presencia de Dios.)
Según la enseñanza neotestamentaria, ahora, después de que Cristo ha consumado la obra de la redención, los creyentes al momento de su muerte van al cielo para esperar la resurrección de sus cuerpos y el estado eterno (la glorificación). En el tiempo del Antiguo Testamento esto no era posible debido a que Cristo no había consu-mado su obra, y los creyentes iban al “hades” (a la parte llamada “el seno de Abraham”) con el fin de esperar la terminación de la obra de Cristo.
2. Pero ¿Qué sucede ahora con los impíos? En el momento de la muerte los impíos descienden al “hades” el cual es un lugar temporal de tormento en donde esperan la resurrección final de sus cuerpos y su castigo eterno.
3. Veamos algunos textos con el fin de demostrar que el “hades” es un lugar de tormento.
Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con es-plendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual estaba echado á la puerta de él, lleno de llagas, Y deseando hartarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Y aconteció que murió el mendigo, y fué llevado por los ángeles al seno de Abraham: y murió también el rico, y fué sepultado. Y en el infierno (hades) alzó sus ojos, estando en los tormentos, y vió á Abraham de lejos, y á Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía á Lázaro que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque soy atormentado en esta llama. Y díjole Abraham: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; mas ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Y además de todo esto, una grande sima está constituída entre nosotros y vosotros, que los que quisieren pasar de aquí á vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. Y dijo: Ruégote pues, padre, que le envíes á la casa de mi padre; Porque tengo cinco hermanos; para que les testifique, porque no vengan ellos también á este lugar de tormento. Y Abraham le dice: A Moisés y á los profetas tienen: óiganlos. El entonces dijo: No, padre Abraham: mas si alguno fuere á ellos de los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen á Moisés y á los profetas, tampoco se persuadirán, si alguno se levantare de los muertos. (Lucas 16:19-31)
Note que él que enseña aquí acerca del “hades” es el Señor Jesucristo. Entonces esto es lo que Cristo creyó acerca del “hades”; esto es importante. Aunque en la actualidad, muchas sectas quieren decirnos que este pasaje es una “parábola”, (es decir, que Jesús estaba hablando en sentido figurado o simbólico y que este pasaje no es una historia real sino una ficción), la verdad es que la palabra “parábola” no se encuentra aquí. Además, en este mismo sentido, Cristo dio el nombre del mendigo y se refirió a los cinco hermanos del rico. También Abraham es un personaje histórico y real. El “hades” es un lugar real. Entonces, lo que tenemos aquí no es una parábola, sino que es la narración de la historia de dos hombres y la explicación del destino de ambos después de la muerte. Si este pasaje no enseña la verdad acerca del “hades”, entonces no está enseñando nada. Esto es exactamente lo que quieren decir muchas sectas, que el pasaje no está enseñando nada.
Podemos resumir la enseñanza de este pasaje en los siguientes puntos:
a. El alma (la persona misma) sigue consciente después de la muerte (separación) de su cuerpo. Ya hemos visto que los habitantes del “seol” están conscientes. En este pasaje Cristo afirma lo mismo de aquellos que están en el “hades”. (Hay que tomar en cuenta lo que ya se ha dicho, que “hades” es la palabra griega que se traduce de la palabra hebrea “seol”.)
b. En el momento de la muerte, los creyentes van de inmediato a un lugar de felicidad y los perdidos van a un lugar de sufrimiento.
c. El hades” es un lugar de tormento y de fuego. Esta realidad es afirmada cuando menos cuatro veces en este pasaje. “En el hades alzó sus ojos estando en los tormentos” (vers.23). “Estoy atormentado en esta llama” (vers.24). “tu atormentado” (vers.25). “Este lugar de tormento” (vers.28).
d. Cuando Abraham contesta al rico diciéndole “a Moisés y a los profetas tienen, óiganlos”, está indicando un punto importantísimo. La frase “Moisés y los profetas”, era usada para hablar de toda la enseñanza del Anti-guo Testamento. El Antiguo Testamento era la única Biblia que existía en ese entonces. Esto implica clara-mente que el Antiguo Testamento enseña que el “seol” es un lugar de tormento. Por lo tanto, Cristo no estaba contradiciendo la enseñanza del Antiguo Testamento al decir que el “hades” es un lugar de tormento. El “ha-des” y el “seol” son esencialmente el mismo lugar, es decir, un lugar de tormento.
e. Este pasaje es una advertencia, la única advertencia que los hombres van a recibir. El énfasis en los versículos 27 al 31 es que, si los hombres no quieren creer en la realidad del sufrimiento en el “hades”, Dios no les dará ninguna otra prueba de esta triste realidad.
f. Si no tenemos en este pasaje la suficiente evidencia de que el “hades” es un lugar de tormento, entonces solamente podemos ser convencidos en la misma manera en que el rico fue convencido, es decir, yendo allí y sufriendo lo que el rico sufrió. Es un hecho lamentable que tantas personas no creerán esta verdad hasta que sea demasiado tarde.
g. Aquellos que no creen la enseñanza de este pasaje, no creen la enseñanza de la Palabra de Dios. Nadie que sea verdaderamente honesto, puede concluir que estos versículos enseñan algo distinto de lo que dicen.
Otro texto que enseña que el “hades” es un lugar de tormento es Mat.11:23-24: “Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta los infiernos (hades) serás abajada; porque si en los de Sodoma fueran hechas las maravillas que han sido hechas en ti, hubieran quedado hasta el día de hoy. Por tanto os digo, que á la tierra de los de Sodoma será más tolerable el castigo en el día del juicio, que á ti.”
De este texto podemos concluir las siguientes cosas:
a. Que la palabra “hades” es usada para establecer un contraste directo con el cielo.
b. Entrar al “hades” implica entrar a un estado de juicio. Si no entendemos de esta manera el texto, la amenaza de castigo carece de significado.
c. Hay diferentes grados de sufrimiento en el “hades”, de otra manera sería absurdo hablar de un castigo más tolerable que otro.
“GEHENNA”
Esta palabra griega es usada para describir el destino final de los impíos después del día de la resurrección y el juicio. Mientras que el “seol” y el “hades” describen el “estado intermedio” de las almas descarnadas, entre la muerte y la resurrección; la gehenna es un lugar para el castigo futuro en el estado eterno. Enseguida daremos una lista de textos en donde esta palabra es usada:
“Mas yo os digo, que cualquiera que se enojare locamente con su hermano, será culpado del juicio; y cualquiera que dijere á su hermano, Raca, será culpado del concejo; y cualquiera que dijere, Fatuo, será culpado del infierno (gehenna) del fuego.” (Mateo 5:22)
“Por tanto, si tu ojo derecho te fuere ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti: que mejor te es que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea echado al infierno (gehenna).” (Mateo 5:29)
“Y no temáis á los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar: temed antes á aquel que puede
destruir el alma y el cuerpo en el infierno (gehenna).” (Mateo 10:28)“Mas os enseñaré á quién temáis: temed á aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno (gehenna): así os digo: á éste temed.” (Lucas 12:5)
“¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque rodeáis la mar y la tierra por hacer un prosé
lito; y cuando fuere hecho, le hacéis hijo del infierno (gehenna) doble más que vosotros.” (Mateo 23:15)
“¡Serpientes, generación de víboras! ¿cómo evitaréis el juicio del infierno (gehenna)?” (Mateo 23:33)“Y si tu mano te escandalizare, córtala: mejor te es entrar á la vida manco, que teniendo dos manos irá la Gehenna, al fuego que no puede ser apagado; Donde su gusano no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo: mejor te es entrar á la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en la Gehenna, al fuego que no puede ser apagado; Donde el gusano de ellos no muere,y el fuego nunca se apaga. Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo: mejor te es entrar al reino de Dioscon un ojo, que teniendo dos ojos ser echado á la Gehenna; Donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.” (Marcos 9:43-48)
Gehenna es la palabra que Cristo usó más frecuentemente para referirse al infierno. Como veremos en las siguientes evidencias, esta palabra es correctamente traducida como “infierno”.
1 La palabra gehenna viene del hebreo (Valle de Ben Hinnom), su significado original fue “Ge (Ben) Hinnom” que quiere decir “el valle de los hijos de hinnom”. La forma abreviada fue “ge-hinnom” que en el griego se traduce como “gehenna”. Originalmente esta palabra se refería al lugar en donde los judíos apóstatas sacrifica-ban y practicaban su idolatría. El valle de Hinnom fue un lugar ofensivo y repulsivo a los judíos piadosos. Pos-teriormente, este mismo lugar se convirtió en el basurero de la ciudad de Jerusalén. En el tiempo de Cristo, los judíos echaban en ese valle no sólo la basura, pero también los cuerpos de animales muertos y los cadáveres de criminales. El fuego de la gehenna ardía día y noche, no se apagaba, y los gusanos no dejaban de comer la carne podrida. En el tiempo de Cristo, esta palabra fue usada para referirse al lugar de tormento sin fin. El valle de hinnom se convirtió entonces en un símbolo de la realidad de la morada eterna de los impíos en un lugar de tormento; el lugar donde va el cuerpo y el alma de los impíos después del día del juicio. Para los judíos en el tiempo de Cristo, la gehenna significaba el basurero eterno donde los impíos serían arrojados después del día del juicio.
2 La Enciclopedia Estándar de la Biblia, dice que la gehenna se refiere “al lugar del castigo eterno de los impíos” (Vol.II pág.1182). La Enciclopedia Bíblica de Literatura Teológica y Eclesiástica, define la gehenna como “el lugar de castigo eterno”. Alfredo Edersheim el erudito más destacado por su amplio conocimiento del Talmud hebreo, dijo que “en el tiempo de Cristo la gehenna fue entendida como un lugar de castigo consciente y eterno, después de la resurrección”. (“La Vida Y Los Tiempos De Jesús El Mesías”, Tomo II pág.791 a 796).
3. Cristo enseñó las siguientes cosas respecto a la gehenna:
a. La gehenna es el lugar de juicio. (Mat.23:33)
b. El castigo de la gehenna es siempre ubicado después de la resurrección y el fin del mundo. (Mat.10:28 y Apo.20:10-15)
c. La gehenna es el lugar en donde el cuerpo y el alma serán castigados. (Mat.10:28, Mar.9:43-48)
d. La gehenna es un lugar de tormento consciente y eterno. Este punto es fácil de demostrar por el uso continuo en el Nuevo Testamento de palabras descriptivas de la gehenna que no pueden tener otra expli-cación. Las tres palabras usadas con más frecuencia para describir la gehenna son: “fuego”, “tormento” y “eterno” (enseguida daremos una lista de versículos). Aunque la palabra gehenna no se encuentra en cada uno de ellos, sin embargo, es evidente que son descripciones de ese lugar:
“El fuego nunca se apagará.” (Mat.3:12)
“Gehenna (infierno) de fuego” (Mat.5:22)
“El horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mat.13:42 y 50)
“Ser echado en el fuego eterno” (Mat.18:8)
“Ser echado en la gehenna (infierno) de fuego” (Mat.18:9)
“Apartaos de mí, malditos al fuego eterno” (Mat.25:41)
“En la gehenna, al fuego que no puede ser apagado” (Mar.9:43 y 45)
“El fuego nunca se apaga” (Mar.9:48)
“Quemará en fuego que nunca se apagará” (Luc.3:17)
“En llama de fuego, para dar el pago a los que no conocieron a Dios” (1 Tes.1:8)
“Sufriendo el juicio del fuego eterno” (Judas 7)
“Será atormentado con fuego y azufre” (Apo.14:10)
“Fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego ardiendo en azufre” (Apo.19:20)
“Fue lanzado en un lago de fuego y azufre, donde está la bestia y el falso profeta y serán atormentados día y noche para siempre jamás” (Apo.20:10)
“El que no fue hallado escrito en el libro de la vida, fue lanzado en el lago de fuego” (Apo.20:15)
“Su parte será en el lago ardiendo con fuego y azufre que es la muerte segunda.” (Apo.21:8)
“El humo del tormento de ellos sube para siempre jamás (por los siglos de los siglos)… y no tienen reposo día ni noche.” (Apo.14:11)
Es evidente de estos textos, que el fuego relacionado con la gehenna es:
I. Eterno (Mat.18:8, 25:41, Judas 7)
II. Inextinguible (Mat.3:12, Mar.9:43, Luc.3:17)
III. Y resulta en un tormento consciente y no en la aniquilación. Esto es obvio de Mat.25:41 y 46 en donde Cristo pone en contraste la vida eterna con el tormento eterno:
“E irán éstos al tormento eterno, y los justos á la vida eterna.” (Mateo 25:46) Aquí la palabra griega “aionios” o “eterno” se refiere tanto al tormento eterno como a la vida eterna, de tal manera que resulta imposible darle a esta palabra dos significados distintos. El infierno es tan eterno como el cielo.
4. Algunas sectas tratan de decir que la gehenna significa la aniquilación o el cese de la existencia, esto porque en varios textos gehenna es descrita como la segunda muerte. (Vea por ejemplo: Apo.20:6, 14-15 y 21:8.) Enseguida daremos cinco motivos por los cuales gehenna no puede significar la aniquilación.
a. Como ya vimos en la sección sobre la muerte, ésta no significa aniquilación. Si tratamos de sustituir la ecuación “la muerte = aniquilación” en los textos que usan la palabra muerte, resulta obvio que ese no es su significado.
b. Si la segunda muerte significa aniquilación, entonces tiene que significar la “segunda aniquilación”. Y si la primera aniquilación no resultó ser definitiva, ¿Porqué deberíamos creer que la segunda lo será? No es posible aniquilar dos veces a la misma persona.
c. Dos textos en el libro de Apocalipsis identifican la segunda muerte con el lago de fuego (vea Apo.21:8 y 20:14). Hay por lo menos tres ejemplos en la Escritura en donde el fuego no consume a sus víctimas. El primero es en Ex.3:2 cuando la zarza ardía en fuego y la zarza no se consumía. El segundo ejemplo es Daniel 3:19 cuando el horno se encendió siete veces más, pero la Escritura dice respecto a los tres creyentes, que el fuego no les quemó ni siquiera la ropa (Dan.3:27). El tercer ejemplo está en Apo.19:20 donde dice que la bestia y el falso profeta fueron lanzados vivos en un lago de fuego y azufre, y después de los mil años mencionados en el capítulo 20:7, todavía están vivos y siguen siendo atormentados en el mismo lugar (Apo.20:10).
d. Apocalipsis 20:6 declara que la segunda muerte no tiene potestad y no afectará a los creyentes. Esto implica que la segunda muerte tiene el poder de hacer daño a los inconversos (no creyentes). Pero la aniquilación no haría ningún daño a nadie. Un castigo que uno no puede experimentar, no puede ser ningún castigo; nadie puede ser castigado si no existe.
e. La segunda muerte es el castigo final del pecado, pero si la convertimos en algo parecido a la aniquilación, entonces ya no hay ningún castigo, y mucho menos podríamos hablar de grados de castigo en la manera que la Biblia lo hace. (Vea Mat.11:22-24; Rom.2:5-6 y 2:8-9; Apo.18:6-7; Heb.10:28-31, etc.) Además, cuando Cristo fue castigado por el pecado y murió, no fue aniquilado. El castigo que Cristo experimentó consistió de sufrimiento, dolor, miseria, separación del Padre, etc. pero no fue la aniquilación. (Vea los siguientes textos: Mat.26:46; 1Pe.2:21, 24, 3:18; Isa.53:4-11 y note especialmente en este texto de Isaías el uso de las palabras:
“azotado”, “herido”, “abatido”, “molido”, “angustiado”, “afligido” y “castigado”). Repito entonces, que Cristo no fue aniquilado, sino que sufrió en su cuerpo y en su alma hasta la muerte. (Vea 1 Pe.4:1, Fil.2:8). Cuando murió, su alma fue al “hades”; nunca dejó de existir. (Vea Hech.2:25-28, 31). Entonces, si el sufrimiento de Cristo fue real cuando El fue hecho pecado en lugar de los que creen en El, esto nos indica que el sufrimiento en la gehenna de los inconversos, (sufrimiento ocasionado por sus pecados), también será real.
5. La gehenna es el “justo juicio de Dios” (Rom.2:5), es lo que el pecado merece, es la retribución, la recompensa, el pago del pecado, es el castigo que los pecadores no arrepentidos merecen. Las palabras descriptivas que enseguida listaremos confirman esta horrible realidad:
a. La gehenna es descrita como “una prisión” o cárcel eterna. (Mat.18:34-35; Luc.12:58-59, 2 Pe.2:4, Jud.6). Aunque estos dos últimos textos se refieren a ángeles encarcelados, esto no cambia la realidad, porque según Apocalipsis 20:14, todos aquellos que estén en el hades serán arrojados a la gehenna. Cristo dice en Mat.25:41 que los hombres serán arrojados al fuego eterno “preparado para el diablo y sus ángeles”. En la gehenna, los hombres perdidos serán encarcelados en cuerpo y alma hasta que paguen la deuda infinita de sus pecados. Siendo ésta infinita, indica que jamás saldrán de allí.
b. La gehenna es descrita como “un abismo”. (Vea Apo.9:1-2, 11:7, 20:1) Note que en 9:2 dice que de este abismo sale humo, como de un gran horno. En Lucas 8:31 los demonios le rogaban a Cristo que no les man-dase ir al abismo.
c. La gehenna es descrita como “las tinieblas de afuera”.
Mat.8:12 habla de aquellos que serán “echados a las tinieblas de afuera”. Mat.22:13 dice, “atadle los pies ylas manos y echadle a las tinieblas de afuera”.Mat.25:30 dice, “al siervo inútil, echadle en las tinieblas de afuera”.
2 Pe.2:17 se refiere a aquellos para los cuales les está reservada eternamente, “la oscuridad de las tinieblas”.
d. La gehenna es descrita como “fuego”. Aquí solamente resta señalar que el fuego del infierno es la ira de Dios. Vea Isa.30:33 donde dice que “el soplo de Jehová, como torrente de azufre enciende el fuego”. (Vea también Isaías 33:14; 66:24, Nahum 1:6.) Este fuego no puede ser apagado.
e. La gehenna es descrita como el lugar del “lloro y el crujir de dientes”. (Vea Mat.8:12, 13:42, 22:13, 24:51 y 25:30). La palabra lloro o llanto es la palabra más fuerte para hablar de una persona sufriendo. El crujir de dientes es el fruto del dolor, la angustia y el enojo por parte de aquellos que se encuentran en el infierno. Es el resultado de todos los factores que en breve hemos tocado en este estudio sobre la gehenna. Es el producto del remordimiento, la agonía, la vergüenza, la desesperación y la ira eterna de Dios.
f. La gehenna es descrita como un “gusano que no muere”. (Vea Mar.9:43-48.) El gusano que no muere signi-fica que la persona misma no deja de existir, sino que está siendo atormentada perpetuamente. El fuego no se apaga y el gusano no se muere, porque la persona no deja de existir, ni de sentir el dolor y el castigo de sus pecados. En el contexto de este versículo, Cristo compara dos clases de sufrimiento. Primero habla del sufri-miento ocasionado por la pérdida de una parte principal del cuerpo. Luego habla del sufrimiento ocasionado por la eternidad del infierno (gehenna).
Podríamos añadir más argumentos, pero al repasar lo expresado, tenemos confianza de que lo señalado es sufi-ciente para satisfacer a cualquiera que puede ser satisfecho; aquellos que son obstinados y rebeldes no estarían satisfechos aunque se incluyera más. Entonces, aquí concluimos nuestra argumentación.
¿HAY ALGUIEN QUE DESEE IR AL INFIERNO?
Como vimos al principio de este folleto, pocas personas piensan que pueden ir al infierno. De hecho, hasta muy pocos creen que otros irán al infierno. Pareciera que sería difícil encontrar candidatos para enviarlos allí. La mayoría de las personas piensa que solamente los más viles pecadores irán al infierno, como por ejemplo dicta-dores como Hitler, o asesinos múltiples, o abusadores de mujeres y niños, o narcotraficantes y políticos corruptos. Pero, una vez más le decimos que la realidad es muy distinta a lo que mucha gente piensa. La mayoría supone que casi todo el mundo escapará del infierno, cuando Cristo dijo en Mat.7:13-14 todo lo contrario. Escuche bien sus palabras:“Entrad por la puerta estrecha: porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva á per-dición, y muchos son los que entran por ella. Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva á la vida, y pocos son los que la hallan.” (Mateo 7:13-14)
Sin lugar a dudas, Cristo enseña aquí que no es una minoría sino la gran mayoría de la gente que irá al infierno. Y podemos añadir que a menos que usted entre por la puerta estrecha, usted también irá a ese lugar. ¿Está usted preparado para ir al infierno? Debería estarlo, pues si no ha entrado por la puerta estrecha que es Cristo, usted está en el camino ancho que conduce al infierno. Cabe repetir aquí otra enseñanza de Cristo:
“Y si tu mano te escandalizare, córtala: mejor te es entrar á la vida manco, que teniendo dos manos ir á la Gehenna, al fuego que no puede ser apagado; Donde su gusano no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo: mejor te es entrar á la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en la Gehenna, al fuego que no puede ser apagado; Donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo: mejor te es entrar al reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado á la Gehenna; Donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.” (Marcos 9:42-49)
Aquí se nos enseña que el pecado es lo que conduce al infierno. ¿Está usted dispuesto a ir al infierno por toda la eternidad a cambio de unos cuantos placeres y lujuria terrenal? ¿Está dispuesto a sufrir eternamente el des-agrado y menosprecio de Dios a cambio de algunos pecados que a fin de cuentas no le pueden satisfacer? La gran mentira del pecado es que ofrece a los hombres más satisfacción que la que pudieran recibir de parte de Dios. Los que van a la perdición son engañados por el pecado creyendo que el futuro prometido por el pecado, es más satisfactorio que el reino de Dios. El poder del pecado consiste de esta mentira. El pecado dice a los hombres que el camino de Cristo es difícil y desdichado. ¿Cree usted que el pecado le hará feliz? Si así es, usted nunca lo dejará, jamás se arrepentirá e inevitablemente sufrirá el castigo del pecado en el infierno. El engaño de pecado es el poder que el diablo usa para cegar y endurecer a los incrédulos. Entonces, si usted no tiene miedo del pecado, nunca tendrá miedo del infierno hasta que sea demasiado tarde.
Los únicos que entran por la puerta estrecha son aquellos cuyos ojos han sido abiertos para ver el engaño del pecado y la verdad de Dios. Toda la miseria de la raza humana comenzó cuando Adán y Eva creyeron a la mentira del diablo con respecto al pecado, cuando dijo: “no morirán”. Satanás les convenció que la vida pecaminosa sería más placentera que la obediencia a Dios y de que a fin de cuentas, no tendrían que sufrir por su pecado (desobediencia). El diablo continúa diciendo esta mentira a todos los hombres hasta el día de hoy, pero como hemos visto de la Palabra de Dios; el pecado les traerá consecuencias eternas a todos los que no se arrepientan.
En los dos textos que citamos anteriormente, el arrepentimiento del pecado y la fe en Cristo como el único acceso al cielo, son las condiciones para escapar del infierno. Cristo es la puerta y el camino al cielo, porque en su encarnación vino a este mundo y sufrió el castigo infinito del pecado en sustitución de todos aquellos que creen en El. El hecho de que Cristo sufrió es la prueba más grande de que aquellos que no se someten a El como Señor y Salvador, sufrirán el infierno como la paga del pecado. La muerte y el sufrimiento de Cristo, es la prueba más grande de que Dios es justo y santo, y como tal tiene que castigar el pecado. Con el fin de poder perdonar a los creyentes, Dios se vio obligado a castigar los pecados de ellos en la persona de Cristo como su sustituto. Amigo mío piénselo bien, si Dios castigó a su propio Hijo amado, ¿Qué le hará a usted cuando usted muera en sus pecados? Si usted no le da la espalda al pecado y confía en Cristo, ciertamente que su lugar es el infierno. ¡Vuélvase a Cristo y sométase a El como Señor y dueño de su vida! ¡Pídale, ruéguele que cambie su corazón y le conceda el poder para dejar el pecado y entregarse a El! ¡Confíe en Cristo como aquel que sufrió “el infierno” en lugar de los pecadores! No se tarde porque el peligro del infierno es real y usted está al borde mismo de este abismo. Ojalá fueras aterrorizado hoy por el infierno, porque si no es así, ciertamente que tendrás que soportarlo por la eternidad.
¿Qué es el Premilenialismo?
¿Qué es el Premilenialismo?
Por Michael J. Vlach, Ph.D.
Tomado de www.theologicalstudies.org
El Premilenialismo (o Chiliasm) es una posición teológica que trata de ocuparse de la relación de la segunda venida de Jesucristo con el reino prometido de 1000 años que se menciona en Apocalipsis 20:1–6.
En resumen, el Premilenialismo es la perspectiva de que la segunda venida de Cristo ocurrirá antes del establecimiento del milenio (la palabra milenio es latina para “mil años”). El prefijo “pre” quiere decir antes; por tanto, la segunda venida de Cristo tendrá lugar “antes” de que el milenio comience.
Aquellos que son premilenialistas afirman que en los últimos tiempos habrá un Período de Tribulación en el cual un anticristo emergerá y Dios derramará Su ira sobre el mundo. Al final de este Tribulación, Jesús regresará visiblemente y físicamente a la tierra para derrotar a Satanás y al anticristo, y luego él establecerá un reino milenario en la tierra. A esta hora, aquellos que murieron tiempo atrás como creyentes recibirán cuerpos humanos glorificados y reinarán con Cristo. Aquellos creyentes que sobrevivan la Tribulación también reinarán con Cristo. Durante este período, Satanás estará atado y echado al abismo. Al final de los 1000 años Satanás será puesto en libertad y orquestará una rebelión final en contra de Dios. Él será derrotado y enviado permanentemente al lago de fuego.
La mayoría de los premilenialistas miran el reino milenario cubriendo 1000 años literales, pero algunos ven los 1000 años de Apocalipsis 20:1–6 como representando una largo período de tiempo. Todos los premilenialistas, sin embargo, afirman que el milenio es un reino intermedio que dará paso al Reino Eterno (o el Estado Eterno) que será el destino final y condición para todos los creyentes.
A diferencia de otros puntos de vista del milenio como los puntos de vista del Amilenialismo, Postmilenialismo y el Premilenialismo ve el milenio de Apocalipsis 20:1–6 como siendo cumplido en el futuro. La perspectiva de los otros dos puntos de vista ven el Milenio como en cierta forma estando en operación hoy en este período entre las dos venidas de Cristo.
El Apoyo Bíblico para el Premilenialismo
El Premilenialismo se basa en una lectura literal y cronológica del Libro de Apocalipsis. Apocalipsis 19 describe el regreso de Jesucristo para derrotar a Sus enemigos. Apocalipsis 20:1–6 relata el reinado de 1000 años de Cristo. Y luego Apocalipsis 21–22 describe los Cielos Nuevos y la Tierra Nueva que comienza poco después del milenio. Una lectura literal, por consiguiente, señala que un reino milenario viene después de la época presente pero antes del Reino Eterno final.
Aunque el Apocalipsis 20 es el único pasaje en la Biblia que explícitamente menciona un reinado de 1000 años de Cristo antes del Reino Eterno, algunos premilenialistas creen que hay pasajes del Antiguo Testamento que son consistentes con la idea de un reino intermedio después de la época presente pero antes del Reino Eterno. Por ejemplo, Isaías 65:20 dice: “No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito.” Este pasaje habla de la longevidad de la vida que no es cierta en el caso de la época actual, pero también menciona la presencia de la muerte que no será cierta en el caso del Reino Eterno tampoco. Así, los premilenialistas entienden tales pasajes como refiriéndose a un reino intermedio del Mesías. Zacarías 14:5–17 es otro pasaje usado en apoyo al de Premilenialismo. Aquí se dice que el Señor será Rey sobre toda la tierra, pero aun queda una rebelión y desobediencia por parte de algunas naciones. Según los premilenialistas, ambas condiciones sólo pueden existir en un reino intermedio entre la edad presente y el Reino Eterno.
Los Premilenialistas también señalan que la función prometida de reinar con Cristo es prueba del Premilenialismo. Apocalipsis 20:1–6 promete que los creyentes reinarán con Cristo por 1000 años, pero en ninguna parte del Nuevo Testamento se manifiesta que los cristianos ya reinan con Cristo. De es amanera, este reinando con Cristo debe ser futuro.
Dos Formas de Premilenialismo
Hay dos formas o variaciones del Premilenialismo – Premilenialismo Dispensacional y Premilenialismo Histórico.
La diferencia principal entre estas dos formas de Premilenialismo es el énfasis que cada uno le da a la nación Israel durante el Milenio. Los Premilenialistas Dispensacionales opinan que la nación Israel será salvada y restaurada a un lugar de preeminencia en el Milenio. De esta manera, Israel tiene una función especial de servicio en el Milenio que es diferente a la de la Iglesia o de los Gentiles salvos.
La mayoría de los Premilenialistas Históricos, por otra parte, sostienen que la nación de Israel experimentará una salvación nacional inmediatamente antes de que el Milenio sea establecido, pero no habrá una restauración nacional de Israel. Así, la nación de Israel no tendrá un papel especial o función que es distinta a la de la Iglesia.
Otra diferencia es que para la mayoría de los Premilenialistas Dispensacionales sostienen que el milenio es de 1000 años literales, mientras que algunos Premilenialistas Históricos afirman que los 1000 años es figurativo de período largo de tiempo.
El Premilenialismo en la Historia de la Iglesia
La doctrina del Premilenialismo tiene un fuerte apoyo en la historia de la iglesia. De hecho, el Premilenialismo fue la perspectiva milenaria predominante por los primeros 300 años de historia de la iglesia. Como el historiador Philip Schaff establece: “El punto más notable en la escatología de la edad ante-Nicena es el chiliasm prominente, o el mileniarismo, esa es la creencia de un reinado visible de Cristo en la gloria sobre la tierra con los santos resucitados por mil años, antes del juicio y la resurrección general (Philip Schaff, History of the Christian Church, 2:614).
En los inicios de la iglesia, el Premilenialismo fue bien representado por Papias, Ireneo, San Justino, Tertuliano, Hipolytos, Metodio, Commodianus, y Lactantius. La creencia de Papías en el Premilenialismo es especialmente significativa puesto que él fue un discípulo de Policarpio que a su vez fue un discípulo del Apóstol Juan que escribió las declaraciones acerca de un reinado de 1000 años de Cristo en su libro del Apocalipsis.
A través de la influencia de padres importantes de la iglesia como Eusebio y Agustín, la creencia en el Premilenialismo disminuyó significativamente alrededor del siglo quinto. Con algunas excepciones, la mayoría en la iglesia cristiana durante las eras Medieval y de la Reforma sostenían el Amilenialismo y la perspectiva de que el milenio estaba siendo cumplido en una manera espiritual en la época actual. Sin embargo, los últimos 150 años han sido testigos de un fuerte auge del Premilenialismo. Mucho de esto puede ser atribuido al aumento de popularidad del Dispensacionalismo que afirma un reinado futuro de 1000 años de Cristo sobre la tierra.
Los Proponentes Modernos
En estos últimos años, muchos teólogos han afirmado el Premilenialismo. Los proponentes de ambas formas de Premilenialismo son encontrados en los escritos de los siguientes hombres:
Premilenialismo Histórico
- J. Barton Payne
- Jorge Eldon Ladd
- Wayne Grudem
- Millard Erickson
Premilenialismo Dispensacional
- John Walvoord
- El Pentecostés J. Dwight
- Alva J. McClain
- Charles Ryrie
- Robert Saucy
- Craig A. Blaising
- Darrell L. Bock
- John S. Feinberg
¿Qué es el Amilenialismo?
¿Qué es el Amilenialismo?
Por Michael J. Vlach, Ph.D.
Tomado de www.theologicalstudies.org
El Amilenialismo es una perspectiva teológica con respecto al; reinado de 1000 años de Jesucristo que es mencionado en Apocalipsis 20:1–6. En particular, el Amilenialismo es la perspectiva de que no habrá un reinado de 1000 años literal futuro de Cristo en la tierra. El prefijo latino inseparable a significa “no” y el término “milenio” es latino para “1000 años”. Así, el Amilenialismo literalmente quiere decir “no 1000 años”.
Debería ser notable que el término Amilenialismo es un título reaccionario en lo referente a que niega la presencia de un futuro reinado de 1000 años literal de Cristo en la tierra que los premilenialistas afirman. Sin embargo, los Amilenialistas de hecho creen en un milenio; lo que niegan, sin embargo, es la idea de un reinado literal futuro de 1000 años de Cristo en la tierra después de la segunda venida de Cristo.
Según el Amilenialismo, el milenio de Apocalipsis 20:1–6 se cumple espiritualmente en la época presente antes del regreso de Jesucristo. De esta manera, el milenio o reino de Cristo está en existencia ahora. Los Amilenialistas afirman que el milenio comenzó con la resurrección y/o la ascensión de Cristo y será consumado cuando Jesús regrese de nuevo a establecer el Reino Eterno que es mencionado en Apocalipsis 21–22.
Para los amilenialistas, Satanás está actualmente atado y los cristianos ahora disfrutan los beneficios del milenio. Algunos amilenialistas afirman que el milenio también involucra el reinado de los santos que están ahora con Dios. Los Amilenialistas afirman que el período de 1000 años que es mencionado en Apocalipsis 20:1–6 se refiere a un largo período de tiempo indefinido entre las dos venidas de Cristo y no es un período de 1000 años literal que sucede después del regreso de Jesús. Puesto que los amilenialistas creen que Cristo actualmente reina en el milenio, algunos, como Jay Adams, creen que el título “Milenialismo realizado” es un título más correcto que “Amilenialismo”.
Con relación al de los tiempos, el Amilenialista afirma el siguiente argumento cronológico:
· Cristo ahora gobierna en Su reino mientras Satanás está atado para no engañar a las naciones.
· La tribulación es experimentada en la época presente aun cuando Cristo esta gobernando.
· Jesús regresará de nuevo a la tierra.
· Después de que Jesús regrese habrá una resurrección corporal general de todas las personas justas y un juicio general de todos los incrédulos.
· El Reino Eterno comenzará.
El Amilenialismo en la Historia
El Premilenialismo, y no el Amilenialismo, fue la perspectiva predominante en los primeros 300 años de la historia de la iglesia. Sin embargo, la iglesia primitiva evidenció indicios de qué más tarde se convertían al Amilenialismo. Por ejemplo, Orígenes (185-254) popularizó el enfoque alegórico para interpretar la Escritura, y al hacer esto, colocó una base hermenéutica para la perspectiva de que el reino prometido de Cristo no era espiritual y terrenal en naturaleza. Eusebio (270-340), un asociado del emperador Constantino, miró el reinado de Constantino como el banquete Mesiánico, y él se mantuvo firme en la perspectiva premilenial. Ticonio, un Donatista africano del siglo cuarto, fue uno de los teólogos más antiguos en desafiar al Premilenialismo. Él negó la perspectiva escatológica y futurista de Apocalipsis 20. En lugar de eso, él dijo que el milenio se cumplía en la época presente y que los 1000 años mencionados no eran 1000 años literales. Ticonio también miró la primera resurrección de Apocalipsis 20:4 como una resurrección espiritual la cual era el nuevo nacimiento.
Agustín (354-430), quien es a menudo llamado el ‘Padre del Amilenialismo,’ popularizó los puntos de vista de Ticonio. Agustín abandonó el Premilenialismo debido a que él consideró ser los excesos y carnalidades de esta perspectiva. Él también interpretó Marcos 3:27 que era una atadura presente de Satanás. Agustín fue el primero en identificar a la Iglesia Católica en su forma visible con el reino de Dios. Para él, el reino milenario de Cristo estaba tomando en y a través de la iglesia, incluyendo sus sacramentos y oficios. Su libro, Ciudad de Dios, fue significativo en la promoción y la aceptación del Amilenialismo.
El Amilenialismo de Agustín rápidamente se convirtió en la perspectiva aceptada de la iglesia. Se volvió tan aceptada que el Concilio de Efeso (431) condenó la perspectiva premilenaria tan supersticiosa. El amilenialismo pronto se convirtió en la doctrina predominante de la Iglesia Católica Romana y fue más tarde adoptada por la mayoría de los reformadores protestantes incluyendo a Martín Lutero, y Juan Calvino (algunos Anabautistas se mantuvieron en el Premilenialismo).
Mientras que Premilenialismo ha experimentado un gran auge en los últimos 200 años, el Amilenialismo es ampliamente sostenido por muchas denominaciones cristianas. Es la posición oficial de la Iglesia Católica Romana y es sostenida por muchos luteranos y aquellos en la tradición Reformada.
Los proponentes específicos del Amilenialismo incluyen a B.B. Warfield, Oswald T. Allis, y más recientemente esta perspectiva ha sido defendida por Anthony A. Hoekema y Robert B. Strimple
¿Qué es el Dispensacionalismo?
¿Qué es el Dispensacionalismo?
Por Michael J. Vlach, Ph.D.
Http://www.theologicalstudies.org/dispen.html
Introducción
Desde mediados de 1800, el sistema de teología conocido como el dispensacionalismo ha ejercido gran influencia sobre cómo los cristianos ven las doctrinas de la eclesiología y la escatología. En este artículo, examinaremos la historia del dispensacionalismo y una mirada a las creencias básicas asociadas con el sistema.
La Historia del Dispensacionalismo
Los teólogos continúan discutiendo sobre el origen de dispensacionalismo. Aquellos que son dispensacionalistas sostienen la opinión de que las creencias básicas del dispensacionalismo fueron sostenidas por los apóstoles y la primera generación de la iglesia. Aquellos que no son dispensacionalistas a menudo sostienen la opinión de que el dispensacionalismo es una teología nueva que comenzó en el siglo 19. Lo que es claro, sin embargo, es que el dispensacionalismo, como sistema, comenzó a tomar forma a mediados de los 1800.
1. John Nelson Darby. El comienzo del dispensacionalismo sistematizado está usualmente vinculado con John Nelson Darby (1800-1882), un ministro de los Hermanos de Plymouth. Estando en la Universidad de Trinidad en Dublín (1819), Darby vino a creer en una restauración y salvación futura del Israel nacional. Basado en su estudio de Isaías 32, Darby concluyó que Israel, en una dispensación futura disfrutarán de las bendiciones terrenales que fueron diferentes a las bendiciones divinas experimentadas por la iglesia. De esta manera vio una distinción evidente entre Israel y la iglesia. Darby también vino a creer en “inminente” rapto de la iglesia que es seguida por la Septuagésima Semana de Daniel en la cual Israel otra vez sería el centro del escenario en el plan de Dios. Después de este período, Darby creyó que habría un reino milenario en el cual Dios cumpliría con Sus promesas incondicionales con Israel.1 De acuerdo con Paul Enns: “Darby propuso el esquema del dispensacionalismo reparando que en cada dispensación clasifica al hombre bajo el rubro de alguna condición; el hombre tiene cierta responsabilidad ante Dios. Darby también reparó en que cada dispensación culmina con un fracaso”.2 Darby vió siete dispensaciones: (1) Condición Paradisíaca hasta el Diluvio; (2) Noé; (3) Abraham; (4) Israel; (5) los Gentiles; (6) el Espíritu; y (7) El Milenio. Por su propio testimonio, Darby dice que su teología dispensacional se formó completamente en 1833.
2. El Movimiento de los Hermanos El Dispensacionalismo tomó forma en el Movimiento de los Hermanos a principios del siglo diecinueve en Gran Bretaña. Aquellos dentro del Movimiento de los Hermanos rechazaron un papel especial para el clero ordenado y destacaron a los dotados espirituales de los creyentes comunes y su libertad, bajo la guía del Espíritu, para enseñar y amonestar a cada uno por la Escritura. Los escritos de los Hermanos tuvieron un amplio impacto en el protestantismo evangélico e influenciaron a ministros en los Estados Unidos como D. L. Moody, James Brookes, J. R. Graves, A. J. Gordon, y C. I. Scofield.3
3. El Movimiento de la Convención de la Biblia. Comenzando en los 1870s, las convenciones diversas de la Biblia comenzaron a surgir en diversas partes de los Estados Unidos. Estas convenciones ayudaron esparcir el Dispensacionalismo. Las convenciones de Niagara (1870 – principios de 1900s) no comenzaron a promover el dispensacionalismo pero las ideas dispensacionales fueron a menudo promovidas en estas convenciones. Las Convenciones Americanas de la Biblia y Proféticas de 1878–1914 promovieron una teología dispensacional.
4. El Movimiento del Instituto de la Biblia. A finales de los 1800s, varios institutos de la Biblia fueron fundados enseñado teología dispensacional incluyendo al Instituto de la Biblia Nyack (1882), El Boston Missionary Training School (1889), y El Instituto Bíblico Moody (1889).
5. La Biblia de Referencia Scofield C.I. Scofield, un participante en las convenciones de Niagara, formó un panel de maestros de la convención de la Biblia en 1909 y produjo lo que llegó a ser conocido como la Biblia de Referencia Scofield. Este trabajo se hizo famoso en los Estados Unidos con sus notas teológicas al lado de la Escritura. Esta Biblia de referencia se convirtió en la máxima influencia en la extensión del dispensacionalismo.
6. Dallas Theological Seminary Después de la Primera Guerra Mundial, se formaron muchas escuelas Bíblicas dispensacionales. Dirigido por el Dallas Theological Seminary (1924), el dispensacionalismo comenzó a ser promovido en trasfondos formales y académicos. Bajo Scofield, el dispensacionalismo introdujo un período escolástico que fue más tarde llevado adelante por su sucesor, Lewis Sperry Chafer. Una mayor promoción del dispensacionalismo tuvo lugar al escribirse la Teología Sistemática de ocho volúmenes de Chafer.
Características Fundamentales del Dispensacionalismo 4
1. El enfoque hermenéutico que insiste en que un cumplimiento literal de Antiguo Testamento se promete a Israel Aunque el asunto de «interpretación literal» es hoy excesivamente discutido, muchos dispensacionalistas afirman que la interpretación literal coherente se aplicada a todas las áreas de la Biblia, incluyendo las promesas del Antiguo Testamento a Israel, es una marca distintiva del dispensacionalismo. Los Dispensacionalistas normalmente afirman que el progreso de la revelación, incluyendo la revelación del Nuevo Testamento, no cancela las promesas del Antiguo Testamento hechas al Israel nacional. Aunque hay un debate interno con respecto a cuánto la iglesia está relacionada con los pactos y promesas del Antiguo Testamento, los dispensacionalistas creen que el Israel nacional verá el cumplimiento literal de las promesas hecha con ella en el Antiguo Testamento.
2. Creen que los pactos incondicionales y eternos hechos con el Israel nacional (Abrahámico, Davídico, y el Nuevo) han de cumplirse literalmente con el Israel nacional Aunque la iglesia puede participar en ellos o cumplir parcialmente con los pactos bíblicos, no asumen el control de los pactos con la exclusión del Israel nacional. Las promesas físicas y espirituales para Israel deben cumplirse con Israel.
3. Un futuro distinto para el Israel nacional. “Sólo el Dispensacionalismo claramente ve un futuro distinto para el Israel étnico como nación”.5 Este futuro incluye una restauración de la nación con una función e identidad bien definida.
4. La iglesia es distinta de Israel La iglesia no reemplaza o continúa a Israel, y no es nunca llamada Israel. Según los dispensacionalistas, la iglesia no existió en el Antiguo Testamento y no comenzó hasta el Día de Pentecostés (Hechos 2). Las promesas del Antiguo Testamento para Israel, entonces, no pueden cumplirse enteramente con la iglesia. Las evidencias a menudo usadas por los dispensacionalistas para demostrar que la iglesia es distinta de Israel incluyen: (a) Jesús vio a la iglesia como futuro en Mateo 16:18; (b) un elemento esencial de la iglesia – el bautismo de Espíritu – no comenzó hasta el Día de Pentecostés (compare 1 Cor. 12:13 con Hechos 2); (c) Cristo vino a ser la Cabeza de la iglesia como resultado de Su resurrección (Compare a Efes. 4:15; Col. 1:18 con Efes. 1:19-23); (d) los dones espirituales asociados con la iglesia (cf.. Efes. 4:7-12; 1 Cor. 12:11-13) no fueron dados hasta la ascensión de Cristo; (e) la naturaleza del “nuevo hombre” de la iglesia (cf.. Efes. 2:15) muestra que la iglesia es un organismo NT y no algo incorporado a Israel; (f) el fundamento de la iglesia es Jesucristo y los apóstoles y profetas del Nuevo Testamento (cf. Efes. 2:20); (g) el autor Lucas, mantiene a Israel y a la iglesia distintos. En este último punto, Fruchtenbaum afirma: “En el libro de Hechos, tanto Israel y la iglesia existen simultáneamente. El término Israel es usado veinte veces y ekklesia (iglesia) diecinueve veces, pero los dos grupos son siempre mantenidos distintos”.6
5. Múltiples sentidos de “simiente de Abraham” Según Feinberg, la designación “simiente de Abraham” es usada de diferentes maneras en la Escritura. Primero es usada en referencia a judíos étnicos y biológicos (cf. Los Romanos 9–11). En segundo lugar, es usado en un sentido político. En tercer lugar, es usado en un sentido espiritual para referirse a personas, ya sea judío o gentil, quienes están espiritualmente relacionados con Dios por la fe (cf. Romanos 4:11-12; Gálatas 3:7). Feinberg sostiene la opinión de que el sentido espiritual del título no asume el control del sentido físico hacia algo semejante a una extensión que la semilla física de Abraham ya no es más relacionada con los pactos bíblicos.
6. La filosofía de historia que enfatiza tanto los aspectos espirituales y físicos de los pactos de Dios Según John Feinberg, «los tratamientos no-dispensacionales de la naturaleza de los pactos y del futuro de Israel invariablemente enfatizan asuntos soteriológicos y espirituales, mientras que los tratamientos dispensacionales enfatizan tanto los aspectos espiritual /soteriológico y los aspectos sociales, económicos, y políticos de las cosas”.7
Otro significativo, aunque no necesariamente exclusivo que presenta el dispensacionalismo, incluye: (1) la autoridad de la Escritura; (2) la creencia en dispensaciones; (3) el énfasis en la profecía Bíblica; (4) Premilenialismo futurista; (5) pretribulacionismo; y (6) una perspectiva de inminencia que ve el regreso de Cristo como una posibilidad de “cualquier momento”.
Las Variaciones Dentro del Dispensacionalismo
Los aspectos anteriormente citados caracterizan las creencias de aquellos dentro de la tradición dispensacional. Sin embargo, como Blaising escribe, “el Dispensacionalismo no ha sido una tradición estática”.8 NO hay ningún credo estándar que congele su desarrollo teológico en cualquier punto dado en la historia. Blaising ofrece tres formas de pensamiento dispensacional:
1. El Dispensacionalismo Clásico (ca. 1850–1940s) El Dispensacionalismo Clásico se refiere a los puntos de vista de los dispensacionalistas británicos y americanos entre los escritos de Darby y La Teología Sistemática de ocho volúmenes de Chafer. Las notas interpretativas de la Biblia de Referencia Scofield son a menudo vistas como la representación clave de la tradición dispensacional clásica.9
Una característica importante del dispensacionalismo clásico es su idea dualística de redención. En esta tradición, Dios es visto como buscando dos propósitos diferentes. Uno está relacionado con el cielo y el otro con la tierra. La “la humanidad celestial debió estar hecha de todo los redimidos de todas las dispensaciones que serían resucitados de la muerte. Mientras que la humanidad terrenal tiene que ver con las personas que no habían muerto pero quiénes fueron preservadas por Dios de la muerte, la humanidad celestial estaba hecha de todos lo salvos que habían muerto, quienes Dios resucitaría de la muerte”.10
Blaising nota que la naturaleza divina, espiritual, e individualista de la iglesia en el dispensacionalismo clásico subrayado la perspectiva conocida de que la iglesia es un paréntesis en la historia de la redención.11 En esta tradición, hubo un pequeño énfasis en la actividad social o política para la iglesia.
Teólogos clave: John Nelson Darby, C. I. Scofield, Lewis Sperry Chafer.
2. Dispensacionalismo Revisado o Modificado (ca.1950–1985) El Los dispensacionalistas revisados abandonaron el dualismo eterno de los pueblos celestiales y terrenales. El énfasis en esta rama de la tradición dispensacional fue sobre dos pueblos de Dios – Israel y la iglesia. Estos dos grupos están estructurados de manera diferente con papeles diferentes y responsabilidades dispensacionales, pero la salvación que cada uno recibe es la misma. La distinción entre Israel y la iglesia, como grupos antropológicos diferentes, continuará a todo lo largo de la eternidad.
Los dispensacionalistas revisados usualmente rechazan la idea de que hay dos pactos nuevos – uno para Israel y otro para la iglesia. También ven la iglesia y a Israel existiendo juntos durante el estado milenario y eterno.
Teólogos clave: John Walvoord, Dwight Pentecost, Charles Ryrie, Charles Feinberg, Alva J. McClain.
3. ¿El Dispensacionalismo Progresivo (1986 –al presente) Qué significa el término “progresivo”? El título “dispensacionalismo progresivo” se refiere a la relación “progresiva” de las dispensaciones sucesivas una ala otra.12 Charles Ryrie nota que: “el adjetivo ‘progresivo’ se refiere a la tesis central de que los pactos Abrahámico, Davídico, y Nuevo se cumplen progresivamente hoy (así como teniendo cumplimientos en el reino milenario)”.13
“Una de las diferencias notables entre los dispensacionalistas progresivos y los anteriores, es que los progresistas no miran a la iglesia como una categoría antropológica en la misma clase de términos como Israel, Naciones Gentiles, judíos, y pueblos Gentiles. La iglesia no es una raza separada de la humanidad (en contraste a judíos y gentiles) ni es una nación en oposición junto a Israel y las naciones Gentiles. . . . La iglesia es la misma humanidad precisamente redimida (tanto judíos y como gentiles) existiendo en esta dispensación antes de la venida de Cristo”.14
Los dispensacionalistas progresivos ven más continuidad entre Israel y la iglesia que las otras dos variaciones dentro del dispensacionalismo. Hacen énfasis en que tanto Israel como la iglesia componen el “pueblo de Dios” y ambos están relacionados con las bendiciones del Nuevo Pacto. Esta igualdad espiritual, sin embargo, no quiere decir que no haya distinciones funcionales entre los grupos. Los dispensacionalistas progresivos no conforman la iglesia como Israel en esta época y ellos todavía ven una identidad bien definida futura y funcionan para el Israel étnico en el reino milenario entrante. Los dispensacionalista progresivos como Blaising y Bock ven un aspecto actual/aun no del reinado Davídico de Cristo, viendo al reino Davídico como siendo inaugurado durante la edad presente de la iglesia. El cumplimiento completo de este reinado espera a Israel en el milenio.
Teólogos clave: Craig A. Blaising, Darrell L. Bock, y Robert L. Saucy
1. Vea a Floyd Elmore, «Darby, John Nelson,» Dictionary of Premillennial Theology, Mal Couch, ed., (Grand Rapids: Kregel, 1996) 83-84.
2. Paul Enns, The Moody Handbook of Theology (Chicago: Moody, 1989) 516.
3. Vea Craig A. Blaising y Darrell L. Bock, Progressive Dispensationalism (Wheaton: Victor, 1993) 10.
4. Estos puntos esenciales del Dispensacionalismo son tomados de John S. Feinberg’s, “Systems of Discontinuity,” Continuidad y Discontinuidad: Perspectivas en la Relación Entre el Antiguo y Nuevo Testamentos, ed. John S. Feinberg (Wheaton: Crossway, 1988) 67-85. En este punto reconocemos lo bien conocido e indispensable del Dispensacionalismo como es planteado por Charles C. Ryrie. Según Ryrie, el Dispensacionalismo se basa en las tres siguientes características: (1) una distinción entre Israel y la iglesia; (2) una hermenéutica literal; y (3) una perspectiva que ve la gloria de Dios como el propósito subyacente de Dios en el mundo. Vea a Charles C. Ryrie, Dispensationalism (Chicago: Moody Press, 1995) 38-40.
5. Feinberg, 83.
6. Arnold G. Fruchtenbaum, Israelology: The Missing Link in Systematic Theology. Tustin: Ariel, 1994) 118.
7. Feinberg, 85.
8. Blaising y Bock, 21.
9. Blaising y Bock, 22.
10. Blaising y Bock, 24.
11. Blaising y Bock, 27.
12. Blaising y Bock, 49.
13. Charles C. Ryrie, “Update on Dispensationalism,” Issues in Dispensationalism, John R. Master and Wesley R. Willis, eds. (Chicago: Moody, 1994) 20.
14. Blaising y Bock, 49.
¿Está Satanás Atado Hoy?
Una Análisis de la Interpretación Amilenial de Apoc. 20:1-3
Por
Michael Vlach
Presidente de Theological Studies.org
Tomado de www.theologicalstudies.org
1 Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano.
2 Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años;
3 y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.
(Apocalipsis 20:1-3).
Un distintivo de la teología amilenial es la creencia de que Satanás está atado durante esta edad presente. Esta creencia resulta de una interpretación que ve la atadura de Satanás descrita en Apocalipsis 20:1-3 como ya cumplida hoy. El propósito de esta obra es examinar la perspectiva amilenial de Apocalipsis 20:1-3 y hacer la pregunta, “¿Está Satanás atado hoy?” Al hacer esto, nuestra evaluación incluirá lo siguiente: 1) una definición breve del amilenialismo; 2) una mirada al acercamiento amilenial para interpretar Apocalipsis; 3) una explicación y análisis de la perspectiva amilenial de Apocalipsis 20:1-3; y 4) algunos pensamientos finales.
LA DEFINICIÓN DEL AMILENIALISMO
El Amilenialismo es el unto de vista de que no habrá un reinado futuro de Cristo en la tierra por mil años.1 En Lugar de esto, el reinado de mil años de Cristo mencionado seis veces en Apocalipsis 20 se cumple durante la edad presente. Según los amilenialistas, los “mil años” no son mil años literales sino que son figurativos de “un período largo de duración indeterminada”. 2 De esta manera el milenio de Apocalipsis 20:1-6 describe las condiciones de la edad presente entre las dos venidas de Cristo. Durante este período Satanás es atado (Apoc. 20:1-3) y el Reino de Cristo está siendo cumplido (Apoc. 20:4-6).3
EL ACERCAMIENTO AMILENIAL PARA INTERPRETAR APOCALIPSIS
Antes de mirar específicamente cómo interpretan los amilenialistas Apocalipsis 20:1-3, es importante comprender cómo se acercan al Libro de Apocalipsis. Los amilenialistas basan su interpretación del Libro de Apocalipsis en un sistema de interpretación conocido como el paralelismo progresivo. Este sistema interpretativo no mira los acontecimientos de Apocalipsis desde una perspectiva cronológica o secuencial sino, en lugar de eso, ve el libro como describiendo la edad de la iglesia de varias perspectivas paralelas que corren concurrentemente.4 Anthony Hoekema, un amilenialista, describe el paralelismo progresivo de la siguiente manera:
“Según esta perspectiva, el libro de Apocalipsis consta de siete secciones que corren paralelamente el uno hacia el otro, cada uno del cual bosqueja la iglesia y el mundo del tiempo de la primera venida de Cristo hacia el tiempo de su segunda venida.”5
Siguiendo la obra de William Hendriksen,6 Hoekema cree que hay siete secciones de Apocalipsis que describen la edad presente. Estas siete secciones dan un retrato de las condiciones en el cielo y en la tierra durante este período entre las dos venidas de Cristo. Estas siete secciones que corren paralelamente la una hacia la otra son los capítulos 1-3, 4-7, 8-11, 12-14, 15-16, 17-19 y 20-22. Lo que es significativo para nuestros propósitos es que los amilenialistas ven Apocalipsis 20:1 como llevando al lector de regreso al comienzo de la edad presente. Como Hoekema dice: “Apocalipsis 20:1 nos lleva una vez más al comienzo de la época del Nuevo Testamento”.7 Los Amilenialistas, de esta forma, no ven una conexión cronológica entre los acontecimientos de Apocalipsis 19:11-21 que describen la segunda venida de Cristo, y el reinado milenario descrito en Apocalipsis 20:1-6. Como Hendriksen dice: “Apoc. 19:19ff. nos lleva hacia el mismo fin de la historia, hacia el día del juicio final. Con Apoc. 20 regresamos al comienzo de nuestra dispensación presente”.8 La perspectiva amilenial ve el capítulo diecinueve llevando de nuevo al lector hacia la segunda venida, pero el comienzo del capítulo veinte le lo lleva de nuevo al comienzo de la era presente. En otras palabras, los acontecimientos de Apocalipsis 20:1-6 no siguen a los acontecimientos de Apocalipsis 19:11-21.
LA PERSPECTIVA AMILENIAL DE APOCALIPSIS 20:1-3
Con el principio del paralelismo progresivo como su base, el amilenialista opina que la atadura de Satanás en Apocalipsis 20:1-3 se llevó a cabo en la primera venida de Cristo.9 Esta atadura hace pasar al reino milenario. Como William Cox dice:
Habiendo atado a Satanás, nuestro Señor hace pasar el reino milenario de Apocalipsis 20. Este milenio comenzó en el primer advenimiento y llegará al final en la segunda llegada, siendo reemplazado por el estado eterno.10
Así la edad presente es el milenio y una característica de este período milenario es que Satanás está ahora atado. Esta atadura de Satanás en Apocalipsis 20:1-3, según el amilenialista, encuentra apoyo en los Evangelios, en particular la atadura de Jesús del hombre fuerte en Mateo 12:29. Como Hoekema indica:
“¿Hay alguna indicación en el Nuevo Testamento de que Satanás estaba atado en el tiempo de la primera venida de Cristo? Ciertamente la hay. Cuando los fariseos acusaron a Jesús de expulsar demonios por el poder de Satanás, Jesús contestó: Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa. (Mt. 12:29).”11
Hoekema también señala que la palabra usada por Mateo (delta epsilon omega) para describir la atadura del hombre fuerte es la misma palabra utilizada en Apocalipsis 20 para describir la atadura de Satanás.12 Además de Mateo 12:29, los amilenialistas creen tener apoyo exegético confirmado de Lucas 10:17-18 y Juan 12:31-32. En Lucas 10, cuando los setenta discípulos regresaron de su misión dijeron a Jesús, “Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.” y El les dijo a ellos: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.” (Lucas 10:17-18). Según Hoekema, “Jesús vio en las obras que sus discípulos estaban haciendo una indicación de que el reino de Satanás se le había dado un golpe aplastante que, de hecho, una cierta atadura de Satanás, una cierta restricción de su poder, justamente había tenido lugar.”13
Juan 12:31-32, otro texto de apoyo usado por los amilenialistas dice: “Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.” Hoekema señala que el verbo traducido “echado fuera” (epsilon kappa beta alpha lambda lambda omega) es derivada de la misma raíz como la palabra usada en Apocalipsis 20:3 cuando dice que un ángel “y lo arrojó [ballo] al abismo”.14
¿Qué es lo importante de esta atadura de Satanás según la posición amilenialista? Esta atadura tiene referencia especial a la capacidad de Satanás para engañar a las naciones durante la edad de presente. Debido a que Satanás está ahora atado, él no puede ya engañar a las naciones como él lo hizo antes de la primera venida de Cristo. Antes de la primera venida de Cristo, todas las naciones del mundo, excepto Israel, estaban bajo el engaño de Satanás. Excepto por la persona ocasional, la familia o la ciudad que se ponía en contacto con el pueblo o de Su revelación especial, los gentiles, como un todo, estaban excluidos de la salvación.15 Con la venida de Cristo, sin embargo, Jesús ató a Satanás, y lo sigue haciendo, removiendo su capacidad de engañar a las naciones. Esta atadura, sin embargo, no quiere decir una remoción total de la actividad de Satanás, pues Satanás todavía está activo y es capaz de hacer mal. Como Cox dice, “Satanás ahora vive a prueba hasta la segunda venida”.16 Pero mientras él esté atado, Satanás no puede ya impedir el esparcimiento del Evangelio ni debe él ser capaz de destruir a la Iglesia. También, según los amilenialistas, el “abismo” para el cual Satanás se le está asignado no es un lugar de castigo final sino una descripción figurativa de las actividades de Satanás que están siendo reprimidas durante este época.17
Hoekema resume la perspectiva amilenial de Apocalipsis 20:1-3 diciendo:
“Concluimos que, luego, que la atadura de Satanás durante la época del Evangelio, en primer lugar, él no puede impedir el esparcimiento del evangelio, y en segundo lugar, él no puede reunir a todos los enemigos de Cristo para atacar a la iglesia”.18
UN ANÁLISIS DE LA INTERPRETACIÓN AMILENIAL DE APOCALIPSIS 20:1-3
Aunque los estudiosos amileniales claramente y lógicamente han diseñado su caso para la perspectiva amilenial de Apocalipsis 20:1-3, hay serias dificultades hermenéuticas, exegéticas y teológicas con su interpretación de este texto.
1) El acercamiento para interpretar Apocalipsis conocido como “paralelismo progresivo” es altamente dudoso. La primera dificultad a ser examinada es la hermenéutica y el trato con el enfoque amilenial para interpretar el Libro de Apocalipsis. Para que la interpretación amilenial de Apocalipsis 20:1-3 sea correcta, el acercamiento interpretativo para el Apocalipsis conocido como “el paralelismo progresivo” también debe ser correcto. Aún este acercamiento que ve siete secciones de Apocalipsis que corren en paralelo una a la otra cronológicamente es en gran parte no comprobadas y dan la apariencia de ser arbitrarias. Como Hoekema admite, el acercamiento del paralelismo progresivo, no está sin sus dificultades”.19
La afirmación de que Apocalipsis 20:1 “nos lleva una vez más al comienzo de la era del Nuevo Testamento,”20 no parecen garantizarse del texto. Ciertamente no hay indicadores dentro del texto que los acontecimientos de Apocalipsis 20:1 llevan al lector de regreso al comienzo de la edad presente. No hay indicadores textuales de que los acontecimientos de Apocalipsis 20 deberían ser separados cronológicamente de los acontecimientos de Apocalipsis 19:11-21. De hecho, lo opuesto es el caso. Los acontecimientos de Apocalipsis 20 parecen seguir naturalmente los acontecimientos descritos en Apocalipsis 19:11-21. Si uno no tuviese una presuposición teológica de que el milenio debe estar cumplido en la edad presente, ¿qué indicadores dentro del texto señalan que 20:1 lleva al lector de regreso al comienzo de la era de la iglesia? Una lectura normal señala que Cristo aparece desde el cielo (19:11-19), él destruye a sus enemigos incluyendo a la bestia y al falso profeta (19:20-21) y luego él trata con Satanás atándole y echándole al abismo (20:1-3). Como Ladd dice, “No hay absolutamente ningún indicio de alguna recapitulación en el capítulo 20”.21
Es hecho de que Juan usa la fórmula “vi” (kai eidon) al principio de Apocalipsis 20:1 también da pie para creer que lo que él describe se lleva a cabo en una manera cronológica.22 Dentro de Apocalipsis 19-22, esta expresión es usada ocho veces; (19:11, 17, 19; 20:1, 4, 11, 12; 21:1). Cuando Juan utiliza “vi,” él parece describir acontecimientos que están sucediendo en una progresión cronológica. Comentando sobre estos ocho usos de “vi” en este pasaje, Thomas indica:
El punto favoreciendo la secuencia cronológica en el cumplimiento de estas escenas es muy fuerte. La progresión del regreso de Cristo a la invitación a las aves de rapiña y desde esa invitación hasta la derrota de la bestia es obvia. Así que es la progresión de la atadura de Satanás hasta el Milenio y la derrota final de Satanás y desde la derrota final hasta el cielo nuevo y la tierra nueva con todo lo que esto conlleva. La interpretación que permite el orden cronológico de estas ocho escenas es unilateralmente poderosa.23
Una lectura natural del texto indica que los acontecimientos de Apocalipsis 20 siguen a los acontecimientos de Apocalipsis 19:11-21. Es también significativo que Hoekema, admita que una lectura cronológica de Apocalipsis naturalmente conduciría uno a la conclusión de que el milenio sigue a la segunda venida cuando él dice: “Si, luego, uno piensa acerca de Apocalipsis 20 como describiendo lo que sigue cronológicamente después de lo que es descrito en el capítulo 19, uno ciertamente concluiría que el milenio de Apocalipsis 20:1-6 vendrá detrás del regreso de Cristo.24
Herman Hoyt, al hacer comentarios sobre esta declaración por Hoekema, correctamente indica, “Esto parece ser una admisión fatal”.25 Y lo es. Hoekema admite que en una lectura normal de Apocalipsis 19 y 20 no conducirá a ninguno a la posición amilenialista. En cierto sentido, el amilenialista le pide al lector que haga caso omiso del significado simple del texto para una suposición que no tiene autorización exegética. Como Hoyt dice,
Para la persona común el esfuerzo de mover el milenio a un lugar antes de la Segunda Venida de Cristo exige que la mente humana acceda a algo que no aparece en la cara del texto. Pero aún más que eso, el esfuerzo para hacer siete divisiones el mismo período de tiempo (entre la primera y las segunda venida) tendrá toda clase de confusión para establecer su validez. En el mejor de los casos éste es un fundamento tembloroso en la cual establecer una doctrina firme del milenio.26
El fundamento hermenéutico del amilenialismo es, ciertamente, poco firme. La seriedad de esto no debe estar subestimada. Pues si el amilenialista está equivocado en su acercamiento para interpretar el Libro de Apocalipsis, su intento de colocar la atadura de Satanás durante la edad presente ha sufrido a un grande si no es que golpe fatal.
2) La perspectiva amilenial no hace adecuadamente justicia al lenguaje de Apocalipsis 20:1-3 Según la perspectiva del amilenialista, Satanás es incapaz de engañar a las naciones como él lo hizo antes de la primera venida de Cristo, pero él está todavía activo y es capaz de hacer mal en esta época. Sus actividades, entonces, no han cesado pero son limitadas.27 Esto, sin embargo, no hace justicia a lo que está descrito en Apocalipsis 20:1-3. Según el texto, Satanás está “atado” con una “gran cadena” (vv.1-2) y ha sido echado al “abismo” que está “cerrado” y “sellado” por mil años (v. 3). Este abismo actúa como una “prisión” (v. 7) hasta que los mil años sean completados. Los actos de atar, echar, encerrar y sellar señalan que las actividades de Satanás están completamente acabadas. Como lo indica Mounce:
“Las medidas elaboradas tomadas para asegurar su custodia [de Satanás] son más fácilmente comprendidas como dando a entender la cesación completa de su influencia en la tierra » (en vez de reprimir sus actividades)”.28
Berkouwer, quién es un amilenialista, admite que la explicación amilenial generalmente aceptada de este texto no honra lo que está descrito:
Aquellos que interpretan el milenio como ya cumplido en la historia de la iglesia tratan de situar esta atadura en la historia. Naturalmente, tal esfuerzo se ve forzado a relativizar las dimensiones de esta atadura, pues es imposible encontrar evidencia para una eliminación radical del poder de Satanás en ese “milenio cumplido”…. La necesaria relativización de la descripción de Juan de la esclavitud de Satanás (recuerde que Apocalipsis 20 habla de un abismo cerrado y sellado) es entonces explicado por la afirmación que, aunque se dice que Satanás ya no engaña más a las naciones (vs. 3), esto no excluye la actividad satánica en personas de la Cristiandad o individuos. Pienso que es pertinente preguntar si esta clase de interpretación realmente hace justicia a las proporciones radicales de la atadura de Satanás de que él no será liberado del encarcelamiento por mil años.29
La atadura de Satanás en Apocalipsis 20:1-3 es expuesta en términos fuertes que hablan de la cesación completa de sus actividades. La perspectiva amilenial de que la atadura de Satanás es simplemente una restricción o que es un “período de prueba,” como Cox ha indicado,30 no se sujeta a escrutinio exegético.
3) La perspectiva amilenial está en conflicto con la descripción del Nuevo Testamento de las actividades de Satanás en la época presente. La perspectiva de que Satanás está atado durante esta edad contradice múltiples pasajes de Nuevo Testamento que demuestran que Satanás está actualmente activo e involucrado en el engaño. Él es “el dios de este mundo [quien] ha cegado las mentes de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo” (2 Corintios 4:4). Él es nuestro adversario que “como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8). En la era de la iglesia él pudo llenar el corazón de Ananías (Hechos 5:3) y “frustrar” la obra de los ministros de Dios. (1 Tes. 2:18). Él es alguien de quien debemos protegernos poniéndonos toda la armadura de Dios (Efesios 6:10-19). La influencia de Satanás en esta era es tan grande que Juan declaró “todo el mundo está bajo el poder del maligno (1 Juan 5:19). Estos pasajes no describen a un ser que ha estado atado y reprimido en un hoyo. Como Grudem correctamente ha comentado: “el tema de la actividad continua de Satanás en la tierra a todo lo largo de la era de la iglesia, hace sumamente difícil pensar que Satanás ha sido echado el “pozo sin fondo”.31
¿Qué entonces del argumento amilenial de que Mateo 12:29 enseña que Jesús ató a Satanás en Su primera venida? La respuesta es que este versículo no enseña que Satanás fue atado en aquel entonces. Lo que Jesús indicó en Mateo 12:29 es que con el fin de que las condiciones del reino existiesen en la tierra, Satanás primero debía estar atado. Él no dijo que Satanás estuviese atado aún. Como Toussaint dice:
Con esta declaración El [Jesús] exhibe con anterioridad el argumento del apóstol Juan en Apocalipsis 20. Jesús no dice que él haya atado a Satanás o incluso que esté en proceso de hacerlo. Él simplemente antepone el principio ante los fariseos. Sus obras dan testimonio de Su capacidad de atar a Satanás, y por eso atestiguan Su poder para establecer el reino.32
El echar fuera demonios de Jesús (Mat. 12:22-29) fue una prueba de que él era el Mesías de Israel que podría traer el reino. Su dominio sobre los demonios demostró que él tenía autoridad para atar a Satanás. Pero como los múltiples textos del Nuevo Testamento ya han afirmado, esta atadura no se llevó a cabo en la primera venida de Cristo. Lo hará, sin embargo, en Su segunda venida. Lo que Jesús presentó como principio en Mateo 12:29 tendrá su cumplimiento en Apocalipsis 20:1-3. Lucas 10:17-18 y Juan 12:31-32 ciertamente cuentan la victoria de Cristo sobre Satanás pero estos pasajes no enseñan que Satanás esté atado durante esta época. Ningún cristiano niega que la obra de Cristo, especialmente su muerte en la cruz trajo una derrota aplastante sobre Satanás, pero su obra final de esa derrota espera la segunda venida. Por esto es que Pablo podría decir a los creyentes en Roma “el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies.” (Romanos 16:20). Para el que contemple la validez del amilenialismo, la pregunta que debe hacérsele es, ¿Describe correctamente la atadura de Satanás mencionada en Apocalipsis 20:1-3 la condición de Satanás hoy? Un análisis de múltiples textos bíblicos junto con la situación mundial presente fuertemente señala que la respuesta es No.
4) Las actividades engañosas de Satanás continúan en la mayor parte del Libro de Apocalipsis. De acuerdo a los amilenialistas, Satanás estaba atado desde el principio de la era de la Iglesia y él ya no tiene la capacidad de engañar a las naciones durante la edad presente. Pero dentro de las principales secciones de Apocalipsis mismo, Satanás es descrito teniendo una influencia engañosa en curso en las naciones. Si Satanás está atado durante esta era y el Apocalipsis describe situaciones durante esta época presente, deberíamos esperar ver un cese de sus actividades engañosas a todo lo largo del libro. Pero sucede lo contrario. El engaño de Satanás es muy fuerte a todo lo largo del Apocalipsis. Apocalipsis 12:9, por ejemplo, indica que “Satanás…. engaña a todo el mundo”. Este versículo presenta a Satanás como el engañador presente del mundo y no uno que está atado.33
El engaño de Satanás es también evidente en la autoridad que él le da a la primera bestia (Apocalipsis 13:2) y la segunda bestia que “engaña a los moradores de la tierra” (Apocalipsis 13:14). Satanás es ciertamente el activador de la Babilonia política de quien se dice, “por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones” (Apocalipsis 18:23).
La capacidad de Satanás para engañar a las naciones a todo lo largo del Libro de Apocalipsis demuestra que él no estaba atado al principio de la edad presente. La nota de Grudem en los pasajes mencionados está bien hecha: “parece más correcta decir que Satanás ahora todavía le toma el pelo a las naciones, pero al principio del milenio esta influencia engañosa será removida”.34
CONCLUSIÓN
La perspectiva amilenial de Apocalipsis 20:1-3 de que Satanás está atado durante esta era no es convincente y falla en diferentes formas. Hermenéuticamente fracasa en que su acercamiento para interpretar el Libro de Apocalipsis se basa en el sistema defectuoso del paralelismo progresivo. Este sistema mete al fuerza quebraduras anormales en el texto que una lectura normal de Apocalipsis no permite. Esto es especialmente cierto con la rompimiento complicado entre los acontecimientos milenarios de Apocalipsis 20 y el relato de la segunda venida en Apocalipsis 19:11-21. Exegéticamente, la perspectiva amilenial de Apocalipsis 20:1-3 no honra el lenguaje del texto. La atadura descrita en este pasaje claramente no describe una cesación completa de las actividades de Satanás no simplemente una limitación como los amilenialista creen. Teológicamente, la perspectiva de que Satanás está atado hoy simplemente no encaja con los múltiples textos del Nuevo Testamento que enseñan de lo contrario. Ni la perspectiva amilenial puede ser reconciliada con los pasajes dentro del mismo Apocalipsis mismo que muestran a Satanás llevando a cabo una actividad engañosa. Responder la pregunta planteada en el título de esta obra, “¿Está Satanás atado hoy?” La respuesta desde la evidencia bíblica claramente es no.
Notas
1. El prefijo “a” significa “no”. El Amilenialismo, por consiguiente, quiere decir “no milenio».
2. Anthony Hoekema, «Amillennialism,» El Significado del Milenio: Cuatro Puntos de Vista, Robert G. Clouse, ed. (la Arboleda de Experiencias Desalentadoras: Entierre a Varsity, 1977), p. 161.
3. Entre las listas del amilenial hay diferencias de opinión en lo que se refiere a exactamente lo que es específicamente el reinado milenario de Cristo. Augustine, Allis y Berkhof creen que el reinado milenario de Cristo se refiere a la Iglesia en la tierra. Por otra parte, Warfield enseñó que el reino de Cristo implica el los santos fallecidos quiénes reinan con Cristo desde el cielo.
4. Este acercamiento hacia el Apocalipsis puede ser rastreado hasta el Donatista africano, Tyconius, un intérprete del siglo cuarto. El milenio basado en un método de recapitulación de interpretación. Usando este principio Tyconius vio el Apocalipsis conteniendo varias visiones diferentes que repitieron temas básicos a todo lo largo del libro. Tyconius también interpretó los mil años de Apocalipsis 20:1-6 en términos poco literales y comprendió el período milenario refiriéndose a la edad presente. Este método de recapitulación fue adoptado por Agustín y ha sido adoptado a través de muchos intérpretes católicos y protestantes. Vea a Alan Johnson, “Revelation,” Expositor’s Bible Commentary, Frank E. Gaebelein, ed. (Grand Rapids: Zondervan, 1981), v. 12, pp. 578-79.
5. Hoekena, pp. 156-57.
6. Guillermo Hendriksen, Más Que Vencedores (Grand Rapids: Baker, 1940).
7. Hoekema, p. 160.
8. Hendriksen, p. 221.
9. Hendriksen define lo que el amilenialista quiere decir por “la primera venida”. “Cuando decimos ‘la primera venida’ tenemos referencia a todos los acontecimientos asociados con ello, de la encarnación hasta la coronación. Podemos decir, por consiguiente, que la atadura de Satanás, según todos estos pasajes, comienza con esa primera venida” Hendriksen, p.226.
10. William E. Cos, Amillennialism Today (Phillipsburg: Presbyterian and Reformed, 1966), p. 58.
11. Hoekema, p. 162.
12. Hoekema, pp. 162-63.
13. Hoekema, p. 163.
14. Hoekema, pp. 163-64.
15. Hoekema, p. 161.
16. El timonel, p. 57.
17. Hoekema, p. 161.
18. Hoekema, p. 162.
19. Hoekema, p. 156.
20. Hoekema, p. 160.
21. George Eldon Ladd, “An Historical Premillennial Response,” The Meaning of the Millennium: Four Views, p. 190.
22. Harold W. Hoehner dice, “aunque estas palabras no son un ‘orden cronológico tan enérgico como ‘después de estas cosas que vi’ (meta tauta eidon; 4:1; 7:9; 15:5; 18:1) o ‘después de estas cosas que oí’ “(tauta ekousa, 19:1), ellos muestran una progresión cronológica. Harold W. Hoehner, “evidencie from Revelation 20,” A case For Premillennialism: A New Consensus, Donald K. Campbell and Jeffrey L. Townsend, eds. (Chicago: Moody Press, 1992), pp. 247-48.
23. Robert. L. Thomas, Revelation 8-22: An Exegetical Commentary (Chicago: Moody, 1995), pp. 247-48.
25. Herman A. Hoyt, «A Dispensational Premillennial Response,» The Meaning of the Millennium: Four Views, p. 193.
27. Como Cox dice: “la atadura de Satanás se refiere a (en el lenguaje figurativo) lo limitativo de su poder”. Cox, p. 59.
28. Robert H. Mounce, The Book of Revelation (Grand Rapids: Eerchnans, 1977), p. 353.. Grudem también agrega: “Más que una mera atadura o restricción de la actividad están en perspectiva aquí. Los símbolos de echar Satanás dentro de un hoyo y cerrarlo y sellarlo dan un cuadro de remoción total de la influencia en la tierra”. Wayne Grudem, Teología Sistemática
29. G.C.Berkouwer, The Return of Christ, Studies in Dogmatics (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans, 1972), p. 305.
32. Stanley D. Toussaint, Behold the King: A Study of Matthew (Portland: Multnomah, 1981), p. 305.
33. El argumento de que el echar fuera a Satanás en Apocalipsis 12:9 es el mismo acontecimiento de la atadura de Satanás en Apocalipsis 20:1-3 lo echa bajo por dos razones. Primero, en Apocalipsis 12:9 Satanás fue echado del cielo a la tierra. Pero en Apocalipsis 20:1-3 él es tomado de la tierra hacia el abismo. En segundo lugar, en las actividades de Satanás en Apocalipsis 12:9, incluyendo su engaño a las naciones, continúan, mientras que en Apocalipsis 20:1-3 sus actividades están completamente bloqueadas al ser callado y sellado en el abismo.
34. Grudem, p. 1118.
¡Una CIta a la Cual No Faltarás!
¡UNA CITA A LA CUAL NO FALTARÁS!
Por Joel R. Beeke
Estimado lector:
Quizá usted y yo no nos conocemos; posiblemente nunca nos veamos. Sin embargo, quiero escribirle una carta personal.
Le escribo porque usted y yo tenemos más cosas en común de las que usted puede percatarse. Aunque nunca nos lleguemos a conocer en este mundo, un día estaremos en la presencia uno del otro porque ambos poseemos un alma inmortal. Con esta alma debemos presentarnos ambos delante de Dios, Creador suyo y mío, en el gran día del juicio final. “Tal como está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después el juicio.” (Heb. 9:27)
Usted podrá intentar todo lo posible por alejar de usted el pensamiento de la muerte. Pero ni así podrá usted escapar del hecho de que usted debe morir. Usted sabe que debe morir y encontrarse con Dios. Quizá usted rehúse pensar sobre la muerte porque usted también sabe que tras la muerte viene el juicio tan cierto como tras el día viene la noche. Por tanto, con toda seriedad, podría acaso hacerle una pregunta más significativa que ésta: ¿Qué sucederá con usted cuando muera?
La Biblia, la conciencia, el sentido común, todos le declaran que existe una eternidad a la cual usted debe enfrentarse. Por ello, por su propio bien no evada este pregunta: ¿Estoy preparado para morir y encontrarme con Dios para ser juzgado?
Siento tener que decirle que millones de personas actualmente piensan que están preparados para encontrarse con Dios, los cuales terminarán en el infierno tras el gran día del juicio final. Esto es lo que Dios nos dice en Su Palabra Santa: “Muchos me dirán en aquel día: ‘¡Señor, Señor! ¿no profetizamos en Tu Nombre? ¿en Tu Nombre no echamos demonios? ¿y en Tu Nombre no hicimos muchas obras poderosas?’ Entonces yo les declararé: ‘Nunca os he conocido. ¡Apartaos de Mí, obradores de maldad!’” (Mat. 7:22-23)
Alguna vez ha considerado que terrible despertar les espera a todos aquellos que transitan por esta vida pensando que todo está bien con ellos y que ese día escucharán al estar presentes delante del Dios Altísimo, “Nunca os he conocido”? No hay palabras que describan la angustia del alma para aquellos que recibirán esta sentencia: “Apartaos de Mí, obradores de maldad”.
Estaremos también usted y yo entre los “muchos” decepcionados de quienes Cristo habla en Mateo capítulo 7?
Estimado lector, concédame por favor 5 minutos de su tiempo para intentar mostrarle quienes terminarán en el infierno y quienes en el paraíso.
La senda ancha a la destrucción eterna
En primer lugar, honestamente debo decirle que la Biblia nos informa en Mateo 7 que la vasta mayoría de la gente será enviada al infierno. “Ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la destrucción, y son muchos los que entran por ella. Pero cuan estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y son pocos los que la hallan.” Quizá esto le suene cruel, pero este triste hecho es cierto no porque Dios es cruel; mas bien, somos crueles con nosotros mismos. Desafiamos a nuestro Creador en forma deliberada y despreciamos Su amor, a la vez que quebrantamos Sus mandamientos los cuales nos han sido dados para nuestro verdadero bienestar. Por tal rebelión y perversidad, todos hemos ganado la muerte y el infierno. Estas son las únicas dos cosas que merecemos, “porque todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios” (Rom. 3:23), y “la paga del pecado es muerte” (Rom. 6:23).
¿Que clase de personas están incluidas en esta vasta multitud destinada al infierno?
(1)Toda persona impía terminará en el infierno. Esto incluye a aquellos que abiertamente viven en perversión, haciendo cosas tales como:
pasar el tiempo en tabernas y gastar el dinero en bebidas alcohólicas y drogas,
involucrarse en relaciones sexuales ilícitas,
emplear el Domingo como cualquier otro día de la semana,
ver diariamente la manifestación gráfica del pecado a través de la televisión,
jurar contra Dios al emplear Su Santo Nombre en vano,
vivir una vida de rebelión en contra de los padres y toda autoridad dada por Dios.
Tales personas impías terminarán en el infierno a menos de que el Señor los lleve a un verdadero arrepentimiento y conversión mediante el poder de Su gracia. Pertenece usted a este grupo? Si es así, le urjo a que busque la gracia que produce arrepentimiento, confesión y conversión, antes de que sea tarde para siempre para buscar al Señor!.
(2)Toda persona mundana terminará en el infierno. Me refiero a aquellos que se abstienen de pecar deliberadamente, pero cuyas vidas están estrechamente unidas al mundo, quienes viven sin pesar alguno cuando en forma continua hacen cosas tales como:
ponerse a si mismo antes y por encima de Dios
estimar las posesiones y riquezas mundanas más que a las riquezas de la gracia de Dios,
promover los deseos de otras personas por encima de la voluntad de Dios conforme es revelada en Su Palabra,
valorar las necesidades de la vida cotidiana por encima de la necesidad de un Salvador para sus almas inmortales,
considerar los resultados del pecado como más trágicos que ofender y pecar contra su santo Creador quien les colma de bendiciones,
creer que es más importante lo que sus vecinos y amigos piensan de ellos que lo que Dios piensa de ellos.
Los tales terminarán en el infierno a menos de que el Señor los lleve a un verdadero arrepentimiento y conversión mediante el poder de Su gracia. Pertenece usted a este grupo?
Si es así, debo decirle: si usted llegase al cielo no tendría felicidad en él, porque el Señor del cielo no es su amigo -lo que a El le place a usted no le agrada; lo que a El le disgusta a usted no le ocasiona problema. Su Palabra no es su consejero; Su luz no es delicia para usted; Su ley no es su guía. A usted poco le importa escuchar de El; mucho menos hablar con El. Estar para siempre en Su compañía sería algo que usted no podría soportar; la convivencia con santos y ángeles le fastidiaría. En relación a su vida cotidiana, la Biblia poco significa para usted, Cristo menos aún, y la salvación es una cuestión innecesaria. «¡Despiértate, tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo!»… “No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Efe. 5:14; Mat. 6:24).
(3) Muchas personas religiosas terminarán en el infierno. Es posible ser condenado al infierno a pesar de acudir a iglesias fieles, de ser maestros de escuela dominical, o inclusive ministros. La religión puede ser nuestro tema favorito, nuestra conversación puede versar sobre Dios y Jesucristo, y nuestro diario caminar puede parecer intachable -todo esto sin que nuestra alma sea salvada de la destrucción.
Podemos ser tan religiosos como las 5 vírgenes insensatas en Mateo 25, poseyendo la misma confesión, la misma expectativa, las mismas lámparas, y la misma apariencia externa de las 5 vírgenes prudentes -y aún así perecer. Podemos ser tan religiosos como Acab, del cual la Palabra dice, “…rasgó sus vestiduras, puso cilicio sobre su cuerpo, ayunó y se acostó con el cilicio; y andaba humillado” (I Reyes 21:27) -y aún así ser inconverso.
Es posible experimentar convicciones comunes de pecado e impresiones de Dios y de Sus santos atributos -inclusive reconocer el pecado y en cierta formar humillarse, gemir y orar por el mismo, temer cometer pecado de nuevo- y aún así no poder entrar en el reino de los cielos. Piense en Caín, Saúl, y Judas.
Necesitamos más que una religión sentida a medias y que acudir a una iglesia. Necesitamos de la obra irresistible y regeneradora del Espíritu Santo para poder nacer de nuevo y ser convertido. Solo entonces es cuando podemos amar a Dios con todo nuestro ser -el ingrediente faltante en los ejemplos previos- y ansiar tener a Dios como el hombre sediento ansia agua fría. Solo entonces la gracia de Dios nos permite prepararnos para encontrar al Señor. “Mira, pues, no sea que la luz que hay en ti sea tinieblas” (Lucas 11:35).
Como puedo saber si estoy incluido entre aquellos que irán al cielo?
La senda angosta a la vida eterna
Todos aquellos que han de ir al cielo confesarán que su salvación ha sido un gran milagro de la gracia gratuita del Señor. Serán almas que verdaderamente han nacido de nuevo por el poder del Espíritu Santo (ver Juan 3). Serán personas que han sido convertidas por Dios, lo cual implica que experimentan tres cosas: (1) una pena profunda por su propia iniquidad, (2) una inmensa alegría por la salvación en Cristo Jesús, y (3) una sincera gratitud a Dios por Su gran salvación (ver Rom. 7:24-25; Salmos 50:15).
(1) Cuando el Espíritu Santo comienza a obrar la salvación en un pecador El no empieza revelándole a Cristo. Por naturaleza no hay cabida para Cristo en nuestros corazones. Mas bien El le confronta cara a cara con su trágica miseria y peligroso estado de pecaminosidad delante de Dios. El pecador es llevado a experimentar:
una pena sentida desde el fondo de su corazón sobre sus innumerables pecados actuales en sus pensamientos, palabras y acciones contra Dios que todo lo sabe;
una pena sentida desde el fondo de su corazón sobre el vivir sin Dios, sin Cristo, y sin esperanza en el mundo;
una pena sentida desde el fondo de su corazón sobre su terrible pecado original adquirido al caer juntamente con Adán, comprendiendo que su corazón es una fuente de contaminación y corrupción en su totalidad;
una pena sentida desde el fondo de su corazón no solo porque la carga del pecado es muy pesada para ser llevada, sino también porque encuentra imposible liberarse por si mismo de esta carga.
una pena sentida desde el fondo de su corazón cuando el es traído al punto en que se da cuenta de que el no puede salvarse a si mismo pero aun así el debe ser salvo, por lo cual implora “Señor, tu eres justo y tienes todo el derecho de separarme de ti para siempre, pero será posible que haya algún camino en Ti para escapar de Tu castigo divino y ser restaurado en Tu misericordia?”
Se considera usted también un pecador miserable, despreciable, consternado, culpable y perdido -un pecador que por experiencia sabe que no hay esperanza de salvación en usted mismo?
(2) Cuando el pecador experimenta que no tiene futuro alguno más que la condenación, y que el Espíritu Santo le habilita a abandonarse a Dios como único refugio, ese mismo bendito Espíritu le ha de mostrar el indescriptiblemente rico y magnífico camino de salvación y liberación de Dios mediante la sangre y sacrificio completo del Señor Jesucristo. El pecador es llevado a experimentar:
una necesidad de Cristo;
una visión hermosa, completa y pertinente de la obra redentora de Cristo;
una revelación de Cristo en su alma mediante la Palabra y Espíritu, a través de la cual comprende la forma en que Cristo enteramente obedeció la ley y llevó por completo el castigo del pecado en sustitución de pecadores caídos y despreciables;
una aplicación de Cristo mediante la cual puede ceñir a Cristo con gozo indecible como su Salvador y su salvación.
Ha experimentado usted también algo de Cristo como el gran camino de liberación mediante el poder del Espíritu Santo aplicando la Palabra de Dios a su alma? Le ha provocado un deseo de conocer a Cristo más y más como su Todo-en-Todo -conocerle experimentalmente como el Salvador único y diligente que salva hasta lo imposible?
(3) Finalmente, aquellos que verdaderamente experimentan el camino de salvación del Señor en Jesucristo expresarán también una sentida gratitud por tan gran liberación: “¿Qué daré a Jehová por todas sus bendiciones para conmigo?” (Salmos 116:12). Ellos desean entregar todo, alma y cuerpo, en las manos del Señor por toda la eternidad, yacer a Sus pies en sumisión verdadera, y confesar, “Sea hecha Tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra.” A pesar de nuestras transgresiones, deseamos vivir para la gloria de Dios por sobre todas las cosas, y servir a nuestro prójimo con amor para su bienestar espiritual y temporal.
Estimado lector, examínese a usted mismo.
Por cual senda camina usted?
Transita usted por la senda ancha a la destrucción eterna o por la senda angosta a la vida eterna? En este mundo hay muchos caminos diferentes, pero en el mundo espiritual solamente existen dos, los cuales nunca se cruzan. Son tan opuestos uno del otro como la oscuridad es de la luz, Satanás de Dios, lo natural de la gracia, y el infierno del cielo. Solo Dios, en Su gracia gratuita, nos puede remover de la senda ancha que lleva a la destrucción y colocarnos en la senda angosta que lleva a la vida eterna.
Pecador, rogamos a usted, apártese de sus caminos de pecado y maldad. Implore a Dios por una verdadera conversión, quien no solo dijo, «os es necesario nacer de nuevo”, sino que también dio testimonio de Si mismo, “el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido.” Su alma está perdida y su condición es miserable; por ello, ruegue al Señor que le muestre esto, para que pueda haber lugar dentro de usted para el mensaje del evangelio de Jesucristo y El crucificado.
Permítame dejarle una última advertencia. En los veintisiete libros del Nuevo Testamento se menciona al infierno 234 veces. Si el camino de la vida fuera de 27 millas, y hubiera 234 anuncios a lo largo de este camino que leyeran, “Este camino lleva al infierno”, permanecería usted en dicho camino? Mientras usted permanezca un pecador incrédulo, sin arrepentimiento, sin Cristo, autosatisfecho, usted continúa en este camino al infierno. El infierno es el fin de una vida religiosa o mundana que permanece sin Cristo.
Este corto mensaje es también otro anuncio enviado a usted por el Señor para advertirle que todos los caminos del hombre terminan en la muerte. “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano” (Isaías 55:6).
¿Cuántos anuncios más le enviará el Señor a su camino antes de que Su paciencia se agote, y cumpla Su propia Palabra: “tal como está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después el juicio”?
Apresúrese, pecador, por su propia vida. El hilo de su existencia aún no ha sido cortado, pero cada vez es más delgado y frágil. El Señor aún le está llamando: “Vivo yo, que no quiero la muerte del impío, sino que el impío se aparte de su camino y viva, dice el Señor Jehová; apartaos, apartaos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis?” (Ezeq. 33:11)
La puerta de la gracia aún está abierta. El trono de Cristo aún no se cierra. Escuchará usted Su voz antes de que sea demasiado tarde? “Besad al Hijo, no sea que se enoje y os perdáis del camino; pues se enciende de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en El se refugian” (Salmos 2:12).
Todos aquellos que han vivido sin Dios en la tierra estarán sin Dios en el infierno. Qué terrible será experimentar junto con el hombre rico en Lucas 16, “en el infierno, estando en tormentos, alzó sus ojos… y gimiendo, dijo:…estoy atormentado en esta llama.”
Querido amigo, deseo advertirle con amor. Ni usted ni yo podemos escapar de la muerte. Es una cita a la cual no faltaremos… pase lo que pase.
Está usted preparado para morir?
Sinceramente,
Joel R. Beeke
- ← Anterior
- 1
- …
- 67
- 68