Jerry Bridges
La Motivación De El Evangelio
La Motivación De El Evangelio
por Jerry Bridges
Pues el amor de Cristo nos apremia 2 CORINTIOS 5:14
Para explorar el poder motivador del evangelio, veremos la experiencia de tres personajes de la Biblia: una mujer pecadora que conoció a Jesús, un judío muy respetado que se encontró con la santidad de Dios, y un fariseo santurrón que descubrió que estaba totalmente equivocado.
LA MUJER PECADORA
Uno de los ejemplos más profundos de cómo el evangelio nos motiva y transforma se ve en la historia de Lucas 7:36-50 de una mujer pecadora que se encontró con Jesús. La historia comienza con un fariseo llamado Simón que invita a Jesús a su casa para cenar. Mientras Jesús y los demás invitados se reclinaban a la mesa con los pies detrás de ellos a la manera de aquella época, una mujer «pecadora» vino con un frasco de ungüento caro para ungir los pies de Jesús.
En aquellos días, en una cena para un invitado especial, no era inusual que los visitantes no invitados entraran y se sentaran en el borde de la habitación, escuchando la conversación de la mesa. Lo que hizo este incidente notable fue que una mujer de mala reputación se atreviera a entrar en la casa de un fariseo muy religioso. Leer el resto de esta entrada »
La Justicia De Cristo: El Primer Sujetalibros
La Justicia De Cristo: El Primer Sujetalibros
Por Jerry Bridges
Porque no me avergüenzo del evangelio, … Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe. ROMANOS 1:16–17
¿Cuál es la justicia de Cristo, y por qué la necesitamos como primer sujetalibros? La palabra «justo» en la Biblia básicamente significa obediencia perfecta; una persona justa es aquella que siempre hace lo que es correcto. Esta declaración asume que hay un estándar externo y objetivo de lo correcto y lo incorrecto. Esa norma es la voluntad moral universal de Dios, tal y como se nos ha dado a lo largo de la Biblia. Es la ley de Dios escrita en cada corazón humano. Es el estándar por el cual cada persona será juzgada en última instancia.1 Leer el resto de esta entrada »
En Pos de la Santidad
En Pos de la Santidad
Por Jerry bridges
Un granjero ara su campo, siembra la semilla, fertiliza y cultiva, sabiendo que en el análisis final es totalmente dependiente de fuerzas fuera de sí mismo. Él sabe que no puede hacer que la semilla germine, ni puede producir la lluvia y el sol para cultivar y cosechar la cosecha. Para una cosecha exitosa, él depende de estas cosas de Dios.
Sin embargo, el agricultor sabe que a menos que él diligentemente cumpla sus responsabilidades de arar, plantar, fertilizar y cultivar, no puede esperar una cosecha al final de la temporada. En cierto sentido, él está en una asociación con Dios, y él cosechará sus beneficios sólo cuando haya cumplido con sus propias responsabilidades.
El Gozo de la Santidad
El Gozo de la Santidad
Por Jerry Bridges
Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo. Romanos 14:17
Dios quiere que la vida cristiana sea una vida de gozo, no gravoso. La idea de que la santidad está asociada con una disposición severa es una caricatura de la peor clase. De hecho, todo lo contrario es cierto. Sólo los que caminan en santidad experimentan gozo verdadero.
Santidad en un Mundo Impío
Santidad en un Mundo Impío
Por Jerry Bridges
No te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del maligno.
JUAN 17:15
Todos los creyentes deben vivir su vida cristiana en el contexto de un mundo profano. Algunos enfrentan tentaciones extraordinarias mientras viven en medio de una atmósfera flagrantemente pecaminosa. El estudiante en el dormitorio de la universidad o el hombre o la mujer en una base militar o, a bordo del barco debe vivir a menudo en un ambiente contaminado con la sensualidad, la despreocupación, y la lujuria. El hombre de negocios o la mujer está a menudo bajo tremenda presión para comprometer los estándares éticos y legales para satisfacer la codicia y la deshonestidad de los asociados. A menos que el cristiano esté preparado para tales ataques malvados en su mente y corazón, tendrá grandes dificultades para mantener la santidad personal.
Santidad y Fe
Santidad y Fe
Por Jerry Bridges
Por la fe Abraham, al ser llamado, obedeció, saliendo para un lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber adónde iba.
HEBREOS 11: 8
En la búsqueda de la santidad, los cristianos son a menudo llamados a realizar tareas que parecen irrazonables e incluso absurdas para un mundo incrédulo. Un granjero cristiano en Kansas es un ejemplo. Cuando el trigo está exactamente listo para ser cosechado, es importante que el trabajo se complete rápidamente para que el mal tiempo no surja y dañe el cultivo o reduca su calidad. Debido a esto, la recolección se hace a menudo en un horario de siete días a la semana. Pero este granjero en particular, creyendo que el domingo debería ser observado como el Día del Señor, nunca trabajaría en su equipo de cosecha el domingo, incluso cuando una tormenta inminente amenazaba. Para sus vecinos agricultores esta acción parecía extraña e irracional. Curiosamente, sin embargo, a lo largo de los años este agricultor cristiano fue el más próspero en su área. Al igual que Abraham, obedeció por fe lo que él creía que era la voluntad de Dios, a pesar de que tal obediencia, sin duda, había sido difícil a veces.
Hábitos de Santidad
Hábitos de Santidad
Por Jerry Bridges
Porque de la manera que presentasteis vuestros miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad, para iniquidad, así ahora presentad vuestros miembros como esclavos a la justicia, para santificación.
Romanos 6:19
Cuanto más pecamos, más nos inclinamos a pecar. John Owen lo expresó de esta manera, en su estilo pintoresco del siglo XVII: «Los actos repetidos del consentimiento de la voluntad al pecado puede engendrar una disposición e inclinación de la voluntad a una propensión y disposición de dar su consentimiento al pecado sobre una oportunidad fácil.” [ John Owen, Temptation and Sin, (Regent College: 1983), p. 253.]
La Santidad y Nuestras Voluntades
La Santidad y Nuestras Voluntades
“porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer, para su beneplácito.” FILIPENSES 2:13
En todo lo que se ha dicho hasta ahora sobre nuestra responsabilidad por la santidad –la necesidad de convicción y compromiso, la perseverancia y la disciplina, y la santidad en cuerpo y en espíritu – la actividad de nuestras voluntades siempre está implícita. Es la voluntad que en última instancia, hace cada elección individual de si vamos a pecar u obedecer. Es la voluntad que elige ceder a la tentación o decir no. Nuestras voluntades, entonces, determinan finalmente nuestro destino moral, si seremos santos o impíos en nuestro carácter y conducta.
Siendo esto cierto, es críticamente importante que entendamos cómo funciona nuestra voluntad-lo que nos hace girar en una dirección u otra, por qué tomamos las decisiones que hacemos. Por encima de todo, debemos aprender cómo someter nuestras voluntades y obedecer a la voluntad de Dios de manera práctica, diaria, hora por hora.
Santidad en el Espíritu
Santidad en el Espíritu
Por Jerry Bridges
Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios..
2 Corintios 7:1
Hace varios años, en el campus de evangelización, utilizamos una ilustración calculada para hacer que nuestras audiencias colegiadas fueran conscientes de que eran pecadores. Podríamos decir: «Si pudiera mostrarles en una pantalla ante nosotros esta noche todos tus pensamientos de la semana pasada, tendrías que salir de la ciudad.» Esta observación no sólo afirmo el punto, sino que siempre provoco un risa. Pero para el cristiano, tal acusación no es cuestión de risa. Nuestros pensamientos son tan importantes para Dios como nuestras acciones, y son conocidos por Dios tan claramente como nuestras acciones (Salmo 139: 1-4; 1 Samuel 16: 7).
Santidad en el Cuerpo
Santidad en el Cuerpo
Por Jerry Bridges
“sino que golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo, no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo sea descalificado.” 1 CORINTIOS 9:27
La verdadera santidad incluye el control sobre nuestros cuerpos físicos y apetitos. Si queremos ir en pos de la santidad debemos reconocer que nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo y que debemos glorificar a Dios con ellos.
Los cristianos modernos, especialmente los del mundo occidental, generalmente se han encontrado faltos en el área de la santidad del cuerpo. La gula y la pereza, por ejemplo, eran consideradas por los cristianos anteriores como pecado. Hoy podemos considerarlas como debilidades de la voluntad, pero ciertamente no como pecado. Incluso bromeamos sobre nuestras excesivas y otras indulgencias en vez de clamar a Dios en confesión y arrepentimiento.
Mi Débil Tributo a Jerry Bridges
Mi Débil Tributo a Jerry Bridges
Por Tim Challies
Al escuchar de la muerte de Jerry Bridges ayer, me senté ante mi computadora y comencé a escribir. Empecé a escribir sobre la manera en la que me impacto a través de su escritura. Muy pocos autores me han formado más de lo que el hizo; muy pocos libros han desempeñado un papel tan importante en mi vida y fe. Pero de alguna manera las palabras no salen muy bien y yo no podía muy bien encapsular todo lo que estaba pensando y sintiendo. Aún así, considere esto mi tributo homenaje –demasiado débil a uno de los fieles servidores de Dios.
El Lugar de la Disciplina Personal
El Lugar de la Disciplina Personal
Por Jerry Bridges
Pero nada tengas que ver con las fábulas profanas propias de viejas. Más bien disciplínate a ti mismo para la piedad. – 1 Timoteo 4:7
Es posible establecer convicciones con respecto a una vida de santidad, e incluso hacer un compromiso definitivo con ello, más sin embargo, dejar de lograr el objetivo. La vida está sembrada de resoluciones rotas. Podemos determinar por la gracia de Dios detener hábitos o pecaminosos específicos – entretener pensamientos lujuriosos, criticar a nuestro hermano cristiano, o lo que sea. Pero, por desgracia, con demasiada frecuencia nos encontramos no teniendo éxito. No logramos ese progreso en la santidad que deseamos tan intensamente.
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